DIÓCESIS DE CHACHAPOYAS
Fue creada el 28 de mayo de 1803 por el Papa Pío VII con el nombre de Maynas. En sus orígenes comprendía todo el oriente peruano y parte de lo que hoy son las repúblicas de Ecuador y Colombia. En 1843 cambia de sede y nombre, asumiendo los actuales límites de la diócesis de Chachapoyas. En la actualidad su extensión es mucho más reducida y comprende cinco provincias del departamento de Amazonas y parte de la provincia de Bagua, con una superficie de unos 20,000 Km2 y una población de aproximadamente 350,000 habitantes. Las parroquias son 24 y el clero diocesano propio 20 sacerdotes. Colaboran otros seis más, diocesanos extranjeros y religiosos. Existen 15 comunidades de religiosas. Es la sexta diócesis más antigua del Perú y ha contado hasta el presente con catorce obispos residenciales.
Su territorio está ubicado en lo que es llamado ceja de selva, o sea, un espacio de transición entre la cordillera andina y las selvas orientales. Esta zona y su población son preferentemente andinas y sólo una mínima parte es selvática, contrastando con los orígenes de la diócesis que es creada como área misional para evangelizar a los pobladores de las selvas orientales y amazónicas.
La diócesis de Chachapoyas, mediante la bula Ex sublimi Petri del papa Gregorio XVI del 2 de junio de 1843, cambia el nombre de Maynas por el de Chachapoyas. En 1900 se crean los vicariatos de Amazonas y Ucayali a los que se les asignan las misiones del Marañón y del Ucayali, que comprendían lo que hoy es el departamento de Loreto y parte de Pucallpa y Huánuco. En 1948 se separa de la diócesis todo el departamento de San Martín, dando lugar a la prelatura de Moyobamba; y más tarde, cuando se crea el vicariato de Jaén, formado por la provincia de Condorcanqui y parte de Bagua.
Obispos
Hipólito Antonio Sánchez Rangel de Fayas OFM (1805-1824, después Administrador Apostólico y Obispo de Lugo- España)
José María Arriaga (1838-1849)
Pedro Ruiz Zumaeta (1853-1862)
Francesco Solano del Risco OFM (1865-1900)
José Santiago Irala OFM (1904-1909)
Juan Francisco Emilio Trinidad Lissón y Chaves CM (1909-1918, después Arzobispo de Lima)
Pedro Octavio Vicente Ortiz Arrieta Coya SDB (1921-1958)
José Germán Benavides Morriberón (1958-1968, después Obispo Auxiliar de Arequipa)
Manuel Prado Pérez-Rosas SJ (1970-1976, después Arzobispo de Trujillo)
Antonio de Hornedo Correa SJ (1977-1991)
Ángel Francisco Simón Piorno (1991-1995, después Obispo de Cajamarca y Chimbote)
José Ignacio Alemany Grau CSSR (1995-2000)
Emiliano Antonio Cisneros Martínez OAR (2002-2022)
Humberto Tapia Díaz, Sacerdote del Prado.
Hipólito Sánchez Rangel de Fayas OFM
Por Pedro Borges Morán- Real Academia de Historia.
En mayo de 1804 recibió la noticia de que había sido nombrado primer obispo de Maynas, diócesis misional creada en 1779 a sugerencia del gobernador del territorio, Francisco Requena, a la que se le señalaban seis mil millas cuadradas repartidas entre el extremo septentrional del Perú, el sur-oriental del Ecuador y el meridional de Colombia, territorio regado por los ríos Marañón, Morona, Pastaza, Putumayo, Napo y Yupará.
La llegada de este primer obispo se interpretó como un signo de esperanza desde todos los puntos de vista, hasta el punto de que el Colegio de Misiones de Ocopa (Perú) puso a disposición del nuevo prelado a dieciséis franciscanos en 1806, es decir, antes incluso de que él llegara a Maynas. A esta primera visita siguió otra, practicada desde 1810 hasta 1812, durante la cual recorrió (en afirmación suya) “de 400 a 800 leguas a pie por montes inaccesibles, ríos caudalosísimos y pampas de llanuras cubiertas de lagunas y de mil peligros”.
