Archivo de la categoría: Antropología de la Religión

Factor religioso como fenómeno humano

Francisco, primer Papa latinoamericano

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Francisco

El cardenal Jorge Mario Bergoglio es el primer papa jesuita en ser elegido y ha pasado casi toda su carrera en Argentina, en contacto con templos y curas párrocos.
Bergoglio, de 76 años, habría recibido la mayor cantidad de votos detrás de Joseph Ratzinger en la elección papal del 2005 y se ha especializado en el tipo de trabajo pastoral que algunos consideran esencial para su nuevo cargo. En una vida de enseñanza y dirección de religiosos en Latinoamérica, región que tiene el mayor porcentaje de católicos en el mundo, ha demostrado una aguda sensibilidad política como también una humildad que sus colegas valoran mucho, según su biógrafo oficial, Sergio Rubín.
El arzobispo de Buenos Aires probablemente alentaría a los 400,000 sacerdotes en el mundo a salir a las calles para conquistar más almas, dijo Rubín. Prefiere tener una presencia discreta y su estilo personal es la antítesis del esplendor de la Santa Sede. “Es una cosa muy curiosa”, afirmó Rubín. “En reuniones de obispos siempre quiere sentarse en las últimas filas. Esta sencillez cayó muy bien en Roma”.
Bergoglio es notorio por haber modernizado la Iglesia argentina que había estado entre las más conservadoras de Latinoamérica.
Pese a ser el primero en la jerarquía eclesiástica argentina, nunca ha vivido en la elegante mansión eclesiástica en Buenos Aires y ha preferido una cama sencilla en un cuarto céntrico, alejando el frío de invierno con una pequeña estufa. Durante décadas se movilizó en transporte público por la ciudad y se preparó sus propias comidas.
El nuevo Papa ha disminuido un poco su actividad con la edad y está sintiendo los efectos de la extirpación de un pulmón debido a una infección que padeció de adolescente.
Se le considera moderado con mentalidad flexible, aunque sus posiciones doctrinales y espirituales condicen con el legado de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El nuevo Pontífice no pudo impedir que Argentina fuera el primer país latinoamericano en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, ni tampoco que la presidenta Cristina Fernández promoviera anticonceptivos e inseminación artificial gratuitos. Cuando Bergoglio sostuvo que las adopciones de niños por parte de homosexuales eran discriminatorias contra los niños, la presidenta comparó su afirmación con “la época medieval y la Inquisición”.
Esa caracterización es injusta, afirma Rubín, quien escribió “El jesuita”, la biografía autorizada de Bergoglio.
“¿Es Bergoglio un progresista, un teólogo de la liberación? No. No es un tercermundista. ¿Cuestiona el FMI y el neoliberalismo? Sí. ¿Pasa mucho tiempo en las villas (vecindarios pobres)? Sí”.
Los críticos lo acusan de no haber enfrentado públicamente a la dictadura militar de 1976-1983, cuando las víctimas y sus familiares solían denunciar secuestros, tortura y muerte a los sacerdotes que supervisaba como líder de la orden jesuita en Argentina.
Al igual que otros intelectuales jesuitas, Bergoglio se ha concentrado en la obra social.
“Jesús nos enseña el otro camino: salir a dar testimonio, salir a interesarse por el hermano, salir a compartir, salir a preguntar, encarnarse”, dijo Bergoglio.
Fuente: Diario El Comercio.

Católicos en la República Democrática del Congo

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Republica Democratica del Congo

La historia de la evangelización de la actual República Democrática del Congo se remonta a finales del siglo XV cuando, en mayo de 1491, misioneros portugueses bautizan al soberano del reino del Kongo, Nzinga Nkuwu, que toma el nombre cristiano de Joao I Nzinga Nkuwu. A su vez, tanto la corte como los habitantes del reino, se convierten a la religión del soberano. También la capital del Kongo cambia el nombre de Baji por el de San Salvador.
En 1512, el reino del Kongo (antiguo nombre del país que posteriormente se trasformará en Congo) inicia relaciones directas con Papa León X, al enviar a Roma una delegación conducida por Enrique, hijo del Rey Alfonso. Este en 1518 es consagrado por el Papa León X Obispo titular de Utica, convirtiéndose en el primer Obispo originario del África negra.
En el curso del siglo XVI la obra misionera es continuada en el Reino del Kongo por la llegada en el 1548 de cuatro jesuitas para la apertura de un colegio. El crecimiento de los católicos empuja a la Santa Sede a erigir la diócesis de San El Salvador en el 1585, seguida a finales de siglo, por la de Manza-Kongo.
La creación de la Sagrada Congregación para la Propagación de la Fe (“Propaganda Fides”) en 1622 da un nuevo impulso a la misión en el Reino del Kongo y en la cercana Angola, con la llegada en el 1645 de una misión de Capuchinos.
En 1774 se inicia una misión a cargo de sacerdotes seculares franceses. En 1834 acción misionera se detiene ya que Portugal, nación a la que le fue confiada la evangelización del Reino del Kongo, suprime las órdenes religiosas masculinas en las posesiones de ultramar y en la metrópoli. La acción misionera continua en 1865, cuando los Padres del Espíritu Santo (Espiritanos) franceses inician la misión en el Reino del Kongo. Con el inicio de la penetración belga, llegan al Congo otros órdenes misioneros: Misioneros de África (Padres Blancos) en el 1880; Misioneros de Scheut en el 1888; Hijas de la Caridad en el 1891; Jesuitas, que regresan en el 1892.
El trabajo misionero va dando sus frutos: en 1917 el primer sacerdote congoleño es ordenado. En 1932, tiene lugar la primera Conferencia del episcopado del Congo belga. A la Iglesia católica corresponde también el mérito de la fundación de la primera Universidad del país, la universidad Lovanium, abierta por los Jesuitas en 1954 (Léopoldiville, la actual Kinshasa). Al ateneo sigue, en 1957, la primera facultad teológica de África.

Conferencia Episcopal del Congo

En los años 50 se va consolidando el clero local. En 1956, es consagrado Monseñor Pierre Kimbondo, primer Obispo congoleño. En 1959 Monseñor Joseph Malula se convierte en Arzobispo de Léopoldiville y 10 años después será creado Cardenal.
En los años 70, la Iglesia atraviesa un período difícil a causa de la política nacionalista del Presidente Mobutu, que en nombre del retorno “a la autenticidad” de la cultura local, se enfrenta con la Iglesia católica, considerada como una emanación de la cultura europea. La Iglesia reafirma cuál es su misión y su inculturación en la sociedad local, con el documento “El Eglise au service del nation zaïroise” del 1972 y en 1975,  con el documento “Notre foi en Jésus Christ“. Tras la estatalización de las escuelas católicas, en el 1975 la Conferencia Episcopal congoleña publica el “Déclaration del Episcopat zaïrois antorcha à el situation présente“. Mobutu cambió el nombre del país en Zaire.
Las dos visitas de Papa Juan Pablo II, en 1980 y en 1985, dieron un nuevo vigor a la comunidad católica local. La segunda visita del Papa Juan Pablo II tuvo lugar con ocasión de la Beatificación de Sor Clementina Anuarite Nengapeta, martirizada en el 1964.
En 1992-94, tiene lugar un acontecimiento que habla por si sólo del reconocimiento del papel social de la Iglesia católica en el país. La presidencia de la Conferencia nacional soberana para la transición hacia un sistema democrático es confiada a Monseñor Laurent Monsengwo Pasinya, Arzobispo de Kisangani y Presidente de la Conferencia Episcopal de Congo.
La Iglesia católica en el Congo cuenta con 47 diócesis, 63 Obispos; 2,979 sacerdotes diocesanos y 1,635 religiosos sacerdotes; 1,113 religiosos no sacerdotes y 7,883 religiosas. Los catequistas son 63,447.
Fuente: Agencia de Noticias FIDES.

Católicos en el mundo 1910-2010

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Catolicos 1910-2010

La Iglesia Católica incluye el cuerpo internacional de iglesias en plena comunión con el obispo de Roma, el Papa. Estas iglesias son la iglesia occidental y 22 iglesias orientales católicas. Cada una de estas iglesias tiene una clara jerarquía y liturgia tradicional, compuesta por oraciones y ceremonias religiosas. La iglesia occidental es la mayor de estas iglesias. Las principales ramas de las iglesias orientales son las de Alejandría, Antioquía, armenia, caldea y bizantina.
Durante el siglo pasado, el número de católicos en todo el mundo se ha más que triplicado, de un estimado de 291 millones en 1910 a casi 1,1 mil millones de 2010, según un amplio estudio demográfico elaborado por el Centro de Investigación Pew.
En el mismo período, la población total del mundo también ha aumentado rápidamente. Como resultado, los católicos han formado una parte muy estable de todos los pueblos de la Tierra. En 1910, los católicos eran alrededor de la mitad (48%) de todos los cristianos y el 17% de la población total del mundo, según las estimaciones históricas de la Base de Datos Mundial.  Un siglo más tarde, el estudio de Pew Research encontró que los católicos todavía constituyen aproximadamente la mitad (50%) de los cristianos del mundo entero y el 16% de la población mundial total.
¿Qué ha cambiado sustancialmente durante el último siglo es la distribución geográfica de los católicos del mundo. En 1910, Europa fue el hogar de cerca de dos tercios de todos los católicos, y casi nueve de cada diez vivía en Europa (65%) o América Latina (24%). En 2010, en cambio, sólo alrededor de una cuarta parte de todos los católicos (24%) se encontraban en Europa. La mayor parte (39%) se encontraban en América Latina y el Caribe.
Un rápido crecimiento se ha producido en el África subsahariana, la que hoy es el hogar de alrededor de 171 millones de católicos (16%), frente a un estimado de 1 millón (menos del 1%) en 1910.También ha habido un rápido crecimiento en la vasta región de Asia-Pacífico, donde 131 millones de católicos (12%) viven actualmente, frente a 14 millones (5%) hace un siglo.
En América del Norte de la población católica mundial ha aumentado lentamente, de alrededor de 15 millones (5%) en 1910 a 89 millones (8%) en 2010.
Aunque Oriente Medio y el Norte de África es la cuna del cristianismo antiguo, el Medio Oriente y África del Norte es el hogar de menos del 1% de los católicos, casi la misma cantidad que en 1910.

En América Latina la proporción de población católica disminuyó de un 90% en 1910 al 72% en 2010. Mientras tanto, la población europea pasó de 44% a 35%.
El mayor crecimiento se produjo en el África subsahariana, que pasó de alrededor del 1% de católicos en 1910 a un 21% católica en 2010. La proporción católica de la población en la región de Asia y el Pacífico creció del 1% al 3% durante este período. Mientras tanto, el porcentaje de la población católica de América del Norte creció de 16% a 26%.
En varios países con grandes poblaciones católicas, la proporción de la población identificada como católica ha disminuido en la última década. Brasil tiene la mayor población católica en el mundo, pero los católicos auto identificados como tales en Brasil se redujo de aproximadamente tres cuartas partes (74%) en 2000 a cerca de dos tercios (65%) en 2010. México, el país con la segunda población católica más grande en el mundo, disminuyo de 89% de católicos en 2000 a un 85% en 2010.
Estados Unidos es el hogar de aproximadamente el 7% de todos los católicos en el mundo. A partir de 2010, se estima que el 23% de los adultos estadounidenses y el 24% de la población total de EE.UU. (adultos y niños) son católicos.
52% del total de los migrantes a los Estados Unidos son católicos. De los aproximadamente 75.4 millones de católicos en Estados Unidos en 2010; 22,2 millones nacieron fuera de los Estados Unidos (30%).
Metodología
Los datos de 1910 proceden de la Base de Datos Mundial Cristiana (Brill 2013) y se basan en los datos históricos de la iglesia de membresía estandarizados por Todd M. Johnson y sus colegas del Centro para el Estudio del Cristianismo Global en Gordon-Conwell Theological Seminary en South Hamilton, Massachusetts.
Todos los demás datos demográficos en el informe fueron compilados por el personal del Centro de Investigación Pew y se basan principalmente en los censos y encuestas representativas a nivel nacional. Estimaciones europeas se desarrollaron en colaboración con investigadores del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) de Laxenburg, Austria.
Las estimaciones publicadas por el Centro de Investigación Pew en su informe Global Christianity: Un informe sobre el tamaño y distribución de la población cristiana en el mundo (2010) de la población católica: 1,078´790,000 es ligeramente inferior a la estimación publicada en el 2011: 1,094´610,000). Estas estimaciones difieren por dos razones: primero, los datos nuevos se ha convertido en disponibles, tales como el censo de 2010 en Brasil; segundo, las estimaciones que se basaban en los datos más antiguos, como el censo de 2001, en Austria, han sido actualizados con base en las proyecciones de población para la población en general.
La Librería Editrice Vaticana publica un “Anuario Estadístico de la Iglesia”, que incluye estimaciones de población católica. Por ejemplo, el “Anuario Estadístico” tiene una población católica total más alta (1,196 millones) y el aumento de las estimaciones de las poblaciones católicas de Brasil (163 millones 269 mil) y México (99 millones 635 mil). Por el contrario, el análisis del Centro de Investigación Pew sugiere que existen 126 millones 750,000 católicos en Brasil y 96 millones 450,000 católicos en México.
Fuente: Pew Research Center.

