Por Adelaida Letona- Radio Programas del Perú
El antropólogo de la UNSAA de Cusco Rossano Calvo, en el libro denominado “La Tradición: representación de la urbe andina cusqueña en el siglo XX”, manifiesta que los cristos andinos trascienden la devoción regional en el Perú y el mundo, como el Señor de Qoyllorit’i, una imagen de Jesús crucificado moreno, que se alza grabada en una roca, cercana al nevado del Ausangate.
El mismo fue considerado como una huaka en época de los incas. El santuario está ubicado por encima de los 6 mil metros sobre el nivel del mar. Hasta dicho lugar, llegan miles de peregrinos de todo el mundo, entre los meses de mayo y junio, para expresar su devoción.
Singular importancia también adquiere el Señor de Huanca, un Cristo agachado que recibe azotes, cuya imagen también con tez morena, apareció pintada.
Este recinto religioso se encuentra ubicada en San Salvador, entre la cadena de montaña del Pachatusan, (Apu Andino), a 4 mil 800 metros sobre el nivel del mar. Su día central se festeja en el mes de septiembre y se precisa que el Pachatusan era también una huaka en época de los incas. Los apus son cerros que tienen el espíritu tutelar de los pueblos en una región.
Según las investigaciones del antropólogo Rossano Calvo, en Cusco existen más de 17 Cristos venerados en barrios, distritos y provincias por las familias de acuerdo a su usanza y costumbre.
Entre ellos se mencionan al Señor de Torrechayoc, una cruz con la imagen de Cristo, cuya especial devoción se respira en la provincia de Urubamba. Se dice que esta cruz fue hecha por los urubambinos con madera del Pisonay, cuando salieron para hacer un camino y que luego la dejaron.
En sueños de los pobladores, la imagen se quejaba de frío y soledad, así que regresaron para llevársela, sin embargo los campesino de la zona se resistieron, pero con engaños lograron sacarlo del lugar y traerlo al pueblo.
En el trayecto se indica que hizo muchos milagros y cuando estaba a punto de ser llevada a su iglesia, quiso quedarse en la entrada de la ciudad. Ante ello, los pobladores decidieron hacerle en este lugar su santuario, cuyo techo es en base a Ichu.
Su fiesta se realiza entre mayo y junio en su capilla y hasta el lugar llegan los comuneros con sus cruces. Luego las llevan para plantarlas en sus chacras para que cuide sus campos de cultivo.
El Señor de la Exaltación es un Cristo de especial devoción en el pueblo de Mollepata, provincia de Anta. Su celebración es el 14 de septiembre y se le asocia con el bienestar de la agricultura.
Según refieren los estudiosos, este sería el Cristo que había enviado Carlos V desde España para fortalecer las labores de evangelización en el Cusco, sin embargo, cuenta la tradición popular que en el sector de Mollepata, se volvió tan pesada que era imposible moverla, por lo que se decidió dejarla en la zona y hacer una réplica para traerla a la Ciudad Imperial.
Así fue que ésta última imagen fue traída al Cusco e ingresó a la Catedral con el nombre de Cristo de la Buena Muerte, y con el paso de los años fue designado como el Señor de los Temblores, patrón jurado del Cusco.
El Señor de Choqekillka es un Cristo representado en una gran cruz en el pueblo de Ollantaytambo y su fiesta principal es el 3 de mayo, durante el Cruz Velacuy o la velación de las cruces.
Archivo por meses: mayo 2015
Ladrones y traficantes
En 2013, el empresario Sixtilio Dalmau acusó ante la fiscalía a Garry Guanilo, quien compartía la residencia de Crousillat con Gerald Oropeza, pero las autoridades nunca incursionaron en el inmueble que era propiedad del Estado.
Por Lupe Muñoz- Diario La República
El Ministerio Público y el Ministerio del Interior recibieron información en 2013 de que un grupo de usurpadores se había apropiado de la residencia que el Estado incautó a José Enrique Crousillat en La Planicie, La Molina.
