Con 75 votos a favor, el Pleno del Congreso aprobó, en segunda votación, el texto sustitutorio del dictamen recaído en el Proyecto de Ley N°484/2021-CR, Ley que crea el Colegio de Politólogos del Perú.
El presidente de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte, Segundo Montalvo Cubas (PL), señaló que la propuesta contribuirá al desarrollo de la vida profesional del licenciado en Ciencias Políticas del país.
Asimismo, una de sus principales funciones será la protección a nivel nacional del ejercicio profesional de la ciencia política, conforme a ley; así como velar por el ejercicio transparente e idóneo de la profesión dentro del marco del código de la ética profesional.
De acuerdo con el artículo 3 del dictamen, la colegiación es obligatoria para el ejercicio de la profesión del politólogo.
DEBATE
El congresista Ilich López Ureña (AP) se mostró a favor de la propuesta, asegurando que los colegios profesionales le dan un orden a los egresados del país y generan espacios de debate entre sus miembros.
En la misma línea se expresó el parlamentario Alex Flores Ramírez (BS) alegando que los colegios profesionales son necesarios para el control de la buena práctica.
Por su parte, el legislador Alejandro Muñante Barrios (RP) señaló que éstos generan burocracia y muchas veces marcan una línea ideológica, la cual sería más peligrosa por tratarse de las ciencias políticas.
La congresista Susel Paredes Piqué (BDP) también mostró su oposición hacia la iniciativa y planteó una cuestión previa para que pase a la Comisión de Constitución y Reglamento, la cual fue rechazada con 53 votos en contra.
Sigrid Tesoro Bazán Narro presentó por segunda vez un pedido de reconsideración ante el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, manifestando su disconformidad con el proyecto, siendo rechazada nuevamente por 69 votos.
Fuente: Congreso de la República.
La necesidad de un Colegio de Politólogos en Perú
Por Carlos de la Torre Paredes- Diario EXPRESO.
¿Por qué es necesario un colegio profesional para los politólogos? Porque en un contexto de creciente polarización política, la institucionalización de la ciencia política es vital para garantizar la calidad y seriedad de quienes se presentan como expertos en el ámbito político. En 2006 se presentó una primera iniciativa legislativa de creación de este colegio profesional, aunque en esa primera oportunidad el proyecto solo quedó en la Comisión de Educación. En 2011 volvió a presentarse una iniciativa, la cual incluso fue aprobada en comisión, pero lamentablemente no llegó a debatirse en el pleno del Congreso. En 2016 se presentó otra iniciativa, que fue aprobada por el Parlamento; sin embargo, la ley fue observada por Martín Vizcarra en 2019, impidiendo que se concretara la creación. Esta búsqueda reiterada por parte de los profesionales en ciencia política es una muestra de la necesidad que este grupo profesional tiene de institucionalizar su carrera y seguir desarrollándola.
La carrera de Ciencia Política, como las de Medicina, Derecho o Arquitectura, requiere de una base académica y profesional que debe estar respaldada por un colegio que norme y supervise la práctica de sus miembros, lo que permitiría velar por la ética y el ejercicio adecuado de la profesión. Ayer, el Congreso aprobó en segunda votación la creación del Colegio de Politólogos; queda pendiente su promulgación y publicación por parte del Ejecutivo. Este escenario ha traído críticas de sectores mediáticos y de profesionales que ni siquiera cuentan con formación específica en Ciencia Política, entre cuyos argumentos se encuentra el que un título de posgrado en cualquier área relacionada les debería otorgar el derecho a ejercer como politólogos. Una lógica claramente absurda. Así como nadie ejerce de médico sin haber estudiado Medicina, ni de abogado sin haber estudiado la carrera de Derecho, la politología exige un rigor académico que no puede ser reducido a la obtención de grados en disciplinas afines.
La creación del Colegio de Politólogos debe ser entendida como un paso crucial para la institucionalización de la ciencia política en el Perú. Esto no es, como sugieren algunos críticos, un acto de elitismo o una barrera arbitraria para limitar el ejercicio de la profesión, que fue lo que argumentó Vizcarra al observar la ley en 2019. La creación del Colegio de Politólogos es un mecanismo necesario para garantizar que quienes influyen en el debate público, en la asesoría política o en la gestión pública estén adecuadamente capacitados. La idea no es impedir el ejercicio de la politología, sino regularlo de manera que los ciudadanos y las instituciones puedan confiar en la competencia de quienes se presentan como expertos.
Se debe considerar que los colegios profesionales en el Perú tienen un impacto importante en la toma de decisiones, y son espacios relevantes de representatividad profesional, que, al aglutinar tanto a representantes de universidades públicas como privadas, se convierten en un espacio democrático de representación profesional. Este colegio no debe ser visto como un medio para restringir la libertad de expresión, como algunos han insinuado, sino como una herramienta que ayudará a evitar el desprestigio de la Ciencia Política y a protegerla de la intromisión de oportunistas que, sin la formación adecuada, pretenden hablar por todos.
Finalmente, en un país como el Perú, donde la calidad de los debates políticos es frecuentemente cuestionada y la legitimidad de las instituciones está en constante riesgo, la creación de un Colegio de Politólogos es una oportunidad para fortalecer el diálogo democrático, la transparencia y la responsabilidad profesional. Es tiempo de reconocer que no cualquiera puede ejercer de politólogo, y la creación de este colegio es el primer paso hacia la consolidación de la ciencia política como una disciplina robusta y profesional en el Perú.