Diplomacia vaticana

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Marcial Rubio en El Vaticano

El Nuncio Apostólico en Kazajstán, Tayikistán y Kirguistán, el Arzobispo español Miguel Maury Buendía, destacó que el Papa Benedicto XVI ha hecho durante su Pontificado “una limpieza en el episcopado” pues ha invitado a dimitir a dos o tres obispos al mes en todo el mundo por razones de cuentas, falta de disciplina o moral.
Este Papa ha dimitido dos o tres obispos al mes en todo el mundo por razones de que eran un lío las cuentas en las diócesis, la disciplina un desastre, ha hecho una limpieza en el episcopado. (…) El nuncio andaba al obispo y le decía ‘el Santo padre le pide que por el bien de la Iglesia renuncie a su cargo’. Casi todos los obispos, si te lo pide el Papa, se dan cuenta del desastre y aceptan“.
El Nuncio explica que “ha habido dos o tres casos que han dicho no y entonces el Papa los ha dimitido sin más. Eso también es una indicación a los obispos, hagan lo mismo ustedes en su diócesis“.
Así lo ha indicado durante la conferencia “El papel de la diplomacia vaticana en las relaciones internacionales” que ha impartido en la Universidad CEU San Pablo.
Monseñor Maury Buendía ha asegurado que ha recibido “con sorpresa” la decisión del Papa Benedicto XVI de renunciar aunque ha señalado que es un ejemplo “para todos los políticos del mundo que se agarran a la silla todo lo que pueden” y algo que “los grandes hombres han hecho siempre“.
Yo he visto cómo el Papa se iba desgastando y pensé cómo va a ir a Brasil, se veía pero de ahí a la decisión que él ha tomado“, ha indicado, al tiempo que ha precisado que, en cualquier caso, “la vida de la Iglesia seguirá adelante“. Además, ha subrayado que el motivo por el que ha renunciado el Pontífice “no solo es fuerza física, es fuerza psicofísica, para tomar las decisiones“.
En cuanto al futuro, ha indicado que el hecho de que el Papa venga de un país u otro es importante “hasta cierto punto” y ha explicado que todavía el centro está en Europa.
Lo que pasa es que la Iglesia no evoluciona a saltos sino suavemente y todavía el centro está en Europa. Si nombran a un americano, no nos interesa porque estará más preocupado por problemas de América y si nombran a un italiano, España seguirá teniendo más relevancia“, ha señalado.
Acerca del colegio cardenalicio que tendrá que elegir al nuevo Papa, ha indicado que tiene mil años y no es de derecho divino sino eclesial y aunque, a su juicio, “no hay representatividad” pues a lo mejor hay 40 cardenales italianos y ninguno ruso, hoy por hoy, parece ser “el mejor sistema para elegir Papa“. Anteriormente, en los primeros siglos de la Iglesia, según ha indicado, se elegía por aclamación del pueblo.
Sobre la diplomacia vaticana, el Nuncio ha señalado que es “la más antigua del mundo” ya que comenzó en el siglo IV cuando el emperador de Bizancio empezó a enviar embajadores, aunque ha explicado que es en el siglo XVI cuando empieza a ser como en la actualidad. Concretamente, ha apuntado que las primeras nunciaturas fueron las de Venecia y Roma.
Además, ha precisado que, lo mismo que ocurrió con las universidades impulsadas por la Iglesia Católica que después copiaron los Estados, sucedió con la diplomacia, comenzando a establecerse una red de contactos diplomáticos que han llegado hasta la actualidad.
Monseñor Maury Buendía ha indicado que la diplomacia vaticana, que cuenta con105 nuncios acreditados ante 172 países, “no va a la búsqueda de ningún privilegio” sino a “garantizar la libertad de los fieles y unas libertades jurídicas“.
“El régimen de privilegios quedó clausurado hace 30 ó 40 años”, ha precisado, al tiempo que ha indicado que él, como nuncio de Tayikistán, donde no hay libertad religiosa, ha conseguido libertad para los 200 católicos negociando con el Gobierno.
Hipótesis
El diario La Repubblica de Italia, que hace referencia a un informe especial de la revista Panorama, sostiene que durante ocho meses los cardenales Julián Herranz, Salvatore De Giorgi y Jozef Tomko interrogaron a numerosos prelados y laicos, dividiéndolos por congregación y nacionalidad; y establecieron que existen varios grupos de presión dentro del Vaticano, entre ellos uno sujeto a chantaje, a “impropriam influentiam” por su homosexualidad.
Otro grupo es especializado en montar y desmontar carreras dentro de la jerarquía vaticana; y otro aprovecha para usar multimillonarios recursos para sus propios intereses a la sombra de la cúpula de San Pedro a través del banco del Vaticano.
Los encuentros sexuales, según asegura ‘La Repubblica‘ citando la investigación judicial, tenían lugar en una villa a las afueras de Roma, en un sauna, en un centro estético, en el propio Vaticano y en una residencia universitaria. Esta última, según el periódico, es el domicilio en Roma de Marco Simeon, un joven de 33 años que ha acumulado un enorme poder a la sombra de la cúpula de San Pedro, y que hasta hace pocos días fue director de Relaciones Institucionales e Internacionales de la Radiotelevisione Italiana (RAI) y responsable de RAI Vaticano.
Fuente: Diario El Mundo y Radio Caracol.
Piedra de molino en el cuello
El exsacerdote boliviano Eduardo Revich, que se encontraba con arresto domiciliario en un pueblo del sur de Bolivia tras ser condenado por abuso y corrupción de menores, se quitó la vida ahorcándose, informó la fiscal Norma Olmos.
El cuerpo fue descubierto hoy por agentes que fueron a su casa en un pueblo de la región sureña de Chuquisaca para entregarle la citación para una nueva audiencia.
Como se recuerda, Revich fue condenado en el 2011 a 15 años de prisión en la ciudad de Sucre, capital constitucional de Bolivia, tras ser declarado culpable de abuso deshonesto y corrupción de 18 menores.
El abogado Ariel Coronado, quien defendió a las víctimas de ese caso, dijo a la radio Fides que la condena de Revich estaba con un recurso de casación en tribunales superiores, pero los agentes iban a citarlo por una nueva denuncia de violación.
La Iglesia católica de Bolivia suspendió en mayo de 2008 a Revich del ejercicio del sacerdocio, luego de conocer las denuncias de abuso que existían en su contra desde octubre de 2007.
Fuente: Agencia de Noticias EFE.

Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo

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Dra. Anna Maria Marques Cintra
Por Andrés Beltramo Álvarez- Vatican Insider
La Santa Sede confirmó a Anna Maria Marques Cintra como nueva rectora de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo (PUC-SP), en Brasil. No se dejó intimidar por las amenazas, quejas e insultos de un grupo de estudiantes y profesores que se oponían al nombramiento. Un bloque “defensor de la democracia” que, en sus protestas, llegó incluso a decapitar un muñeco del Papa.
Un decreto firmado por el cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano, refrendó la designación de la rectora y del profesor José Eduardo Martínez como vicerrector, ambos para el periodo 2012-2016.
El texto, fechado el 20 de enero, agradeció los servicios del rector saliente Dirceu de Mello. Y auguró a la nueva funcionaria que “realice un fructuoso trabajo académico y científico a favor de la universidad”. Se trata de un escrito que debería poner un punto final a una encendida polémica durante meses.
A mediados de 2012 el Consejo Superior de la Universidad (CONSUN) formó una terna de candidatos para suceder al rector saliente. Tras una consulta, el más votado fue el propio de Mello. Como lo indica el estatuto la lista se completó con los otros dos catedráticos que alcanzaron mayor consenso y se mandó al Gran Canciller, el arzobispo de Sao Paulo Odilo Pedro Scherer, a quien tocó la decisión definitiva. Según la costumbre, el arzobispo se limitaba a avalar al más votado. Pero en este caso eligió a la tercera de la lista.
La determinación desató la rabia generalizada. Y fue el pretexto para lanzar una resistencia que terminó convirtiéndose en un ataque directo contra la Iglesia: manifestaciones, la toma de la rectoría, el bloqueo al dictado de clases, destrozos y una huelga de profesores de casi un mes.
El 28 de noviembre el CONSUN anuló la terna que había mandado antes al Gran Canciller y nombró un rector interino, en un intento de última hora por mantener el control de la institución. Eso no impidió que, 48 horas después, Marques Cintra tomase posesión de su puesto en medio de protestas.
Días más tarde un juez de Sao Paulo ordenó el alejamiento preliminar de la funcionaria, como respuesta a un recurso legal interpuesto contra su designación por el Centro Académico el 22 de agosto. Así la disputa alcanzó los tribunales. El 19 de diciembre la rectora dejó su puesto, aunque temporalmente, porque el domingo 23 otro magistrado echó abajo la sentencia y ordenó su reinstalación.
Ese mismo día, en uno de los patios de la universidad, tuvo lugar un acto montado por la compañía Teatro Oficina. Una exhibición para “rechazar la injerencia de la Iglesia”, según sus organizadores. Dos personajes de aspecto siniestro se abalanzaron contra una cruz y cuestionaron a un muñeco vestido de blanco, como el Papa. Al final le cortaron la cabeza con una sierra eléctrica, en medio de aplausos.
Por lo pronto una de las primeras decisiones de la nueva rectora fue prohibir la realización de manifestaciones y eventos públicos en los campus sin autorización previa. ¿El objetivo? “No comprometer el desarrollo de las actividades lectivas y administrativas” en la universidad.

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Congregación para la Doctrina de la fe