Después de haber sido víctima de la invasión de sus terrenos y del robo de sus bienes en Cieneguilla, el empresario Sixtilio Dalmau León Velarde comunicó los hechos al asesor de la Alta Dirección del Ministerio del Interior, general PNP Abel Gamarra Malpartida, el 20 de febrero de 2013, cuando despachaba el ministro Wilfredo Pedraza.
Dalmau reportó que los invasores se llevaron colecciones de pinturas de alta cotización de José Sabogal, Enrique Camino Brent, Teodoro Núñez Ureta y David Herskovitz, entre otros, además de 1,072 cerámicas precolombinas Mochica y Chimú.
Incluso el empresario aportó la dirección del lugar donde los delincuentes ocultaban algunos de los bienes hurtados: Barandarián 191, en La Planicie. Se trataba de la casa de Crousillat que supuestamente estaba bajo dominio del Estado.
Sixtilio Dalmau, además, denunció a uno de los organizadores del robo: Garry Guanilo Dreyfus.
Como publicó La República en el año 2007, el entonces gobernador de La Molina, el aprista Ángel Vera Niño, reconoció a Garry Guanilo Dreyfus y a Gerald Oropeza López –también militante aprista– como “posesionarios” de la casa que perteneció a Crousillat.
Esto significa que los traficantes de tierras y ladrones que desvalijaron a Sixtilio Dalmau se ocultaban en la vivienda donde también habitaba Gerald Oropeza, hijo de los apristas Américo Oropeza y Pilar López.
Todo coincide
¿Cómo supo Sixtilio Dalmau que Garry Guanilo fue uno de los que ingresó en su predio junto a un centenar de invasores en Cieneguilla? Porque el 15 de enero de 2013, durante una inspección de la fiscal adjunta provincial de la Primera Fiscalía Mixta de La Molina-Cieneguilla, Milagros Yupari Capcha, se presentó Johnny Olivas Ovalle con el DNI de Garry Guanilo Dreyfus, a quien señaló como “propietario” del lugar.
No tenía vergüenza
Olivas es un conocido usurpador de terrenos en la zona. En su cuenta de Facebook alardea de sus amistades políticas, como el ex congresista aprista Luis Gonzales Posada, quien, consultado por este diario, negó conocerlo y rechazó mantener algún vínculo amical con este.
Las denuncias no surtieron efecto. No intervinieron el inmueble señalado por el empresario Dalmau como el lugar donde se ocultaban los bienes que le habían robado en Cieneguilla.
“De haber actuado pudieron haber descubierto que en la casa de Crousillat, que supuestamente estaba en manos del Estado, vivían individuos como Gerald Oropeza López que estaban usurpando el lugar. Pero no hicieron nada”, declaró Dalmau.
Los hechos descritos revelan la gravedad de la decisión del ex gobernador aprista de La Molina Ángel Vera Niño de haber otorgado “derechos posesionarios” al traficante de tierras Garry Guanilo, y también a su compañero de partido, Gerald Oropeza. Guanilo y Oropeza eran usurpadores de un predio del Estado.
La versión que dio Vera a La República fue que no recordaba a ninguno de los dos. Un argumento poco convincente, puesto que Ángel Vera es residente de La Molina y dirigente aprista en el distrito hasta el día de hoy.
Al convertirse Gerald Oropeza en protagonista de las noticias por el ataque a su camioneta Porsche en el distrito de San Miguel, y revelarse que había consignado como dirección en su DNI la avenida Barandarián 191, en La Molina, el empresario Sixtilio Dalmau cayó en la cuenta de que se trataba de la residencia que él había denunciado en 2013 como refugio de traficantes de terrenos y de ladrones.
Nombres conocidos
Por esta razón, Dalmau se presentó ante la Cuarta Fiscalía Corporativa de Crimen Organizado como agraviado en las investigaciones que se le siguen a Gerald Oropeza López y su amigo Garry Guanilo Dreyfus.