En marzo de 1820, al iniciarse definitivamente el proceso de independencia del Perú, los independentistas, ante su irreductible postura a favor de la Monarquía española, saquearon su palacio episcopal y a él lo amenazaron personalmente de muerte, por lo que, sin más equipaje que el breviario y el báculo, emprendió a pie la huida (o “fuga”, como él mismo dice) desde Moyobamba hasta Chachapoyas, distantes 40 leguas. Por esa misma causa, a finales de ese mismo año 1820 y comienzos de 1821 tuvo que emprender una segunda “fuga”, hasta que en octubre de este mismo año pudo refugiarse en Brasil y desde allí emprender en 1822 viaje a Lisboa, desde donde en agosto de 1823 se trasladó a Madrid. A finales de este último año se dirigió al rey Fernando VI para pedirle que le proporcionara un destino que, al mismo tiempo que le sirviera de medio para servir a la Iglesia, le proporcionara también ingresos para su propia subsistencia, a lo que el Monarca le respondió proporcionándole en 1823 el nombramiento de administrador apostólico de Murcia y poco después el de obispo de Lugo.
Obras: “Diario marítimo del primer obispo de Maynas (Perú) y de Lugo, D. Fr. Hipólito Sánchez Rangel”, en Estudios Geográficos (Madrid), 8 (1847), págs. 241-299; Despedida del obispo de Maynas. Fragmentos de una pastoral escrita en Maynas, en la fuga, de su primer obispo, Madrid, 1825; Entrada en la ciudad de Lugo. Pastoral de 1825, 8 de septiembre, Lugo, 1825; Tercera exhortación pastoral del obispo de Lugo sobre el jubileo. Para las corporaciones de la misma ciudad y obispado, Lugo, 1826; Pastoral religioso-política, geográfica, Lugo, 1827; Pastoral. Vigésima séptima pastoral. O un salmo traducido en acción de gracias, 30 de mayo de 1828, Lugo, 1828; Pastoral del obispo de Lugo sobre la santa confirmación: se explica el modo de recibirla y de administrarla para lograr el fruto de tan admirable sacramento, Lugo, 1837; Pastoral del obispo de Lugo sobre la bula de la santa cruzada, Lugo, 1838; Relación de los sucesos de la vida de […] fray Hipólito Sánchez Rangel de Zayas y Quirós, obispo de Lugo, desde que tomó el hábito de San Francisco, escrita por él mismo en Madrid año de 1800, Madrid, 1800 (en F. Quecedo, El Ilmo. Fray Hipólito Sánchez Rangel, Buenos Aires, ed. Coni, 1942, págs. 32-56); Relación exacta y sucinta de los sucesos y padecimientos del primer obispo de Maynas, escrita por el mismo prelado, antes de serlo, en Madrid y después en Lugo, s. f. (en F. Quecedo, El ilustrísimo fray Hipólito Sánchez Rangel, op. cit., págs. 6-16).
Bibliografía: F. Quecedo, “Hallazgo y descripción de una autobiografía del primer obispo de Maynas, D. Fr. Hipólito Sánchez Rangel”, en Archivo Ibero-Americano (Madrid), 35 (1932), págs. 274-281; El Ilmo. Fr. Hipólito Sánchez Rangel, primer obispo de Maynas, op. cit.; M. E. Porras, La gobernación y el obispado de Mainas, Quito, Ediciones Abya-Yala, 1987; F. de Requena, Historia de Maynas, Madrid, Atlas, 1991.
José María de Arriaga
Por Elizabeth Hernández García– Universidad de Piura.