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Gerhard Ludwig Müller

Por Andrés Beltramo Álvarez
La universidad “rebelde” del Perú permanecerá sin profesores de teología. Así lo determinó la Santa Sede, tras una reunión celebrada hace unos días en Roma. Un encuentro de alto nivel que echó por tierra el intento del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Ludwig Müller, de intervenir para favorecer a esa institución educativa en su conflicto con el Arzobispado de Lima y con El Vaticano. Un apoyo que ha sido tomado como un grave error del “guardián de la ortodoxia católica”.
La reunión interdicasterial fue convocada por el Secretario de Estado de la Sede Apostólica, Tarcisio Bertone. ¿El objetivo? Analizar la validez de una carta enviada por el propio Müller al arzobispo limeño, Juan Luis Cipriani Thorne, a fines de enero.
En la misiva, el prefecto solicitó al cardenal peruano explicaciones sobre su decisión de no renovar el permiso eclesiástico para dictar clases a todos los profesores del Departamento de Teología de la “anterior” Pontificia Universidad Católica del Perú (ex PUCP). Esa determinación, comunicada a las autoridades universitarias en diciembre, fue producto del decreto emitido por la Santa Sede en junio de 2012 que prohibió al claustro ostentar sus títulos de Pontificia y Católica.
Una sanción aplicada con el aval del Papa y que mantiene su plena vigencia jurídica por la contumaz negativa de la Asamblea Universitaria a reformar sus estatutos para adherir a la normatividad vaticana sobre las instituciones de educación superior católicas: la constitución apostólica “Ex Corde Ecclesiae”.
El prefecto alemán decidió actuar como consecuencia de una queja enviada a Roma por aquellos profesores a quienes se les revocó el mandato canónico para dictar clases. Ellos argumentaron que la revocatoria fue aplicada por “motivos doctrinales”. Müller tomó en cuenta su reclamo y ordenó -en su comunicación- que la universidad continúe dictando sus cursos de teología, en tanto la Santa Sede no resuelve el conflicto de fondo.
Pero la misiva estaba viciada de origen. Y, por lo tanto, fue considerada inválida por la interdicasterial. En primera instancia porque se trató de una iniciativa “personal” del prefecto, que no cumplió con los requisitos de consulta a los especialistas en el tema dentro del Congregación para la Doctrina de la Fe.
Además no fue enviada por los conductos institucionales de la nunciatura apostólica en Lima. En el Arzobispado de la capital peruana la recibieron como un simple fax. Y, lo más importante, la carta ignoró el Código de Derecho Canónico que confiere al obispo diocesano la autoridad para otorgar y revocar los permisos a los profesores de religión o ciencias eclesiásticas en su circunscripción eclesiástica.
El resultado del análisis ya fue comunicado a las partes en Perú vía valija diplomática. La carta de Gerhard Müller no tiene validez y se mantiene intacta la decisión del arzobispo Cipriani de no conceder los permisos para enseñar teología católica en la ex PUCP. Lo cual pone a la institución en serios aprietos para cubrir los cursos obligatorios de esa materia en el siguiente ciclo lectivo.
Por lo pronto las conclusiones de la reunión vaticana presidida por Bertone, todavía secretario de Estado, constituyeron un duro revés para el prefecto de la Doctrina de la Fe y, en la Curia Romana, abrieron la interrogante respecto a su idoneidad para ocupar un puesto de enorme poder que no permite improvisaciones ni errores, ni de forma ni de fondo.
Cardenal TongPrimer cardenal chino en un Cónclave
El arzobispo de Hong Kong, tierra de frontera y de enormes desafíos que tendrá que enfrentar el nuevo Pontífice.
Por Giacomo Galeazzi- Vatican Insider
El celeste imperio en la Capilla Sixtina. Por primera vez China tendrá voz en un Cónclave. En la elección pontificia que se llevará a cabo en marzo (aunque no se saben las fechas) participará el cardenal John Tong Hon.
El arzobispo de Hong Kong, de 73 años, representará a la Iglesia china entre los 117 “electores” que se reunirán en el Vaticano. «Es muy significativo el trabajo que desarrollaron en relación con China los Papas Wojtyla y Ratzinger», explicó a Vatican Insider el sinólogo padre Bernarde Cervellera, director de AsiaNews, la agencia del PIME. Los últimos dos Pontífices, subraya el padre Cervellera, «apostaron por tener cardenales chinos y pidieron la participación de los obispos chinos en los sínodos, pero no recibieron respuestas de Pekín».
El primer “conclavista” chino, observa el director de AsiaNews, «es un religioso muy preciado y confiable, desde el punto de vista de la fe, y es un incansable defensor de la libertad religiosa». Además, añade el padre Cervellera, «tiene una fuerte huella de tradición confuciana, por lo que es muy gentil y respetuoso del poder político». Pero, «con tono educado y sin perder la compostura, nunca deja de defender y de reafirmar las prerrogativas de la Iglesia». Fue justamente Joseph Ratzinger quien lo creó cardenal, recuerda Cervellera.
Así pues, la sucesión de Benedicto XVI será el momento en el que, en particular en las congregaciones generales que anteceden al Cónclave, China se convertirá en uno de los protagonistas del escenario eclesial. La difícil situación de los católicos chinos y los llamados a la defensa de la libertad religiosa (de los que Tong Hon es la voz más autorizada y combativa) serán uno de los puntos de reflexión incluso en las discusiones para elegir a un Pontífice.
«La situación actual en China –dijo cuando fue consagrado arzobispo- está muy lejos del ideal». En el celeste imperio sigue en pie la división entre la Iglesia patriótica, fiel al gobierno que pretende el poder para nombrar a los obispos, y la “subterránea”, fiel al Papa y a menudo sometida a persecuciones y violencia, a pesar de los esfuerzos que en los últimos años hizo el Papa Benedicto XVI para llegar a una solución concordada.
John Tong Hon nació en Hong Kong el 31 de julio de 1939 de padres no católicos, y fue el primero de tres hijos. Cuando tenía dos años, los japoneses invadieron Hong Kong y su familia se trasladó a Macan (pueblo natal de su madre). Al poco tiempo, para garantizar su seguridad, sus padres lo enviaron a la casa de su abuela paterna en la provincia de Guangdong, en la China Popular (lugar natal de su padre), donde residió hasta los seis años. Desde su regreso a Hong Kong, ha vivido en el seminario, donde ha enseñado Teología y Filosofía China, materia que estudió en la Universidad china de Roma. En 1979, el obispo (luego cardenal) Wu lo designó jefe del Centro de Estudios Espíritu Santo, el centro de investigación líder de la Iglesia católica en China, un cargo que aún mantiene. En 1992, el cardenal Wu lo nombró como uno de sus vicarios generales. Juan Pablo II le nombró obispo auxiliar de Hong Kong en diciembre de 1996. Después el Papa Benedicto XVI le nombró obispo coadjutor en enero del 2008, y obispo el 15 abril del 2009. En el consistorio de febrero del año pasado Benedicto XVI lo creó cardenal.
¿La presencia de un cardenal chino en el Cónclave influirá en las relaciones entre la Santa Sede y China? Según el portavoz del Vaticano, el Padre Federico Lombardi, no: «El cardenal Tong Hon vino a los Consistorios anteriores –explicó a los periodistas-, y se expresó con normalidad en el ámbito del Colegio cardenalicio, haciendo sus consideraciones con mucho cuidado. Es un cardenal que se inserta normalmente en la dinámica de la Iglesia y hará presente, si habrá una reflexión sobre los problemas de la Iglesia en el mundo, la dimensión asiática».
Según el padre Federico Lombardi, «es una riqueza, en el ámbito del Colegio cardenalicio, la experiencia de un asiático como él. Será bienvenido por parte de todos los cardenales, que escucharán con atención su aporte». Como sea, «el tema del Cónclave, y también el de las Congregaciones anteriores, no tiene que ver con relaciones diplomáticas ni con decisiones de carácter operativo específico en relación con un país u otro». El de Tong Hon será, pues, «un aporte importante, pero no creo –concluyó prudentemente Lombarda- que tenga una importancia específica sobre el estado de las relaciones con la República Popular China».
Ernst von FreybergErnst von Freyberg
Por José Ospina-Valencia
El Vaticano designó al abogado Ernst von Freyberg como presidente de su banco, un puesto vacante desde mayo pasado cuando el jefe anterior fue expulsado de la institución, duramente golpeada por escándalos financieros.
La designación para dirigir el Istituto per le Opere di Religione (IOR), como se llama realmente el banco del Vaticano, fue hecha por una comisión de cardenales y fue, según Radio Vaticano, aprobada por el Papa Benedicto XVI en la que probablemente sea una de sus últimas decisiones importantes antes de renunciar a fin de mes.
Magistrados italianos están investigando un supuesto lavado de dinero en el Instituto para las Obras de la Religión, acusaciones que la entidad ha rechazado, pero que se suman a una reputación de falta de transparencia financiera y décadas de escándalos.
Una declaración del Vaticano dijo que Freyberg, un católico devoto que pertenece a la orden de los Caballeros de Malta, una organización de caridad que tiene sus orígenes en la época de las Cruzadas, tiene “una vasta experiencia en temas financieros y en el proceso de regulación”.
¿Quién es Freyberg?
Ernst Conrad Rudolf von Freyberg-Eisenberg-Allmendingen, cuyo nombre viene de la nobleza del Estado alemán de Baden-Württenberg, nació el 26 de octubre de 1958 en Ginebra y tiene la ciudadanía alemana.
Freyberg es presidente del astillero Blohm+Voss, con sede en Hamburgo, y pertenece a la junta asesora de la agencia de empleo temporario Manpower GmbH y de la firma de administración de activos Flossbach von Storch AG. Aparte de los cargos que conservará, Freyberg trabajará en el IOR tres días a la semana, según la versión online de la revista Spiegel.
En mayo, la junta del banco aprobó por unanimidad un voto de censura contra el italiano Ettore Gotti Tedeschi, en ese momento el presidente de la entidad, acusándolo de abandonar sus responsabilidades básicas de gestión.
La inusualmente abrupta destitución, junto con el arresto del mayordomo del Papa por robar documentos papales confidenciales, fue el punto culminante de un escándalo de filtración que sacudió al Vaticano y afectó al papado de Benedicto XVI.
El banco del Vaticano ha luchado por sacudirse una reputación de escasa transparencia financiera que se remonta a 1982, cuando Roberto Calvi, un italiano conocido como “el banquero de Dios” por sus lazos con el Vaticano, fue hallado ahorcado bajo el puente de Blackfriars de Londres.
En julio, una comisión europea dijo que el banco del Vaticano no logró cumplir todos sus estándares en la lucha contra el lavado de dinero, evasión de impuestos y otros delitos financieros. El Vaticano aprobó nueve de dieciséis aspectos “claves y esenciales” en sus operaciones financieras y está estableciendo cambios para cumplir las recomendaciones en otras áreas.
El Papa solicitó ayuda de expertos
Pero el reporte detectó importantes fallas en la administración del banco y llamó a hacer cambios. Magistrados en Roma que investigaban actividades de lavado de dinero congelaron 23 millones de euros (33 millones de dólares) que IOR mantenía en un banco italiano en el 2010.
El Vaticano dijo en ese momento que el banco no había hecho nada malo y que sólo estaba transfiriendo fondos propios entre sus cuentas en Italia y Alemania. El dinero fue liberado en junio del 2011 pero la investigación continúa.
Benedicto XVI ha abogado por más transparencia y llegó a pedir la ayuda del Consejo de Europa para la realización de operaciones control. El banco del Vaticano tiene un capital calculado en cuatro mil millones de euros y administra alrededor de 33,400 cuentas.
PedroOración
Por James Martin SJ
Señor, a veces me siento frustrado con tu Iglesia.
Yo sé que no estoy solo. Mucha gente que ama tu Iglesia se siente frustrada con el Cuerpo de Cristo en la tierra. Sacerdotes y diáconos, hermanos y hermanas están frustrados también. Y estoy seguro de que incluso Obispos y Papas pueden sentirse frustrados. Nuestra preocupación se acrecienta y también nuestra molestia y hasta la amargura y a veces nos escandalizamos porque tu Institución Divina, que es nuestra casa, está llena de seres humanos que son pecadores, al igual que yo.
Pero sobre todo me siento frustrado cuando veo que hay cosas que deben cambiar y no tengo el poder para cambiarlas.
Es por eso Dios que necesito tu ayuda.
Ayúdame a recordar que Jesús prometió que estaría con nosotros hasta el final de los tiempos, y que tu Iglesia es siempre guiada por el Espíritu Santo, incluso si es difícil para mí poder reconocerlo. A veces el cambio se produce de improvisto y el Espíritu nos sorprende, pero generalmente en la Iglesia esto ocurre lentamente, a tu ritmo y no al mío. Ayúdame a caer en la cuenta que las semillas que yo planto con amor en la tierra de tu Iglesia algún día producirán fruto. Para ello dame paciencia.
Ayúdame a entender que nunca hubo un tiempo en el que no hubiesen peleas y disputas al interior de tu Iglesia. Los debates ya se daban en la época de Pedro y Pablo. Y nunca hubo un tiempo en el que no hubiese pecado entre los miembros de tu Iglesia. Ese pecado va desde Pedro negando a Jesús durante su Pasión ¿Por qué la Iglesia de hoy tendría que ser diferente de la que fue cuando Jesús estaba sobre la tierra? Dame entonces sabiduría.
Ayúdame a confiar en la Resurrección. Jesús resucitado nos recuerda que siempre hay esperanza de algo nuevo. La muerte no tiene la última palabra sobre nosotros. Tampoco la desesperanza. Ayúdame a recordar que cuando Cristo resucitado se apareció a sus discípulos, él portaba las heridas de la crucifixión. Como Cristo, la Iglesia también está herida, pero siempre es la portadora de la gracia. Dame entonces esperanza.
Ayúdame a creer que tu Espíritu puede hacerlo todo: suscitar santos cuando más los necesitamos, suavizar corazones cuando parecen endurecidos, abrir mentes cuando parecen cerradas, inspirar seguridad cuando todo parece perdido, ayúdanos a hacer lo que parecía imposible de hacerse hasta que finalmente se hizo. Este es el mismo Espíritu que convirtió a Pablo, que inspiró a Agustín, que llamó a Francisco de Asís, que empujó a Catalina de Siena, que consoló a Ignacio de Loyola, que confortó a Teresa de Lisieux, que avivó a Juan XXIII, que acompañó a Teresa de Calcuta, que fortaleció a Dorothy Day, que le dio coraje a Juan Pablo II. Es el mismo Espíritu que camina con nosotros hoy, y tu Espíritu no ha perdido su poder. Dame entonces fe.
Ayúdame a recordar a todos tus santos. La mayoría de ellos la pasó peor de lo que yo lo paso. Ellos también estaban frustrados con tu Iglesia en sus tiempos, sufrieron con ello e incluso fueron perseguidos. Juana de Arco fue quemada por las autoridades de la Iglesia. Ignacio de Loyola fue puesto en la cárcel por la Inquisición. Mary MacKillop fue excomulgada. Si ellos pueden confiar en tu Iglesia en medio de estas dificultades, yo también puedo. Dame valentía.
Ayúdame a tener calma cuando la gente me dice que yo no pertenezco a la Iglesia, que soy un hereje por tratar de hacer las cosas mejor, o que no soy un buen católico. Yo sé que fui bautizado. Señor, tú me llamaste por mi nombre para estar en tu Iglesia. Mientras que respire, ayúdame a recordar cómo las aguas del bautismo me acogieron en tu santa familia de pecadores y santos. Deja que la voz que me atrajo hacia tu Iglesia sea lo que yo escuche cuando otras voces me digan que no soy bienvenido en la Iglesia. Dame paz.
Sobre todo, ayúdame a colocar toda mi esperanza en tu Hijo. Mi fe está en Jesucristo. Dame solo su amor y su gracia, que eso me basta.
Ayúdame Dios y ayuda a tu Iglesia. Amén.

