PRONUNCIAMIENTO RESPECTO AL COBRO DE MORAS ILEGALES EN NUESTRA CASA DE ESTUDIOS
A LA OPINIÓN PÚBLICA:
La Agrupación Universitaria Riva-Agüero (AURA) reúne a estudiantes, graduados y docentes universitarios que buscan testimoniar la complementariedad de la fe y razón por medio del trabajo académico y profesional.
Surgimos en el 2011, en medio de los conflictos originados por la administración de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) en contra de la Iglesia Católica y el Arzobispado de Lima por la adecuación estatutaria a las normas canónicas competentes y la administración de los bienes José de la Riva-Agüero según su testamento.
Ante los últimos hechos acontecidos al interior de la PUCP, queremos manifestar lo siguiente:
1.ACLARAMOS que, como agrupación católica, nuestro juicio se realiza sobre hechos y no sobre conciencias; por lo tanto, lo expuesto busca ser una valoración respecto a los actos irregulares y moralmente malos sucedidos en la administración de la PUCP, así como la búsqueda de la responsabilidad de quienes lo ejecutaron.
2. LAMENTAMOS que haya existido por parte de las autoridades de la universidad la voluntad de mantener, al margen de la ley, una política institucional de cobro ilegal de moras académicas. Esta conducta contraviene los valores y principios sobre los que fue fundada y debiera guiarse la vida institucional de una universidad de origen católico.
3. EXPRESAMOS el profundo malestar que genera las declaraciones del exrector Marcial Rubio por indicar, en una entrevista, que la universidad no obedeció a la ley peruana por el problema económico que atravesó a raíz de las disputas legales con la Iglesia, cuando la realidad es que la administración demostró poca capacidad para asumir su responsabilidad y resolver este conflicto.
4. EXIGIMOS que la nueva administración, expresada en un nuevo rectorado, investigue a fondo las responsabilidades legales que se deriven de estas políticas institucionales que han afectado moral y materialmente a la universidad y, principalmente, a las familias peruanas que confiaron en los principios cristianos sobre los que debería constituirse la PUCP.
5. SALUDAMOS el pronunciamiento del Vice Gran Canciller de la PUCP y los representantes del Episcopado ante la Asamblea Universitaria, dado que es necesario resarcir el daño ocasionado a todos los afectados por medio de la devolución oportuna del cobro excesivo de las moras académicas. Sin embargo, solicitamos a las autoridades eclesiales competentes acompañar la vida institucional de la universidad, velando activamente porque se respeten, en todos sus ámbitos, los principios católicos con los que fue fundada, así como los valores cristianos de las futuras personas que asuman el cargo.
6. EXHORTAMOS que, en un contexto como el que se vive en nuestra universidad, se dé el inmediato establecimiento de una política de transparencia coherente con la lucha anticorrupción que dicen impulsar las autoridades universitarias hacia la sociedad peruana, y se haga de público conocimiento las políticas administrativas concernientes al gasto, salarios, licitaciones y demás procesos que involucren bienes materiales de la universidad. Del mismo modo, solicitamos que se realice una auditoría externa financiera, contable y económica de la universidad, así como la revisión de planillas de los trabajadores de la PUCP, a fin de verificar que se esté cumpliendo los derechos laborales conforme a ley. El acceso de esta información es un derecho de todo miembro de la comunidad universitaria (estudiantes, docentes, graduados y trabajadores), por lo que deberá estar a disposición de ella.
7. INSTAMOS a los miembros de la Asamblea Universitaria que, en este contexto, se favorezca la alternancia en el proceso electoral correspondiente para la renovación de autoridades en la PUCP. Desde hace más de una década, cada nuevo rector ha sido vicerrector previamente. Consideramos que una sola línea de sucesión administrativa ha sido uno de los factores que no ha favorecido al establecimiento de una política de transparencia y rendición de cuentas de autoridades de una institución Pontificia y Católica.