Así, por ejemplo, el segundo obispo de Maynas, José María de Arriaga, en 1842 advertía al gobierno que no estaba resultando el envío de gobernadores a determinados pueblos conversos, en tanto que aquellos habían sido enviados más bien por la escasez de sacerdotes con la finalidad de que enseñen la doctrina cristiana a los neófitos, cosa que no se había logrado “pues ni persignarse saben“; además, afirmaba, estos gobernadores hacían fortuna con los repartos, las mitas y los impuestos. El obispo Arriaga sentenciaba que aquellos pueblos -se refería en concreto a tres: Sarayacu, Yurimaguas y San Regis- no necesitaban más gobierno que los eclesiásticos, sus curacas y justicias; en otras palabras, los gobernadores por parte del estado eran innecesarios en esos puntos (17). El cambio del sistema político en el Perú no modificó la situación en Maynas.
Pedro Ruiz Zumaeta
Por José María Samper- Revista Americana (1863).
En 1849 enfermó gravemente el Obispo Arriaga, y con tal motivo nombró a su secretario y Rector del Seminario como Vicario de la diócesis. Solicitó la confirmación del nombramiento, previendo su próximo fallecimiento, logrando con empeño que el presbítero Ruiz fuese nombrado para sucederle.
Consagrado en Trujillo, el 17 de diciembre de 1854, monseñor Ruiz pasó a Lima con el objeto de recabar del gobierno protección eficaz para su pobre diócesis y sus misiones, miradas por lo común con muy poca atención. Nada consiguió del general Castilla, entonces jefe del gobierno (1855), y con tal motivo tuvo de detenerse en Lima por algún tiempo, recibiendo la hospitalidad del Convento de Santo Domingo. Fue objeto de las más afectuosas consideraciones, y la universidad de San Marcos le recibió en su seno, como doctor en Teología, dispensándole toda formalidad. Hizo luego una excursión por Pisco e Ica, por comisión del Arzobispo de Lima. Falleció el el 20 de noviembre de 1862.
Francisco Solano Risco OFM (1865-1903)
Misionero formado en Ocopa y en los Descalzos de Lima; fue obispo de Chachapoyas, preconizado en 1865; dio insignes muestras de su ferviente espíritu misionero y pastoral durante treinta y ocho años, pero sintiéndose sin fuerzas, se retiró al convento franciscano de Cajamarca, donde muere en 1903.
José Santiago Irala OFM
Nació en Huanta el 30 de diciembre de 1857. Fue ordenado sacerdote franciscano el 23 de mayo de 1886 y obispo de Chachapoyas el 30 de octubre de 1904. Falleció el 28 de julio de 1939.
Juan Francisco Emilio Trinidad Lissón Chaves CM
Por José Antonio Benito Rodríguez.
Entre los “santos” misioneros de la selva peruana, ocupa un puesto central Emilio Lissón Chávez (1872-1961), arequipeño ilustre, obispo de Chachapoyas, y arzobispo de Lima, el único de la historia que renunció -a pedido del Papa- antes de culminar su ministerio episcopal. “No me basta amar a Dios si mi prójimo no le ama”. Tal fue la divisa de Monseñor Emilio Lissón, grabada en la lápida donde reposan sus restos en la Catedral de Lima, desde el 24 de julio de 1961. Su biógrafo, el Padre José Herrera, nos dio un retrato físico y moral: “Alto y enjuto, de color cetrino, de ojos vivos y penetrantes, aunque de amable y suave mirar, con la sonrisa ancha de su cara y asomándose la nieve de las canas por debajo del rojo y raído solideo, y su cuerpo un tanto inclinado hacia adelante, con aire sencillo y humilde, todo él respirando bondad y modestia”. El 17 de diciembre del 2002, se incoó en Valencia -última morada de su peregrinar y lugar de su deceso- el proceso de beatificación que culminó en su fase diocesana el 31 de mayo del 2008. El Arzobispo de esta diócesis, S.E. Agustín García-Gasco, destacó su itinerario martirial, “a partir del derribo o destierro de Lima” pero que él vivió como “misionero de la evangelización, recorriendo su “vía crucis con paz, esperanza y sentido de resurrección”. Por ser uno de los prelados que siguió más de cerca al santo arzobispo de Lima, Toribio Mogrovejo, el escritor Ventura García Calderón cuando lo conoció en París con motivo del homenaje al Almirante Petit Thouars lo calificó como “el otro Toribio”.
