Náufrago

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Náufrago (título original en inglés: Cast Away) es una película estadounidense de aventura y drama, del año 2000, dirigida por Robert Zemeckis. Relata la lucha de un hombre por sobrevivir en una isla desierta en medio del enorme Océano Pacífico y volver a la civilización.
En 1995, Chuck Noland -interpretado por Tom Hanks– es un analista de sistemas obsesionado con el tiempo, que viaja por lo regular a diferentes países para resolver problemas de productividad en las instalaciones de la compañía de paquetería FedEx. Vive con su novia Kelly Frears –Helen Hunt– en Memphis, Tennessee. Es a tal grado la obsesión de Noland hacia su trabajo, que no ha podido casarse con ella. En la reunión navideña de ese año, es comisionado para solventar una problemática en Malasia por lo que parte de inmediato a ese país.
Durante su vuelo, cae una fuerte tormenta que ocasiona un fallo en el avión que lo transporta, lo cual provoca que éste pierda el control y se estrelle en algún sitio del Océano Pacífico. Noland es el único superviviente, ya que los pilotos -sus únicos acompañantes- mueren en el percance, y se sube a una balsa salvavidas en la que llega en un estado inconsciente a una isla desierta. Previamente, había perdido el transmisor de emergencia de la balsa en sus intentos por salvarse.
Tras despertarse, explora la isla y se percata de que efectivamente está inhabitada. Observa varios paquetes de FedEx que venían a bordo del avión, los cuales flotan cerca de la costa. En las proximidades también se halla el cadáver de uno de los pilotos, el cual entierra luego. Lo primero que se le viene a la mente a Noland es crear una señal de rescate, y después realiza un intento de escape con los restos de la balsa inflable, la cual está en precarias condiciones. Debido a esto, su intento falla después de flotar unos pocos metros de la isla. A continuación, busca comida, agua y un lugar para guarecerse del clima. Al abrir los paquetes de FedEx, encuentra varios objetos que le son útiles, entre ellos un vestido -con el que improvisa un manto para cubrirse la cabeza del sol- y un par de patines para el hielo -de los cuales aprovecha la cuchilla de uno de ellos-. No obstante, decide dejar cerrado uno de los paquetes, que trae impreso en su cubierta un par de alas de ángel.
En su primer intento para hacer fuego, Noland se hiere en una mano. Furioso por el accidente, arroja varios de los objetos que descubrió en los paquetes, entre ellos un balón de voleibol de la empresa Wilson Sporting Goods. Una vez calmado, sujeta la pelota blanca, y observa la huella impresa con sangre de su mano herida, la cual tiene una forma que le recuerda a un rostro. Tras remarcar mejor su forma, nombra al balón como «Wilson» y comienza a charlar con él.
Noland pasa los siguientes cuatro años en esa isla, tras los cuales ha adelgazado de forma notable, posee una pronunciada barba y viste un taparrabos. Además, ya pesca y hace fuego más fácilmente. En todo ese tiempo, Wilson ha fungido como una especie de compañía para él. Un día, llegan los restos de un baño portátil a la costa, y Noland ingenia usarlos a manera de vela para una balsa de madera. Para esto, pasa algún tiempo edificando la balsa y verificando que las condiciones climáticas sean óptimas para un nuevo escape. Hay que añadir que en su permanencia en la isla, ha registrado también el estado del tiempo por meses, por lo que es consciente de cuándo sopla el viento en una dirección determinada, o cuándo hay marea alta o baja. Finalmente, huye de la isla a bordo de la balsa junto con Wilson. Esa noche cae otra tormenta que amenaza la integridad de la embarcación, pero para suerte de Noland, la balsa resiste los embates del fuerte oleaje. La mañana siguiente, mientras éste duerme y el mar luce calmado, Wilson cae de la balsa y comienza a flotar sin dirección. Minutos después despierta Noland y, a pesar de sus intentos por rescatar a quien fuese su compañero en la isla, le es imposible traerlo de vuelta con él.
Más tarde, mientras yace acostado en la balsa, llorando por la pérdida del balón, pasa un barco de carga junto a él y es finalmente rescatado. Al regresar a la civilización, se entera de que todos lo daban por muerto, entre ellos su familia y sus amigos. Su bienvenida es celebrada en la sede de FedEx con varios empleados de la compañía. Noland también se percata de que Kelly se casó con el dentista de Noland, con quien tiene una hija. Poco después, se reúne con ella en su casa y ambos revelan estar aún enamorados uno del otro, pero saben que no pueden estar juntos ya que ella tiene ahora su propia familia. Antes de despedirse, ella le regresa su antigua camioneta, que ha guardado en su cobertizo desde su partida a Malasia.
A bordo de su camioneta, Noland viaja a la dirección señalada en el paquete que no abrió en la isla. Al llegar al domicilio, no hay nadie ahí así que deja el mismo frente a la puerta de entrada, acompañado de una nota donde le dice al propietario que dicho paquete le había salvado la vida. Tras esto, sigue el camino en su camioneta, hasta detenerse en un cruce. Ahí, una joven pasa en su automóvil y él la hace detenerse para preguntarle a dónde conduce cada camino del cruce. Después de informarle el destino de cada uno, ella sigue su camino. Noland observa que en la parte trasera de la camioneta hay una imagen de un par de alas angelicales, idénticas a las del paquete misterioso. En las tomas finales, se ve a Noland mirando cada uno de los caminos del cruce.
La trama describe las vivencias de un individuo atrapado en una isla desierta, desprovisto por completo de bienes materiales excepto por algunas cajas que venían en el avión siniestrado. Se explora su proceso de transformación física y espiritual, que lo lleva a valorar más ciertos aspectos de su vida. La premisa guarda similitudes con la novela Robinson Crusoe (1719), además de que en ambas obras se abordan temas como el individualismo y el capitalismo. De acuerdo al guionista Broyles Jr, Náufrago trata sobre los intentos de un hombre por «aprender a sobrevivir, primero física y luego emocionalmente».
El tema principal es la soledad, un «clima físico y humanamente denso, que logra transmitir al espectador: esa triste situación límite en que se encuentra el personaje central». Hanks lo describió como «una radiografía de la soledad. La soledad del hombre de hoy que acaba en una isla desierta, donde deberá enfrentarse a sí mismo». En la mayor parte de la historia el protagonista permanece callado y meditabundo, hasta que encuentra en una de las cajas un balón de voleibol al que le dibuja un rostro, le proporciona una personalidad y «le cuenta sus penalidades, se enfada con él, le muestra un cariño inaudito». Se convierte al instante en esa compañía que anhelaba después de tanto tiempo transcurrido en ese inhóspito lugar. Wilson se convierte en su álter ego «pesimista, que ha perdido la esperanza [de salir de ahí]», pero que con el tiempo le permite comprender que «el destino no está predeterminado, sino que es cuestión de elegir entre varias opciones» entre las cuales está abandonar la isla y buscar ayuda por su cuenta. Zemeckis explicó que Wilson «al principio es usado como un objeto que le permite a la audiencia saber qué piensa Chuck […] pero luego se convierte en algo más, conforme Chuck comienza a conversar con el balón en su estado de soledad y depresión».
La única caja que Noland deja cerrada tiene impreso en uno de sus lados un par de alas de ángel, símbolo religioso asociado con la fe y la esperanza que necesitaba el protagonista para decidir seguir con vida después de tanto tiempo en la isla. Ya en la ciudad, en las últimas escenas se aprecia un cruce de caminos que simboliza la libertad y la redención que el personaje busca para adaptarse a su nueva vida después del naufragio.