8. URGIMOS a los representantes estudiantiles gremiales y representantes ante la Asamblea Universitaria a estar a la altura de las circunstancias y mantener la ecuanimidad y respeto en el diálogo al interior de la comunidad universitaria. Entendemos y nos solidarizamos con todos los estudiantes afectados y sus familias, por lo que apoyamos el justo reclamo en un clima de respeto ajeno a la violencia verbal, física o de cualquier otra índole.
Finalmente, ratificamos nuestro compromiso en contribuir con el crecimiento de la PUCP a nivel global, en el marco de la vivencia plena de su identidad católica para que sea, realmente, el faro de cristiandad que la sociedad peruana demanda.
Pando, 13 de diciembre de 2018.
Comunicado del Vice Gran Canciller de la PUCP y la Comisión Episcopal para la PUCP
“La luz brilla en medio de las tinieblas”
El Vice Gran Canciller y la Comisión Episcopal para la Pontificia Universidad Católica del Perú, ante los lamentables acontecimientos acaecidos en esta querida Universidad, se dirigen a la Comunidad Universitaria y al público en general, para expresar lo siguiente:
1. En las circunstancias actuales es preciso tener presente el lema de nuestra Universidad, legado por el fundador de esta casa de estudios: “La luz brilla en medio de las tinieblas” (Jn 1,5).
2. A la luz de la palabra evangélica, expresamos nuestro profundo rechazo a las acciones que causaron daños a los miembros de la comunidad universitaria y a tantas familias. Tenemos conocimiento que la reparación económica está en curso y debe continuar hasta lograr una solución justa para todos los afectados.
3. Con esperanza y orientados por los valores evangélicos, instamos como obispos a buscar una solución institucional al actual problema, escuchándonos los unos a los otros, discerniendo y caminando juntos como corresponde a esta Comunidad Universitaria.
4. Una transición ordenada, transparente y respaldada en las normas del Estatuto, pondrá en evidencia la valía de la Pontificia Universidad Católica del Perú, que sabrá salir dignamente de esta encrucijada.
5. Lamentamos los hechos de violencia que se han suscitado. Una postura institucional que nos compromete a todos, ajena al apasionamiento violento, debe ser el mejor testimonio que, en este momento podemos brindar al Perú, de nuestra identidad Pontificia y católica.
Lima, 12 de diciembre de 2018
+ Norberto Strotmann MSC Obispo de Chosica Secretario General de la CEP
+ Robert Francis Prevost OSA Obispo de Chiclayo Segundo Vicepresidente de la CEP
+ Salvador Piñeiro García–Calderón Arzobispo Metropolitano de Ayacucho
+ Cardenal Pedro Barreto Jimeno SJ Arzobispo Metropolitano de Huancayo
Primer Vicepresidente de la CEP
+ Antonio Santarsiero Rosa OSJ Obispo de Huacho
+ Miguel Cabrejos Vidarte OFM Arzobispo Metropolitano de Trujillo Presidente de la CEP
Vice Gran Canciller de la PUCP
El escándalo de la Católica
Por Luis Garcia Miró Elguera– Diario Expreso.
El exrector de una universidad antes llamada Pontificia y Católica finalmente se vio obligado a renunciar por una estafa perpetrada por dicho centro académico a miles de estudiantes. Marcial Rubio Correa tuvo que ceder y retirarse del rectorado, luego que sendas altas autoridades dimitieran, mientras él continuaba resistiéndose a hacerlo. Todo empezó hace pocos días, cuando estudiantes de dicha universidad expresaran públicamente su indignación porque su centro de estudios había venido cobrándoles intereses usureros por moras en pagos en las que eventualmente habían incurrido. Durante días el rector no dijo una palabra.
