“Pueblos indígenas hemos ganado en este proceso…”

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Victoria Tauli Corpuz

“Creo que hemos ganado mucho en este proceso y debemos seguir trabajando y hacer muchas cosas para lograr que todo esto se implemente” dijo Victoria Tauli Corpuz, ex Presidenta del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas.
“Logramos con éxito que se haga referencia a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en dos partes del texto de Acción Cooperativa a Largo Plazo” dijo la indígena oriunda de Filipinas, en referencia a los acuerdos de la Cumbre sobre Cambio Climático de Cancún.
El texto sobre Reducciones de las Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD Plus) “contiene muchas referencias a los pueblos indígenas, los derechos, el conocimiento y la participación” dijo la directora ejecutiva de la Fundación Tebtebba.
“No logramos nuestra intención de conseguir un compromiso claro de los Estados para un segundo período de compromiso del Protocolo de Kyoto, ni en lograr que los países del Anexo 1 de la Convencion se comprometan de manera jurídicamente vinculante” expresó Victoria.
“Sin embargo, el Protocolo de Kyoto no fue eliminado, lo cual era el objetivo de algunos países”. En este sentido, “hay mucho más trabajo por hacer, camino a Durban” manifestó Tauli Corpuz, quién formó parte de la delegación oficial del gobierno de Filipinas.
“Ahora hay una decisión de establecer un Fondo Verde sobre el Cambio Climático; un comité de Comité de Adaptación; Tecnología, entre otras decisiones que serán implementadas” informó la representante filipina.
“Los representantes indígenas aquí en Cancún han trabajado muy duro, tanto como miembros del Cónclave y también unos pocos, que formaron parte de unos nueve o diez delegaciones oficiales de los gobiernos” concluyó Tauli Corpuz.
Fuente: SERVINDI y CAAAP.
Acuerdos de Cancún: concenso no es unanimidad
Ban Ki-moon, alabó los resultados de la COP16: “Las negociaciones sobre el cambio climático en Cancún (México) le han ofrecido un importante éxito a un mundo que tanto lo necesita”, se indica en el comunicado. “Los gobiernos se unieron por una causa común, por el bien común, y acordaron avanzar hacia la resolución del principal problema de nuestro tiempo”.
“Aunque hay mucho por hacer todavía, el éxito de la conferencia de la ONU sobre el cambio climático en Cancún ha situado al mundo en la senda hacia un futuro más seguro, próspero y sostenible para todos”, agregó. “Los resultados de Cancún nos han dado importantes herramientas”, señaló Ban. “Ahora debemos usarlas”.
“Recomiendo a los gobiernos que sigan la vía del compromiso, una piedra angular del multilateralismo efectivo”, apuntó el secretario general. La próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) se celebrará en Durban (Sudáfrica) del 28 de noviembre al 9 de diciembre de 2011.
Los “Acuerdos de Cancún” fueron aprobados, con la única excepción del Presidente de Bolivia, Evo Morales. En el transcurso de la COP16, Bolivia se quedó sola: sus aliados en el ALBA, Cuba y Venezuela, le dieron la espalda y la Conferencia pugnó por aprobar los documentos que puso sobre la mesa la Canciller mexicana.
“Cancún ha hecho su trabajo. La luz de esperanza se ha vuelto a encender y la fe en el proceso de cambio climático multilaterales para obtener resultados ha sido restaurada”, dijo la Secretaria Ejecutiva de la Convención, Christiana Figueres.
La COP16 arrojó como resultados, entre otros, el establecer el aumento de la temperatura promedio global por debajo de los dos grados centígrados; el compromiso para ratificar una nueva etapa del Protocolo de Kyoto; los acuerdos de mitigación en materia forestal -los mecanismos REDD Plus- y de transferencia tecnológica; y la creación de esquemas de apoyo en favor de los países pobres.
Y, para el Gobierno mexicano, la cereza en el pastel: el anhelado Fondo Verde, con un primer paquete de 30 mil millones de dólares para acciones inmediatas en los próximos dos años.
