Decisión irrelevante

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Por Ricardo Uceda– Diario La República.
El Tribunal Constitucional actúa cuando el partido ya está jugado. Dos bloques, un magistrado de voto incierto. Lo que se le pasó a Marianella Ledesma. Una resolución que no repondrá a Martín Vizcarra.
Aunque la crisis política tomó un curso al margen del Tribunal Constitucional, lo que este resuelva podría tener cierto efecto en la legalidad de la decisión que removió a Martín Vizcarra por incapacidad moral permanente. No hay certeza sobre el resultado. El tema está implícito en la demanda del Poder Ejecutivo contra el primer proceso de vacancia iniciado por el Congreso a raíz del caso Richard Swing. Un sector de magistrados dirá que, como esta tentativa fracasó, ya no hay nada que discutir.
Otro sector, en cambio, encontrará propicio definir bajo qué parámetros puede ser vacado un presidente por incapacidad moral. Si esta posición prevaleciera, no es impensable que se acuerden mayores requisitos que la concurrencia de un mínimo de 87 votos e indicios enormes de corrupción, que fueron la referencia del Congreso para vacar al presidente el 9 de noviembre. Habría más exigencias. Estos criterios, de aprobarse, entrarían en vigencia a partir de su aprobación. Hasta antes de la elección de Francisco Sagasti por el Congreso, había quienes sostenían que el TC podía –y debía– revertir la destitución efectuada. Entre ellos el propio Partido Morado de Sagasti. Ahora este hecho consumado ya no tiene vuelta atrás.
Voto en discordia
El domingo pasado, por ejemplo, el propio ex mandatario, con afán de ser repuesto, sostuvo que no bastaba con la renuncia de Manuel Merino (ya se había producido) ni con el nombramiento de un reemplazante por el Congreso. Había que esperar, dijo, a que el TC determinara si fue legal o no su destitución. Añadiendo expectativas, el ex presidente del máximo tribunal, Oscar Urviola, opinó que el TC podría reponer a Vizcarra en su puesto. Sin embargo, la presidenta del TC, Marianella Ledesma, autora de la ponencia que se presentó en la sesión de ayer, no planteó un escenario de reposición sino una mirada hacia adelante.
La decisión en el pleno del TC, de siete miembros, se tomaría por la diferencia de un voto. Para anticiparnos hay que considerar las tendencias políticas de los magistrados así como la trayectoria de sus votaciones. Un antecedente inmediato fue lo que ocurrió el 17 de setiembre, cuando el pleno decidió admitir la demanda del Poder Ejecutivo ante el primer intento de vacancia. Entonces resolvió con los votos a favor de la presidenta, más los de Augusto Ferrero, José Luis Sardón, Eloy Espinosa-Saldaña, Carlos Ramos y Manuel Miranda. Estuvo en contra Ernesto Blume.
Dos bloques
Fue una votación atípica, si nos atenemos a la lógica del funcionamiento de bloques, que no siempre acierta. Tampoco es exacto simplificarlos por apellidos ideológicos, aunque ayuda. Y diríase que hay un sector escorado hacia la derecha (Sardón, Ferrero, Blume), que desestimaría la demanda, y otro hacia la izquierda (Ledesma, Ramos, Espinosa-Saldaña) , que la apoyaría. Las barras bravas llamaban a los primeros fujimoristas y a los segundos vizcarristas. Miranda es inclasificable, más bien pragmático. Comenzó votando con el primer bloque, luego prefirió el segundo, y ahora está en una situación de mírame y no me toques.
Volviendo al voto de Blume por inadmitir la demanda, su argumento fue que esta pretendía que el Congreso no pudiera ejercer su prerrogativa de vacar a un presidente por inmoralidad. Adujo que vaciaba de contenido esa atribución constitucional. Por otra parte, añadió, el proceso de vacancia no incurría en menoscabo de las competencias del gobierno, como sostenía el procurador del Poder Ejecutivo. Pues –argüía Blume– no recortaba ninguna facultad institucional y el sucesor del vacado mantendría todos sus poderes. Así las cosas, Blume difícilmente votaría por darle más aliento a una demanda que ni siquiera quiso admitir. Ya tenemos una posición.
Cinco a dos
En aquella circunstancia, Sardón y Ferrero votaron a favor de admitir la demanda, junto con la mayoría, considerando que la actuación del Congreso, en uso de sus atribuciones, pudo haber menoscabado las del Poder Ejecutivo. Sin embargo, ambos se opusieron a conceder la medida cautelar planteada por el procurador público, para inmovilizar al Congreso hasta que el TC resolviera. Blume, como era previsible, adoptó la misma posición. Espinosa-Saldaña y Ramos votaron a favor, esto también era predictivo. Pero sorprendió que Ledesma se opusiera a la medida cautelar. Otro tanto hizo Manuel Miranda, quien ya había abandonado –al menos momentáneamente– el cuarteto que bendijo el cierre del Congreso por Vizcarra en 2019.
–Marianella, ingenuamente, no pensó que habría un segundo intento de vacancia– dijo un cercano observador de los hechos. Ahora Ledesma ha apurado a sus colegas a resolver. Respondía a la urgencia del momento y a las críticas de sus admiradores, que le habían jalado las orejas. El pleno, no obstante, ha mantenido las fechas preestablecidas.
Tres a tres
Es posible un resultado tres a tres. A estas alturas ya se conoce la vida y obra de los miembros de ambos bloques, pero poco se ha hablado de quien quizá dirima la controversia: Manuel Miranda. Ha escrito varios libros de familia, es un antiguo juez, llegó ser supremo provisional y no pudo ser elegido al TC en 2013 porque operó la famosa Repartija –los partidos se distribuyeron las plazas– que lo perjudicó. Luego, en el 2014, volvió a postular en forma solitaria y perseverante. Convenció a las bancadas de entonces, sobre todo a la mayoritaria del Partido Nacionalista, de que era el único que no jugaba para nadie. No tenía enemigos, y es cierto que rehúye el conflicto. Salió elegido con la más alta votación.
Una vez en el TC, estuvo muy vinculado a Espinosa-Saldaña, conformando la mayoría ya descrita, hasta que recientemente se apartó, por razones desconocidas. Quizá más de índole personal. Tal es el hilo dental que separa los territorios de este templo, diferenciando a los supuestos golpistas de los que supuestamente no lo son. A esperar lo que resuelva el tribunal y a escuchar los cánticos de acuerdo al resultado.