Incluso se enfrentó a los estudiantes en la puerta de la universidad, forzándole el brazo a una alumna y profiriendo destemplados gritos. Al final, la única –y vergonzante– explicación de Marcial Rubio fue esta: “Frente a la posibilidad de no pagar la planilla, la universidad se vio en la imposibilidad de cumplir la ley y siguió aplicando la multa de medio crédito por la mora en el pago”. Es más, Rubio Correa culpó al Arzobispado de Lima de “la imposibilidad de pagar planilla (…) a raíz de las disputas legales.” La estafa se estima en S/30 millones. Aunque los estudiantes demandan una auditoría a fondo, porque consideran que la cifra es mucho mayor. Según Rubio, el hecho de “carecer de fondos” para sufragar los gastos de la entidad fue suficiente motivo para robarle a los estudiantes. No obstante tanto el rector –Rubio–, la vicerrectora, el vicerrector, decanos, directores y demás cuerpo académico recibirían al día sus groseros emolumentos. El sueldo del rector bordearía los S/100,000.
La Fiscalía de la Nación debe tomar cartas en el asunto investigando anormalidades como: ¿de qué forma entraban al presupuesto de la universidad los millones de soles fruto del saqueo a los estudiantes?¿Cómo se contabilizaron a los largo del tiempo? ¿Fueron registrados como ingresos extraordinarios? ¿Como cuentas por pagar? ¿Los balances reflejaban esta estafa? ¿Fueron maquillados? ¿Se institucionalizó acaso una caja negra en esta universidad? ¿Quién la administraba? Son preguntas que circulan en las redes sociales. Lo cierto es que una auditoría profesional e independiente no solo arrojaría una posible trama de corrupción producida al interior del multimillonario centro de estudios, sino es probable que incluso puedan aparecer importantes egresos ajenos al campo educacional.
La verdad es que esta universidad que, groseramente, ha pretendido constituirse en la reserva moral de los peruanos; en el magisterio de lo políticamente correcto; y en el meollo de toda justicia, particularmente la politizada justicia social –ocupando además espacios estratégicos en el Ministerio Público y el Poder Judicial, desde donde irradia una insufrible superioridad y fortaleza que doblega a niveles lamentables al campo de lo político y social– hoy aparece retratada como lo que es: un centro de poder, más que de estudios, que ha abusado en forma delictiva de sus alumnos Y que, además, habría incurrido en otros crímenes como la usura, pretendiendo justificarlos con malas prácticas contables y presupuestos probablemente adulterados. Dios perdonará el pecado. Pero jamás el escándalo del inmoral enfrentamiento de estos caviares contra la Iglesia Católica.
Denuncian a Marcial Rubio y exvicerrectores de PUCP
Por JOSÉ M. CARMEN MORÁN- Diario EXPRESO.
Los cobros indebidos que hizo la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) a sus estudiantes podrían tener consecuencias penales para el exrector, ex vicerrectores y el rector interino de esa casa de estudios.
De acuerdo a un documento al que tuvo acceso EXPRESO, el ciudadano Hugo Martín Rodríguez Alvarado formuló una denuncia penal ante la Fiscalía en contra de “Marcial Rubio Correa (ex rector), Efraín Gonzales de Olarte (vicerrector académico), Pepi Patrón Costa (ex vicerrectora de investigación), Carlos Fosca Pastor (ex vicerrector de administración), y contra todas las persona que resulten responsables”.
“Por el delito de Lavado de Activos previsto y sancionado en los artículos 1º y 2º del Decreto Legislativo Nº 1106, en la modalidad de actos de conversión y ocultamiento y por los delitos de fraude en la administración de persona jurídica (Art. 198 del Código Penal), estafa (Art. 196 del Código Penal), usura (Art. 214 del Código Penal) y contabilidad paralela (Art. 199 Código Penal), en agravio del Estado y la Pontificia Universidad Católica del Perú”, se lee en el documento.
A esta denuncia, se suma la queja de un exdocente de la PUCP, quien, a través de un video propalado en las redes sociales, aseguró que esa situación podría configurarse como delito de lavado de activos.
Para el jurista Marcos Ibazeta, el caso de los cobros excesivos e indebidos podría ser investigado por el Ministerio Público, Indecopi y la Sunedu.
