Por Américo Zambrano- Revista CARETAS
El martes último, la titular del Primer Juzgado Supraprovincial de Lima, Janet Lastra, recibió el informe del fiscal Juan de la Cruz que acusa a la excongresista oficialista Nancy Obregón y a otras 35 personas por narcotráfico y colaboración con el terrorismo.
Al cierre de esta edición, la jueza Lastra evaluaba si Obregón era procesada en libertad o en detención. La Fiscalía pidió que la exparlamentaria sea recluida en el penal de Piedras Gordas en Ancón.
Si es hallada culpable del delito de narcotráfico, Obregón –quien fue asesora del exzar antidrogas Ricardo Soberón, nada menos– podría recibir 35 años de cárcel. El delito de terrorismo es penado con cadena perpetua.
De la Cruz sustentó su acusación en base a los testimonios de 15 colaboradores eficaces y a un paquete de conversaciones telefónicas interceptadas a Obregón y sus familiares más cercanos.
Dichos audios fueron grabados por el ‘Sistema Constelación’, el programa que realiza las interceptaciones telefónicas legales en la Dirección Antidrogas (Dirandro).
Los teléfonos celulares de Obregón empezaron a ser ‘chuponeados’ en abril del 2012.
En febrero había sido detenido el líder senderista ‘Artemio’ en Santa Rosa de Mishollo, Tocache.
Un mes después, el 19 de marzo del 2012, Obregón llamó al teléfono de su hermana Sandra.
No obtuvo respuesta, pero olvidó cortar la comunicación y lo que dijo se grabó en la casilla de voz del celular de su hermana.
Obregón:
–“No te preocupes. Desde la ‘PAC’ de Pizana pueden salir las ‘rayas’. O sea, ese sitio ya va a llegar, lo van a asfaltar. La pista estará limpia, libre. Y es anchaza la carretera. Garantizo que al avión no le va a pasar nada”
Pero al interceptarse llamadas de Obregón al presidente del Congreso, Daniel Abugattás, entre otros parlamentarios, y una llamada a un anexo de Palacio de Gobierno, se encendieron las alarmas.
Técnicamente los teléfonos de varios congresistas y el de Palacio de Gobierno fueron ‘pinchados’ como consecuencia de las escuchas a Obregón.
En mayo, el fiscal De la Cruz decidió suspender las interceptaciones a la líder cocalera.
LUZ VERDE
El 18 de junio del 2012, un operativo policial paralelo ‘clavó’ una llamada telefónica de Wilder Satalaya, hombre de confianza de Obregón, a un mando senderista del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), que se cree es ‘Raúl’ Quispe Palomino.
–Satalaya: ¿Cómo vamos a hacer la reunión?
–Terrorista: Está por confirmarse… ¿qué dice la ‘Vieja’ del encuentro?
–Satalaya: Está bien. La señora Nancy me ha dado una oportunidad para seguir coordinando todo…
El mayor PNP Harvey Colchado Huamaní, jefe de la Oficina de Inteligencia del Frente Policial Huallaga, solicitó al fiscal De la Cruz reanudar el ‘chuponeo’ a Obregón. El fiscal contestó que se requería de apoyo político para ello.
En noviembre del 2012, el jefe de Estado autorizó reanudar las interceptaciones, siempre y cuando la Policía obrara “con justicia”.
El 11 de febrero de este año, Obregón sostuvo una comunicación telefónica desde su celular, No 998-856924, con Omar Perris, quien integra la lista de narcotraficantes buscados por la Drug Enforcement Administration (DEA), la agencia antidrogas de EE.UU.
–Obregón: Hola, hijo. ¿Cómo estás?
–Omar: Acá… lejitos.
–Obregón: Ha llegado este… han llegado unos primos, ¿ya? De Europa y…
–Omar: Ya.
–Obregón: Y quieren comprar, este como se llama, quieren exportar de acá, de Perú, el ‘shapumba’, pues… ¿me entiendes?
–Omar: Ya.
–Obregón: Sí.
–Omar: Nancy, ¿sabes cómo podemos conversar chévere?; ¿no tendrás Blackberry?
–Obregón: Voy a tratar de conseguir porque mi Blackberry se ha malogrado.
–Omar: Me avisas ya, porque hay cosas bonitas también para ti por ahí, por tu zona. Yo quiero entrar por ahí, pues. ¿Me entiendes?
–Obregón: Sí, sí.
La Policía sostiene que Omar Perris buscaba hablar por Blackberry para evitar el ‘chuponeo’, pero evidentemente la excongresista no le hizo caso.
Una semana después, el 18 de febrero, Obregón recibió una llamada de un traficante de Tocache conocido como ‘Rafo’.
–Obregón: ¿Aló?
–Rafo: Aló, mi amor.
–Obregón: Mira, ‘Amadeo’ está bien.
–Rafo: Ya.
–Obregón: Pero con este… con Omar.
–Rafo: Ya.
–Obregón: Te digo que está entrenando las ‘águilas’.
–Rafo: Ya.
–Obregón: ¿Me entiendes?
–Rafo: Ya.
–Obregón: No tiene tiempo para lo otro…
–Rafo: Ok.
–Obregón: Para trabajar la lavandería, pues. Empacar las maletas…
–Rafo: Claro…
–Obregón: Entonces ahí, más alto vuelo. Me entiendes, ¿no?
La Policía quería atrapar a la excongresista con las manos en la coca, pero al enterarse, siempre a través de las escuchas telefónicas, que una columna terrorista del VRAEM, financiada por la familia Obregón, se preparaba para llegar al Huallaga, adelantaron el operativo “Conquistar”.
“Si los terroristas llegaban del VRAEM se jodía todo”, dijo un efectivo.
La paciente operación de inteligencia que empezó en 2012 acabó el pasado domingo 14.
El mismo equipo de inteligencia, al mando de Colchado, cazó a ‘Artemio’ y desarticuló el eje narco-terrorista que dominó el Huallaga por 30 años.
Narcoterrorismo
Pese a que el Gobierno ahora trata de desmarcarse de Nancy Obregón y Elsa Malpartida, el especialista en temas de seguridad Jaime Antezana recordó que en el 2005 le advirtió al entonces candidato presidencial Ollanta Humala que no se alíe con ambas porque existían informes de sus presuntos vínculos con el tráfico ilícito de drogas.
El experto contó que en la reunión, que se produjo en la casa del líder nacionalista para analizar temas de seguridad nacional y narcotráfico, le avisó a su interlocutor que “Obregón y Malpartida no solo defienden la coca legal sino toda la coca”.
“Se lo dije con claridad, se lo dije con absoluta sinceridad. Hay mucha gente que dice defender la hoja sagrada pero está metida en las pozas de maceración”, manifestó Antezana a ATV+.
Fuente: Revista CARETAS, Diario Perú21, ATV+