Pedro Octavio Vicente Ortiz Arrieta Coya SDB
Nació en Lima el 19 de abril de 1878 y murió en Chachapoyas el 1 de marzo de 1958. Primer sacerdote y venerable obispo salesiano peruano. Cuando se le propuso por dos veces cambiar de sede, y en el segundo caso se le ofreció la sede Primada de Lima, decidió quedarse entre sus pobres, aquellos a quienes nadie quería por hallarse realmente en la periferia del mundo; él permaneció en la Diócesis que había desposado para siempre y que había amado así como era, comprometiéndose con todo su ser en hacerla, aunque solo fuera un poco, mejor.
Una de sus frases lo retrata: “Perdono de corazón a aquellos diocesanos míos que de cualquier forma me hayan ofendido y pido perdón por mis fallas“. También dijo: “Delante de Dios no hay nada pequeño, antes bien, en lo pequeño conoceremos verdaderamente a Dios“.
José Germán Benavides Morriberón
Nació el 17 de marzo de 1920 en Cotahuasi. Ordenado sacerdote en Tacna el 25 de marzo de 1944 y obispo de Chachapoyas el 26 de octubre de 1958. Reasignado obispo auxiliar de Arequipa el 30 de noviembre de 1968 hasta su fallecimiento el 1 de junio de 1985. Participó en la segunda, tercera y cuarta sesión del Concilio Vaticano II. También formó parte de la Comisión del Sesquicentenario de la Independencia en representación de la jerarquía eclesiástica.
Manuel Prado Pérez Rosas SJ
El 7 de septiembre de 1970 fue nombrado Obispo de Chachapoyas, recibiendo la ordenación episcopal el 7 de octubre de ese mismo año. El 29 de diciembre de 1976 fue nombrado Arzobispo Titular de la Arquidiócesis de Trujillo, tomando posesión el 19 de febrero de 1977. Por más de quince años fue Primer Vice Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Durante los 22 años que permanece como Arzobispo de Trujillo, reapertura el Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo” para la formación de futuros sacerdotes; trabaja muy estrechamente con laicos comprometidos y a la formación de jóvenes universitarios. El 4 de febrero de 1985, recibe en su Casa Arzobispal a San Juan Pablo II, con motivo de su visita al Perú. El 11 de setiembre de 1999 se retira del cargo, ostentando a partir de esa fecha el título de Arzobispo Emérito de Trujillo.
Falleció en la ciudad de Lima, el 9 de octubre de 2011. Luego de la misa en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima en Miraflores, sus restos reposan en la Cripta de la Iglesia de San Pedro junto a los de su madre, tal como fue su voluntad.
Antonio de Hornedo Correa SJ
Es nombrado Superior de la Misión del Marañón y trabaja intensamente en la evangelización y organización de ella del año 1962 al 1968. El año 1963 fue nombrado Prefecto Apostólico de la Misión.
En 1968 lo nombran Administrador Apostólico de Chachapoyas, aunque continúa como Prefecto Apostólico en Jaén. Posteriormente asume el cargo de Vicario Apostólico de San Javier del Marañón en el año 1971, Y consagrado Obispo en Jaén el 15 de Agosto de 1971. Luego fue nombrado Obispo de Chachapoyas el 14 de Julio de 1977, cargo que desempeñó hasta 1991.
Ha sido el pastor fiel que ha ofrecido su vida en todo momento por sus ovejas. De él recordamos con especial cariño y agradecimiento su labor denodada a favor de la población con obras sociales como el asilo de ancianos, la construcción del colegio Seminario Jesús MarÍa, Radio Horizonte, comedores y dispensarios parroquiales. Todo ello pensando en la atención a los ancianos más necesitados, en la educación y formación de la juventud, en la alimentación y salud de los niños y en la evangelización a través de los medios de comunicación.