De no haber ocurrido el incidente que puso al descubierto la identidad de Gerald Oropeza, este y su amigo Garry Guanilo seguirían habitando en la mansión de Crousillat en La Planicie. O probablemente podrían haber conseguido vender la propiedad.
En efecto, el empresario Silvio Vila Huanca reveló a la prensa que el abogado Freddy Saravia Paredes le ofreció en venta la residencia de Crousillat en La Planicie. Quien le había puesto precio el inmueble fue Garry Guanilo Dreyfus, quien vivía en el mismo lugar con Gerald Oropeza.
Resulta que el abogado Freddy Saravia, el hombre que ofreció vender el inmueble, trabaja en el estudio del dirigente aprista Miguel Villegas Guerra.
Son demasiadas coincidencias
“Si en 2013 las autoridades acogían mis denuncias e ingresaban a la casa de la avenida Barandarián 191, habrían descubierto a Gerald Oropeza López y a sus amigos. Pero la inacción le permitió vivir en esa residencia desde 2007 hasta 2015 con absoluta impunidad y en compañía de personajes como Garry Guanilo Dreyfus”, afirmó Dalmau: “La fiscalía ni siquiera se animó a ingresar en la residencia. Es impresionante”.
Puerto del Callao
Por Edgar Mandujano- Revista CARETAS
El calor del verano era tan intenso que los trabajadores del terminal portuario del Callao sudaban a mares. Pero el joven Kennet Roger Lecaros Rodríguez (23), empleado de Super Security Sistems SAC, sudaba el doble porque trabajaba en un encargo peligroso pero bien remunerado.
No había aún transcurrido la primera hora del sábado 21 de febrero de este año. Lecaros estaba manejando la cámara de seguridad pero hizo un desvío sospechoso que permitió registrar y reconocer a dos personas extrañas que habían ingresado a los patios del terminal.
Esos mismos sujetos habían ingresado en el vehículo de placa V4V 905 que, según la Policía, eran los encargados de preñar el contenedor SUDU-777294 con 120 kilos de cocaína que transportaban en tres maletines de lona.
En el Callao hay mafias que se disputan la supremacía para tener el control total del primer puerto del primer país productor mundial de cocaína.
Ese día hubo otros detenidos pero el más singular fue el chofer Omar Augusto Velásquez Chumbiauca en cuyo celular se halló ¡Eureka! mensajes de textos, whatsapp y audios de Gerald Oropeza y Christian Valle Ibáñez, apodado Drácula.
En el golpe policial participó el fiscal de la Primera Fiscalía Provincial Especializada Antidrogas del Callao, Dr. Ronald Acostupa Huallmaparimachi, y un equipo policial de la Dirandro Callao. Ambos atestiguaron el decomiso de la droga.
Está en juego abultadas cantidades de dinero sucio en la lucha por el control total de los sindicatos de trabajadores portuarios a través de sus dirigentes, explican la guerrilla callejera entre bandos. Los de Gerald Oropeza López, Gerson Gálvez Calle, apodado Caracol, Róger Poémape Chávez, quien ha estado preso dos veces por tráfico ilícito de drogas, y Christian Valle Ibáñez, Drácula.
En el mundo del hampa se afirma que fue gente de Caracol la que recibió a Oropeza a balazos y con bombas incendiarias, cuando regresó de Cancún. Y, también, que su gente asesinó a Patrick Zapata Coletti, uno de los viajeros a Cancún, íntimo de Oropeza.
Experimentados policías de la Dirincri afirman que la respuesta de Oropeza ha sido el asesinato, de cinco balazos del Chino Saucedo, quien habría participado en la emboscada a la camioneta Porsche Cayenne.
El Chino Saucedo había bailado toda la noche con sus amigas Nadeska Widauski y Karla Salas en la discoteca Spa Longe Club, de Camino Real. El chofer del taxi que llevaba al Chino Saucedo, Jorge Escudero Canahua, y las chicas resultaron ilesos. El ataque fue en la cuadra uno de la calle Santa Luisa, San Isidro la madrugada del sábado 25.