Al voto la demanda competencial sobre la vacancia presidencial

El Pleno del Tribunal Constitucional dejó al voto la demanda competencial por la causal de vacancia presidencial presentada por el Poder Ejecutivo. Luego de escuchar a las partes -parte demandante, parte demandada y abogados amicus curiae-, la presidenta de este organismo, Marianella Ledesma, anunció que la causa será resuelta.
La demanda competencial fue presentada ante el Tribunal Constitucional por el procurador de Asuntos Constitucionales del Ministerio de Justicia, Luis Huerta, a fin de que el máximo organismo constitucional determine cómo debe interpretarse la causal por incapacidad moral permanente prevista en la constitución.
El procurador del Congreso, Manuel Peña Tavera, presentó los alegatos en torno a la demanda competencial, al ser notificado por el TC en condición de demandado, con lo cual queda expedito el camino que el Pleno de este organismo, luego de escuchar a las partes y de formularles consultas, resuelva la demanda.
Durante su presentación virtual ante el Pleno del TC, el procurador Luis Huerta, representante del Poder Ejecutivo, señaló que el proceso de vacancia presidencial llevado a cabo por el Parlamento “fue indebido e inconstitucional” e hizo un llamado al máximo intérprete de la Constitución a tomar medidas “a efectos de establecer medidas de reparación”.
En tanto, el procurador del Congreso, Manuel Peña, consideró que la demanda debe ser declarada improcedente porque este conflicto ya no existe debido a que el primer pedido de vacancia presidencial contra Martín Vizcarra -por el caso Richard Swing- fue desestimado por el Parlamento.
“El procedimiento de vacancia presidencial constituye un ejercicio regular de una competencia del Congreso de la República. En consecuencia, ese no es susceptible de menoscabar ninguna competencia propia del Poder Ejecutivo, porque el Congreso ha actuado conforme a la normatividad que establece la Constitución y su reglamento”, señaló.

Tribunal Constitucional declaró improcedente demanda competencial sobre vacancia presidencial

El Tribunal Constitucional declaró improcedente la demanda competencial sobre la vacancia presidencial. La presidenta de este organismo, Marianella Ledesma, informó que cuatro magistrados consideraron que “no hay nada que resolver” sobre este tema, mientras que la posición en minoría -entre estas la de ella- fue sobre un “uso indebido” de esta figura.
En entrevista con RPP Noticias, Marianella Ledesma se mostró en contra de la postura en mayoría de los magistrados; no obstante dijo que esta y todas las resoluciones se dan de manera colegiada. Sobre el argumento de la mayoría, dijo que fue “por sustracción de la materia”; es decir, se rechazó porque el tema ya está culminado.
Fuente: Radio Programas del Perú.