Homilía del Miércoles de Ceniza

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Benedicto XVI
Por Giacomo Galeazzi
Basta de individualismo. Las divisiones afectan el rostro de la Iglesia «basta de rivalidades». Joseph Ratzinger pidió que Pedro interceda en este momento difícil de la Iglesia.
El Papa exhorta a vivir la Cuaresma como un tiempo de “reflexión”, sobre cómo el rostro de la Iglesia es a veces enturbiado por «culpas en contra de la unidad de la Iglesia y divisiones del cuerpo eclesial». Superar «individualismos y rivalidades» puede ser un signo «humilde y precioso para los que están lejos de la fe». Su modelo es Jesús, que «denunció la hipocresía religiosa y a los que buscan el aplauso».
La última misa pública de Benedicto XVI es un testamento de fe. «También en nuestros días, muchos están listos para rasgarse los vestidos frente a los escándalos y las injusticias, naturalmente cometidos por otros, pero muchos están listos para actuar en el propio corazón, en la propia consciencia y en las propias intenciones, dejando que el Señor transforme, renueve y convierta». Es una fuerte denuncia la que caracterizó esta última homilía de Benedicto XVI en una celebración pública.
El Miércoles de Ceniza, que inaugura la Cuaresma, representan el «momento propicio» para agradecer y para pedir al príncipe de los Apóstoles, San Pedro, «su intercesión por el camino de la Iglesia en este particular momento, renovando nuestra fe en el Pastor Supremo, Cristo nuestro Señor».
Este es el sentido de las palabras de Benedicto XVI, que comenzó su homilía de esta tarde en la Basílica vaticana llena de fieles. El Papa hizo una referencia explícita a su decisión de dejar el Trono de Pedro. «Siguiendo la antigua tradición romana de las ‘stationes quaresimali’, nos hemos reunido para la Celebración de la Eucaristía. Tal tradición –recordó el Pontífice dirigiéndose a los fieles– prevé que la primera “statio” se lleve a cabo en la Basílica de Santa Sabina en el Aventino. Las circunstancias –indicó– nos sugirieron que nos reuniéramos en la Basílica Vaticana. Esta tarde somos muchos alrededor de la tumba del Apóstol Pedro también para pedir su intercesión por el camino de la Iglesia en este particular momento».
Para mí, indicó el Papa Ratzinger, también es una ocasión para «agradecer a todos, especialmente a los fieles de la diócesis de Roma, mientras me preparo para concluir el ministerio petrino, y para pedir un particular recuerdo en la oración».
Papa emérito
Por Andrea Tornielli
“Estoy contento de que Benedicto XVI permanezca en Roma, lo queremos mucho, lo tendremos cerca…” Callejón del Farinone en Borgo Pío, al día siguiente del anuncio sorpresivo de la renuncia del papa. El cardenal Angelo Bagnasco, presidente de los obispos italianos, sale de una pequeña tienda de artículos religiosos y responde a la pregunta sobre el peso en la vida de la Iglesia de la inédita figura del “Papa emérito”. Se nota un afecto conmovido hacia Ratzinger.
A 24 horas del anuncio de la renuncia, comienzan a surgir muchas preguntas que por el momento quedarán sin respuesta. Problemas que nunca habían surgido. ¿Cómo se va a llamar el “Papa emérito”? No hay nada dicho. Lo que queda claro es que no podrá seguir usando el nombre de Benedicto XVI, vinculado con el ministerio de obispo de Roma, pues dejará oficialmente su puesto el 28 de febrero por la noche. El ex Pontífice volverá a usar el nombre de Joseph Ratzinger. Aunque después de su muerte, en el Anuario Pontificio y en su lápida, se usará su nombre papal, con las fechas del Pontificado, cuyo fin (por primera vez en muchos siglos) no coincidirá con el fin de su vida terrenal.
¿Ratzinger volverá a ser cardenal? Los expertos canonistas de la Santa Sede también están estudiando esta cuestión. Cuando será la elección, el Papa saldrá del Colegio cardenalicio, por lo que, al menos en teoría, ya no sería miembro con derechos en el Colegio de los purpurados. Evidentemente, si el sucesor lo vuelve a nombrar cardenal, podría volver a formar parte de él. Entonces, ¿cuál va a ser el título de Ratzinger? “Papa emérito” no, sino, probablemente, “obispo emérito de Roma”. Aunque deje de ser el papa, seguirá siendo obispo pues recibió la consagración en 1977 y en el futuro podría volver a usar el hábito negro o violeta de los obispos.
El 28 de febrero por la noche, cuando la renuncia se haga oficial, la Sede apostólica quedará vacante. Y se llevarán a cabo algunas cuestiones que, normalmente, están previstas en caso de la muerte del Papa, empezando por la destrucción del anillo usado para sellar las actar oficiales. En cuanto a la nueva “casa”, la remodelación del convento de clausura dentro del Vaticano empezó hace poco más de un mes. No se indicó el motivo, pero es evidente que Benedicto XVI indicó con anticipación su acomodo en el Vaticano, después del breve periodo que pasará en Castel Gandolfo. Las cuatro “memores Domini”, las laicas de Comunión y Liberación que hoy cuidan a Ratzinger, lo acompañarán a la nueva casa, así como su hermano y su secretario, el neoarzobispo Georg Gänswein (que estará a su lado inicialmente, aunque se deba ocupar de la Casa Pontificia y por lo tanto, del nuevo Papa).
Todos parecen expresar su afecto por el viejo Pontífice que presentó su renuncia y que permanecerá en el Vaticano. Pero muchos se preguntan si seguirá teniendo influencia el “obispo emérito de Roma”, sobre todo por su carácter intelectual y viviendo a poca distancia de su sucesor. ¿El nuevo Papa se sentirá libre de tomar decisiones que vayan en el sentido opuesto de las decisiones ratzingerianas? Lo que se da por descontado es que Ratzinger será muy discreto. El calmo teólogo bávaro, profesor por vocación y pastor por obediencia, siempre lo ha sido. Pero, ¿saldrá, recibirá visitas, hará declaraciones? ¿Seguirá escribiendo libros y publicando reflexiones teológicas? Tal vez llevará a cabo, con otra forma, la anunciada encíclica sobre la fe, cuya publicación, de ser completada, no llevará la firma de Benedicto XVI.
En el Vaticano se susurra que Ratzinger habría querido renunciar inmediatamente y dejar el Pontificado, pero que e aconsejaron dar un anuncio anticipando la renuncia oficial para dejar que la máquina curial absorviera el golpe y para evitar una parálisis inmediata. De esta forma, al menos por casi tres semanas, la vida de la Curia seguirá su curso: la comisión del Ior será renovada, con la salida del escenario del cardenal Attilio Nicora, y será nombrado el nuevo presidente del banco vaticano, porque finalmente se ha llegado a un acuerdo. Serán los últimos nombramientos de la época Ratzinger.
No soy digno
Por Giacomo Galeazzi
“Es un trabajo implacable, no soy adecuado”, indicó el salesiano Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga. La decisión del Papa Benedicto XVI empieza a tener seguidores. Y así, por el Sacro Colegio se contagia la “fuga”. Pero, aparentemente, no es una novedad.
En el manual de buenas costumbres del conclavista, de hecho, definirse “no candidato” corresponde a una prudencia secular, una “pretáctica” madurada en los Palacios Sacros. Los tonos afelpados y el carácter de servicio de los encargos eclesiásticos de la Ciudad Eterna se manifiestan con declaraciones antipersonales. Incluso porque, como indica la sabiduría popular, “el que entra Papa a la Sixtina, sale cardenal”, como le pasó tres veces al súper favorito Giuseppe Siri. Entre más se ambiciona una meta, hay que ser mucho más cauto al dar cada paso, sin revelar las ambiciones o los proyectos en mente. Pero esta vez hay un factor novedoso que cambia el lenguaje y el contenido de los encuentros formales pre-Cónclave. Es decir, un Pontífice que renuncia porque sus fuerzas ya no son las mejores para ejercer “de forma adecuada el ministerio petrino”.
El efecto-emulación es inmediato entre los cardenales que podrían ser elegidos como su sucesor. “Yo no me siento apto” para ser Papa, porque “es un trabajo implacable, sin descanso, en el que no se tiene tiepo para sí mismo, porque todo se concentra en el bien de la Iglesia”. Da un paso hacia atrás el cardenal hondureño Rodríguez Maradiaga que, como en 2005, es una de las figuras de la lista de los “papables”.
El “modelo Ratzinger” de la humilde resolución ante la titánica tarea de guiar el timón de la barca de Pedro se vuelve un gesto automático en la hipótesis de una posible candidatura a la sucesión. Rodríguez Maradiaga se explica mejor: “Es una cosa que nadie puede desear humanamente, es algo que viene de la voluntad de Dios, que se expresa a través de la decisión del Colegio de los cardenales, por lo que solo aspirar a ella te descalifica”. También el cardenal chileno, Francisco Javier Errázuriz excluye su candidatura, subrayando que “es otro el camino que tengo ante mí”. El presidente de los obispos italianos, Angelo Bagnasco, también considerado “papable” entre sus compatriotas, advierte: “No hacemos caso de las hipótesis, los pronósticos, las conjeturas que se harán en estos días. Rezamos, con la mirada fija en Jesús, para que la Iglesia siga su historia de fidelidad a Cristo y al hombre”.
Desde siempre, la expresión “no soy digno” es el leitmotiv de todos los que compiten en la elección del nuevo Pontífice. “Non sum dignus”, o bien “mis hombros son demasiado débiles para sostener el peso de la Iglesia universal”. Diferentes formas de un mismo discurso. Incluso para los puestos en la Curia es una práctica común definirse públicamente “poco adecuado” ante los rumores de un inminente nombramiento. El célebre diplomático pontificio Domenico Tardini, que habría sido Secretario de Estado de Juan XXIII, llegó incluso a parodiar la hipótesis, en realidad siempre deseada, de recibir la púrpura cardenalicia. De la misma manera, incluso el líder de la Iglesia estadounidense, el arzobispo de Nueva York Timothy M. Dolan, se excluye de entre los “papables”: “Es muy improbable que yo sea tomado en consideración”.
Cónclave
Por Marco Tosatti
Antes del 20 de marzo, probablemente cerca del 15 de marzo, las puertas de la Capilla Sixtina se abrirán y los 117 cardenales electores se reunirán en Cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI. Un Papa que sigue vivo y que estará a poca distancia física pero lejanísimo del colegio que nombrará a su sucesor. Estos deberían ser los tiempos de la elección, por lo menos según lo que prevé la Constitución Apostólica de Juan Pablo II «Universi Dominici Gregis», de 1996, que regula la sucesión papal.
El artículo 37 de esta constitución dice que a partir de que la Sede apostólica quede vacante legítimamente (el próximo 28 de febrero a partir de las 20.00 hrs.), los cardenales electores presentes deberán esperar 15 días para que lleguen los ausentes; el Colegio Cardenalicio, además, tendrá la facultad de modificar los tiempos para que comience la elección, solo por motivos extremadamente graves. Máximo pueden pasar 20 días a partir de que comienza la situación de la Sede Vacante, y todos los cardenales electores deben participar en la elección. Mientras tanto, todos los líderes de los dicasterios tendrán que dejar sus cargos, el gobierno es asumido por el Colegio Cardenalicio y se hacen indispensables las figuras del Camerlengo y del Sustituto de la Secretaría de Estado, que garantiza la continuidad del gobierno.
Será un Cónclave muy particular, sobre todo porque faltará la clásica sucesión emotiva (la muerte del Papa, el luto, la espera y al final la alegría por la nueva elección), que siempre ha dejado una huella muy importante en este evento. Como sucedió con la elección de Benedicto XVI, los cardenales “vivirán” esos días en Santa Marta, dentro de los muros del Vaticano.
El día establecido para que comience el Cónclave, todos los cardenales se reunirán en la Basílica de San Pedro en donde se celebrará la Misa Pro eligendo Romano Pontifice, presidida por el Decano del Colegio Cadrenalicio, Angelo Sodano. Por la tarde, los cardenales electores se dirigirán en procesión, cantando el Veni Creator, desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, en donde se encuentra toda la infraestructura para la votación en el coro. Este espacio ha sido restructurado recientemente, incluso con modernidades electrónicas, y se instaló una estufa en la que serán quemadas las boletas y los apuntes de los electores. Desde la chimenea de la Sixtina saldrá el humo, negro después de cada una de las votaciones sin éxito; blanco cuando sea alcanzado el quórum previsto de dos tercios de los votos.
Sin embargo, si después de varios escrutinios no se llega a este resultado, se puede hacer una especie de reducción de los candidatos que considera a los dos más votados; en este caso antes se requería la mayoría absoluta, condición suficiente para la elección. Pero Benedicto modificó esta norma y restableció el principio de los dos tercios. Así pues, la innovación de la mayoría absoluta en caso de un Cónclave difícil fue abrogada.
Siguen vigentes, en cambio, las reglas relacionadas con el voto: « Se procederá a la elección inmediatamente después de que se hayan cumplido las formalidades contenidas en el n. 54 de la presente Constitución. Si eso sucede ya en la tarde del primer día, se tendrá un solo escrutinio; en los días sucesivos si la elección no ha tenido lugar en el primer escrutinio, se deben realizar dos votaciones tanto en la mañana como en la tarde, comenzando siempre las operaciones de voto a la hora ya previamente establecida bien en las Congregaciones preparatorias, bien durante el periodo de la elección, según las modalidades establecidas en los números 64 y siguientes de la presente Constitución».
Se distribuyen las boletas y se extraen a suertes tres escrutadores: « Los Escrutadores se sientan en una mesa colocada delante del altar; el primero de ellos toma una papeleta, la abre, observa el nombre del elegido y la pasa al segundo Escrutador quien, comprobado a su vez el nombre del elegido, la pasa al tercero, el cual la lee en voz alta e inteligible, de manera que todos los electores presentes puedan anotar el voto en una hoja. El mismo Escrutador anota el nombre leído en la papeleta».
«En el caso de que los Cardenales electores encontrasen dificultades para ponerse de acuerdo sobre la persona a elegir, entonces, después de tres días de escrutinios sin resultado positivo, según la forma descrita en los números 62 y siguientes, éstos se suspenden al máximo por un día, para una pausa de oración, de libre coloquio entre los votantes y de una breve exhortación espiritual hecha por el primer Cardenal del Orden de los Diáconos». Y este mecanismo se repite hasta el final de la elección.
IOR tendrá nuevo presidente
Por Andrea Tornielli
Fuentes muy autorizadas tanto del Vaticano como italianas confirmaron que el cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, durante la entrevista con la delegación italiana en la Embajada de Italia ante la Santa Sede en la tradicional conmemoración de los Pactos Lateranenses, anunció que dentro de pocos días será nombrado el nuevo presidente del IOR. Puesto vacante, como se recordará, desde mayo de 2012, después del clamoroso despido de Ettore Gotti Tedeschi, nombrado menos de tres años antes. Un despido que fue acompañado con la demolición de su figura humana y profesional sin precedentes en la historia reciente de la Santa Sede.
Así, antes de que se haga oficial el inicio de la sede vacante (la fatídica noche del 28 de febrero, cuando Benedicto XVI renunciará oficialmente a su Pontificado y dejará el Trono de Pedro) habrá algunos nombramientos y entre ellos destaca, sobre todo, el del nuevo presidente del banco vaticano. Claro, se puede considerar como una señal positiva el hecho de que después de tantos meses de discusión y del proceso de selección tan atento para elegir a los candidatos, finalmente se cuente con el perfil del nuevo jefe del IOR, que, por lo que parece, no será italiano (tal vez belga o alemán).
Pero no hay duda de que el anuncio del nombramiento no podía llegar en un peor momento. Los fieles de todo el mundo están sin respiro por el gesto de Benedicto XVI, aunque comprendan sus razones, mismas que el Pontífice explicó en su breve e histórico discurso del lunes por la mañana. Se reúnen con afecto alrededor del Papa que se va, rezan por el Papa que vendrá. Los cardenales se preguntan quién será su sucesor, como es natural, después de la sorpresa de Benedicto XVI.
Sin embargo, en estas importantes y en cierto sentido dramáticas semanas, en las que la Iglesia católica debe afrontar la situación de un Papa que será “emérito”, la máquina curial procede con normalidad, a pesar de la evidente desorientación que reina incluso dentro del Vaticano.
Es cierto, se puede decir que el Papa lo seguirá siendo hasta el 28 de febrero, porque su renuncia todavía no es oficial; es normal que sea así. Claro. Pero es mucho más que legítimo preguntarse si verdaderamente el anuncio del nuevo presidente del IOR era tan urgente, tan indispensable como para llegar después del anuncio “shock” de la renuncia papal.
Cualquier comparación con el pasado puede ser banal, pero hay algunos que recuerdan la avalancha de nombramientos episcopales y de nuevos nuncios anunciados por la Santa Sede durante la agonía de Juan Pablo II. Entre los nombramientos estaba el del nuevo arzobispo de Managua, con la que el cardenal Miguel Obando Bravo se convirtió en “emérito” poco antes del Cónclave. En ese entonces se dijo que en realidad se trataba de nombramientos decididos con anticipación y que solo debían ser anunciados. ¿El nombramiento del nuevo presidente del IOR entra en esta categoría? Tal vez sí. Pero lo que sorprende es que un Pontificado como el de Benedicto XVI termine con un nombramiento (que, además, no es papal, sino que se da con las indicaciones de los cardenales) como el del nuevo presidente del banco vaticano.
Un instituto que se encuentra en el ojo del huracán debido a diferentes escándalos verdaderos y muchos de ellos falsos, pero que, como sea, no ha tenido buena prensa. La Secretaría de Estado, siguiendo indicaciones del Papa, ha trabajado mucho durante los últimos años por la transparencia, como demuestra todo el trabajo certificado por Moneyval. Un instituto que tiene todo el derecho de tener un nuevo presidente. Pero, ¿era tan indispensable nombrarlo después del anuncio de la renuncia del Papa? ¿Qué habría cambiado si hubiera llegado dentro de un mes?