Entre 2009 y 2011, Gerald Oropeza se convertía en amo y señor de oficinas vacías de ENAPU. Conocía hasta el último rincón del puerto. Y todo era posible porque su empresa de limpieza, Sergero SAC, estaba contratada para el aseo.
Exportar droga es una tarea portuaria especializada. Puede iniciarse formando una empresa dedicada a la exportación cuyo primer “punto contaminante”, o primer intento de camuflar la cocaína en un contenedor, se presenta en los almacenes del productor o dueño de la exportación. Para la tarea se contrata a una agencia de aduana o un operador logístico. Y nadie puede garantizar que alguna persona involucrada en la tarea, no aproveche el cargamento para “sazonar la carga con unos kilitos de cocaína”. Después de “preñar” el contenedor viene el sellado con un precinto de seguridad que funciona como un candado. Y, como tal, puede abrirse cortándolo con una hoja de sierra metálica o con cizalla. La identificación va pintada en la puerta y se rige por un código universal que indica a quién pertenece (agencia de aduana u operador logístico) país y tipo de mercancía que contiene para realizar las indicaciones para su transporte.
El primero en dar noticias sobre las diferentes formas como se envía la droga hacia Europa fue el marino retirado Jorge Pereda, integrante de una importante banda de narcotraficantes que fue desbaratada en Paita cuando iban a embarcar cuatro toneladas de cocaína para Letonia, en octubre de 2013. La droga estaba camuflada entre aletas y trozos de pota congelada contenida en 700 sacos de polietileno. También se hallaron 300 ladrillos de cocaína en polvo. (Caretas 2305 – La Red del Indultado)
Lo más interesante, por supuesto aparte de la cantidad de coca nunca antes denunciada, fue descubrir que uno de los miembros de la banda de Piura era el colombiano Edwin Valenzuela, uno de los 373 narcos cuyo indulto aprobó la Comisión de Gracias Presidenciales del gobierno de Alan García que dirigia Miguel Facundo Chinguel y por cuya responsabilidad está con detención preventiva en el penal Ancón II, mientras dura la investigación de la Fiscalía, que ha solicitado 17 años de cárcel.
Facundo Chinguel, está estrechamente vinculado a Gerald Oropeza y su madre Pilar López. Antes de que su padre fuese asesinado también era su asesor. El abogado Miguel Facundo Chinguel ha sido expulsado del Partido Aprista.
El Caso ‘Narcoporsche’ y la sombra del tráfico de tierras
Por Elizabeth Salazar Vega– OjoPúblico.
La desconocida historia de Jhonny Olivas Ovalle, acusado por tráfico de tierras y otros actos violentos como presunto dirigente de construcción civil del Perú, y sus nexos con el peligroso entorno de Gerald Oropeza, dueño del Porsche acribillado a inicios de mes. Olivas funge de empresario y filántropo en la zona este de Lima. Sin embargo, la Dirincri investiga a este ex militar y agente de seguridad privado por sus vínculos con dos personajes involucrados en la ilegal posesión de la mansión Crousillat, que además habría sido utilizada como centro de operaciones del crimen organizado.
Jhonny Olivas Ovalle, un ex militar y agente de seguridad, lleva una doble vida. Viste saco y corbata mientras dirige una organización civil que ayuda a niños pobres, o cuando ejerce el papel de empresario y comparte abrazos con artistas y políticos apristas. Luego, al colgar el traje, se convierte en uno de los dirigentes más feroces de los gremios de construcción civil que hay en el país; un hombre denunciado por tráfico de tierras que no duda en ejercer la violencia para extender su poder en La Molina y Pachacamac, al este de Lima.
