Por Martha Meier Miró Quesada- Diario EXPRESO.
Los caviares pertenecen a una casta privilegiada autoproclamada la reserva moral de la patria, a la que solo daña. Mientras la derecha y la izquierda tienen sus propias visiones de país, ellos no aportan nada, pero dan cátedra de todo. Se dicen progresistas, pero jamás renunciarán a sus comodidades y menos aún a los beneficios que les brinda estar emparentados con las familias más linajudas e influyentes de esta comarca.
Si son periodistas, ellos son el centro de la noticia, y si no lo son, la inventan. Lo hizo Gustavo Gorriti cuando fuera de la reja de su oficina del IDL dejaron una botella con una rosa blanca. Gorriti gritó que era una clara amenaza de muerte. Y los lobomotizados coleguitas de todos los medios corrieron para amplificar semejante estupidez. Y resulta ahora que la rosa la dejó un ciudadano pacífico y Gorriti ha tenido que desdecirse. Días antes hizo otro escándalo mediático porque el grupo ‘La Resistencia’ fue a gritar contra los caviares frente a su templo, es decir el IDL. ¡Horror! Nada se les puede decir, pero ellos sí pueden decirle de todo a todos.
Los caviares son quizá la mayor amenaza para la democracia pues es una élite que busca imponer sus ideas y agenda propias, sin tomar en cuenta las necesidades de la población. Ya tienen candidato para el 2026: el maldito Martín Vizcarra que lucró con la pandemia y es responsable de la peor gestión mundial de esa peste y de una brutal crisis económica, peor que la dejada por la Guerra con Chile. Y dado que el lagarto es su ‘candy’ ya le preparan el camino tratando de demoler a sus potenciales rivales. Así, quienes cumplen el rol de mucamas de esa élite saltan, por ejemplo, al cuello del alcalde Rafael López Aliaga, el muy querido Porky, por la playa artificial inaugurada en San Juan de Lurigancho para disfrute de los vecinos de la zona porque “no tiene olas”.
Son las mismas mucamas y pedicuristas que cruzaron los brazos por la corrupta Susana Villarán, porque “creyeron” en ella, como si fuera una aparición de la Madre del Amor Hermoso. Francamente. Y jamás preguntarán dónde fueron a parar los más de once millones de verdes que recibió de las corruptas Odebrecht, OAS y Graña y Montero. ¿No habrá sido en parte para la mafia caviar de la que Villarán es parte?
Los caviares tuvieron una corta luna de miel con la presidenta Dina Boluarte, cuando pensaron que podían recobrar poder e ir por los miles de consultorías inservibles. Cuando vieron que eso no ocurriría se dedicaron a pedir su salida y ahora la acusan por la muerte de los violentistas de Puno.
Boluarte tuvo la entereza de asumir la presidencia para concluir el mandato del vacado golpista Castillo, y mantenerse firme, evitando más inestabilidad.
Pero ¡ay los caviares! Un escorpión es más patriota y menos venenoso.