Doctrina de la Fe

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Audiencia del Santo Padre a los participantes en la Plenaria del Dicasterio para la Doctrina de la Fe

Mostrar concretamente la cercanía de Dios y de la Iglesia a quien pide ayuda; no exigir la «perfección moral» para ofrecer una bendición; bendecir a las personas que lo piden y no a la unión. El Papa Francisco aclara las intenciones y los puntos fundamentales de las «bendiciones pastorales y espontáneas» que la declaración Fiducia Supplicans -redactada y publicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, con la aprobación del propio Pontífice- autoriza también para las parejas llamadas «irregulares» respecto a la moral católica.
Al recibir en el Palacio Apostólico a los superiores y oficiales del ex Santo Oficio, reunidos para su asamblea plenaria en Roma, el Pontífice en su discurso, hablando de la «evangelización» como tarea de primera importancia para el Dicasterio llamado a «custodiar la fe», dijo que quería «subrayar brevemente dos cosas» sobre el documento doctrinal que ha generado diversas discusiones. En primer lugar, el Papa aclara su intención: «Mostrar concretamente la cercanía del Señor y de la Iglesia a todos aquellos que, encontrándose en situaciones diversas, piden ayuda para continuar -a veces para comenzar- un camino de fe».
A continuación, el Papa explica: «Estas bendiciones, fuera de cualquier contexto y forma litúrgica, no exigen la perfección moral para ser recibidas». El segundo punto que subraya es que «cuando una pareja se acerca espontáneamente para pedirlas, no se bendice a la unión, sino simplemente a las personas que juntas las han pedido». «No a la unión, sino a las personas, teniendo en cuenta naturalmente el contexto, las sensibilidades, los lugares donde se vive y las formas más adecuadas de hacerlo».
Las recomendaciones del Obispo de Roma forman parte del amplio compromiso que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe está llamado a llevar a cabo «en el ámbito de la inteligencia de la fe ante los cambios que caracterizan nuestro tiempo». De hecho, son muchas las tareas que incumben al Dicasterio, dentro del cual se han creado, con el motu proprio «Fidem servare», dos Secciones distintas: la Sección Doctrinal y la Sección Disciplinar. Esta medida, explicó el Pontífice, recordando la carta enviada al Prefecto, el cardenal Víctor Manuel Fernández, con motivo de su nombramiento el 1 de julio de 2023, se puso en marcha para «definir mejor» el encargo del propio Prefecto y la misión del Dicasterio.
Por un lado, «subrayé la importancia de la presencia de profesionales competentes en el seno de la Sección Disciplinar, para asegurar el cuidado y el rigor en la aplicación de la legislación canónica vigente, en particular en el tratamiento de los casos de abusos de menores por parte de clérigos, y para promover iniciativas de formación canónica de los ordinarios y de los operadores jurídicos», explicó el Papa.
Por otra parte, añadió, «he insistido en la urgencia de dar más espacio y atención al ámbito propio de la Sección Doctrinal, donde no faltan teólogos preparados y personal cualificado, también para el trabajo en la Oficina Matrimonial y en el Archivo». Una oficina que, recordó el Papa, celebra el 25 aniversario de su apertura al público por Juan Pablo II y el entonces cardenal prefecto Joseph Ratzinger en vísperas del Jubileo del año 2000.
Tres son, pues, las coordenadas que el Papa ofrece a los miembros de la Doctrina de la Fe: «Sacramentos, dignidad y fe». Sacramentos, gracias a los cuales «se alimenta y crece la vida de la Iglesia», dice el Papa Francisco. Por eso, subraya, «se requiere un cuidado especial de los ministros al administrarlos y al revelar a los fieles los tesoros de gracia que comunican». «A través de los sacramentos, los creyentes se hacen capaces de profecía y testimonio. Y nuestro tiempo tiene una necesidad particularmente urgente de profetas de vida nueva y de testigos de la caridad: ¡amemos, pues, y hagamos amar la belleza y la fuerza salvífica de los Sacramentos!».
La segunda palabra es dignidad, entendida como «primacía de la persona humana y defensa de su dignidad más allá de cualquier circunstancia». El Dicasterio está trabajando en un documento sobre este tema, dice el Papa, acompañando el anuncio con el deseo de que este próximo texto «nos ayude, como Iglesia, a estar siempre cerca de todos aquellos que, sin proclamas, en la vida concreta de cada día, luchan y se desviven por defender los derechos de los que no cuentan». Y también para que, «frente a las diversas formas actuales de eliminar o ignorar a los demás, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y amistad social que no se limite a las palabras».
Por último, el Papa se detiene en el tema de la fe. Aquella que, como ha dicho Benedicto XVI, en vastas zonas del planeta hoy «ya no constituye un presupuesto evidente de la vida común, es más, a menudo incluso es negada, escarnecida, marginada y ridiculizada». En esta perspectiva, el Pontífice pide un nuevo impulso en el anuncio y la comunicación de la fe en el mundo actual, en particular para las nuevas generaciones. En este sentido, recuerda el recién cumplido décimo aniversario de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium y el inminente Jubileo.
Esta «nueva evangelización» debe ir acompañada de «la conversión misionera de las estructuras eclesiales y de los agentes pastorales; de las nuevas culturas urbanas, con su carga de desafíos, pero también de inéditas cuestiones de sentido». Por último y sobre todo, dice el Obispo de Roma, «la centralidad del kerigma en la vida y en la misión de la Iglesia». Y aquí se espera la «ayuda» del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. «Custodiar la fe» se traduce hoy en un compromiso de reflexión y discernimiento, para que toda la comunidad se esfuerce por una verdadera conversión pastoral y misionera kerigmática, que pueda ayudar también al camino sinodal en curso.
«Lo que para nosotros es esencial, lo más bello, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario es la fe en Cristo Jesús», concluye el Papa Francisco. «Todos juntos, si Dios quiere, la renovaremos solemnemente durante el próximo Jubileo y cada uno de nosotros está llamado a anunciarla a todos los hombres y mujeres de la tierra».