“México ha seguido escrupulosamente las reglas y lo ha hecho con transparencia. Se ha recuperado la confianza, y eso es vital para seguir avanzando. Ahora, lo que debemos hacer es dar nuevos pasos para construir acuerdos cada vez más ambiciosos”, remató el Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Doble discurso de Bolivia
Bolivia, que en su propio país incumple los acuerdos de la Cumbre de Cochabamba, anunció que acudirá al Tribunal Internacional de La Haya para impugnar el resultado de la Cumbre de Cancún al considerar que violó el reglamento de la ONU en la aprobación de sus documentos finales.
El jefe de la delegación boliviana, Pablo Solón, señaló que la Presidenta de la Cumbre, Patricia Espinosa, violó el reglamento de la Convención, que establece que los acuerdos se adoptan con el consentimiento de los 194 países miembros.
Entre otras cosas, Bolivia rechazó el Acuerdo de Cancún por considerar que abre las puertas a que se sustituya en un futuro el Protocolo de Kyoto (1997), el único instrumento vinculante que hasta la fecha obliga a los países desarrollados a reducir sus emisiones.
También rechaza que se amplíe la posibilidad de aumentar el uso de nuevos mecanismos de mercado como si fueran «una varita mágica», así como que se otorgue un papel temporal al Banco Mundial para gestionar el nuevo Fondo Verde de donaciones y prestamos a los países en desarrollo.
A juicio de Solón, la Cumbre de Cancún «ha terminado muy mal» porque la Presidencia mexicana no respetó las reglas, «algo que ni siquiera ocurrió en Copenhague».
Países latinoamericanos del ALBA, como Venezuela, no apoyaron en esta ocasión la postura de La Paz. La delegada venezolana, Claudia Salerno, se congratuló por la creación del fondo y de los compromisos para frenar la deforestación.
El negociador cubano, Orlando Rey, señaló a EFE que el acuerdo «permite recobrar la confianza, el valor del multilateralismo y el basamento para empeños superiores».

Eduardo CalvoCientíficos alertan en Cancún sobre los impactos del cambio climático
Por Anna Cuenca (AFP).
El cambio climático ya está teniendo graves consecuencias en sectores como la agricultura o el urbanismo, especialmente en regiones como América Latina, donde casi el 80% de la población vive en ciudades, advirtieron los científicos en la Conferencia de Cancún.
“La variabilidad climática y los eventos extremos han afectado grandemente a la región en los últimos años”, recordó Eduardo Calvo Buendía, experto peruano del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), en momentos en que las fuertes lluvias golpeaban Venezuela, donde ya han dejado 25 muertos y más de 33.000 damnificados.
Según los trabajos de este grupo de expertos, formado por científicos de todo el mundo, “se espera durante el siglo XXI un aumento de temperaturas que podría, en nuestra región, en el mejor de los casos limitarse a 1º C e ir, según los escenarios, hasta los 6º C”, lo que debería tener un muy fuerte impacto medioambiental, explicó.
Así, en la década de los 2020, se prevé que las dificultades en el abastecimiento de agua afecten a entre 7 y 77 millones de latinoamericanos más que actualmente, afirmó Calvo.
“Igualmente, se puede esperar que a nivel de toda la región (…), encontráramos pérdidas en uno de nuestros cultivos más importantes como es el arroz”, agregó.
En este mismo sentido, un informe presentado el miércoles en Cancún señaló que el aumento de precios de los alimentos registrado este año a nivel mundial podría ser sólo el primer capítulo de una disparada en las próximas décadas. “El cambio climático provocará menores cosechas de arroz en todo el mundo en 2050”, afirma el estudio presentado por el International Food Policy Research Institute (IFPRI). También “las cosechas de trigo caerán en todas las regiones, con mayores pérdidas en los países en desarrollo”, agregó, previendo alzas de precios de hasta el 100% en 2050 respecto a 2010.
Para contribuir a mitigar estos efectos, América Latina y el Caribe tienen un fuerte potencial de reducción de emisiones de efecto invernadero, por ejemplo en sectores como la urbanización y la gestión de las ciudades, destacó por su parte el experto cubano del IPCC Ramón Pichs Madruga. “El tema de la urbanización en América Latina es crucial, ya que estamos en la región más urbanizada del mundo en desarrollo, con casi el 80% de su población viviendo en ciudades”, afirmó.