“Han estado sacándole plata, sin ningún fundamento ni derecho, a sus estudiantes. Lo hecho tiene que investigarse para establecer causa y consecuencia, los métodos, así como una serie de cosas (…) Creo que debe investigar la institución que fiscaliza a las universidades [Sunedu], Indecopi, pero sobre todo la Fiscalía”, afirmó.
Cabe precisar que el pasado miércoles Marco Rubio Correa renunció al cargo de rector de la PUCP luego de los reclamos de los estudiantes, quienes protestaron por los cobros que realizaba la universidad desde hace dos décadas, y que consistían en un pago de medio crédito a los estudiantes que no cancelaban sus boletas.
Se debe detallar que los créditos por escala en esa universidad varían entre los 254.90 y 974.10 soles. Es decir, si se cobra el medio crédito de mora, entonces, el alumno debía pagar entre 127.45 y 487.05 soles. Sin embargo, estos montos son excesivos en comparación con la tasa del interés legal máximo fijada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
USURA
El penalista Julio Rodríguez dijo que podría haber un delito de usura, porque los montos cobrados son mucho más altos que la tasa de interés que establece el BCRP.
“Estos cobros, por lo menos, configuran [el delito] de usura, es un delito tipificado en el Código Penal. La pena [por cometer este delito] creo que son tres años como máximo de pena privativa de la libertad. Indiscutiblemente califica para esto”, señaló.
Por otro lado, el penalista Luis Lamas Puccio, manifestó que Indecopi debería iniciar una investigación sobre el caso, y dependiendo de la información, se podría solicitar la presencia del Ministerio Público.
En cambio, Mario Amoretti, dijo que los cobros excesivos no tipifican como delito y debería ser investigado de manera interna.
DEVOLUCIÓN
El 4 de diciembre, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) se comprometió a devolver los montos cobrados desde el 29 de noviembre de 2012 hasta la actualidad. Se eligió esta fecha, debido a que la Ley N° 29947, Ley de Protección a la Economía Familiar respecto del pago de pensiones en instituciones educativas superiores, está vigente desde ese día.
‘Bonos’ secretos a dedo
Por Carlos Bedoya- Wayka.pe
Cincuenta profesores están en “Planilla Dorada” y han venido recibiendo durante la gestión del rector Marcial Rubio Correa y la vicerrectora de investigación Pepi Patrón, un bono económico de entre 3000 y 5000 mil soles mensuales aparte de su salario. Algunos de los docentes beneficiados integran la Asamblea Universitaria que, precisamente, debe afrontar la crisis moral que carcome a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Mientras Marcial Rubio admitía públicamente cobros ilegales a los alumnos durante los últimos 6 años porque la universidad corría el riesgo de cerrar, ocultaba la existencia de una planilla camuflada como “suplemento de sueldo” para decenas de investigadores anotados en una lista del vicerrectorado en manos de Patrón.
Ambas autoridades acaban de renunciar debido al escándalo denunciado por los estudiantes que supone tomar “prestado” de ellos más de 30 millones de soles sin que se enteren. Al mismo tiempo manejaban una especie de ‘Caja 2’ para privilegiar a un conjunto de docentes de siete departamentos académicos que escogían a dedo. ¿Era parte de la planillas oficial?
Una fuente de la propia universidad que prefiere mantenerse en el anonimato por seguridad, confirma la veracidad de una serie de documentos en los que se ratifica la falta de transparencia y equidad de esta práctica de las hoy renunciantes máximas autoridades de la PUCP.
La lista de los privilegiados se encuentra en el Intranet de la universidad siguiendo la siguiente ruta: Intranet/BúsquedadePersonas/PersonalporUnidad/VRI haciendo clic en la ventada de “personal en actividades” y todas las demás.
