Lentejas Arana

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Gran aprecio por la ideología bolivariana

Por Ricardo Monzón- Diario Perú21.

¿Cree que la marcha de #NiUnaMenos logrará el objetivo de que el Poder Judicial preste más atención a sus fallos, sobre todo, en los casos de violencia contra la mujer?
El Perú está cambiando y es importante. Hay cada vez más movimientos ciudadanos capaces de llamar la atención masivamente sobre temas importantes en el país. La marcha hay que mirarla en el contexto de muchas otras que unen a los peruanos: La marcha después del atentado de Tarata, la gran marcha nacional del agua en el 2012, las marchas de los jóvenes en la Ley Pulpín y la repartija… Está surgiendo en el Perú, después de muchos años, un amplio movimiento ciudadano que, además, es espontáneo y se interconecta por canales nuevos, como el internet.
¿Qué rol cumplen en este tipo de movilizaciones los partidos políticos?
Anteriormente, en los años 70, los partidos políticos podían cumplir el rol de ser los grandes convocadores. Lo que deja claro este tipo de marchas es que ahora son los colectivos, la ciudadanía, las causas justas, las que se organizan sin un aparato burocrático. No ocurre con otras marchas, como la Pro Vida, donde se use el aparato institucional de alguien, como el que ejerce la iglesia. No hay un motivo ideológico ni un soporte burocrático, institucional o económico. Lo que hay es un sentimiento indignado frente a una injusticia, y eso está pasando a nivel mundial.
Han criticado al Frente Amplio por acudir a la marcha con banderolas alusivas al partido. ¿Qué responde?
Yo igualmente he visto polos de organizaciones del Rotary Cub, el Ministerio de Trabajo, de empresas. Yo creo que no hay una incompatibilidad. Sí creo que es importante el orden que hubo. Hubo varios escalones. A nosotros se nos comunicó que el escalón de partidos políticos eran los 7 y 8. Si alguien transgredió el respeto de lo establecido, se entiende. Pero si eso no pasó, al contrario, yo creo que los partidos políticos deben estar presentes. Lo que hubiera sido incorrecto es que una empresa o un partido político se arrogara para sí el derecho de presidir, dirigir la marcha excluyendo a otros. Que digan “esta marcha es nuestra”. Y eso no ha ocurrido.
¿Se refiere a que el Frente Amplio solo no podría movilizar tal cantidad de gente?
Ninguna fuerza política en el Perú tiene la capacidad de movilizar tanta gente por varias razones.
Lo que se criticó no fue que participen en la marcha sino que lo hagan con banderolas con el símbolo del partido.
Insisto. No había ninguna razón para que los partidos políticos no se visibilizaran. Al contrario, los partidos políticos no pueden estar al margen de los procesos ciudadanos mayores. Es más, me parece que varias de las consignas de la marchas eran políticas. Por ejemplo, uno de los lemas era “Mujer que se organiza, combate la golpiza”. Esa es una consigna absolutamente política porque no nos olvidemos que hasta hace 30 años atrás la solidaridad ciudadana era muy fuerte, pero luego de políticas neoliberales que han promovido el individualismo egoísta muy fuerte, y luego de este asalto de sálvese quien pueda, puede pasarte cualquier cosa y nadie dice nada.
Pasando a temas parlamentarios, ¿por qué sacaron a Tania Pariona de la presidencia de la Comisión de Pueblos Andinos?
No, no. Cualquiera de los que tienen el cargo de titular en una comisión la pueden presidir. En el caso del Frente Amplio hay un elemento que debes tener en cuenta. Nosotros somos 20, y tenemos 4 comisiones durante 5 años. El acuerdo interno al que hemos llegado es que al menos una vez en la legislatura 2016-2021 todos serán presidentes.
¿Por qué eligieron a Maria Elena Foronda en vez de Pariona?
Tiene un currículum y un historial sobre el tema impresionante. Ha trabajo mucho en defensa de derechos ambientales en Chimbote, en temas de pesca y, de otro lado, es Premio Goldman, que es una especie de Oscar ambiental a nivel mundial. Entonces está altamente calificada para el puesto.
El congresista Carlos Tubino nos dijo a Perú21 que las comisiones que presidirá el Frente Amplio son proclives a hacer proselitismo político. Decía, por ejemplo, que en Mujer podrían sacar el tema de las esterilizaciones forzadas.
