Sin corbata el presidente peruano, Martín Vizcarra, en una imagen de archivo. GUADALUPE PARDO/REUTERS
Por Martha Meier Miró Quesada– Diario EXPRESO.
¡Confúndalos, distráiganlos! Así pretenden que pase desapercibido el ignoto “Convenio con Odebrecht”, ahora conocido por la congresista Martha Chávez, y cuya difusión será catastrófica para el régimen y sus digitados. El show “Detención preliminar por siete días para los investigados del caso Richard Swing” pretende eso, distraer sobre el perjuicio causado al Perú por los fiscales del caso Lava Jato y los defensores de un acuerdo que deja en el limbo los hurtos perpetrados a nuestra patria, comandados por el psicópata corporativo Marcelito O. confabulado con sus consorciados locales.
La detención de la ex secretaria general de Palacio de Gobierno, Mirian Morales; la ex secretaria personal de Martín Vizcarra, Karem Roca; el ex asesor presidencial Óscar Vásquez y el “talentoso artista” Ricardo Cisneros Carballido, alias Richard Swing, “amigo, más que amigo” (Mirian Morales dixit), del okupa de Palacio es una farsa, pues el principal saltarín de la valla de la ley fue Vizcarra: él “recomendó” a Swing a Patricia Balbuena, del Ministerio de Cultura, sí a su negado visitador palaciego, y él instruyó a sus subalternas mentir ante la Fiscalía. Es inmoral apresar a Karem Roca por quien conocimos de las confabulaciones presidenciales en medio de la pandemia que ya se ha cobrado la vida de más de 80 mil peruanos, según cifras extraoficiales. En los audios un nervioso Vizcarra evalúa cómo ocultar las múltiples visitas de Swing y se dirige inapropiadamente a su personal. A Mirian Morales solo le preocupa el teléfono de Swing que ingresaba a Palacio siempre por autorización directa del golpista. ¿Con quién se comunicaba por ese número, qué fotos almacena, era para los “selfies” con Swing, como dijo en pleno ataque de verborrea el macabro polichinela Cisneros?
Los asesores de Palacio han recurrido a la conocida táctica de la Caja China, que funciona como ella: una caja dentro, luego otra, otra más y así sucesivamente, esto para desviar la atención, para el caso, de la explosiva información de Martha Chávez. La Caja China tiene gran impacto para distraer a la opinión pública y enfocarla en una noticia espectacular -como las detenciones- y con ello despertar la curiosidad por ese tema y no por el material en manos de la Dra. Chávez sobre Odebrecht, por ejemplo.
El tiro puede salir por la culata. La estrategia de la Caja China es peligrosa porque despierta el morbo; y con un personaje tan estrambótico como Swing de por medio vaya usted a saber cómo estará volando la imaginación de la gente. Solo una mula puede haberle sugerido a Vizcarra que sus sumisos fiscales y jueces hicieran esto. Veremos cómo queda el don.
La farsa continúa
Deja una respuesta
[Visto: 481 veces]