En un comunicado publicado en redes sociales, Borea -fundador del Foro Educativo- anunció que ha decidido retirarse definitivamente de dicho plantel y de la actividad educativa en general para que las investigaciones puedan llevarse a cabo.
El licenciado en educación -a quien varios exalumnos acusaron de conductas impropias y presuntos abusos sexuales cuando se encontraban cursando estudios bajo su tutela- aclaró que “en ningún momento hubo ninguna instancia de abuso sexual”.
“Lo niego categóricamente para contribuir a la tranquilidad de los padres de familia y la comunidad en general”, refirió.
No obstante, reconoció que “durante algunos años de mi vida, les pedí a algunos alumnos que se sacaran los zapatos y las medias para hacerles cosquillas en el pie”. “En aquel momento no pensaba que este comportamiento pudiera hacerles daño a los alumnos”, agregó.
El comunicado finaliza señalando que “comprende a las personas que han dado estos testimonios” y que quiere ofrecer sus “más sinceras disculpas”. “Me siento profundamente afectado por lo sucedido, no fue mi intención agraviarlos”.
El último sábado, el exalumno Rafael Camilo Salgado Olivera acusó vía su cuenta de Facebook que Borea lo “usó para su placer” cuando tenía menos de 10 años”.
“¿Qué lo llevaría a pensar que yo no diría nada en esa época?, quizás que a mi padre que fue militante del MRTA lo asesinaron, quizas que era muy pobre también, y claro que necesitaba mucho estudiar, salir adelante, pero nada justifica eso. NADA”, le lee en su post.
Otro exalumno, Daniel Mercado, se solidarizó con Rafael Camilo y dijo que él también fue abusado por Borea cuando tenía 12 años, es decir en el año 1995:
“La primera vez creo que no me di cuenta de que había sucedido, quizá por pavo o inocente…. Pero en la segunda ocasión claramente me di cuenta de lo que estaba sucediendo y creo que mi desagrado se notó, quizá por eso me libré de que vuelva a suceder”, anotó.
Fuente: Agencia Andina de Noticias.
Cosquillas
“Quisiera aclarar que en ningún momento hubo ninguna instancia de abuso sexual. Es cierto que durante algunos años de mi vida les pedí a algunos alumnos que se sacaran los zapatos y las medias para hacerles cosquillas en el pie. En aquel momento no pensaba que este comportamiento pudiera hacerles daño a los alumnos. Luego de leer los testimonios y de escuchar a muchos de ustedes personalmente en los últimos días he decidido retirarme definitivamente del colegio y de la actividad educativa en general, y me pongo a disposición para las investigaciones que puedan llevarse a cabo”, escribió Borea en un comunicado, difundido en la red social de Facebook.
Las imputaciones contra Borea Odría comenzaron el 25 de febrero en la misma red social cuando el ingeniero químico Rafael Salgado Olivera denunció haber sido víctima de abuso cuando tenía menos de 10 años.
“A mí, una persona llamada Juan Borea me usó para su placer cuando yo solo era un niño, tenía menos de 10 años… No sé por qué digo esto en este justo momento, pero dos cosas sí me motivan: definitivamente todo el dolor que siento y que a ningún niño le debe pasar jamás esto”, escribió Salgado en su cuenta personal.
Hoy, tras la publicación del comunicado de Borea, otra persona identificada como Luis Guerrero, padre de familia del colegio Héctor de Cárdenas, lamentó que el educador minimice sus acciones y haya traicionado a quienes le confiaron la enseñanza de sus pequeños.
“Has enviando una carta en la que solo admites el hábito de quitarles las medias para hacerles cosquillas. ¿Me puedes explicar qué padre de familia te autorizó a poner tus manos sobre los cuerpos de sus hijos, una y otra vez, en una habitación privada, con el pretexto de hacerlos reír? ¿Sabías que los tocamientos son una forma de abuso sexual?”, refirió Guerrero.
Hasta el momento el Ministerio Público no ha precisado si abrirá una investigación de oficio por este caso.
Fuente: Diario El Comercio.
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“Yo también sufrí la misma experiencia de abuso sexual por parte de Juan Borea. Hace no mucho pensé en hacerla pública, pero entre la vergüenza y no saber qué caminos tomar, el impulso se diluyó”, escribió Gabriel Acevedo Velarde.
Otros usuarios apuntaron en la misma dirección: “Era un secreto a voces”, “escuché esas historias durante buena parte de la secundaria”, “no es la primera vez que escuchamos de esto”, “definitivamente hay más casos”, escribieron.
Rodrigo Gutiérrez Morcos, otro ex alumno, contó que, ante supuestas indisciplinas, Borea ofrecía dos salidas: una suspensión o las “cosquillas”: “(…) te pedía que apoyes tu pie en su pierna y empezaba a hacer las cosquillas en la planta… poco a poco acercaba tu pie hacia su zona genital y seguía intensamente con las cosquillas hasta que sentías que tu pie chocaba con algo duro. Era el pene de Borea que estaba en el clímax”, narró.
