Nuestra Señora de París

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Lunes, 15 de abril de 2019. Los ojos del mundo entero miran a Notre-Dame en llamas. Si la catedral arde durante varias horas, los cimientos y la fachada permanecen intactos. El monumento histórico más visitado de Europa con 13 millones de visitantes cada año, la Gran Dama, ha dejado su huella en los corazones y en la historia. Una mirada retrospectiva en 10 fechas que realzan el aura de esta joya declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
1163: la colocación de la primera piedra
Bajo el reinado de Luis VII, el obispo de París, Maurice de Sully, decidió en 1160 construir una majestuosa catedral en honor de la Virgen María en París, en lugar de la catedral de Saint-Étienne en la Isla de la Cité. El rey, el pueblo y la Iglesia apoyaron el proyecto y la primera piedra se colocó tres años más tarde, en 1163.
1239: una preciosa reliquia
Aún sin terminar, Notre-Dame ya acogía un tesoro sagrado traído por San Luis: la corona de espinas de Cristo. Se organiza una ceremonia de bienvenida para presentar esta reliquia a los parisinos.
1272: una joya del estilo gótico
Después de más de 100 años de trabajo, la catedral está finalmente terminada. De esta larga espera para ver Notre-Dame terminada nació la expresión “esperar 107 años“. Era entonces una de las catedrales occidentales más grandes y ya representaba una obra maestra del arte gótico.
1789: El Templo de la Razón
Símbolo de poder, Notre-Dame fue objeto de saqueo durante la Revolución Francesa. Su tesoro es saqueado, sus estatuas decapitadas en el mejor de los casos, en el peor, completamente destruidas, su flecha desmantelada…. Privado de su función religiosa, es utilizado como Templo de la Razón y luego como bodega de vinos. Algunos incluso planean destruirla y vender las piedras. Aguantará esta época dificíl.
1804: La consagración de Napoleón I
Notre-Dame, que se rindió al culto católico dos años antes, es el escenario del rito de Napoleón I como emperador de los franceses por el Papa Pío VII. Entre la Misa y la Coronación, la ceremonia duró más de cinco horas y fue inmortalizada en una de las pinturas más famosas del Louvre: “Le Sacre de Napoléon” de Jacques-Louis David.
1831: Victor Hugo al rescate
Tras la Revolución, los estragos del tiempo y la falta de interés de los parisinos, Notre-Dame cayó en desuso. Víctor Hugo, que amaba el monumento, decidió devolverle todas sus cartas de nobleza en su libro Notre-Dame de Paris. El mundo la está redescubriendo bajo una nueva luz y está comprometida a darle las renovaciones que necesita.
1844: la aguja de Viollet-Le-Duc
Un gran proyecto de renovación y restauración fue lanzado bajo la dirección de Eugène Viollet-Le-Duc. Este apasionado arquitecta restauró la majestad de Notre-Dame vistiéndola con gárgolas, quimeras y otras estatuas. También decidió hacer una nueva aguja, inspirada en la de la Catedral de Orleans, para el techo. Después de 20 años de trabajo, Notre-Dame tiene entonces, más o menos, la cara que conocíamos antes del incendio. Es esta misma aguja la que golpea a los espíritus cuando se consume antes de caer bajo el fuego el 15 de abril de 2019.
1944: un “Magnificat” para la Liberación
Desde la reanudación de París tras la Guerra de los Cien Años en 1437, los parisinos han celebrado sus victorias militares frente a la catedral. Así, en el siglo XV, como en 1918, se cantó un “Te Deum”, himno de celebraciones y victorias. El 26 de agosto de 1944 se realizó un “Magnificat” para celebrar la Liberación.
1991: inscripción en el Patrimonio Mundial de la UNESCO
Al igual que otros edificios parisinos a orillas del Sena, Notre-Dame es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, que la reconoce como “obra maestra de la arquitectura” y la erige como referencia de la arquitectura gótica.
2019: un excepcional plan de reconstrucción
En 2019, Notre-Dame celebra su 850 aniversario a lo grande. Mientras las obras de renovación, la catedral se convirtió, a pesar de todo, en la protagonista de su propia historia tras el incendio que ha asolado su cubierta. Aunque se espera que las reparaciones duren varios años, gran parte de su trabajo se ha salvado y los cimientos del edificio han resistido la prueba del tiempo. Gracias a la fuerte movilización en Francia y en el extranjero, la catedral está a punto de escribir una nueva página en su historia gracias a un plan de reconstrucción excepcional.
Fuente: www.france.fr

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