Gabinete comunista

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Representantes del Partido Político Magisterial y Popular (PPMP) y Fenate-Perú se reunieron con Evo Morales en el auditorio de la Universidad Las Américas (Fotocomposición: Leyla López– foto: Juan C. Chamorro).

Cada semana van a despachar con Pedro Castillo

Lo dijo la profesora Mery Coila, durante una asamblea del Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad (FNPG). El FNPG reúne a Juntos por el Perú, Perú Libre, Nuevo Perú y el Partido Comunista Peruano. Ahora, también al flamante Partido Magisterial y Popular, de los profesores del Fenate-Perú que preside Coila. Se han sumado representantes de los trabajadores del Banco Central de Reserva (BCR) y el Banco de la Nación, la Federación de Trabajadores de la Reniec, el Frente Unitario Popular (FUP), el Colectivo Juventud Patriota, los etnocaceristas, los administrativos del sector Educación, los directores de colegios estatales y la coordinadora nacional de asociaciones de padres de familia, así como los ronderos de la Confederación Nacional de Rondas Campesinas Urbanas y Nativas del Perú CONARC y la Central Única Nacional de Rondas Campesinas y Urbanas del Perú CUNARC.

Los dinámicos de la sociología

El representante de Nuevo Perú, el sociólogo Roberto Rodríguez Rabanal, también tomó la palabra durante el evento y recordó el referéndum para la Asamblea Constituyente. Pidió, por eso, incorporar a este frente sectores que provengan de las clases medias. “Sería un error tremendo del Frente Nacional que se encierre en sí mismo, hay que abrirse a nuevos sectores, como dijo la compañera [Mery Coila], institucionalizarse”, manifestó.
Rodríguez terminó su intervención haciendo un llamado a estar alertas. “Si saca los pies del plato e incurre en corrupción, le señalemos [al presidente] claramente”, apuntó.
Fuente: Sudaca.pe

Aquí se habla español

Por Martha Meier Miró Quesada- Diario EXPRESO.
El sindicato de mediocres que nos gobierna está dispuesto a disolver el Perú; para lograrlo deben demoler aquello que nos une: el idioma español. Por esa y ninguna otra razón, el premier Guido Bellido se lanzó una perorata en quechua cusqueño, a sabiendas que no hay uno sino varios y muy diferentes quechuas, y que más del 90% del ‘pueblo’ tiene por lengua materna al castellano. En un acto de descomunal soberbia usó el quechua para despreciar 500 años de historia, y como una niña sin modales que masca chicle y revienta el globo mientras los adultos conversan, chacchó coca en el hemiciclo para recuperar energías sin alimentarse, como muestra de la importancia que este gobierno le dará a la hoja que los esclavos del imperio Inca eran obligados a cultivar.
Tratar de desmerecer el español es parte del plan de los comunistas para destruir y ‘refundar’ el país. “Una lengua –escribe el Nobel Vargas Llosa– no es sólo un medio de comunicación; es una cultura, una historia, una literatura, unas creencias y experiencias acumuladas, que fueron impregnando las palabras que la componen y llenándolas de ideas, de imágenes, de costumbres”. El gobierno de Castillo, además, de una Asamblea Constituyente, busca quebrar lo que hemos llegado a ser y desarticularnos.
Para hacer país es necesario sumar, no restar y defender lo que nos une históricamente y nos proyecta a un porvenir compartido. El español inserta al Perú en la comunidad iberoamericana, nos hermana con la Madre Patria y nuestro continente, desde la Patagonia hasta la otra ribera del Río Grande, pues en los Estados Unidos es la segunda lengua después del inglés (sesenta millones de hispano hablantes). Es, además, la primera lengua para más de 600 millones de personas alrededor del mundo; después del inglés es el idioma con más demanda de aprendizaje, incluso en China.
Le guste o no a Bellido, el español es el idioma más hablado por los peruanos, aunque él y el presidente Castillo –que no es quechua hablante– así como otros miembros del partido de gobierno lo destrocen al ignorar toda regla gramatical. Expresarse en quechua cusqueño en el Congreso es pretender una contrarreforma ideológica, la construcción de dos países (imaginarios, por cierto: el castizo y el quechua-aimara, porque Bellido se despachó también un par de frases en el idioma del Evo Morales).
El idioma de los peruanos y latinoamericanos es el español, nos articula y enriquece con el genio literario y lingüístico de la iberosfera. Es la lengua de Cervantes y del Inca Garcilaso, de sor Juana Inés de la Cruz y José Carlos Mariátegui, al que tanto admiran.
Y en español sentenció Simón Bolívar: “Esta mitad del globo pertenece a quien Dios hizo nacer en su suelo. No hay diferencias entre los nacidos antes de 1492 y los nacidos después: somos todos americanos. Que el amor ligue a los hijos del hemisferio de Colón”.

