Verónika Odebrecht

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Jorge Castro, congresista de Frente Amplio. Foto: La República

Calificó de “caviar” al grupo de Mendoza

Los parlamentarios Marisa Glave, Indira Huilca, Alberto Quintanilla, Manuel Dammert, Tania Pariona, Richard Arce, Mario Canzio, Horacio Zevallos y Edgar Ochoa solicitaron a través de un documento dirigido a su portavoz que reemplace a Jorge Castro en la comisión que investiga la entrega de coimas por parte de empresas brasileñas a exaltos funcionarios de los últimos tres gobiernos.
Los legisladores también acusan a Marco Arana de haber designado a Castro como integrante de la comisión “Lava Jato” en representación del Frente Amplio sin cumplir con “los procedimientos establecidos”.
Asimismo, en el oficio cuestionan a su colega de bancada de actuar “bloqueando” otras opciones de presidir este grupo.
“Planteamos que la bancada debe rechazar dicho acuerdo, reemplazar como titular al compañero Castro y designar a otro congresista de la bancada (…) que permita que otro de los integrantes de dicha comisión asuma la presidencia de la misma”, se lee en el oficio.
LOS ACUSA
En respuesta, Castro Bravo afirmó que la división interna de su bancada impidió que él presida “Lava Jato”.
“Indira Huilca, Marisa Galve cuestionaron nuestra vicepresidencia”, señaló.
Agregó que no permitirá que sus colegas intenten obstaculizar las investigaciones en “Lava Jato”, pues recordó que algunos, como Glave, son cercanos a la exalcaldesa Susana Villarán.
Advirtió que la renuncia de ciertos colegas a Tierra y Libertad fue ficticia. “Marisa Glave con otras personas renunciaron a Tierra y Libertad, pero han hecho una renuncia para la televisión porque no hay ningún documento fehaciente que lo demuestre”, dijo.
Jorge Castro recordó que Frente Amplio se constituye por la inscripción de Tierra y Libertad, partido político al que pertenece, y por lo tanto, exhortó a la ex candidata presidencial que no use el logo de su agrupación política.
“Nosotros hemos tratado de que el Frente Amplio no solo esté compuesto por Tierra y Libertad. Hemos tratado de aperturar, y le damos la bienvenida a Verónika Mendoza para fortalecerlo, pero ella no puede utilizar el logo del Frente Amplio”, expresó Jorge Castro.
Jorge Castro, quien integrará el nuevo comité permanente del Frente Amplio, opinó que la ex candidata presidencial debería de agradecer a las bases de Tierra y Libertad en las provincias del sur del país que obtuvieron los votos necesarios para integrar el Congreso.
Por otro lado, Castro consideró que Pedro Francke, dirigente del Frente Amplio cercano a Mendoza, es el más interesado en la administración de los fondos que va a trasladar el Estado a Tierra y Libertad para las próximas campañas electorales.
“Pedro Francke es el más interesado en la repartija del dinero. Es que él sabe que no les corresponde. Si a mí no me corresponde es porque yo te hice entrar a mi casa y en mi casa es lo que yo doy en la posibilidad”, acotó.
Fuente: Diario El Comercio.

Odebrecht y la estrategia del silencio de la izquierda

Por Iván Arenas- www.elmontonero.pe
La izquierda calla en todos los idiomas
Según la justicia norteamericana Odebrecht habría pagado US$ 29 millones a funcionarios públicos durante el 2005-2014. Es decir, durante los ùltimos tres gobierno post fujimorato: Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala, la empresa brasilera sobornó a políticos y funcionarios de primera línea de las gestiones pasadas, rompió la mano como se dice. Pues bien, mientras algunos ex militantes y dirigentes chakanos han salido a poner el parche y deslindar responsabilidades en tanto que en el Partido Aprista hay un bronca interna descomunal para conocer quiénes fueron los los “compañeros” sobornados, la izquierda peruana y el humalismo han hecho mutis. ¿A qué se debe el silencio casi sepulcral de la izquierda peruana tan comúnmente vozarrona ante las denuncias de corrupción brasileña?
Muy sencillo. La izquierda peruana quiere pasar desapercibida ya que también estaría comprometida con los casos de corrupción de las empresas brasileñas. La izquierda pretende que sus medios de comunicación y periodistas afines con sus titulares y periodicazos se dirijan en contra de chakanos y apristas soslayando la gestión villaranista y el humalismo. Los buenos asesores polìticos aconsejan que el silencio también es un estrategia y la izquierda peruana prefiere quedarse callada ante la tormenta política. Pero no se puede tapar el sol con un solo dedo. Ahora surgen varias preguntas entre ellas algunas: ¿cómo se financió la campaña de 2006 y de 2011 de un Ollanta Humala tirado hacia la esquina chavista? ¿Cómo hizo Ollanta y Nadine para vivir cómodamente durante ese quinquenio completo? ¿Cómo se financió la campaña de Susana Villarán a la alcaldía de Lima?  ¿Quién o quiénes pagaron la estrategia contra la revocatoria? ¿Quién pagaba el chalet de Felipe Belisario Warmus, alias Luis Favre, en un lujoso hotel? Bueno pues, la izquierda peruana tiene que responder estas y otras preguntas.
Es  bueno recordar que la izquierda peruana tiene por costumbre reservarse el papel de la guardiana de la moral y de la ley. Ojalá y luego de toda la investigación se difumine de una vez el halo de santidad del que la izquierda peruana hace ínfulas y galas sin desparpajo.
Ahora bien, la trama Odebrecht también revela que la gran estrategia sudamericana del capitalismo nacionalista brasileño tuvo como base una enorme red de corrupción.Durante el gobierno de Lula se puso en marcha una estrategia para exportar un modelo social y económico con cierto tufo geopolítico (el denominado subimperialismo) a toda Latinoamérica (US$788 millones en sobornos). El espolón de proa de la estrategia lulista lo representaron las empresas brasileñas Odebrecht, OAS y Correa Camargo. Si bien los sobornos no distinguen colores políticos los países gobernados por la izquierda hicieron jugosos negocios con los brasileños: Venezuela US$98 millones, a Ecuador US$33 millones y a Argentina US$35 millones. Solo Uruguay y Bolivia (ambos con gobierno de izquierda) no estarían envueltos dentro de la trama de corrupción. Supongo que el rígido Álvaro García Linera, vicepresidente boliviano, impidió tal soborno.
Ya sabemos que el modelo lulista se construyó sobre una base de corrupción descontrolada y sorprendente para desplegarse por todo Sudamérica (¿quién y cómo se paga el Foro de Sao Paulo?). A propósito del modelo social tan aplaudido también se conoce que la clase media emergente durante los gobiernos de Lula y Dilma empiezan a volver a los lugares de pobreza.
La izquierda peruana quiere pasar por agua caliente. De allí que están muy callados y tiene medios de la gran concentración para lograr el objetivo. ¿Podrán? A ver dijo un ciego.

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