Reparto

  • Tom Hanks como Chuck Noland: Ejecutivo de FedEx. Respecto a la participación de Hanks en la película, Zemeckis comentó: «No quiero ni pensar lo que hubiera sido esta película con un actor, digamos, difícil; sencillamente, una pesadilla. Las condiciones en una isla, y sobre todo una isla tan pequeña como en la que rodamos, no son las ideales. Pero Hanks es terriblemente profesional, participa y se implica en todo».

  • Helen Hunt como Kelly Frears: la novia de Chuck. Zemeckis comentó que el personaje tiene una alta importancia en la cinta ya que, aunque aparece en pocas escenas, su recuerdo es lo que hace que Chuck desee salir con vida de la isla.

  • Nick Searcy como Stan.
  • Jenifer Lewis como Becca Twig: la vicepresidenta de operaciones de FedEx.

  • Chris Noth como Jerry Lovett: esposo de Kelly, a quien Chuck conoce después de escapar de la isla desierta.

  • Lari White como Bettina Peterson: al final le da indicaciones a Chuck acerca de cuál camino debe escoger después de su aventura como náufrago.

  • Vince Martin como Albert «Al» Miller: uno de los pilotos del avión donde viaja Chuck.
  • Geoffrey Blake como Maynard Graham: un empleado de FedEx especializado en sistemas, que posee una Maestría en Administración de Negocios.