En principio el Congreso está para hacer política, así que mal hace el congresista Tubino de querer deslegitimar el hecho de que una organización política esté en una comisión y, efectivamente, quiera que se lleven adelante las propuestas que se hicieron durante la campaña. Creo que lo que hay que mirar es el propósito de una comisión. Por ejemplo, que quien presida la Comisión de Trabajo quiera garantizar el derecho laboral para los trabajadores, ¿es malo? Es legítimo. Entonces, creo que su comentario es desacertado. Y segundo, creo que él no puede sesgar el hecho de que el propósito de una comisión sea único. Por ejemplo, la Comisión de la Mujer ciertamente tendría que ver el tema de las esterilizaciones forzadas pero también está el tema de la desigualdad de ingresos de las mujeres por los mismos trabajos, el tema de la falta de oportunidades que las mujeres tienen para acceder a escuelas y universidades de calidad, está el tema de la violencia y el feminicidio…
Tubino se refería a que las propuestas del Frente Amplio iban a estar direccionadas en tratar de sacar réditos políticos propios.
Si la labor de un congresista se desempeña con excelencia profesional y jurídica, legislativa, obviamente se traducirá en un rédito político para quien conduzca eso. Entonces que no se preocupe el señor Tubino. Yo creo que, más bien, tiene razones para estar preocupado porque quieren que se olviden lo que pasó con el tema de las esterilizaciones forzadas de las mujeres. Pero que esté tranquilo porque el tema es central pero no es el único que veremos en la Comisión de la Mujer.
¿Que no se preocupe porque sí harán política?
Se hará política y, más bien, hay que desear que en todas las comisiones los presidentes lo hagan bien y si algún congresista, porque hace bien las cosas, la gente se lo reconoce y eso sea entendido como un rédito, en buena hora. ¿O el congresista Tubino quiere que el Congreso esté lleno de gente mediocre? No pues. Y aquí además hay un tema sustantivo. Los fujimoristas son 73 y hay 24 comisiones. Están por todos lados. Es más, en la Comisión de Pueblos Indígenas ellos tienen la vicepresidencia y la secretaría. Nosotros solo tenemos la presidencia. Y si mal no recuerdo creo que en Mujer pasa algo similar. Ellos tienen mayoría en las comisiones y en el Pleno. Así que para qué saltar cuando el suelo está parejo. Hay que decirle siempre al señor Tubino: calma, paciencia, tolerancia.
Estas comisiones que presidirán, como Mujer y Trabajo, o Defensa que estará en manos del Apra, Tubino dice que Fuerza Popular quería dirigirlas y, sin embargo, en un acto de buena fe, la cedieron a otras bancadas. ¿Qué opina?
Lo grave de esa declaración es que piensa que ser democrático es una dádiva. Ser democrático es una obligación y un deber. Había la preocupación, por ejemplo, de que el fujimorismo podía tomar de las 24 comisiones, 13. El mecanismo democrático era que si hay 24 comisiones, en lugar de tomar las 13, se tome un número mayoritario, de hecho ellos tomaron en la primera vuelta el 75% de sus comisiones, es decir 9. En la segunda vuelta le tocaba elegir a la segunda fuerza política. Nos tocaba a nosotros. Y más bien allí se pusieron todos de acuerdo y nos relegaron al tercer lugar y escogió PpK. Transgredieron el mandato popular. Entonces el señor Tubino hace mal en decir “el Congreso es nuestro y entonces les damos una dádiva, una migaja”. Se equivocan. El Congreso no es de Fuerza Popular, es de la República.
¿Hubo un acuerdo de las demás bancadas para desplazarlos?
Claro, de otra manera no se entiende que todas las bancadas se pusieran de acuerdo para que a la segunda fuerza política del Congreso la desplacen al tercer lugar. Ahora, no nos olvidemos que el fujimorismo le había dado señales al Ejecutivo: No quisieron reconocer la victoria electoral de Pedro Pablo Kuczynski, cuando el presidente va al Congreso lo reciben con una frialdad y descortesía sorprendentes. Y un gesto para tender puentes con el Ejecutivo era que le cedieran la Comisión de Presupuesto. Entiendo que la Comisión de Presupuesto la presidirá Cecilia Chacón. Habrá que ver para qué. Primero, no está entre sus principales competencias ni en su trayectoria estar en ese espacio.
Dice que “habrá que ver para qué” se designó a Chacón como titular de la Comisión de Presupuesto. ¿Qué cree que hay detrás?
Una hipótesis es la posibilidad de presionar o negociar mejor para conseguir réditos en materia de inversión pública para regiones que al fujimorismo le interesan. No hay que ser muy perspicaz ni audaz para pensarlo.
Pero eso sería grave.
Bueno, si la Comisión de Presupuesto era la más importante en términos del vínculo del Ejecutivo y el Legislativo, ¿por qué no se la dieron al Gobierno? Puede ser parte de esta estrategia de negociación. La hostilidad de Chacón con Peruanos Por el Kambio es manifiesta. Y va a estar en la comisión donde mayor cercanía va a tener que ver con la política económica del Ejecutivo.
