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Por César Romero– Diario La República.
Con paciencia y tenacidad, el fiscal Elmer Chirre Castillo logró descubrir un nuevo caso de corrupción de Odebrecht en el Perú. El primer caso, tal vez el único en toda Latinoamérica, descubierto sin ayuda de los procuradores de Brasil o de los fiscales de Estados Unidos y Suiza.
Acorralada por las evidencias, la constructora brasileña ha debido reconocer que desembolsó dos millones 628 mil dólares al detenido gobernador regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, para adjudicarse la construcción de la carretera “Callejón de Huaylas-Chacas-San Luis”, que se ejecutó entre el 22 de diciembre de 2010 y el 12 de setiembre de 2013.
Es un acto ilícito que no aparece en la delación premiada que la empresa firmó en su país. El fiscal no ha tenido que firmar un acuerdo de no procesamiento a Odebrecht ni viajar a Brasil a traer pruebas.
El equipo del tercer despacho de la Fiscalía Supraprovincial Anticorrupción, que dirige Chirre, trabajó en silencio durante tres años en esta investigación vinculada al caso ‘La Centralita‘. Hoy sale a la luz porque el fiscal comunicó sus hallazgos a la Procuraduría y al subsistema anticorrupción.
En un documento de 238 páginas se explica esta trama de corrupción. Una crónica que permite dar contexto a la ola de violencia que sacudió la región Áncash. Ya se puede afirmar con certeza que las muertes fueron consecuencias de los negocios ilícitos en el contrato de obras públicas.
Tras Dirsse
La historia de este trabajo data de 2014. Ese año un colaborador reveló que las grandes empresas brasileñas habían pagado 3.5 % del valor total de la obras para acceder a los contratos y que el intermediario era Dirsse Paul Valverde Varas.
“Cuando César Álvarez asumió la presidencia del Gobierno Regional de Áncash fue buscado por las grandes empresas brasileñas, como Odebrecht, Camargo & Correa, Queiroz Galvao, entre otros, para llegar a acuerdos en torno al porcentaje que le correspondería (…) poniendo de manifiesto que si se les adjudicaba y otorgaba la buena pro, apoyarían su gestión a nivel de imagen y a nivel político, entregándole para ello la suma de 3.5 % del valor total de la obra”, relató un colaborador.
El dato parecía inverosímil. No se decía de qué obras se trataba. En el Perú siempre se habla del diezmo. Los empresarios pagan el 10% de un contrato para ganar una licitación.
Valverde Varas tampoco aparecía en la estructura de la organización de Álvarez. En Chimbote se había ordenado su captura, como testaferro de Álvarez, pero sin más evidencias todo parecía una leyenda urbana.
Este personaje apoyó los inicios políticos de Álvarez y se desempeñó como subgerente de Infraestructura del Gobierno Regional de Áncash hasta el 2009. Un día renunció y se vino a Lima.
El equipo de Chirre fue completando la historia piedra a piedra. El testigo TR-01 describió que el 2007 se produjo una reunión de Álvarez con Fortunato Canaán, el personaje de los ‘Petroaudios’. En esa cita –dijo el testigo– participaron Valverde Varas y Raymundo Trinidade Serra, gerente de Odebrecht.
Producto del encuentro, el 28 de noviembre de 2007 se realizó un viaje aéreo a Chimbote y Huaraz, pagado por Odebrecht. Viajaron Trindade Serra, el ingeniero Manuel Basconcelos Boggio y Martín Belaunde Lossio, como representante de Álvarez. El objetivo era el proyecto Chinecas.
Belaunde Lossio
Durante el viaje, “Martín Belaunde le señaló a Trindade que se había aprobado la iniciativa y que debían llegar a un entendimiento. Si quería ganar la buena pro se le debería entregar el 10% del monto del Proyecto Chinecas”.
Trindade respondió que llevaría la propuesta a sus jefes. Odebrecht no aceptó. Ese monto no garantizaba la ejecución de la obra. Belaunde se negó a negociar.
Entonces entra en escena Dirsse Valverde. En el primer trimestre de 2009 se puso en contacto con Trindade y le ofreció participar en un proyecto de infraestructura vial, llevando a los directivos de Odebrecht a un recorrido por carretera, entre Carhuaz y el Callejón de Los Conchucos.
Así, según las evidencias, Valverde Varas no había renunciado sino que Álvarez lo desplazó a Lima para ser su operador y contacto para negociar las obras de infraestructura. Luego que la Fiscalía logró confirmar la existencia del vuelo, pagado por Odebrecht, empezó a bombardear a la constructora para que informen de sus vínculos con Dirsse Valverde. Los brasileños lo negaron.