La historia de este personaje salió a la luz luego de que OjoPúblico descubriera que la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) indaga su relación con el entorno de Gerald Oropeza López ‘Tony Montana’, el presunto narcotraficante dueño del auto Porsche acribillado por sicarios en San Miguel. Estos nexos se remontan a enero del 2013 cuando el coleccionista de arte Sixtilio Dalmau denunció la invasión de su casa y terreno -ubicados en el kilómetro 15,200 de la carretera a Cieneguilla-, así como el posterior robo de 1,072 piezas de la cultura Mochica, otras obras valiosas y hasta documentos de una caja fuerte.
Durante las pesquisas del caso la Dirincri estableció que Olivas y el hoy reconocido operador de Oropeza, Garry Guanilo Dreyfus –posesionario ilegal de la lujosa mansión del empresario José Enrique Crousillat en La Molina- integraron la presunta banda de traficantes de tierras que hace dos años penetró a la casa del coleccionista Dalmau con armas de guerra, redujo al personal de vigilancia y se llevó los objetos cotizados en US$8 millones.
Jhonny Olivas Ovalle, vinculado al entorno de Gerald Oropeza, tiene hasta 30 investigaciones fiscales y policiales por tráfico de tierras, robo y lesiones graves.
El golpe –concluyó la Dirincri– se inició después de que Olivas Ovalle y el amigo del dueño del Porsche instalaran módulos de triplay dentro del terreno de Dalmau en Cieneguilla, para fingir la posesión del lugar. En el expediente del caso, Olivas (llamado ‘Ojo de Uva’) aparece como representante de Guanilo. El atraco estaba planificado de principio a fin. Tres semanas después del asalto, el 20 de febrero del 2013, Dalmau conoció que el millonario botín de piezas precolombinas se hallaba escondido en dos predios de Lima y que los maleantes responsables se reunían en una tercera vivienda de La Molina.
Aquel inmueble era la gigantesca mansión de Crousillat, el ex empresario que purgó cárcel por recibir dinero de Vladimiro Montesinos en los años ‘90, y que entonces era habitada por el llamado ‘narco’ del Porsche. En un correo remitido al entonces ministro del Interior Wilfredo Pedraza, el coleccionista Dalmau le advierte: “Informo a usted que las cabezas de la banda de delincuentes se reúnen en una casa ubicada dentro de La Planicie, en el distrito de La Molina: Barandearan 191 (sic). Esta es una casa incautada por lavado de activos [en realidad era por un caso de corrupción]”. Más correos con la misma pista fueron enviados a los policías que investigaban el caso.
Preguntamos a los efectivos de la Dirincri por qué no ahondaron en ese dato. Ellos respondieron que en aquellos días “la casa estaba vacía y el objetivo era recuperar las piezas”. Sin embargo, la policía no consiguió ni el 10% de lo robado. “El hallazgo de parte del botín (se encontraron más de 250 piezas) fue en una casa en Cieneguilla de la que yo di cuenta a la policía pero no siguieron investigando”, nos contó Dalmau. Peor aún, los nombres de Olivas y Guanilo se perdieron en una indagación fiscal que exculpó a varios de los invasores tras cambiarse la tipificación del delito. Hoy la investigación está estancada.
El prófugo Gerald Oropeza tiene orden de captura por lavado de dinero del narcotráfico.
Otro nexo desconocido entre Olivas Ovalle y ‘Tony Montana’ es el gobernador de La Molina, el aprista Ángel Vera Niño, quien entregó a este último y a Guanilo las garantías posesorias sobre la residencia de la Molina, en el 2007. El funcionario público eligió a Olivas -quien registra un récord de 30 denuncias en diversas fiscalías de Lima por robo, estafa, lesiones y usurpación- para el puesto de asesor en seguridad ciudadana y pandillaje pernicioso en este distrito. Lo hizo el 2008, cuatro meses después de que avaló la posesión de Oropeza.
