LA OTRA PELEA
Detrás de la sonrisa, avanza la procesión.
Julio Guzmán se la ha pasado más de un mes en la pelea porque los organismos electorales confirmen la validez de su candidatura (CARETAS 2424). Mucha tinta –y pantalla– se ha derramado a favor y en contra. Como telón de fondo se despliega la tensión entre el obligatorio cumplimiento de la reglamentación electoral y la salvaguarda del derecho a la participación política.
Francamente, lo segundo tendría que primar sobre maximalismos administrativos. Más cuando dentro del partido no se cuestionan los cambios en el organigrama y tampoco se ciernen sombras de financiamiento ilícito. Inevitablemente, el segundo puesto de Guzmán en las encuestas –solidificado con el 18% que le asigna Ipsos– es un factor a considerar para definir la permanencia de su candidatura a cinco semanas de la primera vuelta.
Pero, faltando tan poco tiempo, queda mucho por conocer del candidato y su organización.
La discusión sobre el papeleo que en los últimos días se libró en el Jurado Electoral Especial Lima Centro 1 hace olvidar la naturaleza de los cambios.
En setiembre el entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Todos Por el Perú, Aúreo Zegarra, convocó a asamblea general extraordinaria para definir los nuevos estatutos del partido. Esta aprobó la convocatoria de la asamblea electoral, el mismo octubre, para elegir al nuevo CEN.
Este es encabezado por Guzmán y su hermana María Teresa Guzmán Cáceres, a cargo de la Secretaría Nacional de Organización y Movilización, además de otras 17 personas.
Guzmán, ya como presidente del CEN, convoca a otra reunión extraordinaria para elegir al ahora famoso nuevo Tribunal Nacional Electoral compuesto por Pablo Omar Castro Moreno (presidente), César Augusto Loredo Rosillo (secretario) y Alan Geraldo Bravo Gutiérrez (vocal). Los mismos que son desconocidos por el Jurado Nacional de Elecciones por no estar inscritos en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP).
El presidente del TNE, Pablo Castro Moreno (37), postuló a la convocatoria del Instituto Tecnológico de la Producción, donde trabaja María Teresa Guzmán, el 9 de marzo y resultó ganador de la vacante. El 31 del mismo mes se inscribió en el partido político donde tuvo en sus manos la designación de la plancha presidencial que, al cierre de esta edición, pende de un hilo.
Loredo, el secretario, es un ‘joven morado’ de 24 años y Bravo Gutiérrez es quien hasta hoy más dolores de cabeza le ha dado a Guzmán y a TPP.
CONEXIÓN POPULISTA
En resumen, como tantas veces en la política peruana, Guzmán llegó a ocupar un partido que era vientre de alquiler. Sin embargo, con afinidades. Zegarra es un exdiputado acciopopulista, como lo fue el padre del candidato. Uno de los cofundadores del partido es Gonzalo Aguirre, presidente de IPAE que hoy postula por el Congreso y que ha apoyado la opción de Guzmán desde antes de su debut en la CADE del 2014. Que otro cofundador fuera Drago Kisic ayuda a entender el concurso de otros personajes como el economista Elmer Cuba de Macroconsult.
TPP fue un vehículo de independientes que apoyaba la Unidad Nacional de Lourdes Flores en el 2001. En el 2005 conformaron el Frente de Centro capitaneado por Valentín Paniagua (otra referencia populista).
En realidad, hoy los problemas que podrían dejar coja la candidatura están en el Congreso.
María Teresa Guzmán, la hermana del candidato, ha tenido especial protagonismo en la tarea.
Hasta el momento, seis de las listas parlamentarias de Todos por el Perú –Ica, Huánuco, La Libertad, Pasco, San Martín y Tumbes– fueron rechazadas definitivamente por los jurados electorales. En el caso de otras siete –Apurímac, Arequipa, Cajamarca, Cusco, Junín, Loreto y Madre de Dios–, el partido entregó subsanaciones en los últimos días porque fueron inicialmente declaradas inadmisibles. Las observaciones administrativas establecen en su mayoría que los Tribunales Regionales Electorales no tuvieron el quórum adecuado para designar las listas.
Si la candidatura de Guzmán sigue adelante, su representación en el Congreso podría verse fuertemente perjudicada. Además, el trabajo proselitista en las provincias sin listas también se vería inevitablemente mermado.
Una lista que no ha presentado problemas con los organismos electorales es la de Moquegua. Pero allí es donde se han hecho públicos los cuestionamientos a la hermana del candidato.
El ex coordinador de la base de ese departamente, Olberto Oquendo Lozada, cuenta que “nos reunimos en Miraflores para ver el tema de las listas en la casa de María Teresa Guzmán con (el vocero del partido) Manuel del Águila. Les mostramos el trabajo de las bases, las actas. María Teresa tiró las actas en un acto de desaire, diciendo que nosotros no sabíamos cómo se manejaba esto. Y sí pues, efectivamente nosotros no sabíamos que las elecciones en un partido se realizaban a dedo, como es que se ha designado los candidatos al Congreso por Moquegua”. De similar opinión es José Ibárcena, ex precandidato y psicólogo que renunció un día antes de la presentación de las listas. “Nunca mencionaron que no se realizarían elecciones internas, esa no es una práctica de un partido bien constituido”, declaró.
Ambos cuestionaron que Sandra María Gonzales encabece la lista. Esta ex militante del Frente Amplio tiene un proceso judicial por cobros indebidos al Estado. Supuestamente cobró durante 12 años la pensión de su madre fallecida a pesar que no le correspondía por ley al ser funcionaria del Estado con sueldo estable.
Los desacuerdos con María Teresa Guzmán tendrían más alcances. Es inusual que un candidato presidencial que sube como la espuma y se posiciona como el outsider de una campaña vea cambios en su equipo más cercano cuando hay que redoblar esfuerzos. Aquí ha pasado lo contrario que la tienda de PPK (ver más).
Pero eso pasó hace dos semanas cuando Marjorie Effio, quien fue su jefa del equipo de comunicaciones y de prensa durante dos años, renunció a la campaña. Según ha trascendido, Effio, quien acompañó permanentemente a Guzmán cuando no aparecía en las encuestas, sigue siendo miembro de Todos Por el Perú.
Otra hermana del candidato, María Eugenia, también se ha posicionado recientemente dentro de la campaña.
En estas semanas que quedan, el outsider está obligado a demostrarle a sus críticos que lo suyo va más allá de la improvisación. De aluviones no vive la democracia.
Fuente: Revista CARETAS.