Panorama reveló imágenes exclusivas que vinculan a Andrés Hurtado, conocido como “Chibolín”, con Christian Olivos Gonzales, alias “Chicho”, quien ha sido señalado como cabecilla del cártel “La Gran Manzana”, una organización internacional de narcotráfico y lavado de dinero. La relación entre ambos ha generado controversia, especialmente tras la reciente detención de Hurtado por presunto tráfico de influencias.
Los registros muestran al presentador de televisión participando en una fiesta de cumpleaños organizada por “Chicho” en Nueva York, Estados Unidos, en julio pasado. Según fuentes cercanas, la celebración fue un evento fastuoso, donde Olivos Gonzales demostró su poder e influencia. Las autoridades estadounidenses también han puesto bajo la lupa a “Chicho” por su presunta participación en actividades ilícitas.
Christian Olivos Gonzales, quien viene siendo investigado por la justicia de Estados Unidos, tiene un historial judicial que incluye cargos por lavado de activos y tráfico de drogas. Su vínculo con Andrés Hurtado ha encendido alarmas, ya que el presentador de televisión le dedicaba extensos segmentos de su programa, lo que ha levantado sospechas sobre el tipo de relación que mantenían.
SOBRE LOS RASCACIELOS DE NUEVA YORK
Mientras Andrés Hurtado enfrenta 18 meses de prisión preventiva en el penal de Lurigancho, su amigo y anfitrión del cumpleaños, “Chicho”, parece continuar con su vida en libertad, disfrutando de lujos como viajes en helicóptero sobre los rascacielos de Nueva York. Esta investigación sigue su curso, y se espera que más detalles salgan a la luz en las próximas semanas.
Fuente: Panorama.
“¿Qué les pasa a estos pobres?”
Por Roberto Sánchez R.– Diario EXPRESO.
Andrés Hurtado ‘Chibolín’ genera controversia tras su ingreso al penal de Lurigancho, donde cumple prisión preventiva de 18 meses mientras se le investiga por presuntos delitos de cohecho pasivo, corrupción y tráfico de influencias. Según informaciones recogidas por Panorama.
Fuentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) señalaron que Hurtado, quien en un inicio intentó proyectar una imagen de víctima, ahora adoptó una actitud de soberbia, con posturas discriminativas sobre los internos que al verlo lo saludan diciéndole “Hola, Chibolín”.
Según relataron algunos agentes del INPE, durante su traslado a la clínica penitenciaria, Hurtado enfrentó verbalmente a varios internos que lo llamaban “Chibolín”, respondiendo de manera despectiva: “¿Qué les pasa a estos pobres?”. Esto respuesta provocó molestia entre los reclusos.
Además, Hurtado demostró confianza en que no permanecerá mucho tiempo en el penal de Lurigancho. De acuerdo con el periodista Luis Vargas, el exconductor habría comentado que no se molestaría en rellenar las solicitudes para recibir visitas, argumentando: “No me voy a quedar mucho tiempo aquí”.
Hasta el momento, solo recibió una visita, a pesar de que tenía la posibilidad de recibir hasta diez. Sólo puso el nombre de una mujer de nacionalidad venezolana: Damarys Moreno Sánchez.
Las acciones de Hurtado dentro de la cárcel avivaron las críticas y rumores que ya rodeaban su caso. Cabe recordar que su detención está vinculada a la recuperación de bloques de oro por parte de la empresa de Javier Miu Lei, en lo que se presume un entramado de corrupción.
A estos hechos se suman las sospechas generadas por su vínculo con una costosa camioneta Cadillac Escalade de US$60,000, la cual fue vista en múltiples ocasiones siendo utilizada por Hurtado, pero que está registrada a nombre de Juan Yucpuy Ramírez, un hombre de 80 años.
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