Por Martha Meier Miró Quesada– Diario EXPRESO.
Hace algunas semanas el presidente Donald Trump señaló como único camino hacia la unidad de su país compartir la identidad de ser estadounidenses y consideró urgente la restauración de la educación patriótica en las escuelas. En el Día de la Constitución sostuvo que la ‘Comisión de 1776’ se abocará a animar a los profesores a enseñar sobre “el milagro de la historia estadounidense”. Ocurre que el desprecio a la fundación de ese país recorre los colegios de los Estados Unidos, impulsado por el ‘Proyecto 1619’ que reescribe la historia desde la raza y el conflicto racial, gracias al comunistoide The New York Times. El proyecto de marras se basa en la serie de ensayos de la periodista Nikole Hannah-Jones con el título “Los ideales fundacionales de nuestra democracia eran falsos cuando fueron escritos” y publicado en una edición especial de cien páginas de la revista dominical (19 de agosto de 2019) de tal diario, al conmemorarse 400 años del arribo de los primeros veinte esclavos africanos a Port Comfort, Virginia, entonces colonia británica.
“El racismo antinegro está en el mero ADN de este país”, escribe Hannah-Jones en su introducción, una afirmación irracional y que colisiona con la ciencia pues los antagonismos raciales o sociales no derivan de ningún proceso biológico. Quienes pretenden destruir la organización del Estado-Nación recurren a la biología para referirse a un tema cultural como el racismo, pero rehúyen de la ciencia cuando debaten el enfoque de género, eso sí indesligable de la biología y la genética. Los sectores que impulsan la falacia de que un hombre puede convertirse en mujer y viceversa, negando la existencia de dos sexos determinados por la genética, y promueven la insania de que el género es una construcción cultural, salen ahora con la aberración de que los blancos estadounidenses odian a sus compatriotas negros, más o menos, desde el vientre materno.
Estamos ante una escandalosa falsificación de la historia por la cual su autora ganó un premio Pulitzer. Sus fines son políticos y polarizadores. Sin evidencia alguna afirma que Estados Unidos se formó solo para mantener la esclavitud. Cientos de miles de ejemplares adicionales de la revista con el mentiroso ensayo antiestadounidense y un suplemento especial fueron impresos para ser distribuidos gratuitamente entre profesores, colegios, bibliotecas y museos. La Asociación Nacional de Académicos de los Estados Unidos ha presentado una carta pública a la Junta del Pulitzer solicitando le retiren el premio a Nikole Hannah-Jones pues su trabajo es inconsistente y está plagado de errores (obviamente premeditados para echarle más gasolina al fuego y normalizar el odio entre los hijos de la misma tierra). Más o menos como trata de hacerse por acá.
Historia con odio
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