Fuente: Vatican Insider. Sigue leyendo

Myanmar

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Arzobispo Charles Maug Bo
La peregrinación de más de 70 mil fieles católicos y no católicos, al Santuario mariano de Nyaunglebin (el más famoso de Myanmar), en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, ha sido una ocasión para confiar a la Virgen María el delicado y crucial tema de la pacificación del país; como ha comunicado a la Agencia Fides el Arzobispo de Yangon, Monseñor Charles Maug Bo, en la Santa Misa de conclusión de la novena solemne que ha caracterizado la celebración de la fiesta mariana, el 11 de febrero en el Santuario. En los días previos al evento, más de 70 mil peregrinos llegados de todas partes del país se han congregado en el lugar, ofreciendo misas, oraciones y rosarios. El Arzobispo, hablando a la multitud, ha recordado la fidelidad de María y la fidelidad de Dios Padre, que “mantiene las promesas a su pueblo”. Por ello, en referencia a la actualidad que vive Myanmar, Monseñor Bo ha puesto énfasis en el conflicto en curso en el país entre el ejército gubernamental y los rebeldes kachin. “Desde 1948, año de la independencia – ha dicho -, no ha habido un año sin guerra. Debemos aprender que la guerra no solo no resuelve los problemas, sino que aumenta el odio y la destrucción”. Por ello, ha continuado, “tenemos que discutir, negociar y encontrar los medios para lograr una solución pacífica”, enumerando las trágicas consecuencias del conflicto en curso, “cadáveres, refugiados, falta de alimentos y seguridad, falta de educación y mayor sufrimiento de los niños y las mujeres”. Es tiempo para “sentarse en una mesa, hablar, escuchar, construir la confianza”, ha exhortado el Arzobispo, diciendo que “los que tienen más poder, tienen más responsabilidad” y lanzando un llamamiento a las partes en conflicto para que realicen un alto el fuego inmediato. Por último, Monseñor Bo ha recordado que “si queremos cambiar nuestra sociedad, nuestro país y nuestro mundo, debemos empezar por cambiar nosotros mismos”.
Fuente: Agencia FIDES.

