San Roberto Bellarmino SJ, la supresión de la Compañía de Jesús y la postmodernidad

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Cardenal Bellarmino SJ

San Roberto Francesco Romolo Bellarmino SJ fue un Arzobispo y Cardenal, que defendió la fe y la doctrina católica durante y después de la Reforma Protestante, por lo que fue llamado el “martillo de los herejes“.
Nació el 4 de octubre del año 1542 en Montepulciano, comuna de la región de la Toscana, en el centro de Italia. Era sobrino del Papa Marcelo II, hermano de su madre. Desde niño se destacó por su gran inteligencia.
Se propuso seguir la vida religiosa, siendo recibido en la Compañía de Jesús (Roma, 1560) y en 1570 fue ordenado sacerdote en Gante, Bélgica.
Estudió en la prestigiosa Universidad Católica de Lovaina. Durante este tiempo se dedicó también a aprender el idioma hebreo y a estudiar a fondo la Sagrada Escritura y los escritos de los Padres de la Iglesia.
Escribió dos catecismos, uno resumido y uno explicado; y numerosas obras de apologética. Estos libros llegaron a ser muy exitosos y populares entre los sacerdotes y catequistas, que se basaban en ellos para encontrar los argumentos necesarios para la enseñanza de la doctrina y para la defensa de la fe católica; dedicándose a evangelizar a las personas de su diócesis.
En 1599, se le encarga la dirección del proceso de la Inquisición a Giordano Bruno, quien tras su negativa a retractarse de sus ideas, pasaría ocho años en prisión y sería quemado vivo en la hoguera. En 1616 dirige también el primer proceso contra Galileo Galilei, donde se censura su teoría heliocéntrica y se le exige presentarla únicamente como hipótesis. El Papa Paulo V le pidió que volviera a Roma, donde se hizo cargo de la Biblioteca Vaticana. Murió en Roma el 17 de diciembre del año 1621.
Beatificado y canonizado por el Papa Pío XI en 1930. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1931.
La supresión de la Compañía de Jesús
Los gobiernos ilustrados de la Europa del siglo XVIII se propusieron acabar con la Compañía de Jesús. El primer país en expulsarlos fue Portugal. El ministro Carvalho, marqués de Pombal, fue su principal adversario; encerró en el calabozo a 180 jesuitas en Lisboa y expulsó al resto.
En 1763, Luis XV de Francia los acusó de malversación de fondos debido a la quiebra del P. Antoine La Valette (más tarde expulsado de la Compañía) en Martinica. El Parlamento de París condenó las Constituciones y el rey decretó la disolución de la orden en sus dominios, y el embargo de sus bienes.
Más tarde, los jesuitas fueron expulsados de los territorios de la corona española a través de la Pragmática Sanción dictada por Carlos III el 2 de abril de 1767 y cuya redacción fue obra del Conde Pedro Rodríguez de Campomanes, regalista Fiscal del Consejo de Castilla. Al mismo tiempo, se decretaba la incautación del valioso patrimonio que la Compañía de Jesús tenía en estos reinos (haciendas, edificios, bibliotecas) para sus obras educativas, lo que supuso un duro golpe para la formación de la juventud en la América Hispana; y sus misiones entre indígenas Tarahumara en México, así como las famosas reducciones guaraníes del Paraguay.
La supresión de los jesuitas fue llevada a cabo en 1773, cuando el Papa Clemente XIV enfrentó fuertes presiones de los reyes de Francia, España, Portugal y de las dos Sicilias quienes, por distintas razones, le exigían la desaparición de la Compañía. El Papa cedió y mediante el breve Dominus ac Redemptor suprimió la Compañía de Jesús.
Los jesuitas se convirtieron al clero secular y los escolares y hermanos coadjutores quedaron libres de sus votos. El Padre General, Lorenzo Ricci, y su Consejo de Asistentes fueron apresados y encerrados en el Castillo Sant’Angelo (Roma) sin juicio alguno.
Sin embargo, en Rusia, Polonia, Prusia e Inglaterra el edicto de supresión no fue observado por los monarcas. Muchos jesuitas de toda Europa aceptaron la oferta de refugio hecha por la zarina Catalina la Grande, quien esperaba continuar así, con el apoyo intelectual de la Compañía, la obra de modernización iniciada por Pedro el Grande.