En 1994 Hanks concibió la trama de Náufrago tras enterarse de que diariamente hay aviones jumbo de FedEx cruzando el Océano Pacífico para llevar a cabo sus entregas. Su inquietud era saber qué pasaría si uno de esos aviones cayera y alguno de sus tripulantes sobreviviera en una isla desierta durante cuatro años. Decidió redactar un bosquejo, el cual tituló Chuck of the Jungle -«Chuck de la selva» y comenzó a compartirles su historia a algunos guionistas y otros conocidos suyos. Entre ellos estaba Elizabeth Gabler, una ejecutiva de los estudios Fox, que le presentó el bosquejo a Broyles. Atraído por el concepto y con la idea de desarrollarlo a manera de guion cinematográfico, Broyles empezó a trabajar en él con Hanks mientras filmaban Apolo 13, en 1995. En opinión del guionista: «[la historia] es sobre encontrar tu camino de vuelta a casa ya sea de forma física o emocional, apartándote de todas las cosas que te impiden saber quién eres en este mundo, para que descubras las cosas que de verdad importan en la vida». El hecho de que el protagonista fuese un empleado de FedEx resultó ser relevante para Broyles, puesto que «se dedica a conectar a gente de todo el mundo, tal como su vida es llevada por el tiempo y por sus relaciones». De acuerdo a Hanks: «llevamos a este hombre moderno a la enésima potencia, [… alguien] que toda su vida ha sido computadoras, 747s y paquetes, reducido a lamer agua de lluvia que ha recogido de una hoja […] Está abandonado. Tiene que dejar atrás todos los elementos de una vida civilizada para sobrevivir». Para Hanks se trataba de una historia «no convencional» que podía resultar riesgosa financieramente cuando fuera adaptada a un filme: «es un gran riesgo. Y parte de ello tiene que ver con ‘bueno, ¿para qué lo vamos hacer si no conlleva un gran riesgo? ¿[qué sentido tendría] pasar por todo esto?’ La película a mi parecer pisa un nuevo terreno de manera formidable». Poco antes de que Zemeckis dirigiera Contact (1997), Hanks le mostró un borrador del libreto pero este le sugirió modificar el desenlace. En opinión del actor: «Fue una película difícil de escribir porque no seguía ningún estándar […] No había villanos ni persecuciones, y no queríamos que fuera una pila de basura llena de clichés sobre una isla desierta».
Para brindarle un mayor realismo a la historia, Broyles contactó a David Hollyday, experto en técnicas de supervivencia de la Edad de Piedra; Steve Watts, prehistoriador del Museo de Historia Natural de Schiele; y David Wescott, director educativo de la Boulder Outdoor Survival School. Cada uno de ellos le instruyó sobre varias técnicas para sobrevivir en una isla durante algunos días. Más tarde Broyles acudió a una isla en el mar de Cortés y estuvo ahí varios días, con el objetivo de experimentar en primera persona la sensación de soledad y la necesidad de supervivencia que quería transmitir en el protagonista de Náufrago. Comentó al respecto: «tuve que averiguar cómo abrir un coco cuando tenía mucha sed; cómo hacer un cuchillo con una roca; cómo arponear mantarrayas […] Aunque solo fueron unos cuantos días, me sentí bastante solo. Y de repente una mañana apareció en la playa un balón de voleibol de la marca Wilson, y me le quede viendo, luego le coloqué encima unas conchas y empecé a hablarle. Me sentí como Kurtz [en referencia al personaje del libro El corazón de las tinieblas]». Eventualmente fue incorporando sus anécdotas durante la estancia en aquel lugar e incluyó también al balón Wilson; Watts consideró que esto último había sido acertado, puesto que el balón había tenido un papel clave en su supervivencia «[ayudándole] a mantener el equilibrio mental al no tener a nadie más en ese lugar con quien hablar». La adición de Wilson solucionó también una de las principales interrogantes que Hanks tenía desde el principio, ya que era consciente de que iba necesitar algo que hiciera hablar al protagonista en algún instante de la historia; antes había rechazado algunas ideas como incluir un mono como compañero de Nolland, o la invasión de la isla por piratas.