Otro colaborador entregó documentos de los pagos realizados por la Concesionaria IIRSA Sur, a Dirsse Valverde. Allí, apareció el nombre de un viejo conocido de la Fiscalía: Luis Cavassa Roncalla, ex jefe electoral de la ONPE procesado por la masiva falsificación de firmas para inscribir la candidatura de Alberto Fujimori en el 2000.
Odebrecht se rinde
En febrero de 2017, Odebrecht se rindió. Contó todo y entregó las pruebas que faltaban. El círculo se había completado.
Los brasileños contaron que en 2010, Dirsse Valverde volvió a visitar las oficinas de Odebrecht. Les comunicó que ya no era funcionario público, pero que la carretera Chacas-San Luis había pasado el SNIP y que, a través de la OEI se iba a convocar la licitación pública. Odebrecht decidió entrar en el proyecto.
En setiembre de 2010, cuando la propuesta ya estaba avanzada, Dirsse se comunicó con Trindade y en una reunión en el Swiss Hotel, le indicó que César Álvarez pedía la entrega de 2.5% del valor del contrato, descontando el IGV, a cambio de que la empresa gane la buena pro.
“Raymundo Serra hizo saber la propuesta a Jorge Barata, quien se tomó un tiempo de tres días a más en decirle que aceptaba la propuesta y que busque a Ricardo Paredes Reyes, que era responsable del proyecto”, indicó el colaborador TRI-2017.
Los funcionarios de Odebrecht dicen que la relación de Valverde Varas con Álvarez era evidente. “Los ofrecimientos que hacía Dirsse sobre acciones o decisiones que tomaría el Gobierno Regional efectivamente sucedía en el tiempo y el modo ofrecido por Dirsse”, relató el colaborador N° 02-2017.
El testigo recordó un detalle. En setiembre de 2010, Álvarez tomó una licencia para postular a la reelección y el Consejo Regional canceló el convenio con la OEI por la Carretera Chacas-San Luis. Dirsse Valverde les comunicó que siguieran adelante, que en unas semanas el proceso de licitación se reiniciaría. En octubre de 2010, la OEI le comunicó que había un cronograma acelerado.
Conforme a lo ofrecido por el testaferro de Álvarez, Odebrecht se adjudicó la obra. El 22 de diciembre de 2010 se firmó el contrato por S/404’826,001.90. Aunque, una semana antes ya había recibido S/ 155’032,296,59 de adelanto para compra de materiales e insumos, que según la Contraloría, superó lo permitido por ley.
La constructora brasileña cumplió con pagar el 2.5 por ciento, a través de contratos ficticios con Dirsse Valverde por US$ 160,322.83 dólares y José Cavassa Roncalla, por hasta US$ 51,903.11 dólares.
Además, hay cuatro depósitos en una cuenta de la off shore Cirkuit Planet Limited, en Hong Kong, China, cuyo titular es el ciudadano Argentino-israelí, Mario Fatelevich.
Luego, 600 mil dólares fueron repatriados al Perú por Fatelevich a nombre de la empresa Sindarma Perú para comprar un terreno, donde se construirá un edificio.
Por su parte, Cavassa habría utilizado 70 mil soles para pagar en 2013 a la encuestadora Datum por un estudio de opinión a favor del gobierno regional de Áncash.
Esta historia muestra que sí se puede investigar el caso Odebrecht sin Brasil. Pero, requiere tiempo y paciencia,y eso, parece, que nos falta.
Los pagos a Dirsse Valverde y una offshore en China
Los primeros pagos del 2.5% convenido entre Odebrecht y Dirsse Valverde Varas por la Carretera Chacas-San Luis se realizaron a través de contratos por asesorías ficticias en IIRSA Sur.
Los primeros contratos y pagos se realizaron a su nombre. Posteriormente, este personaje presentó a José Luis Cavassa Roncalla y pidió que se le entregue a él parte del dinero.
Entonces, el gerente de la Concesionaria IIRSA Sur, Eleuberto Martorelli, le comunicó a que todos los pagos no se podían realizar a través de esta institución, pues era mucho dinero. Una semana después, Valverde Varas regresó con un número de cuenta de una empresa en Hong Kong.
La información fue comunicada al Departamento de Operaciones Estructuradas para que realizara los pagos. Se realizaron cuatro depósitos de 600 mil dólares, cada uno. En total 2,4 millones de dólares, desde las cuentas de las offshore Innovations Meinl y Klienfeld Meinl, en el Meinl Bank, en Antigua, por orden de “Migolino”, identificado por la Fiscalía como Olivio Rodríguez Junior.