La Smith&Wesson y otros signos de provocación

Por GABRIEL ORTIZ DE ZEVALLOS– Diario Perú21
A nivel nacional, sin cumplir un mes de gobierno, 45% desaprueba la gestión del presidente Castillo y 38% la aprueba. Ese promedio esconde diferencias marcadas. En Lima, 66% desaprueba y 24% aprueba; en las ciudades del interior del país, 42% aprueba y 37% desaprueba; y en el ámbito rural, 54% aprueba y 28% desaprueba. Para un marxista leninista, esa polarización confirma la narrativa élites versus pueblo. Una eventual denegatoria de confianza, aun con argumentos válidos, sería vendida a nuestros compatriotas de zonas rurales como una afrenta a un gabinete provinciano, en unas elecciones en las que el elemento identitario ha sido fundamental.
La hipótesis más probable del nombramiento del primer ministro Bellido sigue siendo la de provocar la denegatoria de la investidura para acercarse a la disolución del Congreso. Lo anticipó Vladimir Cerrón antes de las elecciones y Guillermo Bermejo lo acaba de repetir. El gabinete, con excepciones, genera dudas válidas. Si el presidente Castillo quiere generar confianza y entendimientos, no basta ir al Acuerdo Nacional.
El excanciller Héctor Béjar no debió ser convocado ni aceptar el cargo. Si en febrero había declarado que la Marina y la CIA habían originado a Sendero Luminoso, la crisis era solo cuestión de tiempo. ¿Ningún actor político anticipó lo evidente? ¿O lo dejó pasar para obtener la negación de la investidura? Al inicio, el primer ministro argumentó que esas declaraciones eran previas al nombramiento, como si eso borrara el problema. Cerrón y Bellido se pronunciaron en contra de la renuncia de Béjar.
¿Un ministro de Cultura puede pegar dos tiros al aire con su Smith&Wesson, a lo Pedro Navaja, y gritar “aquí se hace lo que yo digo, porque yo soy yo y punto, carajo”? En redes, arguyen que fue en 2001. ¡Tenía 52 años! Generó un riesgo real y revela que entiende el poder como permiso para abusar. Acaba de meter al gobierno en un problema absurdo, pretendiendo que el sector Turismo pase a su ministerio sin ninguna justificación. Es un insulto a los provincianos decir que los representa.
¿Da confianza que un ministro del Interior se reúna con el jefe de la Dircote, después de un inusitado allanamiento, cuando la lista de investigados incluye al premier Bellido, los congresistas Tello y Bermejo, el ministro de Trabajo Maraví y Vladimir Cerrón? Antes de que alguien me acuse de terruqueo, sugiero que lea el reportaje de Eloy Marchán en Hildebrandt en sus 13, que sostiene que en la Dircote lo entienden claramente como una intimidación.
Tampoco es razonable que ministerios como el MTC y Midis no tengan personal técnico reconocido en cargos clave, por el riesgo de clientelismo y corrupción, teniendo Perú Libre en Junín diversas investigaciones en curso. No se puede usar recursos públicos para obtener firmas para el referéndum que promueve Perú Libre.
No son temas menores ni son los únicos, pero dos negaciones de confianza permitirían gobernar cuatro meses por decreto si se disuelve el Congreso. El que pisa el palito pierde.

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