Por ALDO MARIÁTEGUI– Diario Perú21.
Primer acto: Eloy Marchán, reportero de un semanario, exageró y distorsionó unas declaraciones de la presidenta del Congreso Alva en Madrid. Inmediatamente, el castillista Mohme rebotó el cuento en una portada de La República y la izquierda armó su usual chilla victimista, apoyada por sus aliados de la extrema izquierda española (Podemos). Al final de este acto, todo el quilombo se desinfló porque no pasó de ser un muy desmesurado e infundado chisme alevoso, en donde hasta se colocaron frases supuestamente textuales en la boca de Alva que esta nunca dijo.
Segundo acto: Este mismo Marchán se nos aparece ahora con una nueva nota absurda en ese mismo semanario –que el oficialista Mohme también recoge inmediatamente en La República para abrir otra portada, mientras que la izquierda sigridiana la utiliza como argumento para volver a aullar– en donde se afirman disparates tremendos como que: 1) Una reunión abierta de congresistas en un hotel y en donde estos discuten, entre otros asuntos, temas constitucionales legítimos es una “conspiración golpista”. 2) La fundación alemana Friedrich Naumann, que patrocinó dicho evento, promueve a la “ultraderecha”. No sé si Marchán afirmó esa barbaridad por ignorancia o por mala leche, pero debería saber que dicha fundación está adscrita al partido liberal FDP, que participa en el actual gobierno germano junto a socialdemócratas y verdes, y que incluso allí han trabajado caviares como Edda Rivas y Javier de Belaunde (y si una fundación alemana fomenta “golpistas” como insinúa Marchán, que se entere que el hijo de su director trabaja en la Friedrich Ebert).
Como epílogo infame a esta comedia ridícula, este reportero graba además una conversación privada de Alva y la difunde, quedando como un vulgar soplón. La pregunta final a este bodrio en dos actos… ¿Por qué Marchán siempre intenta demoler a Alva, jugando para Castillo?
Perfidia en dos actos
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