ACLARAN A PRESIDENTA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

La magistrada Marianella Ledesma se quitó la mascareta y salió en defensa del ex presidente y hoy investigado por la fiscalía Martín Vizcarra Cornejo. Ayer salió a protestar en los medios al no obtener los votos para favorecer al ex mandatario en el Tribunal Constitucional respecto a la demanda competencial referida a la vacancia presidencial. De inmediato, el magistrado Ernesto Blume le salió al paso para aclararle que debe aprender a respetar las decisiones del Tribunal.
El mismo Tribunal que legitimó el golpe de Estado de Vizcarra ahora no le dio la razón.
No es la primera vez que la doctora Ledesma recurre a los medios para defender los argumentos que debe sustentar en el Tribunal. Más todavía, se recuerda que ella en varias oportunidades ha adelantado opiniones respecto a otros casos, como también sigue pendiente la grave acusación que hizo meses atrás respecto a que “un congresista trató de presionarla para favorecer, en un caso, a Keiko Fujimori”, De ello, nunca más dijo nada.
La tarde de ayer, tras el resultado de la votación en el Tribunal Constitucional que declaró improcedente la demanda del investigado Vizcarra, la presidenta del Tribunal Constitucional sostuvo “no puede ser que decidan que acá no pasó nada. Se ha perdido una oportunidad histórica […] Sencillamente lo que ha pasado es que el TC no tiene nada que decir sobre la situación del señor Vizcarra, de que lo hayan sacado”, sostuvo en referencia a sus colegas Ernesto Blume, José Luis Sardón, Augusto Ferrero y Manuel Miranda, quienes no votaron a favor de que la demanda proceda.
«Hemos perdido una oportunidad histórica como tribunal de haber dejado una sentencia que deje huella en la labor de los miembros del Congreso cuando ejerzan la función del proceso de vacancia bajo la causal del procedimiento del permanente impedimento moral», aseveró la magistrada ayer en RPP.
Reveló, del mismo modo, que tanto ella como los magistrados Carlos Ramos y Eloy Espinosa-Saldaña consideran que el Parlamento ha “hecho un uso indebido de su competencia” al vacar a Martín Vizcarra, por lo que “no puede decirse que se sacó a un presidente que generó un movimiento en la juventud, que ha generado fallecidos y dicen acá no pasó nada”.
El magistrado Ernesto Blume salió al frente para aclararle a la presidenta del TC, en el sentido de que ella tiene que aprender a respetar la opinión de la mayoría.
Le recordó, de paso, que la presidenta del máximo órgano, intérprete de la Constitución, debe ser en defensa de sus decisiones y no de las opiniones personales.
El expresidente Martín Vizcarra presentó una demanda competencial contra el Congreso por la primera moción de vacancia presidencial por el caso ‘Richard Swing’. Al respecto, el TC declaró improcedente su denuncia.
Con 4 votos a favor y 3 en contra, el Pleno del TC declaró improcedente la demanda por “sustracción de la materia”; es decir, por extinción de hechos fácticos o jurídicos del caso.
«No era necesario y además no correspondía por haberse producido la sustracción de la materia, si se sustrae la materia ya usted no tiene materia por resolver y ese ha sido el sentido de nuestra decisión y esta es la posición oficial del Tribunal Constitucional», explicó Blume.
«Ledesma tiene que aprender a respetar la decisión de la mayoría».
Finalmente, Ernesto Blume señaló que es necesario que las audiencias y plenos vuelvan a ser privadas, pues el hecho de mantenerlas públicas ocasiona que se genere presión política, en desmedro del análisis de los hechos fácticos. Para ello, recordó que los principales tribunales o cortes internacionales no realizan audiencias públicas.
Fuente: www.guik.pe

Augusto Ferrero: “Se aplicó la Constitución”

