Por Martha Meier Miró Quesada– Diario EXPRESO.
Un sector del empresariado local cava su propia fosa con entusiasmo. Creen que sus deseos son órdenes o que se harán realidad por obra y gracia del hada madrina coima, que tanta magia les hizo en el pasado. “Castillo se moderará”, afirman convencidos, como si hubiesen recibido una revelación celestial. ¿Por qué Castillo habría de moderarse? Con maña o sin ella ha llegado al poder y tiene a sus votantes, es decir a casi a medio país, esperando que cumpla sus promesas de campaña, que fueron radicales, encendidas y rabiosas.
“El comunista es Cerrón, y cuando le apresen no influirá más sobre Castillo”. Primero, es bastante improbable que Cerrón sea encerrado; segundo, Castillo es un político ducho, un sindicalista magisterial que puso en jaque al gobierno de Kuczynski con la huelga que encabezó en 2017 y la cual estuvo apoyada por Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso (al menos cinco de sus congresistas tienen lazos con el terrorismo y al resto no le incomoda); y tercero, señoritos empresarios, si no se han dado cuenta, ¡el profesor Pedro Castillo es comunista! O ¿qué creen que es ser marxista-leninista?
El nuevo presidente de Confiep, el contador Óscar Caipo, dijo en una entrevista que “el electorado no ha votado por el comunismo ni por el continuismo, se va a necesitar un Gobierno de concertación”, eso y decir nada es más o menos lo mismo, mejor se hubiese quedado callado. Que se dedique Caipo a la alicaída Confiep, porque Castillo hará el gobierno que le dé la gana. Caipo ha dicho, además, que el sector empresarial está en una situación de “esperar y ver”. Bueno, señores, esperen y vean, pero de paso coman menos y lean más, porque su ingenuidad o ignorancia es de terror. Por si no lo sabían, la teoría comunista se resume en una frase: “abolición de la propiedad privada”, como lo sostiene en El Manifiesto Comunista (1848), la dupla del mal conformada por Karl Marx y Friedrich Engels.
Los patriotas que marchan por las calles y son víctimas de salvajes ataques, como ese héroe del Bicentenario llamado Richard Muro, lo hacen por defender la Democracia Liberal, por la libertad de un país que cada vez brinde mayores oportunidades a sus hijos y nietos, y para salvaguardar sus derechos y lo que han logrado poseer con decencia y esfuerzo. Nadie lo hace por los empresarios. Los periodistas que se están jugando la cabeza, como Beto Ortiz, o juristas como el doctor Gonzalo Ortiz de Zevallos, Yeni Vilcatoma, Lourdes Flores, Mónica Yaya, entre otros, lo hacen por su país no por ustedes empresarios equivocados que se ponen de perfil, pese a que serán los más perjudicados. Quizá aprendan que la plata no compra todo ni que “para todo lo demás está MasterCard”.
Decía Lenin “los capitalistas nos venderán la soga con la que los ahorcaremos”.
¿Ingenuidad o ignorancia?
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