Lista de docentes de la PUCP que recibieron los ‘bonos’ irregulares y secretos del exrector Marcial Rubio:
Rafael Aguilar Vélez
Martha Gwenn Bell
César Armando Beltrán Castañón
Fiorella Patricia Cárdenas Toro
Fanny Lys Casado Peña
Benjamín Castañeda Aphan
Gianfranco Casuso Guerra
César Celis Pérez
Yves Paul Coello De la Puente
Francisco Fabián Cuellar Córdova
Alonso Cueto Caballero (escritor)
Julio César Cuisano Egúsquiza
Celso De la Cruz Casaño
Dante Angel Elías Giordano
Álvaro Alonso Ezcurra Rivero
Alberto Martín Gago Medina
Betty Cristina Galarreta Asian
Miguel Angel Hadzich Marín
Alexandra Imogen Hibbett Diez Canseco
Layla Hirsh Martínez
Alfredo Jesús Ibáñez Gabilondo
Ramzy Francis Kahhat Abedrabbo
Farid Kahhat Kahatt
Suyeon Kim De Aguilar
Roberto Janniel Lavarello Montero
Madina Mansurova
Helena Maruenda Castillo
Ivan Fabio Meini Méndez (abogado)
José Carlos Orihuela Paredes (economista)
Jan Amaru Palomino Töfflinger
María Angélica Pease Dreibelbis
Adolfo Pillihuamán Zambrano
Giovanna Rosa Pollarolo Giglio
Daniel Racoceanu
Carlos Augusto Ramos Núñez (abogado miembro del Tribunal Constitucional)
Paul Antonio Rodríguez Valderrama
Francisco Aurelio Rumiche Zapata
Sandra Cecilia Santa Cruz Hidalgo
Cesar Augusto Stoll Quevedo
Sabino Nicola Tarque Ruíz
Armando José Torre López
Fernando Gilberto Torres García
Patricia Tovar Rodríguez
Omar Paúl Troncoso Heros
Jean Francois Víctor Vallance
Ian Vázquez Rowe
Valeria Villarán Landolt (psicóloga)
Elizabeth Roxana Villota Cerna
Willem Viveen
Roberto Zariquiey Biondi
Uno de los profesores que figura en la lista es el internacionalista Farid Kahhat quien aclaró que no sabe el caso de los demás, pero que lo que él hizo fue solicitar un aumento de sueldo cuando le pidieron regresar a la universidad en el 2014, pues se encontraba con licencia sin goce de haber. Agregó también que no sabe cómo la universidad maneja internamente este tipo de casos: “Yo he pedido varias veces licencia, he ido y he venido, en cualquier caso, jamás ocupé cargo directivo alguno y estuve la mayor parte de los últimos años fuera de la universidad”.
Pero aquí viene el detalle más curioso del descargo de Kahhat. Nos contó que quien le pidió volver fue el excanciller Rafael Roncagliolo, para integrar la comisión organizadora de la licenciatura de relaciones internacionales. Y fue Roncagliolo el que recibió la solicitud de aumento de sueldo.
¿Qué hacía Roncagliolo quien es profesor a tiempo parcial negociando salarios para profesores de la PUCP por encima de la escala de remuneraciones? Hasta el cierre de esta nota no logramos comunicarnos con él.
Nos comunicamos con el jefe del Departamento de Ciencias Sociales, Alejandro Diez, quien se abstuvo de declarar sobre este tema “porque primero le toca pronunciarse a las altas autoridades de la universidad”.
Según nuestra fuente, hasta este año, Diez no sabía de la existencia del pago adicional de Kahhat.
Secreto a voces
En efecto, hasta finales del año pasado, muy pocos profesores sabían de la existencia de los privilegiados. Incluso algunos Jefes de Departamento, como el caso de Diez ignoraban el doble estándar. “Los profesores se enteraron en los pasillos. La gente no lo creía”, sostuvieron las fuentes.
Por ello, el 11 de mayo varios profesores de Humanidades, incluyendo a Salomón Lerner Febres, al enterarse que algunos de sus colegas por hacer el mismo trabajo recibían un pago adicional, enviaron una carta al Dr. Francisco Hernández, Jefe del Departamento.Carta enviada por profesores de la facultad de Humanidades al Jefe del Departamento, Francisco Hernández Astete.
En la misiva expresaron “disconformidad con la política de suplementos de sueldo” aplicadas desde el Vicerrectorado de Investigación y el Vicerrectorado administrativo.
