Apenas recibida la noticia del nombramiento cardenalicio “me fui a la capilla que se encuentra cerca de mi oficina, y abrí mi corazón al Señor Dios y le pedí la fuerza necesaria para enfrentar lo mejor posible esta noticia. Prometí al Señor que pondré todas mis fuerzas necesarias y haré todo esfuerzo por el bien de la Iglesia y de la sociedad”. Quien habla así es el arzobispo de Bangkok, monseñor Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, nombrado cardenal por el Papa Francisco el pasado 4 de enero.
Al Catholic Social Communication of Thailand (Csct), monseñor Kovatahvanij explica: “Como obispo, mi rol es el de guiar a la Iglesia que me fue confiada. Y así continuaré haciendolo. El nombramiento cardenalicio es un honor, y ser cardenal significa aconsejar al Papa a través de las propias opiniones sobre algunas situaciones globales o particulares. Los nuevos cardenales, que proceden de África y Asia, demuestran aún más la universalidad de la Iglesia católica”.
Francisco anunció el consistorio para el 13 de febrero, mientras que el 12 y el 13 del mismo mes, recibirá a todos los cardenales para “reflexionar sobre las orientaciones y las propuestas para la reforma de la Curia romana”. Sobre esta cita, monseñor Kovithavanij dice: “Creo que es una gracia y un don de Dios a través del Papa. Por lo que a mí se refiere deberé pedir más cooperación a mis colaboradores para el mandato episcopal”.“Tanto como obispo y como cardenal continuaré decidiendo según conciencia, no sólo por lo que me pertenece personalmente sino también para aquellos que están en dificultad, ser cardenal significa mirar a la sociedad en manera más comprensiva. Debemos esforzarnos en mirar la realidad desde el punto nacional, continental y hasta mundial: de este modo podremos ser parte de una obra útil para la sociedad thai, para las naciones asiáticas y la Iglesia universal”.
Fuente: www.asianews.it