En diálogo con OjoPúblico, el gobernador aprista confirmó que Olivas lo apoyó “en temas de prevención de pandillaje”, pero luego se enteró de sus antecedentes criminales y lo retiró. “Él se presentó y aceptamos su apoyo. No lo investigué previamente, no sabía en qué estaba envuelto hasta que la comisaría del sector me informó que usaba el carnet de la gobernación en temas de construcción civil. Ahí es donde lo boté”. Esos “temas” eran invasiones de terrenos que promovió, valiéndose del cargo, durante el 2008.
En aquellos días nadie conocía los contactos entre Olivas Ovalle y el peligroso entorno del ‘narco’ del Porsche.
UN ÍCONO: EL PADRINO
¿Pero a qué se dedica realmente Jhonny Olivas Ovalle? Fuentes de la Dirincri revelaron que este chalaco de 54 años es presidente de la ONG “Somos más que vencedores en Cristo Jesús”, con la que inscribió en el Ministerio de la Mujer una organización para la defensa del niño y adolescente llamada San Pablo. Además creó las asociaciones de vivienda “La Planicie de Manchay” y “El Haras” y fundó la inmobiliaria también llamada “El Haras”, en la localidad de Manchay (a 35 kilómetros de Lima). Sin embargo, al investigar su perfil financiero descubrimos que no registra capital, deudas o inversiones en el sistema bancario.
El mismo Olivas exhibe las organizaciones benéficas y compañías que dirige en la web www.corporacionolivas.com. Lo singular es que todas estas sociedades conducen a la misma dirección: el segundo piso de la calle Meteorólogos 111, en La Molina, una construcción precaria, de calaminas y triplay levantada sobre puestos de comercio de pisos parqué y balones de gas.
No solo eso, en paralelo a sus funciones como asesor de la Gobernación de La Molina, Olivas Ovalle fundó dos organizaciones que agrupan a trabajadores de construcción civil al este de Lima, de las cuales fue presidente hasta el 2014. “En realidad son falsos sindicatos asociados a las extorsiones”, advierte Luis Villanueva, secretario de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil. “Es un hombre muy temido en la zona este de Lima. Su negocio es el tráfico de tierras y los delincuentes que lo acompañan son ex obreros de construcción”, señalaron agentes de la División de Protección de Obras Civiles (Divproc).
El accionar de Olivas fue captado por las cámaras del programa Panorama hace tres años. En agosto del 2012, él y sus hombres fueron grabados dentro del grupo de delincuentes que persiguió a pedradas a una familia que denunciaba la invasión de su terreno de 15 mil m2 en La Molina. Allí se ve que el cómplice del ex ocupante de la mansión de Crousillat y su banda llegan al predio luego de una llamada telefónica de Antonio Chingay Salazar, líder de la toma ilegal y quien también aparece en la lista de denunciados por el coleccionista Dalmau.
Panorama filmó a Jhonny Olivas mientras participaba en la invasión ilegal de terrenos en La Molina en el 2012.
“Olivas y su banda tienen nexos en la policía, por eso siempre queda impune. Yo recibí correos anónimos donde me piden pagar una recompensa para evitar que saquen los cerámicos robados por el puerto del Callao; donde ahora sabemos que Oropeza tenía fuertes contactos”, dice Dalmau. OjoPúblico buscó a Olivas Ovalle en su dirección de La Molina, pero no lo encontramos. Además nos comunicamos a los teléfonos que tiene registrados en su propia web, pero tampoco lo ubicamos.
La Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), consultada para este artículo, prefirió no hablar sobre Olivas. Pocos lo hacen, menos en los arenales de Manchay, la zona en donde opera el hombre que en redes sociales trastoca su reputación y se muestra como amigo de famosos. La foto que destaca en su Facebook es la que se tomó junto al popular boxeador Jonathan Maicelo, tras invitarlo a grabar un spot en favor de una de sus asociaciones civiles.
Olivas Ovalle posa sonriente junto al pugilista en su vivienda de Manchay. La casa está decorada por un mural gigante de El Padrino, capo de la mafia al que parece admirar, casi tanto como el prófugo Oropeza al Tony Montana de Caracortada.