La ciudadana moqueguana y Asistente Administrativa de la Presidencia de la República, Karem Roca Luque, cuya identidad saltó a la luz de la prensa gracias a las denuncias que realizó Lima Gris con el caso Richard Swing, una vez más da mucho qué hablar, porque ahora resulta que casi la familia entera de esta funcionaria allegada al presidente Martín Vizcarra ha sabido encontrar un trabajito seguro dentro de las arcas del Estado.
Resulta que ahora el esposo, y los hermanos de la mediática asistente vizcarrista, estuvieron y están bien colocados en puestos claves del Estado.
La señora Karem Roca Luque fue designada como Asesora en el despacho de Transportes y Comunicaciones cuando Martín Vizcarra asumió dicha cartera ministerial en julio de 2016, a pesar que no tiene estudios superiores, ni algún título profesional. Sin embargo, mientras que el exministro de Transportes seguía siendo Primer Vicepresidente de la República, ella pasó a ser Asistente de la Primera Vicepresidencia; es decir: de Martín Vizcarra justamente en 2017.
No obstante, cuando Martín Vizcarra retornó de Canadá para asumir la Presidencia de la República, Karem Alexandra Roca Luque se trasladó al Despacho Presidencial y fue nombrada el 02 de julio de 2018 Asistente Administrativo de la Presidencia de la República. Con respecto a ese cargo, cabe resaltar que a pesar que ella no cuenta con títulos profesionales, existe una Resolución de la Secretaría General 102-2017-DP/SG que justamente fue aprobada el 18 de octubre de 2017 que modificaba la Clasificación de Cargos del Despacho Presidencial, que desde ese momento señaló que el cargo de asistente administrativo no exige ni el grado de bachiller, ni el título universitario, es decir, solo requiere de estudios técnicos, o en su defecto tener diez años de experiencia laboral.
Según un reciente informe que propaló América Noticias, no solamente la señora Roca Luque ha percibido un salario gracias al Estado, sino también, su esposo Edgar Zapata Yactayo, arquitecto de profesión por la universidad Ricardo Palma y que fue nombrado director de INDECI en 2016 (es decir, de la Dirección Desconcentrada), y luego, desde junio de 2018 fue nombrado Director de la Oficina Descentralizada de COFOPRI.
Asimismo, los hermanos de Karem Roca Luque también fueron privilegiados en este gobierno, porque Danny Alejandro Roca Luque ingeniero Comercial trabajó también en COFOPRI y ganó entre 2018 y 2019 la suma de 65 mil 500 soles; actualmente él ha sido ratificado como Jefe de la Oficina de Seguridad Ciudadana del municipio provincial de Mariscal Nieto.
Y por si fuera poco, y a pesar de no contar con estudios universitarios culminados, sus otros hermanos: Odaliz Roca fue contratada en el Seguro Social cuando aún era estudiante de Psicología, y en 2019 giró dos órdenes de servicio por 11 mil 500 soles. Con respecto a Alejandro Paul Roca, el hermano menor de todos, prestó servicios, primero en el 2016 en la Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto en Moquegua, y en 2017 en el Programa de Desarrollo Productivo Agro Rural (dicho programa pertenece al ministerio de Agricultura) ganando en 5 órdenes de servicios la suma de 19 mil soles.
Solo cabe repetir aquel famoso estribillo de Frankie Ruiz que dice: ¿Cómo lo hacen… cuál es el negocio…?
Fuente: LimaGris.com
Medicina versus populismo
Por Mariella Balbi- Político.pe
El larguísimo discurso de Vizcarra por los cien días de cuarentena buscó desviar la atención de su pésima gestión atacando duramente a las clínicas locales. Amenazó con expropiarlas. Discurso chavista o populista, juzgue usted. Lo más peligroso de la bravata es que crea un mundo de buenos –los pobres– y de malos –los empresarios–, haciendo prosperar la figura de que se llevan dinero en paila a costa de los enfermos. Vizcarra siempre engendra enemigos. Usó la misma polarización para cerrar el Congreso: ‘comechados’ y corruptos versus un gobierno víctima.
El representante de las clínicas declaró hace días que plantearon una tarifa social de S/4,500 por día de UCI versus S/3,500 propuestos por Minsa. Aunque la sangre no llegó al río, fueron S/1,000 los que provocaron el amago expropiador. Ojo: hay 1,366 pacientes en UCI. Si el Covid-19 está descendiendo como repite el gobierno, para qué más camas UCI. La mayoría se dio cuenta claramente de la maniobra.
Vizcarra no mencionó ni la meseta, ni el martillazo ni la curva que asciende y nos coloca entre los primeros países del mundo con mayor número de contagios. Eludió el gran y principal problema de estos 100 días: su estadística es mentirosa porque mezcla pruebas moleculares (las menos) con rápidas (las más). Sorprende que el Colegio Médico sea tan pasivo frente a este engaño. Más aún cuando una dolorosa realidad nos explota en la cara: los muertos seguirán y los contagiados aumentarán. Los galenos lo saben.
Vizcarra responsabilizó de la mortífera escasez de oxígeno a una norma del gobierno aprista y a dos empresas. Una bajeza porque imputa a un muerto, sabiendo que Alan García no le responderá. La norma la modificó el gobierno de Humala. Por último, ¿Vizcarra no pudo derogarla?
El mandatario mira desde su cómoda butaca lo que ocurre y enjuicia al Estado como si no fuera parte de este. Que señale cuántos hospitales hizo cada gobierno y así saldríamos de la entelequia de Estado que le permite soslayar su pésima gestión. Si no pudo comprar respiradores, pruebas moleculares, mascarillas, equipos médicos, camas UCI, instalar plantas de oxígeno, etc., entonces el problema es él y sus ineficientes ministros.
Aunque resulta risible, anunció con orgullo que para el fin de la cuarentena tendremos 600 respiradores. Grotesco. Tanto como criticar a las autoridades tacneñas por realizar una ceremonia pública cuando él lo hizo el día de la bandera y del terremoto de Huaraz.
Estamos angustiados porque la enfermedad no amaina y el gobierno lo oculta. La economía es un desastre y el mal manejo del Ejecutivo lo agrava. No concreta aún el crédito para las Pymes y Mypes, ni el subsidio al transporte. Hay 14,348 protocolos de bioseguridad y bastan tres: lavado de manos, mascarilla y distancia. A cuidarse. La pandemia continúa. No sea víctima del gobierno.