También instituyó el Preseminario como casa de acogida y formación de los aspirantes al sacerdocio, construyó varias casas parroquiales y, gracias a sus desvelos y gestiones, fueron varias las congregaciones de vida religiosa y sacerdotes los que vinieron de otros paÍses y se establecieron en la diócesis con el propósito de que la comunidad católica estuviera debidamente atendida con la palabra de Dios y con la EucaristÍa, asÍ como laicos comprometidos con la misión de la Iglesia principalmente en trabajos de promoción y desarrollo de los pueblos. Visitó aún las localidades más alejadas de la diócesis a pesar de los difÍciles caminos de acceso.
Ángel Francisco Simón Piorno
Estudió en el Seminario Menor “San Luis y San Victoriano” de Toro donde realizó sus estudios de Latín y Humanidades y en el Seminario Conciliar “San Atilano” de Zamora donde cursó los tres años de Filosofía. Posteriormente obtuvo la Licenciatura en Filosofía por la Universidad Pontificia de Comillas y la Licenciatura en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma. Su etapa de pastoral la realizó en la parroquia de San José Obrero (Zamora), siendo ordenado sacerdote el 22 de abril de 1973. Desde entonces ha desempeñado su ministerio sacerdotal en el Vicariato Apostólico de Jaén (Perú), donde ocupó diversos cargos en la pastoral parroquial, la enseñanza y en la formación sacerdotal.
El 18 de mayo de 1991 fue nombrado obispo de Chachapoyas, recibiendo la ordenación episcopal el 5 de julio de ese mismo año. El 1 de diciembre de 1992 fue nombrado Administrador Apostólico de la diócesis de Cajamarca, de la que pasó a ser su obispo diocesano el 18 de marzo de 1995. El 4 de febrero de 2004, fue nombrado obispo de Chimbote por el Papa Juan Pablo II y, el 2 de mayo, tomó posesión de este nuevo destino. Perteneciente al arzobispado de Trujillo, la diócesis de Chimbote fue erigida como prelatura el 26 de noviembre de 1962. Dicha prelatura fue trasformada en diócesis el 16 de julio de 1983.
Fuente: Wikipedia.
José Ignacio Alemany Grau CSSR
Ingresó en la Congregación Redentorista y fue ordenado sacerdote el 11 de enero de 1959. El Papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Chachapoyas el 17 de agosto de 1995.
El obispo de Cajamarca, Ángel Francisco Simón Piorno, lo consagró obispo el 15 de octubre del mismo año; Co-consagrantes fueron Fortunato Baldelli, Nuncio Apostólico en Perú, y Oscar Rolando Cantuarias Pastor, Arzobispo de Piura.
Renunció a su cargo el 18 de mayo de 2000, luego de un intento de ocupación de la Catedral de Chachapoyas por parte de catequistas.
Monseñor Emiliano Antonio Cisneros Martínez OAR
Nació en Almazul, diócesis de Osma-Soria, el 18 de febrero de 1945. Recibió su educación en los Institutos de la Orden de Agustinos Recoletos en Logroño, San Millán de la Cogolla y Salamanca. Emitió su profesión religiosa en 1962 en la Orden Recoleta de San Agustín en 1962 y fue ordenado sacerdote en 1969. Desde entonces trabajó en la Prelatura de Chota, alternando cargos diocesanos con otros de su Congregación Religiosa.
Durante 13 años desarrolló su ministerio sacerdotal en la Prelatura de Chota como Vicario parroquial de Tacabamba (1969-1972); Parroco de Querecotillo (1974-1975); Superior de los Agustinos Recoletos de la “Delegación de Chota” (1975-1981); y simultáneamente ha sido Secretario Provincial de la Orden en el Perú (1981-1984); Maestro de novicios (1984-1987); Vicario provincial en el Perú (1987-1992). En 1992 desarrolló en Roma el oficio de Segundo Asistente General de la Orden. Fue nombrado Obispo Prelado de Chota el 7 de diciembre de 1993. El 6 de enero de 1994 fue ordenado Obispo. Desde el 25 de mayo de 2000 era Administrador Apostólico “sede vacante” de Chachapoyas. En el 2002, San Juan Pablo II lo nombró Obispo de Chachapoyas.