Ernesto Cardenal: “No queremos diálogo, sí otro Gobierno” en Nicaragua
El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal dijo que “no debe haber diálogo” entre el presidente Daniel Ortega y la sociedad civil, sino que debe elegirse “otro gobierno, una república democrática”, tras la ola de violencia que el país vivió la semana pasada a raíz de protestas estudiantiles.
En entrevista exclusiva con DPA, Cardenal (nacido en Granada, en 1925) se refirió a las protestas protagonizadas por miles de jóvenes en Managua y otras ciudades del país, donde la acción policial dejó decenas de muertos y cientos de heridos y detenidos según entidades no gubernamentales. El Gobierno sólo reconoce 10 fallecidos.
“El diálogo no tiene sentido porque el diálogo es para entenderse, y nosotros no nos podemos entender”, dijo el autor de “El Evangelio de Solentiname”, que hace dos años se declaró “perseguido” por Ortega y por su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, a quienes acusó de dirigir “una dictadura”.
“Lo que queremos es que haya otro Gobierno, una república democrática. ¿Para qué diálogo? Nada de diálogo”, insistió al ser consultado sobre las pláticas que se espera se realicen con mediación de cinco obispos de la Iglesia católica, en fecha aún no divulgada.
Autor de “Epigramas” y “Cántico Cósmico” entre una vasta obra literaria, Ernesto Cardenal es a sus 93 años el poeta vivo más importante de Nicaragua. En la década de 1970 fundó en la isla de Solentiname, sur del país, una comunidad de pintores y poetas que luego apoyaron a las guerrillas del Frente Sandinista.
Cardenal, ministro de Cultura durante la revolución sandinista (1979-1990), opinó que fueron “proféticas” las palabras de su hermano Fernando, sacerdote jesuita que dirigió la campaña de alfabetización y falleció en 2016: “Mi esperanza es que los jóvenes vuelvan a las calles a hacer historia”.
“Ahora repentinamente en todo el país han surgido los jóvenes en protestas, tomándose las calles. Algo que no se esperaba porque la juventud parecía dormida, o que sobre ella había caído una losa sepulcral. Mi hermano lo habrá visto ahora desde la eternidad. Nicaragua en todas partes ha resucitado”, afirmó.
Recordó que ahora, como hace 40 años, Nicaragua ha vuelto a ser noticia mundial. “Durante muchos años yo había estado teniendo una oración tomada de uno de los ‘Salmos’: Señor, haz que volvamos a ser lo que fuimos. ¡Y he sido oído!”, aseveró.
Divorciado de Ortega y del Frente Sandinista desde hace dos décadas, Cardenal criticó la “locura y arrogancia” del Gobierno,en especial los más de 130 gigantescos árboles luminosos de hierro que Murillo instaló años atrás en distintas zonas de Managua, varios de los cuales fueron quemados y derribados durante las protestas.
“En un país tropical, de selva feroz, los árboles verdaderos estaban siendo talados y plantados árboles secos, de hierro, con un derroche de luz eléctrica que no le llega al pobre. País con alamedas de colores locos y un gobierno de locura y arrogancia”, sentenció.
Las protestas iniciaron en rechazo a una reforma al Seguro Social anunciada el 16 de abril pasado, y se extendieron a 14 ciudades del país tras la violenta respuesta de la Policía y de fuerzas de choque del Gobierno, que solamente ha reportado 10 muertos.
Sin embargo, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), ambos no gubernamentales, registran 42 y 63 fallecidos, respectivamente. La mayoría eran jóvenes universitarios que murieron por impactos de bala, según sus investigaciones.
Fuente: DPA.
Enrique Aristeguieta: «No hay posibilidad de salir por las buenas de la tiranía de Maduro»
Por Manuel Trillo– Diario ABC España.
Enrique Aristeguieta Gramcko (Puerto Cabello, 1933) es el último miembro vivo de la Junta Patriótica que acabó con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela en 1958. A sus 85 años, combate ahora a la «tiranía» de Nicolás Maduro, que el pasado febrero le detuvo por primera vez en su vida. «No me gustaría morirme en dictadura», asegura a ABC durante una visita a Madrid, en la cual participó en un acto de la plataforma Soy Venezuela.
En 1958 la Junta Patriótica y la sublevación popular acabaron con Pérez Jiménez. ¿Por qué Maduro sigue en el poder?