El libreto original pasó por cientos de revisiones antes de que fuera validado por el equipo de producción. Varias escenas fueron editadas u omitidas de la versión definitiva. El equipo de producción decidió grabar la película de manera lineal a la sucesión de la trama, algo que Hanks calificó como pertinente ya que «nos puso a todos los que trabajábamos en el filme en una perspectiva muy realista para que fuéramos conscientes de lo lejos que hemos llegado y de todos los sitios a los que hemos ido [al final de la producción]». En junio de 1998 estuvieron analizando varias opciones de islas para grabar la mayor parte de las escenas de la película; de preferencia, buscaban una que estuviera ubicada en el Océano Pacífico. Tuvieron que tomar en cuenta la posible existencia de restricciones gubernamentales para filmar en ese tipo de parajes naturales, ante el riesgo de que el entorno ecológico pudiera ser dañado durante las labores de producción. Esto tenía un precedente reciente, pues el gobierno tailándes había reprendido al equipo de producción de la cinta La playa (2000) por una situación de ese tipo. Finalmente se decantaron por la isla de Monuriki ubicada al norte de Fiji y, tras reunirse con las autoridades del sitio para llegar a un acuerdo, estas accedieron a su solicitud bajo la condición de que participaran en un rito ceremonial típico de la tradición fijiana antes de comenzar el rodaje. También debieron comprometerse a preservar el medio ambiente de la isla, por lo que contactaron al especialista en ambientalismo, Dick Watling, cuyas recomendaciones para el proceso de filmación en Monuriki fueron luego aprobadas por el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Las primeras escenas de Náufrago fueron grabadas en Moscú en enero de 1999, dos meses después de que Hanks acabara de grabar su papel en The Green Mile. El equipo de producción y el reparto permanecieron una semana en esta ciudad, durante la cual acudieron a la Plaza Roja para filmar los segmentos de Culver City, Estados Unidos. Posteriormente se trasladaron a Los Ángeles, California en febrero, en donde aprovecharon para empezar la edición del sonido en Sony Pictures. La escena que muestra la caída del avión en el océano fue grabada en el set Brownstone Street, de los Universal Studios. La filmación continuó en marzo en Monuriki, y para facilitar las labores de producción en la isla y reducir el tiempo que invertían para ir desde el hotel en que se alojaban hasta el set de grabación -una hora de recorrido diario-, construyeron cabañas para cada equipo y formaron una especie de villa.
Debido a que en la segunda mitad de la película el personaje de Hanks está mucho más delgado por la falta de una alimentación adecuada, y al hecho de que la filmación se hacía de forma lineal, se acordó pausar el rodaje durante ocho meses en los que Hanks acordó bajar 25 kg. Para Broyles, la transformación física del actor -que incluía dejarse crecer una barba pronunciada era un factor crucial pues le proporcionaba credibilidad a la trama debido al tiempo en que el personaje ha vivido en ese lugar remoto, alimentándose solo de lo que la naturaleza le provee. Hanks siguió una estricta dieta y acudió diariamente al gimnasio a partir de octubre de ese año. Más tarde reveló en una entrevista sus anécdotas durante ese período, dejando entrever la dificultad inherente al proceso: «Hubiese deseado sólo haberme tomado una píldora y perder todo ese peso, pero la verdad es que tenía que empezar en octubre sabiendo que ibamos a regresar en febrero [a la producción]. La sola idea de tener que vigilar por cuatro meses de forma constante lo que comía, así como pasar dos horas diarias en el gimnasio haciendo solamente una especie de rutina de ejercicios monótona era formidable. Tienes que hacer algún tipo de meditación para aprender a ser fuerte todo ese tiempo. No es nada encantador». Mientras tanto, Zemeckis aprovechó este plazo para dirigir What Lies Beneath.
El rodaje se reanudó en Monuriki en abril del año 2000. En las siguientes semanas Hanks grabó sus escenas de manera intercalada con el doble Jon Roseman; una de las escenas en las que participó Roseman por ejemplo fue en la que el protagonista abandona la isla en una balsa improvisada. A manera de anécdota de la filmación, Hanks se hirió en una rodilla y, luego de viajar de vuelta a California para que recibiera atención médica, los médicos que le atendieron revelaron que la infección de la herida se había extendido a la sangre y casi le ocasionaba una septicemia a no ser porque le operaron a tiempo, algo que pudo haber resultado en una tragedia. En otra ocasión, Hanks quedó flotando solo a la deriva en el océano debido a que el cable que lo mantenía sujeto a una balsa del equipo de producción se rompió, y lo rescataron cuarenta minutos después del incidente. Cuando terminaron de grabar en la isla de Fiji, se trasladaron a Los Ángeles para continuar trabajando con los efectos de sonido. También le dedicaron tiempo a la producción de los efectos especiales, para lo cual contaron con la colaboración de Ken Ralston, supervisor de efectos visuales de Sony. Las escenas de las instalaciones de FedEx, en la que le dan la bienvenida al protagonista después de su estancia en la isla, fueron filmadas en las oficinas de la compañía ubicadas en Memphis, Tennessee. El rodaje concluyó poco después en la ciudad de Canadian, Texas, en el mes de mayo de 2000.