Xuereb SJ

Monseñor Alfred Xuereb SJ
“Desde la nube oscura, descienden luego para ti brillantes gotas de cristal”. Sabiduría antigua la del pueblo maltés, acostumbrado a leer signos de esperanza también en las dificultades. Sucedió con el naufragio de san Pablo, transformado en ocasión providencial para la evangelización del pequeño archipiélago; y de algún modo sucedió de nuevo con el viaje realizado por Benedicto XVI el 17 y el 18 de abril pasados, para celebrar los 1950 años de la llegada del Apóstol a la isla. Palabra de quien conoce bien tanto a Malta – donde nació cincuenta y un años atrás y donde fue ordenado sacerdote en 1984 – como al Pontífice, de quien es secretario particular. Y desde esta óptica privilegiada, monseñor Alfred Xuereb SJ ofrece a nuestro periódico una relectura de la visita del Papa. Una visita abierta bajo la “nube oscura” provocada por el volcán islandés, que paralizó los cielos de media Europa, y bajo la de los ataques mediáticos a la Iglesia por algunos casos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero. Pero que se ha concluido con las “gotas de cristal” de un éxito que ha ido más allá de las previsiones más optimistas. Discreto y reservado, como exige el cargo que ocupa desde septiembre de 2007, en esta entrevista monseñor Xuereb cuenta el “detrás de escena” del decimocuarto viaje internacional de Benedicto XVI.
En la audiencia general del miércoles 21 de abril, el Papa comparó la acogida recibida en Malta con la experimentada 1950 años antes por San Pablo después del naufragio. Usted, que lo acompañó de cerca, ¿puede contarnos como ha sido?
La calurosa hospitalidad que San Pablo recibió de los habitantes de la isla está documentada por el capítulo 28 de los Hechos de los Apóstoles. En los primeros dos versículos se narra que, “una vez a salvo”, Pablo y los suyos se enteraron que “la isla se llamaba Malta” y que “sus habitantes” trataron a los recién llegados “con rara humanidad”. Esta bellísima expresión es muy querida por los malteses. Y tal vez el texto en alemán de los Hechos lo hace todavía más elocuente cuando explica que los malteses demostraron una amistad y una cordialidad no comunes, recibiéndolos con: ungewönliche freundlichkeit. Sabemos que Pablo había hecho junto a Lucas muchísimos viajes, durante los cuales habían experimentado varias veces la acogida de las poblaciones visitadas. Pero en Malta debe haber sido de tal modo especial que los impulsó a dejar por escrito un testimonio de aquella experiencia. Por lo que he podido constatar personalmente, pienso que tranquilamente se puede afirmar que una cordialidad similar se ha reservado al Pontífice: comenzando por las palabras de bienvenida que le dirigió el presidente de la República, el señor George Abela, hasta el canto de los cinco mil niños que en la plaza frente al palacio presidencial en La Valeta le han deseado un feliz cumpleaños en maltés, en inglés y en alemán.
¿Benedicto XVI se esperaba todo esto? Y usted, personalmente, dado que conoce bien a sus compatriotas, ¿era optimista al respecto?
El Papa habló varias veces en privado de este bello encuentro con la población de Malta: de la multitud entusiasta que lo hizo feliz, sorprendiéndolo con tanta cordialidad. Yo tenía confianza en el éxito del viaje porque conocía el gran esfuerzo organizativo que hubo tanto aquí, en el Vaticano, por parte de las oficinas competentes bajo la atenta guía de la Secretaría de Estado, como en Malta, por parte de la Iglesia y del Gobierno. La nunciatura apostólica en Malta ha coordinado todo con particular cuidado, afrontando y resolviendo los diversos problemas a medida que surgían. Personalmente debo admitir, sin embargo, que estaba temeroso de que los ataques mediáticos lanzados injustamente contra la persona del Papa pudieran, de algún modo, oscurecer su mensaje. Viviendo en una era tecnológica, mi preocupación era también que la población maltesa prefiriera la comodidad de la casa y seguir los acontecimientos por televisión, en lugar de salir a las calles para recibirlo. En cambio, desde este punto de vista, el viaje fue un gran éxito porque ha estado la reacción contraria: a lo largo del trayecto del papamóvil, no había una calle que no estuviese llena de hombres, mujeres, jóvenes y niños en fiesta; todos agitaban banderines con los colores del Vaticano y de la República de Malta; las bandas musicales sonabas en las plazas frente a las cerca de cuarenta iglesias encontradas a lo largo del camino. Diversas parroquias han expuesto la estatua del santo patrono, como expresión de bienvenida, invocando la bendición del Pontífice.
Usted ha sido uno de los poquísimos testigos del encuentro del Papa con las víctimas de abusos. ¿Puede describirnos el ambiente?
Fue un momento muy conmovedor y de especial gracia. En la capilla de la nunciatura, primero el obispo de Gozo, monseñor Mario Grech, introdujo el encuentro con una breve oración en un clima de gran recogimiento que me llevó con el pensamiento a la experiencia de Pentecostés, cuando el Espíritu descendió sobre los apóstoles reunidos, junto a María, en el Cenáculo. Sobre todo, se destacó la singular paternidad de Benedicto XVI. Basta pensar que el portavoz de las víctimas refirió así a los periodistas que lo han entrevistado: “Cuando me encontré con el Papa, me di cuenta que tenía frente a mí a una persona muy distinta de la que se describe en los medios”. Y quedó impresionado por el hecho de que el Papa estaba visiblemente conmovido y sinceramente apenado por lo ocurrido. Benedicto XVI apreció también su coraje en denunciar a quienes cometieron los abusos. Además, las víctimas quedaron conmovidas por el hecho de que el Papa tomó sus manos entre las suyas. Ese momento me recuerda el gesto misericordioso de Jesús que tocaba y sanaba. También en este caso hemos tenido una sanación, tal vez no física, pero seguramente espiritual y psicológica. Tal es así que uno de ellos afirmó: “Ahora ya es para mí un capítulo cerrado. Ahora puedo recomenzar con confianza renovada en la Iglesia y en los miembros de la Iglesia que son fieles a su ministerio sacerdotal”. El encuentro duró cerca de media hora pero los presentes tuvieron la sensación de que, si hubieran hablado más, el Papa los habría escuchado todo el tiempo. Y esto, a pesar de que estaba cansado y con bastante retraso en el programa previsto. Por eso, cuando se despidió, los presentes nos pidieron varias veces, con insistencia, que ofreciéramos al Papa su vivo agradecimiento. Y se leía en sus rostros mucha emoción. Quisiera agregar que este encuentro fue bien preparado por los obispos de Malta y por sus colaboradores. El arzobispo, monseñor Paul Cremona, ya se había encontrado con las víctimas en su residencia particular. Ese encuentro duró más de dos horas, en un clima de particular emoción.
Más allá del protocolo y de los discursos oficiales, ¿puede subrayar algún detalle de la visita del Papa?
Varias veces, antes del viaje a Malta, Benedicto XVI había expresado el deseo de visitar un sitio paulino. Por eso, cuando estando solo, de rodillas, pudo rezar en el lugar que fue la morada del Apóstol durante los tres meses de su estancia en Malta, es como si hubiese podido sumergirse en esa realidad y encontrar personalmente al gran evangelizador de los gentiles. Es como si hubiera podido tocar con la mano al apóstol que conoció a través de sus cartas.
Y luego, el domingo, estuvo la Misa en Floriana.
Ha sido el corazón de la peregrinación. Pienso que, durante la celebración de la Eucaristía, el Papa pudo percibir la fe madura de los presentes, expresada a través de una devoción sincera, que no era sólo exterior: los cincuenta mil presentes en la plaza de los Graneros han escuchado sus palabras con atención y han participado con conciencia en la liturgia eucarística. Durante la acción de gracias después de la Comunión, había tal silencio que podía sentirse el canto de los pájaros en los árboles de alrededor. Desde esta experiencia de una Iglesia viva que celebra la victoria del Señor Resucitado sobre el pecado y sobre la muerte, el pueblo de Malta ha vuelto a partir fortalecido en la fe.
¿Todo lo contrario del ruido ensordecedor de los jóvenes en el puerto de La Valletta?
Sí, se sabe, los jóvenes son así. Pero era evidente que se trataba de una alegría interior. Tanto durante la navegación en catamarán como en el puerto donde estaba instalado el escenario, Benedicto XVI experimentó la frescura de esta Iglesia que sigue creciendo sobre todo gracias a las nuevas generaciones que quieren conocer a Cristo. Esto se refleja también en las comunidades parroquiales, donde los jóvenes participan activamente en las celebraciones y en los encuentros de formación. Muchos turistas al regresar de Malta se muestran maravillados de que, mientras en muchas iglesias de Europa se ven en su mayoría personas ancianas, en las parroquias del archipiélago es normal encontrar muchos muchachos y muchachas.
Los malteses parecen tener una original mezcla entre rigor británico y luminosidad mediterránea. ¿Se reconoce en esta definición?
Me parece que los malteses están hechos de otra pasta. A pesar de un siglo y medio de dominación por parte del imperio británico, los malteses no hemos aprendido mucho a observar la puntualidad, ni la precisión típica de los ingleses; al contrario, somos ruidosos y mucho más espontáneos, por no decir también poco cuidadosos de la formalidad y del protocolo. Pero, por otro lado, como dice usted, somos un pueblo solar. Y esto lo han notado también algunos de los miembros del séquito papal apreciando la frescura de los rostros y el calor sincero.
Usted es uno de los muchísimos sacerdotes malteses que viven lejos de la patria.
Desde que tengo el privilegio de vivir en el apartamento pontificio, varias veces Benedicto XVI ha mostrado su sorpresa y su satisfacción al constatar cómo muchos sacerdotes y muchas religiosas malteses están presentes en diversas partes del mundo. Se lo refieren, sobre todo, los obispos en visita ad limina. Este hecho, sin embargo, no es sólo una cuestión de generosidad por parte nuestra de la que evidentemente estamos orgullosos, sino que tiene también un impacto positivo en la comunidad eclesial local. Ella ha seguido siendo una Iglesia viva porque es misionera: cuando estos misioneros visitan a sus familiares en Malta, organizan Misas o encuentros en los que cuentan sus experiencias. Y la población se siente involucrada en la pastoral misionera: no se limita a recoger dinero y alimemtos para luego enviarlos a quien tiene necesidad a través de “su” misionero, sino que sigue los proyectos, se dirige a los lugares para dar una mano. Precisamente durante el viaje del Papa he descubierto con placer cómo están aumentando los grupos, especialmente de jóvenes, que van a hacer experiencias misioneras junto a sus sacerdotes, en India, Brasil, Albania, Etiopía, Guatemala, Perú, y en otras partes del mundo donde trabajan nuestros misioneros. El Santo Padre, como se sabe, se ha encontrado con más de doscientos en la iglesia de San Pablo en Rabat, en la noche de su llegada a Malta.
¿A qué se debe esta generosidad?
Normalmente, los misioneros malteses logran insertarse y adaptarse bien en el ambiente en que se encuentran. Para ellos, importa mucho el sensus ecclesiae, por el cual trabajar en Australia, o en África, o en Brasil, es como trabajar para la Iglesia de Malta. Yo provengo de la diócesis de Gozo: veintisiete mil habitantes, quince parroquias, un centenar de sacerdotes. En el período de formación, los seminaristas son enviados a hacer una experiencia de trabajo en el exterior, interrumpiendo los estudios por un año entero. Yo he vivido el año intermedio trabajando en un hospital de Alemania. También está previsto que, después de la ordenación sacerdotal, se dediquen al menos dos años de ministerio fuera de Malta para experimentar la universalidad de la Iglesia.
¿Y usted fue enviado a Roma?
En realidad, como joven sacerdote, quería ser misionero, tal vez en Brasil, porque mi obispo de entonces, monseñor Nikol Joseph Cauchi, actualmente emérito, nos había animado a formar en el seminario un grupo misionero del cual yo era secretario. Quería partir para una tierra de misión, atraído también por el bello testimonio de sacerdotes de mi diócesis que desde hace años trabajaban en el exterior. Sólo que, cuando manifesté mi deseo al obispo, me dijo que no quería disuadirme de este buen propósito, pero que primero consideraba útil que adquiriera experiencia en Europa porque la experiencia misionera, además de fascinante, es además difícil. De este modo, hice ricas experiencias pastorales en dos parroquias romanas: allí aprendí a ejercer el ministerio sacerdotal ofreciendo mi contribución en la catequesis de los adolescentes y de los adultos y en la mesa para los pobres donde, a los inmigrantes de lengua árabe, trataba de hacerlos sentir acogidos saludándolos con frases maltesas, dado que los idiomas son similares. Posteriormente, la Providencia me condujo por una “nueva ruta”.
La legislación maltesa no legaliza ni el aborto ni el divorcio. ¿Considera que este modelo puede ser exportable o que, tarde o temprano, Malta terminará por alinearse con el resto del mundo?
Muchos países, sobre todo europeos, consideran que en la legislación maltesa hay un déficit de democracia. En cambio, aquí la legislación refleja los sentimientos de la mayoría de la población, que adhiere al Evangelio más que a la mentalidad secular del mundo de hoy. Y, de este modo, los malteses, por usar la alegoría evangélica, constituyen aquella luz que es colocada no bajo la cama sino sobre el candelero; una ciudad sobre el monte, que está allí, como testimonio para todos aquellos que quieran aceptarlo. Obviamente, si cambiaran las cosas, considero que esto sería un paso atrás y no ciertamente un progreso.
Encrucijada entre Europa y África del Norte, el archipiélago representa con frecuencia una ruta obligada para los desesperados en busca de nuevas posibilidades. Pero las políticas maltesas en materia de inmigración atraen muchas críticas. ¿Puede ayudarnos a entender cómo están realmente las cosas?
Creo que se trata de una impresión equivocada. Los hechos demuestran lo contrario: desde el 2002, cuando se iniciaron los desembarcos del norte de África, han sido recibidos más de trece mil inmigrantes. Muchísimos sobre una población de apenas 443.000 personas que, sin embargo, detenta el record europeo, y el tercer puesto en el mundo, de densidad demográfica. Hoy los inmigrantes son cerca de cuatro mil, acogidos en numerosas estructuras, asistidos, tanto por el Gobierno, que provee con un pequeño sustento económico, y ha reforzado las leyes contra la explotación equiparando los inmigrantes a los empleados malteses; como por la Iglesia, que ha puesto en marcha catorce casas de acogida y les ofrece alimentos, ropa, y trata de ayudarlos a obtener los documentos o un empleo. Hay que agregar que ellos no tienen intención de permanecer en Malta: su destino es Europa continental para reunirse con amigos y familiares que los han precedido.
Concluyamos volviendo al viaje. ¿Ha tenido respuestas por parte de los malteses?
Al volver al Vaticano, he sido inundado con emails, sms, y llamadas telefónicas, de gente que ha quedado particularmente impresionado por las expresiones dulces y paternas de Benedicto XVI. Han escrito para manifestar su gratitud al Papa. Uno de estos mensajes decía: “Nos ha sucedido como los Apóstoles cuando Jesús ascendió al Cielo: el Papa partió, ¡pero nosotros continuamos hablando de él con el corazón lleno de alegría!”. Otro decía: “Se me ha partido el corazón viéndolo partir, sin embargo, el Papa dejó tras de sí una huella de santidad”.
¿El Papa dijo algo al respecto?
Volvía con gusto a hablar de la emocionante experiencia vivida en Malta, y cuando le confié el infinito reconocimiento por el grandísimo don que nos hizo al haber elegido visitar Malta, entre tantas invitaciones que recibe cada día, él respondió: “¡El regalo lo he recibido también yo!”. Me ha quedado en el corazón la impresión de que así como san Pablo, después de haber experimentado una furiosa tempestad, salió de la isla reanimado por la “rara humanidad” de los habitantes a los que había ofrecido el don de la fe cristiana, así también ha ocurrido para nuestro amado Benedicto XVI.
Los Angeles
Por GILLIAN FLACCUS- Associated Press
El arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, relevó al cardenal retirado Roger Mahony de las funciones que seguía desempeñando y uno de sus ex colaboradores renunció a su cargo actual, la misma noche en que la Iglesia Católica hizo públicas miles de páginas de expedientes personales de sacerdotes acusados de abuso sexual.
“Estos expedientes me resultan brutales y dolorosos de leer”, dijo Gómez en un comunicado en referencia a los documentos recién publicados por la Iglesia horas después de la orden de un juez. “La conducta descrita en estos expedientes resulta terriblemente lamentable y malvada. No hay excusa, no hay manera de explicar lo que le sucedió a estos niños”.
La Arquidiócesis de Los Ángeles publicó una serie de documentos sobre los más de 100 curas que abusaron sexualmente de menores de edad en su Iglesia local durante la década de 1980.
Mahony, que se retiró en el 2011 luego de más de 25 años al frente de la Arquidiócesis, se ha disculpado públicamente por los errores que cometió al enfrentar casos de sacerdotes que abusaron de niños.
Gómez agregó que Thomas Curry, ex vicario del clero bajo las órdenes de Mahony y quien fue la persona asignada por el cardenal para hacerse cargo de los sacerdotes acusados de abuso sexual, ha renunciado a su actual cargo de obispo auxiliar de la Arquidiócesis de la región de Santa Bárbara. Curry también emitió una disculpa a principios de este mes.
Más temprano, la jueza de la Corte Suprema de Justicia de Los Angeles, Emilie Elías, ordenó que la Diócesis entregara unas 30,000 páginas de los archivos confidenciales de sacerdotes acusados de abusar sexualmente de niños, sin tachar los nombres de jerarcas eclesiásticos responsables por los clérigos que habrían cometido las violaciones.
El juez dio a la Arquidiócesis hasta el 22 de febrero para entregar los archivos a los abogados de las presuntas víctimas. Los documentos se divulgaron casi de inmediato.
En los archivos hay comunicaciones internas, informes psiquiátricos y correspondencia con el Vaticano acerca de los 122 curas de la Diócesis acusados de abusos sexuales.