Un último tema es la visita de Henrique Capriles a Perú. Todas las bancadas votaron en contra de la moción que el Frente Amplio presentó. ¿Qué opina?
Aquí hay una paradoja (me muestra una noticia en su celular titulada ‘Capriles: “Agradecemos al Frente Amplio, su posición es la nuestra”’). Capriles se va del país agradeciendo la moción del Frente Amplio y los partidos políticos demuelen al Frente Amplio. ¿Qué está pasando? ¿Realmente le interesaba a las fuerzas políticas de derecha del país, porque esta moción fue encabezada por el Apra y el fujimorismo, la situación en Venezuela? La moción que presentaron tiene un claro propósito, o en contra de la oposición o en contra del gobierno. Es decir, lleva a una polarización de la oposición en Venezuela, cuando en realidad la oposición democrática en Venezuela, porque en Venezuela hay golpismo y hay oposición democrática, no quiere eso. Capriles está buscando liderar la oposición democrática.
¿Y Leopoldo López, que está preso, sí es un golpista?
No. Ledesma. Él es una persona que, además de tener una cercanía con el Apra, tuvo un rol en el Caracazo que causó decenas de muertos en el 89, que fue con una postura claramente fachista. Tenemos una clara distinción que la única salida posible para Venezuela es el diálogo y la democracia. Por eso nos parece que es importante el tema del referéndum, por ejemplo.
¿Creen que sí debe haber un referéndum?
Es que no somos nosotros, es un mecanismo de su Constitución. En nuestra moción hemos dicho que queremos una salida dialogada, pacífica, constitucional, en el marco de los derechos humanos y de su soberanía. La moción del fujimorismo, del Apra, puede conducir a una salida confrontacional y violenta en Venezuela que permita un baño de sangre. Nosotros estamos siendo en eso muy cuidadosos.
Que respeten las formas democráticas de Venezuela no los exime de poder opinar de su situación. En ese sentido, se los critica por no decir si en ese país se vive una dictadura o una democracia.
Pero han querido encasillar al propio Leopolo (López) y al propio Capriles. Les preguntan: ¿Es una dictadura o un régimen autoritario? Y ellos siempre han dicho públicamente que es un régimen autoritario.
¿Ustedes piensan igual?
Claro, es verdad. O sea cuando Capriles dice que hay una ventana democrática para resolver sus problemas, es verdad.
¿Y este referéndum revocatorio, que es una medida constitucional, debe darse?
Está previsto en su Constitución y nosotros hemos dicho que los mecanismos constitucionales deben darse, entonces les corresponde, debería darse. Ahora, ese proceso lo deben decidir los venezolanos. Ciertamente un problema que hay son los plazos.
¿Esta relación del Frente Amplio con Venezuela viene también porque, quien fuera candidata presidencial, Verónika Mendoza, estuvo relacionada con el Partido Nacionalista que a su vez está siendo investigado por recibir fondos de Venezuela?
No, de ninguna manera. La moción que elaboró la bancada fue comunicada a nuestra comisión política pero no tenía nada que ver con personas ajenas a nuestra bancada. Yo creo que el propósito de no debatir, que lograron con sus aplastante 73 votos, buscaba defenderse de las acusaciones, calumnias, que habían lanzado y que no se podían sostener ni con pruebas ni con algún indicio razonable. Por eso se corrieron del debate, porque cuando dicen que Verónika Mendoza está comprendida en la investigación de las agendas, pues ella fue la única que pidió que se abran sus cuentas bancarias. Nosotros lo podemos decir de manera clara: no conozco, no existe, un mecanismo por el cual haya habido financiamiento ni de campaña ni de personas ni mucho menos.
¿Usted puede asegurar que Verónika Mendoza no vio dinero de Venezuela cuando estuvo en el Partido Nacionalista?
No, yo hablo de cuando ha estado en el Frente Amplio. Cuando ha estado en el nacionalismo, yo creo en su palabra. Verónika Mendoza es una mujer que ha mostrado honestidad, probidad y coherencia de lo que dice con lo que hace. No tengo por qué dudar de su afirmación. Más aún cuando ella ha señalado que colaborará con la investigación. Lo que pasa es que al Apra y al fujimorismo en el 2006 les fue muy grato utilizar el argumento del chavismo para ganar las elecciones en el Perú. Dividieron al país y lo lograron, y quieren volverlo a hacer. Su gran temor es que, eventualmente, en el 2021 Venezuela habrá resuelto su crisis y, ¿de qué argumento se van a agarrar? Yo he señalado que un grave problema que tenía la moción que presentaron ellos era su sesgo abiertamente ideológico antibolivariano.
¿El Frente Amplio tiene una ideología bolivariana?
