El primado de la Iglesia Apostólica Armenia en Argentina habla al Vatican Insider sobre la polémica en torno al genocidio armenio y la reacción turca ante el reconocimiento del Papa Francisco.
Por Andrés Beltramo Álvarez
“El Papa no es Obama para achicarse”. Kissag Mouradian, arzobispo primado de la Iglesia Apostólica Armenia en Argentina, estaba seguro desde el principio que Francisco usaría el término “genocidio armenio”. Y sabía que el gobierno turco iba a responder con dureza. En entrevista con el Vatican Insider explicó porqué Ankara insiste en negar el exterminio sistemático y planeado contra ese pueblo, perpetrado por el Imperio Otomano en 1915.
¿Qué tan importante es la comunidad armenia de Argentina en la diáspora?
La importancia de la comunidad armenia en Argentina está en las escuelas, todavía a través de las escuelas podemos preservar las tradiciones, el idioma, la religión y la historia. En otras partes, como Francia y Estados Unidos, quizás tienen mayor poder económico pero no tienen las estructuras que tenemos nosotros. Ellos tienen las iglesias y no las escuelas, en cambio nosotros tenemos planteles educativos desde 1927.
¿Cómo era la relación de ustedes con el cardenal Bergoglio?
Nos conocimos cuando él era obispo auxiliar de Buenos Aires y después fue elegido como cardenal primado de Argentina. Ahí empezamos con encuentros ecuménicos, oraciones y celebraciones que continuaron cuando fue arzobispo.
¿El siempre tuvo la convicción del genocidio armenio?
Claro. Nosotros todos los 24 de abril tenemos una ceremonia en la catedral metropolitana de Buenos Aires donde está una cruz de piedra y hacemos el responso. La primera vez que él presidió esta ceremonia habló del genocidio y pidió a Turquía que reconozca este crimen, para mejorar la situación en los dos pueblos, tanto el armenio como el turco. Pero la negación es una política turca porque ellos saben muy bien que después del reconocimiento viene la segunda parte, que es discutir los temas territoriales.
Entonces ¿es un problema geopolítico?
Así es. Porque no perdimos solamente vidas. No es tema de un millón y medio o dos millones de masacrados. Ellos no van a volver, el tema es que devuelvan el territorio donde esas personas vivían. Esos espacios no eran turcos, sino que formaban parte de nuestra patria. Mi opinión personal es que ellos no quieren reconocer la existencia del genocidio para no llegar a ese momento del reclamo territorial. Por eso nuestro lema para en este centenario es “memoria y reclamo”, porque no basta solamente el recuerdo.
¿La misa solemne en San Pedro la percibieron como un definitivo reconocimiento al genocidio?
Si, por eso los turcos están enojados con el Papa. Pero buscar justicia no es irritar, y desgraciadamente nosotros sabemos que la justicia nunca se regala, la justicia siempre se consigue. Cuando hablamos de problemas territoriales, de reclamo, de historia, muchas veces las cosas vienen con sangre, desgraciadamente. Por el momento no nos mueve el espíritu revanchista sino buscar la justicia.
¿Ese fue el sentido de la misa?
Así es, buscando siempre la justicia, si no el otro camino es la guerra pero no queremos ni la guerra, ni la violencia. Si hay formas para solucionar pacíficamente un diferendo, el primer reclamo es que se reconozcan los crímenes. Si yo te saco de tu casa y tomo lo que es tuyo, no hay forma de hablar si estoy negando todo.
¿No ven posibilidad de cambio en la postura turca?
Turquía ha intentado tapar el centenario del genocidio, pero la realidad del genocidio armenio es más fuerte que cualquier otra cosa. Por eso no funcionó la estrategia de (Recep Tayyip) Erdogan (presidente turco), y desgraciadamente no se puede tapar el crimen, porque hubo una injusticia que no ha tenido su reparación. Entonces empecemos por ahí. A final de cuentas negar también es aceptar, yo niego algo de lo cual dudo su existencia. Si no hubiese habido nada, ¿qué puedo negar?
¿El Papa no sabía que sus palabras podían irritar a los turcos?
El Papa nunca se preocupa si molesta o no molesta a alguien, lo importante para él es la justicia y la verdad, siempre estuvo con estos dos valores. Francisco no es (Barack) Obama para achicarse, el presidente de Estados Unidos tiene sus problemas políticos, sus intereses y puede achicarse, él prefiere usar la palabra armenia “metz yeghèrn”, que significa “la gran matanza”, pero gran matanza no significa genocidio, conceptualmente hay una diferencia entre ambas.
¿Qué esperan después de este paso?
Ante todo nosotros debemos preservar nuestra identidad, si no me reconozco a mi mismo no voy a reconocer mis problemas. Debemos seguir manteniendo nuestra conciencia de ser armenios y cristianos, de defender una causa. Esa causa no termina con el recordar y reparar a quienes fueron martirizados, se termina sentándose a hablar sobre la cuestión geopolítica, sobre el reclamo real. Nosotros vamos a seguir en esa brecha, mantendremos la realidad y la verdad, mientras ellos no reconozcan esa verdad van a seguir con la misma culpa que sienten, una culpa que están tratando de negar permanentemente.