Propusieron eliminar el privilegio y con ese dinero otorgar becas de incentivos a la investigación de carácter temporal y rotativo para todos, mediante concursos transparentes y públicos.
La propuesta detallaba que los becados puedan compartir sus investigaciones, fruto del incentivo, con todos los demás docentes vía charlas y actividades académicas. Algo que no sucede con el sistema de bonos a dedo, sin criterio ni transparencia que criticaban. Claramente lo que pedían era igualdad de trato.
La carta fue suscrita además de Lerner Febres por Rafael Vega Centeno, Carlos Gálvez, Luis Andrade, Cecilia Esparza, Ricardo Silva Santisteban, Rodolfo Cerron, Victor Vich, Miguel Rodríguez Mondoñedo, Mariana Chu, Virginia Zavala, Rose Mary Rizo Patrón, Adriana Añi, Francesca Denegri, Mario Montalbetti, entre otros.
Cuando los profesores de Psicología se enteraron de lo mismo, también enviaron una carta. El 22 de mayo dirigieron la comunicación a la Dra. Cecilia Chau, Jefa del Departamento. Los firmantes en este caso fueron: Patricia Martínez, Ana Caro, Agustín Espinosa, Susana Frisancho, Rosa María Cueto, Mónica Iza, Guillermo Delgado, Ángela Vera, entre otros. Cuestionaron el bono y pidieron que se traslade su carta al rectorado.Carta enviada por un conjunto de profesores a la Jefa del Departamento de Psicología, Cecilia Chau.
Varios de los profesores firmantes de ambas cartas nos han confirmado la veracidad de nuestra fuente.
La respuesta de Marcial
Cuando la rebelión de Humanidades y Psicología llegó al rector, éste respondió con una carta enviada de manera individual a cada uno de los firmantes que podrían ser interpretadas como intimidatorias, señalando que esos bonos eran intocables, y que no atiende a nadie de manera colectiva. Esta reacción encaja con su respuesta ante frente a la protesta estudiantil de los últimos días.
Wayka tuvo acceso a la carta que envió Marcial Rubio Correa el 6 de junio a cada uno de los profesores de Humanidades que protestaron por escrito. La presentamos completa para que cada quien observe los argumentos, el estilo y tono con el que trata al personal docente el hasta hace poco rector de la PUCP:Sobre esta carta hay mucho que decir, pero por ahora solo mencionamos dos: 1) el asunto de las metas específicas que justifican el bono. En el caso de Kahhat, que hemos mostrado, no existe ningún compromiso de investigación. Además, varios de los que figuran en la lista dorada no tienen investigaciones recientes, ni publicaciones en revistas de impacto. 2) la alusión que hace Marcial Rubio sobre que el carácter colegiado y la participación de autoridades representativas de los diversos colectivos involucrados en la PUCP, niega la opacidad que se desliza en la carta. Salvo los ‘privilegiados’ que también son miembros de la Asamblea Universitaria, pocos conocían de los bonos a dedo hasta este año.
Wayka también intentó comunicarse con la ex vicerrectora de la PUCP, Pepi Patrón, pero zanjó que no dará entrevistas por el momento.
En siguientes entregas abordaremos más detalles de personajes involucrados y situaciones obscuras en la planilla dorada de la PUCP.
*Actualización: Hemos recibido un mensaje del profesor Farid Kahhat donde precisa sus declaraciones. Efectivamente, interpretamos mal la frase “he ido y he venido” como si hubiera estado fuera el país, y la confirmación a la que se refiere no la hizo expresa, sino tácita al señalar que en el caso de él no se trata de un bono sino de un aumento de salario. Aquí su mensaje y nuestra disculpa por esas dos malas interpretaciones de sus declaraciones. Asimismo, por haber escrito mal su apellido. Los puntos 3 y 4 de su mensaje son ampliaciones que compartimos.Correo electrónico enviado por Farid Kahhat.