Efectos de sonido y visuales

La producción de los efectos de sonido corrió a cargo de Randy Thom y un equipo integrado por los diseñadores Dennie Thorpe, Jana Vance, Tony Eckert y Pepe Morrell, y se llevó a cabo en diferentes estudios ubicados en California, Oregón, Washington y Arizona. Debido a que tenían pensado incluir sonidos generados por las olas del mar y corrientes de viento, optaron por utilizar la denominada música concreta, un género de música electroacústica que habría de facilitarles la labor de edición. Su intención era utilizar los efectos en escenas dramáticas, como la de Noland cuando escapa de la isla. Respecto a esa escena, Thom señaló que «buscaba notas emocionales y dramáticas que tuvieran resonancia […] Él [Chuck Noland] se ha dado cuenta que hay un período al año en el que sopla un fuerte viento en la dirección contraria. Podemos usar el aire de una manera musical para decir ‘Este es el momento en que las cosas van a cambiar’». Si bien quisieron dejar casi intacto el sonido natural del viento que circulaba y golpeaba las palmeras, rocas y la balsa del protagonista, también procuraron utilizar el silencio para ciertas tomas. Una de las técnicas a la que más recurrieron fue la llamada «Sustitución de Diálogo Automatizado», con la cual reemplazaron algunos diálogos o pistas de audio con otras nuevas pistas que eran grabadas posteriormente. Es importante señalar que durante la edición procuraron omitir los sonidos de insectos y animales que habitaban Monuriki en ese momento.
Sony Pictures Imageworks escogió a Eric Scott como coordinador y Ken Ralston y Carey Villegas como supervisores de los efectos visuales de la película. En general no fueron requeridos muchos efectos especiales; la escena que contiene la mayor cantidad fue la de la caída del avión. Algunos otros efectos consistieron en la edición de la extensión de algunas partes de la isla, la incorporación de ciertas animaciones en el agua y la edición digital del color del cielo para convertir algunas tomas diurnas a nocturnas. A su vez, el maquillador Daniel C. Striepeke lidió con la dificultad de mantener un nivel adecuado de maquillaje en Hanks mientras filmaban en Monuriki, debido a su constante exposición al clima tropical de la isla —debió aplicarle maquillaje hasta ocho veces al día—. Debido a que había una escena en la que Hanks debía contener el sangrado de una de sus piernas tras herirse con un arrecife coralino, otra asignación de Striepeke fue la de crear una prótesis a prueba de agua que emulara la pierna de Hanks. No obstante, pese a que sí se grabó la escena, esta fue descartada en la edición final de la película.