El dinero se depositó en una cuenta de la empresa Cirkuit Planet Limited, en el Standard Chartered Bank de Hong Kong. Posteriormente, US$ 600,000.00 fueron reenviados al Perú a una cuenta en el Banco de Crédito de la empresa Sindarma Perú SAC, creada por Jorge Rivera Gálvez y Mario Fatelevich.
Fiscalía pide 12 años de cárcel para 2 ejecutivos de Odebrecht
Por Carlos Neyra- Diario Perú21.
Cuando todo hacía suponer que ningún funcionario de Odebrecht iba a ser procesado –y menos condenado– en el Perú por actos de corrupción luego de que el fiscal anticorrupción Hamilton Castro y la constructora brasileña suscribieron un acuerdo, parece que no será así. Otra fiscalía acaba de formalizar acusación contra dos de sus empleados.
El 27 de junio, en una audiencia pública realizada en Lima, en la sede de los juzgados anticorrupción, el fiscal Wenceslao Apaza Ñaupa, de la Primera Fiscalía de Corrupción de Funcionarios de Áncash, presentó una acusación contra los ingenieros de Odebrecht Ricardo Paredes Reyes y Antenor Kjuro Beizaga, para quienes solicitó 12 años de cárcel por el delito de colusión agravada.
El pedido fiscal fue presentado ante el juez Juan Carlos Sánchez Balbuena, del Segundo Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria en Delito de Corrupción de Funcionarios.
En la audiencia de control de acusación, Apaza sustentó los cargos contra el ex gobernador de Áncash César Álvarez y otros 10 ex funcionarios que se coludieron –según indicó– con dichos empleados de Odebrecht para “defraudar patrimonialmente al Estado” en la construcción de la carretera Chacas-San Luis.
Esta es la etapa previa antes de iniciar el juicio oral, que aún deberá esperar unos días pues el juez Sánchez ha pedido al fiscal Apaza que fundamente mejor la acusación.
Trascendió, según fuentes del Poder Judicial, que el fiscal Apaza habría iniciado un proceso de colaboración eficaz para uno de los ingenieros con el fin de buscar una exención de la pena al pasar de acusado a testigo.
HISTORIA DE UN DELITO
Esta historia de corrupción se empezó a escribir en el año 2014, luego de que la Contraloría General de la República (CGR) realizara una auditoría de control a la ejecución de la carretera Chacas-San Luis.
Según el Informe 706-2014, que utiliza el fiscal Apaza para sustentar la acusación, “se tramitó y otorgó para materiales e insumos S/155 millones al contratista (Odebrecht) a pesar de que aún no se había iniciado el plazo contractual de ejecución y el monto solicitado era mayor en S/55 millones al máximo permitido por ley”.
En el documento de la CGR, también se destaca otra observación y por otro monto: “Se sustenta la afectación de trabajos cuyo inicio no estaba programado, conllevando el reconocimiento de S/5.2 millones (a favor de la empresa)”.
Entre las sumas adicionales pagadas por la Región Áncash al consorcio ganador figura el pago por movimientos de tierra por más S/11 millones.
Este informe fue el sustento de la Procuraduría de la CGR para impulsar una denuncia por colusión agravada y negociación incompatible contra los ex funcionarios de la región y los dos ingenieros de Odebrecht, investigación que cayó en manos del fiscal Apaza.
CASO ‘LA CENTRALITA’
En el año 2014, la ex procuradora anticorrupción de Áncash y actual congresista, Yeni Vilcatoma, que investigó la red de colaboradores de César Álvarez, identificó a Dirse Valverde Varas como el receptor del pago de coimas para el ex gobernador Álvarez.
En una carta del 14 de agosto de 2014 de la apoderada de Odebrecht, Lourdes Carreño, al entonces procurador anticorrupción Christian Salas, la ejecutiva le remitió copia de los contratos y recibos por honorarios pagados a Valverde Varas por las empresas Interoceánica Sur SA, tramo II, y Rutas de Lima SAC, para sustentar los contratos simulados que se hicieron para el pago de coimas destinadas a César Álvarez.
Esta carta, a la que accedió Perú21, actualmente está en poder del fiscal Elmer Chirre.
En una conferencia de prensa de la Fiscalía, Chirre reveló que un colaborador eficaz contó que se pagó el 2.5% del costo de la carretera Chacas (S/404 millones) como coima. Los pagos se hicieron, dijo, a través de Dirse Valverde mediante contratos simulados y depósitos en la offshore Cirkuit Planet Limited en Hong Kong, China.
El testigo contó ante la Fiscalía –según Chirre– que Fortunato Canaán, Martín Belaunde, Raymundo Trindade Serra (gerente de Odebrecht) y Valverde Varas se reunieron para sacar adelante este proyecto.