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Benedicto XVI

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Cardenal Peter Erdo

Canonización de los mártires de Otranto
El Papa Ratzinger canonizó a 800 mártires italianos asesinados por mano islámica el 13 de agosto de 1480 en Otranto porque rechazaron convertirse y renegar de Cristo. “Los beatos mártires de Otranto, Antonio Primaldo y compañeros, murieron por su fidelidad a Cristo”. La Congregación para las Causas de los Santos, autorizó la promulgación del decreto concerniente a un milagro atribuido a la intercesión de los mártires.
En el siglo XVI Otranto fue asediada por los turcos y, después de una larga batalla, cayó bajo el dominio otomano. El comandante de los turcos, Gedik Achmed Pascia, ordenó que todos los hombres sobrevivientes, cerca de 800, desde los 15 años para arriba, fuesen obligados a renegar de la fe cristiana. Antonio Primaldo en nombre de todos los cristianos prisioneros declaró que ninguno de ellos se convertiría. “Ellos consideraban a Jesucristo como Hijo de Dios y querían mil veces morir antes que renegar de Él y hacerse musulmanes”, cuentan las crónicas llegadas hasta nosotros. Frente a esta respuesta, Achmed Pasciá condenó a muerte a los 800 prisioneros.
Antonio Primaldo y sus compañeros fueron de inmediato reconocidos mártires por la población y cada año la Iglesia local, el 14 de agosto, celebra devotamente su memoria. El 14 de diciembre de 1771 fue emanado el decreto de confirmación del culto “ab immemorabili” tributado a los mártires. Luego cayó el silencio. Sólo en 1988 fue nombrada por el entonces arzobispo de Otranto la comisión histórica para investigar sobre el acontecimiento y en los años 1991-1993 se realizó la investigación diocesana, reconocida válida por la Congregación para las Causas de los Santos con decreto del 27 de mayo de 1994. El 6 de julio de 2007 Benedicto XVI ha aprobado el decreto con el que se reconocía que los Beatos Antonio Primaldo y compañeros habían sido asesinados por su fidelidad a Cristo.
Nuestra diócesis esperaba este momento desde hace tiempo – escribe monseñor Negro-. En una época de crisis profunda, la inminente canonización de nuestros mártires es una fuerte invitación a vivir hasta el fondo el martirio cotidiano, hecho de fidelidad a Cristo y a su Iglesia”. El milagro reconocido (necesario para el decreto) se refiere a la curación de un cáncer de Sor Francesca Levote, monja profesa de las Hermanas Pobres de Santa Clara.
A pesar de la organización de un ejército aragonés para la reconquista de la ciudad, con el apoyo del papa Sixto IV, Otranto siguió en manos turcas, fecha en que Ahmed Pachá aceptó pactar con el duque Alfonso de Calabria una rendición que le permitía regresar a Albania. Tras el abandono de la ciudad por los turcos, la antaño floreciente Otranto había quedado reducida a un montón de ruinas y tan sólo sobrevivían 300 de sus habitantes.
Por otra parte, durante sus correrías por la región los turcos destruyeron también diversos otros lugares próximos a la ciudad, como el cercano monasterio de San Nicola di Casole, que reunía una de las más extensas bibliotecas de la Cristiandad occidental, así como un taller para la copia de manuscritos.
En 1484 la ciudad volvió a ser ocupada, en esta ocasión por la República de Venecia, deseosa de controlar completamente uno de los puertos de acceso al mar Adriático, mar cuyo dominio era esencial para su propia seguridad.
Todavía volvió Otranto a ser ocupada nuevamente por un invasor, esta vez procedente de Francia, para posteriormente quedar incorporada a los dominios españoles de Nápoles, como consecuencia de la victoria de la Liga de Cambrai sobre la república de Venecia.