Sobre bonos a dedo en la PUCP: “Paren de justificar lo injustificable, por favor. El honor no llega por jurar decencia”
Por Ana María Guerrero- http://manoalzada.pe
Mientras más pasan las horas y leemos las maromas argumentativas justificando los bonos, sentimos que más nos quedamos sin palabras. Por eso hay que seguir diciendo, porque las palabras son las armas que tenemos para defendernos de la impunidad y la desfachatez.
La razón que corre entre abonados y amigos (con anuencia de algunas autoridades) es que “había que retener talentos que de otra manera no se hubieran quedado a trabajar en la PUCP”. Leo esto en los muros y comentarios de amigos y colegas y siento pena, indignación, una distancia enorme frente al negacionismo y la elitización de su sentido común. Se me caen los brazos. En esto terminan las argollas y el endiosamiento de la gente: creyendo que hay una revelación académica que saldrá de ciertas materias grises (creerán, no sé, que es cosa de la biología, de organismos privilegiados con nombre y apellido) en vez de la ebullición de la vida académica colectiva.
¿Y todos los colegas que tienen iguales o mayores credenciales que los abonados, y que aportan a veces más y mejor que los propios abonados sin haber necesitado del famoso bono? ¿Dónde quedan? ¿Por qué hay colegas a tiempo completo dictando diez, veinte, treinta, cuarenta años que sí se pueden quedar sin nada más a cambio que la aceptación de las reglas de juego? ¿Qué cosa es eso del derecho a la discrecionalidad de la rectoría para apoyar gente (o “proyectos”, vaya eufemismo) a dedo? ¿Qué cosa es eso de que “a mí me llamaron y yo solo fui”? Oigan, por favor: ¿qué les pasa? Parece que no conocieran el mundo afuera ni cómo funcionan las academias en otros lados.
Comienzo a entender un poco más por qué tantos y tan largos silencios (en discurso y acción) sobre la pauperización de la educación superior pública. Con dinero público estos bonos serían más graves si me permiten esta falaz relativización. Entiendo un poco más, hoy, sobre la complacencia que se tuvo con la neoliberalización de la universidad y la consecuente despolitización del cuerpo docente y el alumnado. Después de los golpes argentinos y brasileños los profesores universitarios fueron agentes históricos de cambio de sus sociedades. Dejaron sus vidas en la construcción académica colectiva, cuidaron a las ciencias humanas y sociales de ese productivismo maníaco de lo que hoy se quiere pasar como “normal”, lo que sería inevitable para la internacionalización. “Yo investigo” dicen algunos, “yo cobro más” dicen otros. “Teníamos que hacerlo” dicen unos cuantos. Como Marcial con sus cobros ilegales: cosas de fuerza mayor.
Si miramos a nuestros vecinos, la academia de los países de al lado, veremos que sobran demasiados ejemplos de profesores universitarios que se quedaron e hicieron bien las cosas sin necesidad de negociar por afuera. De hecho, eso es lo que hicieron, no al revés. No es que el profesor fulanito de tal hace a la universidad, es el prestigio de la universidad, su proyecto de sociedad, su dirección reflexiva lo que nos nutre y es suficiente para quedarnos. Veo a mucha gente blandir sus pergaminos de universidades gringas como si el solo hecho de tenerlas significara ser mejor profesor, investigador o ciudadano. Los profesores universitarios, oigan, alimentamos almas críticas, construimos y reconstruimos puentes con la sociedad una y otra vez. Importa más producir experiencias y reflexiones repletitas de sentidos que artículos en serie para revistas en serie. No hay formato APA para la resistencia intelectual universitaria. Y esto solo se aprende en la universidad latinoamericana, donde estudiantes y profesores le llamamos golpe al golpe y fraude al fraude. La transparencia en las reglas de juego, defenderlas y seguirlas, es lo que nos permite decir las cosas abiertas, a tiempo y sin miedo.
Paren de justificar lo injustificable, por favor. El honor no llega por jurar decencia, es la transparencia de tus actos y tus decisiones, el juego limpio con tus colegas, lo que cada día te honra. O no.