Hay un enfoque diferente. En 1957 había una remota esperanza de elecciones y cuando esa posibilidad se cerró, cambiamos de dirección. La Junta Patriótica fue para derrocar la dictadura, no con elecciones, sino con la combinación de fuerza armada y el pueblo en la calle. En esta ocasión la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) ha querido enfrentar a la dictadura como una democracia que no es. Llevo insistiendo en eso 20 años. Ahora al fin se han dado cuenta de que no se puede derrotar a una tiranía, mucho menos totalitaria, hay que derrocarla. No hay otro camino.
¿Buscar un referédum revocatorio y el diálogo fueron perder el tiempo?
Sí, porque ya se veía la intención del régimen de no aflojar. El referéndum (contra Chávez) se ganó y nos lo arrebataron; Capriles ganó las elecciones y las arrebataron; aceptaron a regañadientes la Asamblea Nacional y le quitaron funciones y bloquearon, y crearon la Constituyente paralela. No hay posibilidad de salir por las buenas de este régimen. Lo debieron ver hace tiempo, a estas alturas es bastante tarde.
¿Cuál es entonces la solución?
Es muy difícil, porque se ha perdido mucho tiempo y esfuerzo. La oposición perdió sus mejores armas. Habrá que improvisar, encontrar nuevos caminos. Lo que no podemos es rendirnos.
¿Vendrá por la presión internacional, por ejemplo las sanciones?
Las sanciones nunca han derrocado un gobierno. La prueba es Fidel Castro: aún están allí sus herederos. Son positivas, pero no suficientes.
¿Y la Corte Penal Internacional?
El problema de los organismos internacionales es lo tardío de su respuesta. Cuando ha intervenido la ONU o la Fuerza Interamericana de Paz ha sido tras una montaña de muertos. Deberían establecer mecanismos para intervenir a tiempo para evitar genocidios. Lo de Venezuela se repite en Nicaragua.
Enrique Aristeguieta (tercero por la izquierda) formó parte, como miembro de Copei, del grupo liderado desde 1957 por Fabricio Ojeda (primero por la izquierda)-ABC.
¿Qué se cuece en el ejército?
Está muy golpeado, deshecho. Esa labor comenzó con Chávez y la intervención cubana. La Fuerza Armada sufrió como el resto de la nación. La lista de oficiales detenidos y torturados es larga. Hay tantos civiles presos como militares.
¿Maduro ha cortado cualquier posibilidad de esa «solución»?
Nunca se sabe. Pérez Jiménez parecía firme el 31 de diciembre de 1958 y el 1 de enero hubo un alzamiento, el comienzo de su derrumbe.
¿Y cómo ve «el día después», la transición a la democracia?
Mucho mas difícil que en 1958. Entonces el país no estaba deshecho. Ahora no hay instituciones y la economía está en pedazos. Han destrozado todo: la mayor petrolera del mundo, el banco central, la Fuerza Armada, el aparato productivo, la educación, la sanidad… Lo han convertido en un país africano.
¿Cómo se sobrevive en Venezuela?
Es muy difícil. En la farmacia no hay ni colirio ni antibióticos. Pasa igual con la comida. Para agravar la situación, la inflación desatada hace recordar la Alemania de la entreguerra. Los precios cambian a veces en el mismo día. No sé cómo subsiste la gente.
A usted lo detuvieron en febrero, con casi 85 años. ¿Qué le teme Maduro?
La lengua. Les molestan las críticas. Entraron en mi casa a las tres de la mañana como ladrones, saltando las paredes sin orden judicial y armados hasta los dientes.
CORONEL FAP CARLOS ILLANES ES EL NUEVO DIRECTOR DE LA DIRECCIÓN NACIONAL DE INTELIGENCIA – DINI
Mediante Resolución Suprema Nº 139-2018-PCM, oficializan la designación del Coronel FAP (r) Carlos Hernán Illanes Calderón, como Director de Inteligencia Nacional de la Dirección Nacional de Inteligencia– DINI, reemplazando al renunciante Guillermo Rosario Fajardo Cama en dicho cargo.
La norma fue publicada en la separata de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, donde fue aceptada la renuncia de Guillermo Rosario Fajardo Cama por el Presidente de la República, Martín Vizcarra y el Presidente del Consejo de Ministro, César Villanueva Arévalo, quienes le agradecen por los servicios prestados al Estado.
Fuente: Red de Comunicación Regional.