Entrevista al Dr. Fernando Fuenzalida Vollmar
Uno de tus últimos libros se titula Tierra Baldía, ahí se habla de la globalización y la post-modernidad y cómo el hombre occidental pierde su alma en ese proceso ¿no hay redención posible?
El hombre de Occidente perdió su alma hace rato. Se ve muy poco de alma en los desarrollos culturales recientes.
¿Qué crees que va a salir de la crisis mundial? Hay muchos que están cantando y festejando la muerte del capitalismo.
Hay doble defunción. Es la muerte de capitalismo y la muerte del socialismo. El liberalismo ha sido incapaz de llevar sobre sus espaldas el inmenso peso del mercado mundial, se ha engañado a sí mismo con la autorregulación. El socialismo no estuvo en condiciones de sostener el inmenso peso de las masas del planeta. Ambas tendrán que pasar a la mesa de negociaciones.
Entonces ¿Se daría la síntesis hegeliana?
Veo una síntesis hegeliana y el reconocimiento de lo que significa para la historia de la humanidad ambas crisis. Sin embargo, se observa la aparición de un antiguo fantasma: la República Imperial que habló Raymond Aron. Esa visión de imperio que está latente desde Roma.
Eres de los pocos intelectuales peruanos que ha recorrido el país, que ha participado de la vida nacional en diversas tiendas políticas, que ha participado de la vida cultural. Con todos los años de experiencia que tienes ¿qué avizoras para el Perú? ¿Qué les espera a las generaciones que vienen?
Buena parte de los conflictos internos en el Perú se deben a un desacuerdo de dos modelos de historia y dos modelos de hacer política. El federalismo y el unitarismo. Encima se tiene la eterna búsqueda de una adecuada distribución de derechos y deberes, que va de la mano de una mejor distribución del ingreso y la riqueza.
Entonces, ¿fue bueno o malo iniciar el proceso de descentralización?
Creo que fue inoportuno. A pesar de que era necesario.
¿Qué rol le deparas al Perú en este mundo globalizado?
Un rol de primera línea si es que sabemos jugar con inteligencia. Un rol de derrotados por la historia si no sabemos jugar nuestra pelota.
Tú participaste en la comisión investigadora de Uchuraccay ¿qué le puedes recomendar a los que participarán en la comisión de Bagua?
No, gracias. Hubo una buena voluntad de todos los participantes de la comisión. Hubo una incomprensión hacia el documento que evacuamos y, finalmente, lo más triste, hubo una incomprensión del mundo de uno frente al otro. Por último, murieron uno a uno -por diversas circunstancias-, todos los comuneros involucrados y a los comisionados se les quiso hacer un juicio por lo que publicamos.
¿Qué opinas del Baguazo?
Ha habido tantos “azos” en la historia del Perú. Lo terrible es que se quería ganar el argumento o tener la razón en función del número de muertos. Necrofilia pura.
¿Cómo quieres que se te recuerde?
Qué difícil. El Perú es un país de recuerdos múltiples. Puedes ser demonizado o subido a los altares. Y al mismo tiempo puedes ser las dos cosas a la vez. Quisiera que se me recuerde como un profesor universitario de buena voluntad que quiso iluminar a sus contemporáneos. Y que tal vez logró algún éxito.
¿El Perú es ingrato con sus intelectuales?
No es fácil ganarse el amor de los intelectuales, sobre todo cuando el espacio es tan pequeño y son demasiado críticos.
¿Acá funciona bastante palo encebado?
Claro que sí. En uno y otro lado: el de la masa y el de la elite. Es más saltante que predomine en la elite.
¿Tú crees que alguna vez tuvimos elite?
Qué pregunta tan dura. Hemos tenido una elite subordinada a la elite europea. Incluso las escuelas de poetas y las corrientes literarias de la era republicana son hijas del romanticismo y de cualquiera de los “ismos” que se importaban en esa época en Europa.
Si a nivel cultural nuestra poesía y literatura es imitación, ¿no crees que nuestras élites hicieron un “copy-paste” de las alternativas políticas?
Ha sido un diálogo en el cual nuestra parte europea ha dialogado con su contraparte continental.
Si volvieras a nacer ¿dónde te gustaría hacerlo?
En un lugar que tenga acceso a una buena biblioteca.
¿Cuál libro de toda tu biblioteca te llevarías contigo al más allá?
Robinson Crusoe.
Fuente: SER – Servicios Educativos Rurales.