“A la hora de dar respuesta al problema del cambio climático es muy importante considerar los sectores que tienen más incidencia en el ámbito urbano, desde el transporte hasta el suministro de agua”, agregó.
La mayor parte de las ciudades se encuentra situada en zonas costeras, señaló Calvo, subrayando la importancia de la gestión de las costas en la lucha contra el calentamiento global. “En muchas regiones tropicales de América Latina, el mantenimiento de ecosistemas como los manglares es una medida de adaptación que permite prevenir eventos extremos relacionados con huracanes”, afirmó.
Los manglares son terrenos tropicales cubiertos por las grandes mareas donde crecen árboles que viven en agua salada. Encierran una gran biodiversidad, permiten luchar contra la erosión y son un importante sumidero de CO2. Pero, pese a su importancia medioambiental, se ven amenazados por el desarrollo urbanístico, vinculado a menudo al sector turístico.
Es precisamente lo que ocurre en esta localidad mexicana donde se reúnen hasta el 10 de diciembre negociadores del mundo entero en busca de un acuerdo climático. “Más del 30% del manglar de Cancún se ha perdido” debido a la construcción de hoteles sobre la playa, lo que ha aumentado la vulnerabilidad a los huracanes y tormentas tropicales, denunció la organización ecologista Greenpeace.
Según previsiones citadas por Greenpeace, más de 15.000 km2 de zonas costeras mexicanas podrían verse amenazadas por la elevación del nivel del mar, afectando tanto a los ecosistemas como a la ganadería y la agricultura.
Estrategia para la negociación
Por Roque Sevilla
A fines de los años 80 dos investigadores norteamericanos de la Universidad de Harvard, Roger Fisher y William Ury revivieron el estudio del arte negociar. Luego de estudiar a los grandes estrategas de todos los tiempos como Sun Tzu, Maquiavelo y Klausewitz, desarrollaron una nueva teoría del entendimiento entre las partes que se ha aplicado con enorme éxito en toda negociación. El arte de la negociación moderno se basa en el acercamiento y la creación de un ambiente de confianza entre las partes, la diferenciación cuidadosa entre posiciones e intereses y la fijación de parámetros como la determinación de la mejor alternativa ante un posible desacuerdo. En ningún caso Fisher y Ury han considerado a la amenaza como una fórmula para alcanzar el éxito.
Parecería que el Presidente de la República nunca revisó estas técnicas de negociación.
Correa aprovechó la reunión sobre el Cambio Climático en Cancún para decir que si hasta junio del 2011 no se recibe aportes de los países desarrollados para la Iniciativa Yasuní-ITT, procederá a explotar los yacimientos petrolíferos ubicados en el corazón del Parque Nacional Yasuní.
Todos esperábamos que el Presidente fuera a promover la Iniciativa y no a desafiar a los aportantes. Esta declaración es una continuación de amenazantes anuncios en los que ha fijado plazos para que se cubra el aporte so pena de explotar el petróleo. Por cierto, cada vez que se ha acercado la fecha, el Presidente lo ha pospuesto.
Esta forma de negociar genera varios problemas serios que pueden conducir al fracaso de la Iniciativa.
Primero, el anuncio repetitivo de una amenaza genera en las contrapartes una sensación de estar sometidos a una extorsión. En varios foros se habla de que la posición ecuatoriana es un ‘greenmail’ (versión verde de ‘blackmail’ que significa extorsión en inglés). Segundo, si se escoge la amenaza como forma de negociación, hay que estar consciente de que esta debe ser ejecutada al cumplirse las condiciones. Lo contrario genera una sensación de incredulidad y falta de seriedad. Tercero, el tener resultados magros por falta de capacidad negociadora y anunciar que si las cosas siguen mal el Gobierno se vería obligado a explotar el petróleo, produce, en los países que están dispuestos a apoyar la idea ecuatoriana, un compás de espera. Cada potencial aportante aguarda ver el comportamiento de otro para comprometerse.
Como todos esperan y ninguno aporta, la negociación cae en terreno muerto, que es la etapa previa a la no negociación y al posible fracaso de la propuesta. Luego de Cancún la gran duda que nos asalta es si estos son errores de negociación del Gobierno o son parte de una estrategia que busca deliberadamente el fracaso de la Iniciativa.
Fuente: Diario El Comercio de Quito.

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