Luchar contra la argolla en la PUCP es algo que vale la pena
Por José Saldaña- Wayka.pe
Soy profesor de derecho en la PUCP desde el 2014. He sufrido maltrato como docente y violación de mis derechos. Los cobros ilegales son parte de un sistema mayor de injusticias que incluye argollas y violencia de género. Aquí mi historia.
El sistema de acceso a la docencia adolece de severas deficiencias y linda con la corrupción. En la facultad de derecho he participado de concursos a plazas permanentes en los que mi candidatura no pasaba de ser una formalidad, pues el ganador era determinado previamente. En el 2015, aún cuando de los tres candidatos finalistas yo era el único que reunía los requisitos objetivos de la convocatoria, nunca tuve posibilidad de ganar.
El ganador no cumplía con el requisito de edad y la dirección de profesorado observó su contratación posteriormente. En la clase maestra no alcancé a hablar un minuto de manera continua porque me interrumpían, un jurado abandono el aula sin decir nada mientras yo hablaba. Las preguntas iban entre lo absurdo y el ataque abierto: ¿Por qué te gusta hablar en plural? ¿Vas a enseñar estas cosas en tu curso? La permanencia no es una cuestión solo de meritocracia, hay mucha arbitrariedad.
He sido docente por 4 años, trabajé duro para armar cursos nuevos, dicté varios horarios el mismo semestre, obtuve los puntajes más altos en las evaluaciones de los estudiantes. Nada fue suficiente. Me removieron sin expresión de causa, sin que medie siquiera un agradecimiento por la labor. Amparados en la precariedad laboral de un docente por asignaturas, deciden libremente cesarlo, tanto más si resulta incómodo a la autoridad.
He sido hostigado por mis ideas en la facultad. Por compartir en redes las noticias del colectivo de estudiantes y egresadas contra el hostigamiento sexual, he recibido mensajes y llamadas amenazantes de dos altas autoridades de la universidad. Uno de ellos: el defensor universitario Wilfredo Ardito.
Tengo copias de los mensajes. Y esta no es la única historia que conozco. Mis colegas han vivido experiencias similares: denuncias falsas de plagio para sacarlos del concurso, ataques en las entrevistas por ideas políticas, declaran desiertas las plazas cuando el puntaje no favorece al elegido. Nadie denuncia por miedo. Es comprensible, pones en riesgo el esfuerzo de una vida.
Pero yo he decidido soltar el miedo y hablar en voz alta. He decidido que luchar contra la argolla en la PUCP es algo que vale la pena hacer, por mí y por todos los afectados por este sistema de “La argolla”, que no es otra cosa que una red de micro-corrupciones en la que se tejen lealtades alrededor del poder. Son estas redes las que permiten que autoridades permanezcan en el cargo por décadas, las mismas que dan impunidad en casos de violencia de género. Pero esto es un sistema, no una persona o un grupo pequeño.
En la universidad hay poca transparencia sobre el uso del dinero, escasa rendición de cuentas, sospechas de bonos indebidos y de favoritismos para asignar presupuestos de investigación. Hace poco nuestro grupo de investigación presentó un proyecto para trabajar en derechos territoriales y mujeres indígenas en el Río Marañón. Hemos dedicado mucho esfuerzo, pero tememos que cuestiones políticas impidan una evaluación por árbitros imparciales.
Esto lo publiqué hace unos meses. Desde entonces, la única noticia que tengo de las autoridades es que piensan mal de mí y un correo del decano solicitándome rectificación porque debí referirme al departamento y no a la facultad. Pero ninguna solución ante la injusticia. Este 2018, el movimiento estudiantil rompió el silencio contra la violencia de género y denunció los cobros ilegales. Esa es la enseñanza más grande que le deja al país: Se requieren cambios profundos. Como dicen, la PUCP luchando también se está educando.
Auditoría externa y renovación de todos los que resulten responsables de estos ilícitos que deben ser llevados a la justicia para pagar por sus delitos. La moralización de nuestra querida institución educativa debe hacerse en el plazo más breve posible.