Celestino VPapa Benedicto XVI renuncia
El Papa Benedicto XVI deja el Pontificado el 28 de febrero. Lo ha anunciado personalmente en latín durante la canonización de lo mártires de Otranto. La noticia, que ha sido confirmada por el Vaticano «ha sido como un rayo caído del cielo», señala el cardenal Angelo Sodano.
Benedicto XVI ha explicado que la decisión ha sido muy meditada y que la ha tomado por el bien de la Iglesia y debido a su «edad avanzada».
Estas han sido las palabras del Papa sobre su renuncia:
«Queridísimos hermanos. Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.
Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria. Vaticano, 10 de febrero 2013».
Benedicto XVI se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo cuando comience la Sede Vacante y una vez que haya nuevo Papa se retirará a un monasterio de clausura dentro del Vaticano, anunció el portavoz Federico Lombardi.
La Sede Vacante, es decir el tiempo que transcurre desde que un papa fallece, o renuncia, como ha anunciado Benedicto XVI, hasta que se elige al sucesor, comenzará el 28 de febrero de 2013 a las ocho de la tarde de Roma (19.00 GMT), según anunció el propio pontífice en su carta de renuncia.
En ese momento, Benedicto XVI se trasladará a la residencia de los papas de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma.
Durante el tiempo de Sede Vacante se realizará obras de acondicionamiento del apartamento papal.
Una vez que el cónclave que habrá que convocar haya elegido nuevo Pontífice, Benedicto XVI tiene previsto pasar el resto de sus días en un monasterio de monjas de clausura dentro del Vaticano.
El Papa, de 85 años, lleva instalado un marcapasos desde hace tiempo, pero ha estado lúcido y sereno en la decisión de renunciar.
El padre Lombardi detalló que las baterías del marcapasos fueron cambiadas hace tres meses en una operación rutinaria y menor. El portavoz descartó que esta circunstancia tuviera ninguna influencia en la trascendental decisión del Papa, el primero en renunciar desde hace seis siglos.
Fuente: Diario ABC.
Thadeus Nguyen Van LyCandidato a Premio Nobel de la Paz
Thadeus Nguyễn Văn Lý, de 66 años, fue propuesto por los miembros del Congreso de los Estados Unidos como candidato, al lado del venerable Thich Quang Do, patriarca de la Unified Buddhist Church of Vietnam.
Por Maria Teresa Pontara Pederiva
Lý ha sido un incansable defensor de los derechos humanos desde 1970, fue uno de los mayores exponentes del movimiento democrático vietnamita (Bloc 8406), por lo que fue encerrado más de 15 años en la cárcel. En 1983 Amnistía Internacional lo incluyó en su lista de prisioneros del régimen. En el año 2000 se hizo todavía más famoso porque el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, quiso un encuentro con él cuando visitó Vietnam.
En marzo de 20007, después de una redada de la policía local en los edificios de la arquidiócesis de Hue, en la que trabajaba, Lý fue arrestado nuevamente y condenado por «difusión de informaciones calumniosas, difamatorias y dañinas para las autoridades estatales», porque había osado «oponerse a la revolución, atentando en contra de la unidad del pueblo vietnamita».
En julio de 2011 fue arrestado otra vez por las autoridades nacionales y condenado a 1 año y cuatro meses de libertad vigilada (debido a sus precarias condiciones de salud). En septiembre de 2010, el Grupo de trabajo de las Naciones Unidas sobre el arresto arbitrario por motivos políticos había pedido su libertad inmediata e incondicionada (tal y como había solicitado algunos años antes la entonces secretaria de estado estadounidense Condoleeza Rice), pues se podía demostrar que su arresto había sido ilegal y que se le había negado la asistencia sanitaria que necesitaba.
El venerable Thich Quang Do, en cambio, es un monje budista también comprometido con la defensa de los derechos humanos, además de ser el director de la UBCV, que hace algún tiempo era la mayor organización budista del sur de Vietnam. La UBCV y sus dirigentes también se conviertieron en uno de los blancos del gobierno a partir de 1975. El resultado de su valentía: 10 años de arresto domiciliario. A pesar de todo, Thich Quang Do siempre ha declarado que está seguro de que el seguirá con sus acciones humanitarias para defender los derechos de todas las personas.
Andrew Johnston, director de la organización Christian Solidarity Worldwide (CSW), según la agencia Independent Catholic News, comentó su nombramiento como candidato al Nobel de la Paz: «Recibimos favorablemente el nombramiento del padre Ly Tadeus Nguyen Van y del venerable Thich Quang Do para el Nobel de la Pace de 2013. Debido a su decidida acción de lucha por la libertad y por los derechos humanos, ellos han debido soportar la reducción de la propia libertad, pero han perseverado con valentía en su camino. Esperamos que su nombramiento contribuya a llamar la atención internacional sobre la forma en la que los gobiernos tratan a los disidentes políticos y religiosos. El CSW apoya a Ly y a Thich Quang Do, y también invita al gobierno de Vietnam a proteger y promover los derechos humanos y la libertad religiosa en el país».
Pío XIILos dólares de Pío XII contra Hitler
L’Osservatore Romano” retoma una investigación que revela el combate del Papa Pacelli contra el nazismo a través de algunas inversiones en los Estados Unidos.
Por Andrea Tornielli
El Vaticano, durante los años de la Segunda Guerra Mundial, invirtió millones de dólares en los principales bancos de los Estados Unidos y de la Gran Bretaña para ayudar a las Iglesias y a la población. Lo reconstruyó Patricia M. McGoldrick, de la Middlesex University de Londres, en el artículo “New Perspectives on Pius XII and Vatican Financial Transactions during the Second World War”, publicado en el último número de la revista trimestral “The Historical Journal” que edita la Universidad de Cambridge. “L’Osservatore Romano” retoma la investigación esta tarde en un artículo de Luca Possati.
Una de las figuras principales de esta historia es la de Bernardino Nogara, miembro de la dirección del Banco comercial italiano, que en 1929 fue llamado por el Papa Ratti (de quien era amigo de familia) para que dirigiera las finanzas de la Santa Sede. Habría sido suya la estrategia financiera vaticana que, bajo la dirección de la cúpula de la curia, contribuiría a la victoria de los aliados en contra del enemigo común.
Nuevos documentos del servicio secreto británico (de 1941 a 1943 y que se conservan en los National Archives británicos) describen las actividades de las principales instituciones financieras vaticanas: la Sección extraordinaria de la Administración de los Bienes de la Santa Sede (ASSS) y el Instituto para las Obras de Religión (el IOR). «Los documentos también revelan –escribe “L’Osservatore Romano”–, además de las regulares comunicaciones con las diócesis, las nunciaturas y los institutos católicos esparcidos en todo el mundo, enormes movimientos de dinero hacia los grandes bancos estadounidenses».
Así, surge la documentación de que al comienzo de la Segunda Guerra Mundial el Vaticano transfirió con muchísima velocidad sus títulos y sus reservas áureas de las zonas amenazadas por la ocupación nazi hacia los Estados Unidos, haciendo de este país su centro financiero desde el que apoyar y administrar a la Iglesia universal mediante inversiones por 10 millones de dólares en la economía estadounidense.
Desde su llegada a la finanza vaticana, Nogara fue capaz de tejer una red de relaciones y contactos, abriendo cuentas en JP Morgan & Co., mientras el IOR usaba los servicios de la National City Bank of New York. En Gran Bretaña, el ASSS tenía una cuenta en Morgan Grenfell, el hermano de JP Morgan, mientras que el IOR tenía relaciones con Barclays. Estas actividades, escribió McGoldrick, «ofrecen claramente la prueba de que el Vaticano enviaba sistemáticamente sus títulos vía Lisboa, incluso los que estaban registrados en países sometidos al bloqueo, para ponerlos al seguro en la especial tutela de las cuentas estadounidenses, y, una vez obtenida la autorización del departamento del Tesoro, podía libremente colocarlos en los mercados estadounidenses».
Cuando comenzó al Segunda Guerra Mundial, la Santa Sede decidió transferir una enorme cantidad de dinero (títulos, reservas áureas, rédito de las diócesis, donaciones, etc.) de los territorios controlados por los nazis hacia los Estados Unidos. Y esto sucedió con el visto bueno de Washington.
¿Qué fue lo que desencadenó estas transferencias de dinero? Los documentos británicos, indica “L’Osservatore Romano” «informan sobre dos aspectos fundamentales. El primero es que en las cuentas estadounidenses del Vaticano se recogían especialmente los financiamientos de las diócesis, las contribuciones de los fieles y de las instituciones religiosas de todo el mundo, además de, aunque en menor medida (alrededor del 20 %), las ganacias de los títulos y de las inversiones. Gran parte de este dinero tenía la finalidad de apoyar a las Iglesias en dificultad, a las misiones, a las nunciaturas, a los seminarios y a las diócesis en todos los continentes».
Había un canal privilegiado para Europa, según lo que indicó la investigadora: «Para ofrecer un poco de alivio a las Iglesias perseguidas durante la ocupación nazi, en la que las escuelas católicas, los monasterios y las iglesias eran confiscados o clausurados, las organizaciones juveniles y las publicaciones católicas suprimidas, y muchos sacerdotes y religiosos arrestados o internados en los campos de concentración, el IOR mantenía una cuenta aparte en la Chase National Bank de Nueva York».
Cuando el gobierno británico trató de congelar una de las cuentas, «el Vaticano pidió ayuda directamente al gobierno estadounidense y lo hizo con éxito». Los documentos de los National Archives revelan que también hubo financiamiento para actividades humanitarias a favor de las tropas aliadas y de las poblaciones afectadas por la guerra. Como cuando, en abril de 1944, Pío XII organizó cargamentos de harina para la ciudad de Roma, a la que había ya ofrecido más de cien mil comidas calientes cada día. El Vaticano también trató de importar comida de Argentina y de España hacia Italia y Grecia.
Pero hay más. A partir de 1939, como indican las gestiones de Nogara con Washington, el Vaticano invirtió enormes sumas en US Treasury Bills, en las grandes empresas tecnológicas como la Rolls Royce, la Unites Steel Corporation, Dow Chemical, Westinghouse Electric, Union Carbide y General Electric. Patricia McGoldrick indica que hubo incluso «un río de dinero del Vaticano» que se usó en la industria bélica que contribuyó a derrotar a los nazis.
PUCPMüller interviene en conflicto por la PUCP
Por Andrés Beltramo Álvarez
Gerhard Ludwig Müller es doctor “honoris causa” por la ex Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se había mantenido al margen del conflicto abierto entre las autoridades de esa institución, el arzobispo de Lima y la Santa Sede. Pero una carta suya, escrita al cardenal Juan Luis Cipriani, ha sido tomada como un apoyo a la abierta rebeldía de esa casa de estudios contra el Papa.
En la misiva, Müller solicitó a su par limeño explicaciones sobre su decisión de no renovar el permiso eclesiástico para dictar clases a todos los profesores del Departamento de Teología de la universidad. Una determinación comunicada por el arzobispado en diciembre y producto del decreto emitido por El Vaticano en junio de 2012 que prohibió al claustro ostentar sus títulos de Pontificia y Católica.
Aunque el contenido no es público, la revista “Caretas” reveló que en la carta el prefecto habría indicado que la universidad podrá seguir dictando sus cursos de teología en tanto la Santa Sede no resuelva el conflicto de fondo. De confirmarse este punto, significaría un duro revés para el arzobispo de Lima, empeñado en una batalla jurídica y eclesiástica por recuperar para la Iglesia la propiedad de la institución.
La existencia misma de ese texto fe leída en Perú como un espaldarazo al rector Marcial Rubio y sus colaboradores, quienes se han negado en diversas ocasiones a reformar el estatuto del claustro para adherir a la normatividad vaticana sobre las universidades católicas, la Constitución Apostólica “Ex Corde Ecclesiae”.
Por ejemplo para el asesor del vicerrectorado de la ex PUCP, Marco Sifuentes, la carta “cuadró” (puso en su lugar) a Cipriani. Así lo sostuvo en la red social Twitter, donde otros usuarios destacaron como Müller “corrigió la plana” al cardenal.
La intervención del prefecto para la Doctrina de la Fe surgió de una queja enviada a Roma por aquellos profesores a quienes se les revocó el mandato canónico para dictar clases. Ellos afirmaron que la revocatoria fue aplicada por “motivos doctrinales”.
Una idea muy difundida en el ambiente de la ex PUCP, como lo confirma un artículo publicado por el ex rector Salomón Lerner Febres el 13 de enero en el diario “La República”. Él calificó a la revocatoria de los permisos a los profesores como una “decisión no coherente con el espíritu evangélico” y “un intento por frenar a la Teología de la Liberación desarrollada en esos claustros por Gustavo Gutiérrez”.
Y para sostener su tesis Lerner usó unas palabras pronunciadas por Müller en noviembre de 2008, durante una conferencia en Lima y en la cual defendió como ortodoxa a la teología de Gutiérrez.
Sólo que Cipriani basó su decisión de quitar el mandato canónico a los catedráticos, al menos formalmente, en un hecho objetivo: una sanción de la Santa Sede contra la universidad, aplicada gracias a un decreto firmado bajo mandato pontificio. Una acción que no requiere ser justificada con otros motivos y que se encuentra amparada en las facultades del arzobispo de la capital peruana.
Existe un lazo entre el neo prefecto y la ex PUCP. En Roma recuerdan bien sus viajes anuales de estudio a Lima cuando todavía era arzobispo de Ratisbona, realizados por más de 18 años sin siquiera avisar al obispo local. Y su doctorado “honoris causa”, aceptado sin importar las vivas recomendaciones de Cipriani y otras personalidades.
Con esos antecedentes resulta fundada la sospecha que la intervención de Müller en el caso de la universidad “rebelde” pueda ser instrumentalizada. Temor reforzado por la conferencia que prevé dictar el prefecto dentro de unos días en la Notre Dame University, la institución que desató una encendida polémica en 2009 al otorgarle el doctorado “honoris causa” el presidente Barack Obama, y que ha sido acusada de liderar al “progresismo” católico en los Estados Unidos.
Teología
En la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) se comenta la existencia de una carta enviada por el poderoso arzobispo Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe –la ex Inquisición– al cardenal Juan Luis Cipriani.
En la misiva solicita que se le envíen los expedientes de las causas por las cuales Cipriani no renovó el permiso de enseñanza a los sacerdotes que imparten cursos en el departamento de teología de la PUCP (CARETAS 2264) y que, mientras se resuelve el asunto, se les permita seguir enseñando en esa casa de estudios.
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, Gerhard Müller, pidió a través de una carta al cardenal Juan Luis Cipriani mantener en la PUCP la autorización para enseñanza de la teología.
Esto a raíz de una queja que el rector de esa casa de estudios, Marcial Rubio Correa, hizo ante Roma por la decisión del cardenal de no renovar el mandato para que los profesores de la PUCP dicten el citado curso.
En la primera línea de la misiva, Müller afirma que fue el rector de la “antes llamada Pontificia Universidad Católica del Perú”, quien informó a Roma de la decisión del cardenal Cipriani.
Müller pide a Cipriani que tenga a bien enviarle “la documentación sobre los diferentes profesores que ha justificado tan grave medida para que esta congregación pueda, con pleno conocimiento de causa, adoptar las decisiones en materia doctrinal que son de su exclusiva competencia”. Asimismo, Müller señala a Cipriani que “esta congregación desea que mientras no adopte estas eventuales medidas, los profesores sean mantenidos en el cargo que han tenido hasta este momento”.
El departamento de comunicaciones de la PUCP ha señalado que hasta ayer no tenían ningún documento oficial en el que se les informe de la revocación de la decisión de Cipriani.
SIN VALOR OFICIAL
En el Arzobispado de Lima consideran que la carta no ha sido recibida oficialmente.
Trascendió que esta postura obedecería a un pedido del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, pues, según fuentes eclesiásticas, la carta en cuestión carecería de validez por dos razones: 1) no fue enviada por la Nunciatura Apostólica, que es el canal oficial, ya que la misiva llegó vía fax, obviando los cauces oficiales; y 2) el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, no podría intervenir en la decisión del cardenal Cipriani, porque según el Derecho Canónico los obispos tienen autonomía en su jurisdicción.
Fuente: Vatican Insider Diario La Stampa de Milán, Revista CARETAS y Diario El Comercio.

Luis Bolla Sartori SDB

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Padre Bolla SDB
El 6 de febrero en la ciudad de Lima ha muerto el misionero italiano padre Luis Bolla Sartori SDB, quien desarrollaba su labor misionera entre las comunidades Achuar desde 1971. Su importante labor no solo era evangelizadora, sino antropológica y de conservación cultural.
El salesiano misionero, nacido el 11 de agosto de 1932 en Schio, Italia, emite su primera profesión religiosa el 16 de agosto de 1949 en Albarè de Costermano. Posterior a su profesión perpetua en 1952 en Cuenca, recibe toda su formación teológica en Bogotá, Colombia, siendo ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1959.
Siempre con la étnia Achuar, es transferido de la inspectoría de Ecuador a la inspectoría de Perú en 1984. Y desde 1992 trabaja como párroco en el Vicariato de Yurimaguas, provincia de Datem del Marañon.
Padre Bolla, o como es conocido en Achuar, Yánkuam Jintia, que significa “estrella Venus y camino”, es autor de cuatro libros en castellano y lengua Achuar; que se consideran de gran ayuda a la conservación y al conocimiento del rico patrimonio de la cultura Achuar.

Fuente: Salesianos del Perú. Sigue leyendo