Ilustraciones

The Cimarron Group, una compañía de mercadotecnia especializada en el diseño publicitario y de entretenimiento audiovisual, diseñó el póster de la película, que muestra el rostro en primer plano de Hanks delimitado por un fondo blanco, y con el título de la cinta acompañado del eslogan publicitario «En el fin del mundo, comienza su viaje».
Alan Silvestri fue el responsable de componer la banda sonora de Náufrago, y fue su décima colaboración con Zemeckis en alguna de sus películas. En esta ocasión compuso solamente quince minutos en total de melodía, la cual está fragmentada y puede escucharse en distintas tomas a partir de que Nolland escapa de la isla. La banda sonora incluye instrumentos de cuerda, de viento y de piano, además de los efectos de sonido producidos por Thom y su equipo de diseño. Sobre la decisión de incorporar por separado la melodía en algunas tomas específicas, Silvestri comentó: «Miras la película y después de todas esas escenas [te das cuenta de que] no has escuchado ningún tema musical. Entonces el protagonista se abre paso sobre esa ola y tú piensas: ‘Aquí vamos. ¡Lo van a hacer!’. Pero eso no pasa, ¡no lo han hecho todavía! [Hubiésemos] arruinado la película de haber añadido música ahí. […] Fue en verdad interesante mirarlo de esa forma». Para los sonidos instrumentales, al principio tenían en mente recurrir a una orquesta de cuerdas acompañada de un oboe y un corno inglés, sin embargo Silvestri descartó luego esa idea ya que «no podía escuchar otro sonido en la película [en caso de haber usado sonidos orquestales]».
El productor Robert Townson, de la discográfica Varèse Sarabande —responsable de la distribución del álbum—, optó por añadir algunos temas musicales que Silvestri compuso para las nueve cintas previas en las que había trabajado bajo la dirección de Zemeckis, además del tema musical principal que puede ser escuchado en su totalidad durante la escena final de créditos. El disco salió a la venta el 13 de febrero de 2001 en formato de CD. Para el sitio web Filmtracks, representó «una decisión efectiva» haber añadido la melodía compuesta por Silvestri en tomas separadas pues «realza la sensación de apartamiento que siente el personaje de Hanks al estar en la isla», sin embargo criticó la mezcla de los distintos temas de las otras producciones cinematográficas al sentir que en ocasiones no alternaban de forma adecuada entre sí. Allmusic consideró como acertado que hubieran reducido la cantidad de pistas musicales en las últimas escenas; en su reseña concluyó que «[la banda sonora] es un logro excepcional tanto para el director como para el compositor y una culminación apropiada a este sumario de su colaboración [en referencia a las otras participaciones conjuntas de Silvestri y Zemeckis]». En 2003 el tema principal de Náufrago fue utilizado en un anuncio de FedEx, y cinco años después volvió a escucharse en algunas películas biográficas de Barack Obama con motivo de su campaña presidencial, en 2008.
Fuente: Wikipedia.

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