Nosotros tenemos un gran aprecio por la ideología bolivariana, por el tema de que Bolívar imaginó la patria grande. Es decir, las naciones de América Latina unidas alrededor de objetivos comunes. ¿No soñaríamos en una América Latina integrada financieramente, monetariamente, comercialmente?
¿Lejos del poder estadounidense?
Digamos, en otro tipo de relación.
¿Sin dependencia de EEUU?
Sin dependencias ni injerencias obscenas como las que hubo a lo largo de nuestra historia. Estados Unidos prestó aviones para bombardean la Casa de la Moneda durante el golpe contra Salvador Allende, que era un gobierno democrático. Estados Unidos tiene un historial negro de haber propiciado golpes. El golpe en Guatemala, las interferencias que Estados Unidos ha tenido para desestabilizar el gobierno de Bolivia o de Argentina. O sea, nosotros creemos que no se trata aquí de asumir una actitud ideológicamente descalificadora en todos los casos de Estados Unidos. Siguen siendo la economía más importante del mundo, pero nosotros no creemos en la relación de los países de América Latina como el patio trasero de los Estados Unidos. Nosotros creemos que la integración de Unasur es muy importante. Ojalá algún día América Latina tenga políticas comerciales y monetarias unificadas.La izquierda desalmada, por Franco Giuffra

La izquierda desalmada

Por Franco Giuffra– Diario El Comercio.
La última ocurrencia del dictador Nicolás Maduro para enfrentar la falta de alimentos en su país es la geometría. Con ese recurso y mientras sus ministros por orden popular toman nota, ha explicado los siete vértices, los tres motores y las seis micromisiones involucradas en su nueva locura.
Se trata de la Gran Misión de Abastecimiento Soberano y Seguro. Una formulación psicotrópica para supervisar, intervenir y modificar los sistemas productivos y de distribución de alimentos, medicinas y productos básicos en Venezuela. Para su implementación, Maduro ha puesto todos los ministerios y entidades públicas bajo el mando del ministro de Defensa.
Bastarían esta grave crisis humanitaria, el sinsentido de estas medidas remediales y la debacle institucional que entrañan, para suscitar un pronunciamiento crítico y una invocación urgente para que se ponga fin al infierno venezolano.
Pero la sensibilidad social de nuestro Frente Amplio es demasiado fina o sus prejuicios ideológicos demasiado elaborados para que puedan expresarse en el lenguaje desarreglado de los otros partidos presentes en el Congreso. No encuentran las palabras correctas, es lo que pasa.
Quizá pueda ayudarles el tenor de la carta que Human Rights Watch envió a la OEA en mayo pasado, señalando “la evidente violación del principio de la separación de poderes y de la independencia del Poder Judicial” en Venezuela. Y que ello “ha propiciado una variedad de graves abusos a los cuales no se les ha puesto ningún freno”.
Por lo cual “en múltiples oportunidades, las autoridades venezolanas han aprovechado la falta de independencia del sistema judicial para detener y procesar a importantes dirigentes políticos de oposición sobre la base de acusaciones sin sustento”. Concluyendo que “las violaciones de derechos humanos en Venezuela habitualmente quedan impunes”.
O tal vez puedan hacer un ‘copy and paste’ del último informe de Amnistía Internacional (AI) sobre Venezuela. El mismo que hace unos pocos meses reportaba que “continuaban las agresiones y la intimidación contra defensores de los derechos humanos y contra periodistas”. Y que, al mismo tiempo, “las personas que se oponían políticamente al gobierno afrontaron juicios sin garantías y encarcelamientos”.
También es de AI la advertencia de uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y fuerzas de seguridad, una práctica saldada “con decenas de muertes, algunas de ellas en circunstancias que podían tratarse de homicidios ilegítimos”. Como lo es el señalamiento de que “la mayoría de responsables de violaciones contra los derechos humanos durante las protestas del 2014 no comparecieron ante la justicia”, mientras llama a Leopoldo López un “preso de conciencia”, condenado sin pruebas fehacientes, socavando así gravemente “el derecho del acusado a un juicio con las debidas garantías”.
Finalmente, si las palabras correctas le son esquivas, el Frente Amplio podría también hacer suyas las expresiones de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) para repetir que “la sentencia contra López es una demostración palpable de la voluntad del gobierno [venezolano] para criminalizar la oposición política”. Con ello, podría concluir con WOLA que “el uso del sistema legal para castigar a los oponentes políticos no tiene cabida en una democracia”.
No faltan, pues, razones ni expresiones para condenar al gobierno venezolano y al dictador Maduro. Con su conducta, el Frente Amplio demuestra que no tiene nada de moderno ni de democrático. Es la misma izquierda de siempre, anclada en el pasado y falsa en su “sensibilidad social”. Hay que enrostrarles los versos de Blanca Varela: pónganse un alma, si la encuentran.

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