Igual de crudo es el recuerdo de Daniel Mercado, quien también tuvo que elegir entre los dos “castigos”. “Me tocó el cuello como examinándolo, luego me pidió que me sentara en su regazo y continuó haciéndome esa especie de examen físico que según él eran cosquillas. Luego de eso me pidió (que) ponga uno de los pies en su muslo (…) lo noté presuroso a hacerme cosquillas, noté entonces que lo hacía cada vez más rápido y que cambiaba su rostro, hasta que asumo llegó al clímax”, escribió.
Otros testimonios, como el de Daniel Kudó, indican que Borea también tenía otro recurso de acción.
“A mí me hizo lo de las cosquillas, pero empezó un día con las axilas y luego con el pie sobre su muslo. Vi una intención de ir tanteando a ver qué tan lejos podía llegar (…) Juan Borea me eligió como presa con el pretexto contrario: el de incentivar mi potencial como líder”, narró.
Borea respondió que entonces “no pensaba que este comportamiento pudiera hacerles daño a los alumnos”.
El ex congresista Sergio Tejada y otros ex estudiantes aseguran que Borea era violento, recurría al castigo físico y los insultaba.
El colegio Héctor de Cárdenas asumió la “responsabilidad institucional” en el caso, mientras que los padres de familia exigieron que se rompa el vínculo entre el colegio y la comunidad religiosa del mismo nombre. Ex colegas de Borea, que trabajó en el Foro Educativo, en el MINEDU y en el Consejo Nacional de Educación, dijeron que todo es una “sorpresa dolorosa”.
Aunque al compartir sus experiencias algunos dijeron sentir liberación, hoy evalúan formalizar una denuncia.
Fuente: Diario La República.Testimonio de Inés Kudó: “Escribo desde el dolor, no desde el shock. Desde el dolor, muy hondo, de hablar sabiendo que contribuiré a causar daño a alguien que fue importante en mi vida, Juan Borea. No ha sido una decisión para nada fácil, pero el silencio en este momento no es una opción personal aceptable. Para muchos ex alumnos del HdC, esto no es noticia, y lo han dicho. Como dice mi hermano, lo sabíamos y no lo queríamos saber, y hoy duele reconocerlo. Pero en el fondo, éramos niños y niñas tratando de normalizar, con bromas, algo intolerable. No había adulto alrededor que nos dijera que eso era inaceptable. Es con esa sensación de cochina complicidad, que ningún niño merece, que tal vez ninguno de nosotros haya mencionado esto a sus padres en aquel entonces. Y así, los que llevaron la peor parte, no vieron más opción que callar. Al fin, eran bromas, castiguitos, nadie parecía darle tanta importancia. No siendo una víctima directa, conozco varios. Sé sus historias. Se repiten. Hace casi 20 años, con información específica de uno de ellos (historia igual a la que cuenta Rodrigo Gutierrez), confrontamos a Juan. Con miedo e indirectamente, a través de sus pares y asesores, y sin elementos para llevar nada mas lejos. No lo negó entonces. No lo puede negar ahora. Se alejó del colegio un tiempo. No lo ha vuelto a hacer, me dicen; ha cambiado. Y eso quiero creer. Y las nuevas generaciones de ex alumnos parecen haber tenido “otro Juan”, lo respaldan, lo defienden. Testimonio de que la gente puede cambiar. Pero eso no borra el pasado. No exime de responsabilidad. No basta para reparar. Sé que están también muy dolidos varios compañeros que no sabían nada. No reconcilian la imagen de Juan con esta nueva información. Eso lo puedo entender. A ellos les pido, por favor, back off. Procesen la información en privado, convérsenlo con su gente, con sus promos. Vayan y acompañen a Juan, si eso es lo que quieren hacer. Pero por favor, no devuelvan su bronca y su shock hacia quienes han levantado su voz. Entiendo su lealtad a Juan. Pero pedir a una víctima de abuso infantil, a un compañero de la infancia, que presente pruebas; cuestionarlo por no denunciar antes, exigir que siga la vía legal de un delito que posiblemente prescribió, en un país donde la justicia no funciona, no es más que una revictimización, totalmente carente de empatía y en extremo peligrosa. Cada uno es libre de elegir a quién creer. Los argumentos lógicos aquí están de más. Tan fuera de lugar que son agresiones en sí mismas y contribuyen a que en el futuro las víctimas prefieran callar. Yo sé que lo hacen por afecto, y no con el afán de herir, pero back off, porque esas palabras no defienden a nadie, solo hacen daño. Se tendrá que investigar y aclarar, dicen los más cautos, y con toda razón, y la verdad saldrá a la luz. Esa es una vía. No es la más humana. Lo mas decente, Juan, es que cierres esto de una vez, reconozcas, pidas perdón, expliques lo que tengas que explicar, y asumas las consecuencias. Que repares, aunque sea tarde. Y sé que lo harás, o al menos, eso quiero creer. Que la verdad saldrá de ti, y que será una que valide el testimonio de estos chicos, nuestros compañeros”.