En 1789 -el mismo año en que la Constitución de Estados Unidos entró en vigor y en el que se inició la Revolución francesa- fue fundada por ex jesuitas la Universidad Católica más antigua de Estados Unidos, la Universidad de Georgetown, en Washington DC; posteriormente la universidad sería integrada a la Compañía. En 1814 el papa Pío VII restableció la Compañía de Jesús.
La postmodernidad
Si bien la acepción más usual de postmodernidad se popularizó a partir de la publicación de La condición posmoderna de Jean-François Lyotard en 1979, varios autores habían empleado el término con anterioridad. Para Vattimo, hemos entrado en la postmodernidad, una especie de ‘babel informativa’, donde la comunicación y los medios adquieren un carácter central. La postmodernidad marca la superación de la modernidad dirigida por las concepciones unívocas de los modelos cerrados, de las grandes verdades, de fundamentos consistentes, de la historia como huella unitaria del acontecer. La postmodernidad abre el camino, según Vattimo, a la tolerancia, a la diversidad. Es el paso del pensamiento fuerte, metafísico, de las cosmovisiones filosóficas bien perfiladas, de las creencias verdaderas, al pensamiento débil, a una modalidad de nihilismo existencial. Para Vattimo, las ideas de la postmodernidad y del pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del escenario multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de valores y relaciones.
Características histórico-sociales
1.En contraposición con la modernidad, la postmodernidad es la época del desencanto. Se renuncia a las utopías y a la idea de progreso.
2.Se produce un cambio en el orden económico capitalista, pasando de una economía de producción hacia una economía del consumo.
3.Desaparecen las grandes figuras carismáticas, y surgen infinidad de pequeños ídolos que duran hasta que surge algo más novedoso y atrayente.
4.La revalorización de la naturaleza y la defensa del medio ambiente, se mezcla con la compulsión al consumo.
5.Los medios de masas y el marketing se convierten en centros de poder.
6.Deja de importar el contenido del mensaje, para revalorizar la forma en que es transmitido y el grado de convicción que pueda producir.
7.Desaparece la ideología como forma de elección de los líderes siendo reemplazada por la imagen.
8.Los medios de masas se convierten en transmisoras de la verdad, lo que se expresa en el hecho de que lo que no aparece por un medio de comunicación masiva, simplemente no existe para la sociedad.
9.Aleja al receptor de la información recibida quitándole realidad y relevancia, convirtiéndola en mero entretenimiento.
10.Se pierde la intimidad y la vida de los demás se convierte en un show.
11.Desacralización de la política.
12.Desmitificación de los líderes.
Características socio-psicológicas
1.Los individuos sólo quieren vivir el presente; futuro y pasado pierden importancia.
2.Hay una búsqueda de lo inmediato.
3.Proceso de pérdida de la personalidad individual.
4.La única revolución que el individuo está dispuesto a llevar a cabo es la interior.
5.Se rinde culto al cuerpo y la liberación personal.
6.Se vuelve a lo místico como justificación de sucesos.
7.Pérdidas de fe en la razón y la ciencia, pero en contrapartida se rinde culto a la tecnología.
8.El hombre basa su existencia en el relativismo y la pluralidad de opciones, al igual que el subjetivismo impregna la mirada de la realidad.
9.Pérdida de fe en el poder público.
10.Despreocupación ante la injusticia.
11.Desaparición de idealismos.
12.Pérdida de la ambición personal de auto superación.
13.Desaparición de la valoración del esfuerzo.
14.Existen divulgaciones diversas sobre la Iglesia y la creencia de un Dios.
15.Aparecen grandes cambios en torno a las diversas religiones.
16.Desaparece la literatura fantástica.
17.La gente se acerca cada vez más a la inspiración ‘vía satelital’.
18.Las personas aprenden a compartir la diversión vía internet.
Los principales opositores a los planteamientos de la postmodernidad han sido los miembros de la teoría crítica, que si bien reconocen los fallos de la modernidad y su centro ilustrado, consideran valiosos e irrenunciables los valores democráticos de igualdad y ciudadanía.
Fuente: Wikipedia.

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