Fuente: Vatican News.

Papa Francisco nombra un nuevo obispo en China, poniendo fin a una vacante de 70 años

Por Mateo Santucci– ACI Prensa.
El padre Thaddeus Wang Yuesheng fue consagrado obispo de Zhengzhou, China, poniendo fin a una sede vacante de 70 años.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede anunció que Wang fue nombrado por el Papa Francisco obispo de Zhengzhou el 16 de diciembre de 2023. El informe señaló que la decisión tuvo lugar “en el marco del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular de China“.
La agencia vaticana Fides, que forma parte del Dicasterio para la Evangelización,  añade  que su nombramiento “se vio favorecido también por la contribución directa de los distintos componentes de la Iglesia local, según el criterio de la sinodalidad”.
En una  declaración  publicada en el sitio web oficial de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica en China (BCCC), “el 22 de marzo de 2022, él [Wang] fue elegido obispo electo de la diócesis de Zhengzhou”.
Wang nació en la ciudad de Zhumadian, en la provincia central china de Henan, el 27 de febrero de 1966. Estudió en el Seminario Central Sur entre 1987 y 1993 y fue ordenado sacerdote el 17 de octubre de 1993.
Desde diciembre de 2011 fue párroco en el distrito de Huiji, en Zhengzhou, además de presidente de la Asociación Patriótica Católica de Henan y subdirector del Comité de Asuntos Académicos. En enero de 2013, fue elegido rector de la Diócesis de Zhengzhou.
El nombramiento de Wang, de 58 años, marca un cambio ya que la diócesis de Zhengzhou ha estado sin obispo desde los años 1950.
La Diócesis de Zhengzhou fue erigida el 11 de abril de 1946, de acuerdo con la constitución apostólica  Quotidie Nos del Papa Pío XII, que establecía una jerarquía oficial para la Iglesia china.
Ese mismo año, el misionero javeriano de origen italiano, Faustino Tissot, fue nombrado obispo de Zhengzhou. Tras el establecimiento de la República Popular China en octubre de 1949, el Partido Comunista Chino (PCC) implementó una  campaña  para aislar a la Iglesia local de Roma mediante la expulsión de sacerdotes, misioneros y obispos extranjeros.
En 1953, Tissot y otros 16 sacerdotes extranjeros fueron expulsados, dejando la diócesis funcionalmente vacante. La dirección de la diócesis fue continuada por seis sacerdotes chinos, que continuó hasta la Revolución Cultural de Mao Zedong, cuando se suspendió toda actividad y celebración religiosa y las iglesias se vieron obligadas a cerrar.
Tras la muerte de Mao en 1976, Deng Xiaoping se convirtió en el líder supremo e inauguró un período de “apertura”, que permitió el reinicio nominal de la actividad religiosa. Se abrieron varias iglesias y se construyeron algunas más en Zhengzhou y en toda China continental.
Cardenal Stephen Chow Sau-yan de Hong Kong y Arzobispo Joseph Li Shan de Beijing mientras concelebran la Misa en la Iglesia del Salvador, también conocida como Iglesia del Norte, la catedral de la Arquidiócesis de Beijing el 20 de abril de 2023 (Foto: CNS/Diócesis de Hong Kong vía La Civiltà Cattolica).
Según el  comunicado del BCCC, la ordenación episcopal del 25 de enero tuvo lugar en la iglesia de Qinghuayuanlu, dedicada a Nuestra Señora de Lourdes. La misa fue concelebrada por el obispo de Shanghai, Joseph Shen Bin, el obispo Yang Yongqiang, el obispo Zhang Yinlin de Anyang y el obispo de Nanyang, Peter Jin Lugang.
En la liturgia participaron más de 300 sacerdotes, monjas y fieles de todas las diócesis de la provincia, añade el comunicado.
Shen se desempeña como vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica China (CCPA), controlada por el estado, y es presidente del BCCC.
Shen estuvo al frente de una disputa entre la Santa Sede y la República Popular China cuando fue  nombrado  obispo de Shanghai en abril de 2023 sin el mandato papal, rompiendo así los términos del Acuerdo Sino-Vaticano de 2018.
En julio de 2023, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, anunció la decisión del Papa de regularizar el nombramiento episcopal para “remediar la irregularidad canónica creada en Shanghai, en vista del mayor bien de la diócesis y del fructífero ejercicio de la pastoral episcopal“.
Shen ha sido una  voz líder  en la sinización de la Iglesia, un proceso que implica no sólo inculturar la fe en el contexto de la sociedad china sino también alinearla con las prácticas oficiales del PCC.
El Acuerdo Sino-Vaticano es un acuerdo provisional y está sujeto a modificaciones cuando debe renovarse cada dos años. Entró en vigor en 2018 y fue renovado por primera vez en 2020 y por segunda vez en 2022. Su renovación está prevista para octubre de 2024.

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