El magistrado del Tribunal Constitucional, Augusto Ferrero, señaló que los 105 congresistas que votaron a favor de la vacancia presidencial contra Martín Vizcarra, el 9 de noviembre pasado, actuaron conforme a la Constitución.
“No se puede acusar a 105 parlamentarios que votan con una mayoría absoluta de haber actuado inconstitucionalmente. Eso no es así. Han aplicado la Constitución que tiene un capítulo especial de la incapacidad moral y bueno la han aplicado”, dijo el magistrado Ferrero a Canal N.
El tribuno mostró su discrepancia sobre las declaraciones de la presidenta del TC, Marianella Ledesma, quien consideró que la posición mayoritaria del colegiado definió que “acá no hay nada que decir” sobre la demanda competencial del Ejecutivo contra la vacancia presidencial. “No comparto lo que ha hecho mi gran amiga, la magistrada Ledesma, en el sentido de estar despotricando contra el voto que hemos hechos nosotros. Esa es una cosa democrática que tiene, pues, que respetarse”, indicó Ferrero.
Sobre su voto y el de sus colegas Ernesto Blume, José Sardón y Manuel Miranda, consideró que haberse pronunciado sobre el fondo de la demanda competencial “habría sido una barbaridad legal” ya que Martín Vizcarra ya había dejado el cargo.
Por su parte, la presidenta del TC, Marianella Ledesma, señaló que en la institución no existe ningún favoritismo hacia el vacado expresidente Vizcarra.
“Los que dicen que hay ‘vizcarristas’ en el Tribunal, no es cierto, porque justamente el punto 2 de la ponencia decía que era improcedente el retorno del señor Vizcarra (a la presidencia de la República)”, añadió.
Fuente: Diario Correo.

Elogio de la locura

Por Dante Bobadilla- ElMontonero.pe
Tal parece que llegaremos al bicentenario no como República sino como una tribu de salvajes que dirimen sus problemas en batallas campales. Ese es el resultado de una era en la que se instituyeron el odio y la mentira como pilares de la política. Una era fundada por la falsa Comisión de la Verdad y Reconciliación, que en realidad solo sirvió para la mentira, el odio y la división.
Los jóvenes que salieron a protestar por la vacancia de Vizcarra, estrenaron su DNI votando por la fórmula del “Sí, Sí, Sí, No”, empujados a un referéndum que fue parte de una estrategia de manipulación. Luego celebraron el cierre del Congreso, convencidos de que se derrotaba a la corrupción y encandilados por los cuentos del presidente. En suma, esta es la generación que al abrir los ojos, vio a Vizcarra como un dios y lo adoró. Esta es, pues, una de las generaciones más engañadas y manipuladas de la historia. Así que empecemos a llamar a las cosas por su nombre, porque en este país se miente todos los días, se endiosa a cualquiera y se elogia la locura.
Resulta patético oír tantos elogios a estos jóvenes que tienen tantas dificultades para expresarse cuando son entrevistados en las calles. Esta es la generación “nini”, pues muchos ni estudian ni trabajan. Tienen los mayores reportes de problemas de conducta y dificultades de aprendizaje escolar, y graves problemas de comprensión lectora. La gran mayoría de estos jóvenes no ha leído libros a sus 23 años. Protestan porque vacaron a un presidente corrupto, al que apoyaban ciegamente. Y ahora les han hecho creer que son los “defensores de la democracia”. Es ridículo. Los jóvenes están para estudiar, llenar su cabeza con conocimientos, aprender un oficio y luego buscar un empleo para ganarse la vida trabajando. Solo después pueden incursionar en la política. ¿Quién les ha hecho creer que están en condiciones de enseñarnos algo y guiar a la nación?
Se les oye decir cosas absurdas como “queremos una nueva Constitución porque hay mucha corrupción”. Ninguno aprobaría un examen de conocimientos sobre política. Pero hay que ver cómo son endiosados por sectores que los usan como tontos útiles, alentando y dando cobertura a las marchas callejeras. Nadie condena sus excesos, como el acoso a domicilio de cualquiera que no los idolatre. Exhiben una conducta sectaria y peligrosa que es aplaudida desde la izquierda, donde la violencia es parte de la doctrina política. No es pues ninguna generación especial. Los jóvenes siempre han servido como tontos útiles y carne de cañón para la izquierda.
Ahora ya no solo se pide una nueva Constitución sino también eliminar la PNP. Es la nueva agenda de la izquierda para tener el país a su merced. Se ha cedido a la presión de las oenegés de izquierda y se ha iniciado procesos a las autoridades políticas y policiales por delitos de lesa humanidad. Quieren un país sin policía que resguarde la ley y el orden, y tener políticos temerosos de mover un dedo en defensa de la sociedad, bajo pena de ser judicializados. Ya tienen cómo movilizar contingentes juveniles en las causas que les convienen.
Bienvenidos al Perú del bicentenario. Un país tercermundista donde el odio, la mentira y el sectarismo son los vicios más corrientes, y donde una masa de jóvenes equivocados es ahora la luz que nos guía hacia el futuro. Y bajo los auspicios de la gentita bien, los dueños de la verdad, la moral y la memoria.

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