La cabeza de María Antonieta
Por Ricardo Vásquez Kunze- Político.pe
Todo vale en la guerra del humo en la que está enfrascado este régimen. Luego del fiasco de “evaluar” la pena de muerte por parte del propio Martín Vizcarra para terminar desautorizándose él solo, el gobierno ha guillotinado a María Antonieta Alva, la ministra de Economía.
Sendos carteles aparecieron como por arte de magia en varios puntos de Lima dando vivas a la la ministra, “por su juventud y dignidad”.
Por lo pronto, el globo de ensayo solo ha volado unos metros y causó apenas la curiosidad de los cuatro gatos que conocen a esta María Antonieta. Como el coronavirus de Wuhan sigue en marcha como noticia central –que afecta directamente la vida de cada cual aquí y en la China–, lo que hubiera sido motivo de cháchara, cotilleo y “sesudos” análisis ha quedado moribundo en el camino de la realidad.
Lo que sí es relevante señalar es la tenacidad y audacia del gobierno en sacar cuanto conejo pueda del sombrero para tapar precisamente el desastre económico y la incompetencia por la que debería ser guillotinada la María Antonieta que nos ocupa. Lo real es que si el objetivo era ir midiendo reacciones para una delfina complaciente, no ha podido ser en peor momento y ha terminado sacrificándola en el altar del ridículo.
No hay mal que por bien no venga
Por Ricardo Vásquez Kunze- Político.pe
Como el coronavirus de Wuhan es la noticia mundial con cuarentenas en ciudades y regiones enteras en Asia y Europa, y el contagioso virus ya llegó al Perú, todas las demás noticias se han licuado para bien de la salud mental de los peruanos.
El Día Internacional de la Mujer –aprovechado ideológica y políticamente por un cenáculo de activistas matamachos– pasó sin pena ni gloria. Las agendas de PPK con las que estúpidamente se pretendía crear un vínculo entre Keiko Fujimori y Pedro Gonzalo Chávarry se perdieron en medio del pánico al contagio. Las ridículas declaraciones del fiscal Vela apelando al “dicho” sobre que Alan García pretendía llevarse al más allá al fiscal figureti José Domingo Pérez se han escurrido por el desagüe del absurdo. Y, finalmente, la “evaluación” de la pena de muerte para violadores de niños y “feminicidas” lanzada como un gas por el presidente de la República ha sido tomada con silencio por la gente común y corriente pese a las portadas de cierta prensa hueleflatos.
Y es que cuando la vida de uno se pone en riesgo nadie atiende a las cortinas de humo ni a las cojudeces a las que nos tienen acostumbrados fiscales, periodistas, activistas y políticos sin escrúpulos. Esperemos que el coronavirus solo cobre como víctima a la demagogia, aunque sea por un tiempo.