Se podría haber detenido el fraude

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El correo electrónico del auditor de la empresa enviado el 3 de mayo podría haber detenido todo. El departamento de finanzas lo evitó. Para guardar el secreto. (Foto Caritas Luxembourg)

El auditor alertó a Cáritas Luxemburgo sobre los pagos anómalos en el BBVA meses antes de saberse el desfalco

Por Geneviève Montaigu– LeQuotidien.lu
Las transferencias fraudulentas podrían haber cesado la primavera pasada cuando el auditor Grant Thornton solicitó documentos justificativos de las sumas pagadas a una ONG turca.
Se filtraron a la prensa nuevas informaciones sobre el asunto Caritas, que desvirtúan la teoría de un fraude al presidente . Desde el principio, esta posibilidad ligada a las acciones de los ciberdelincuentes que usurpaban la identidad del director general, Marc Crochet, fue perdiendo fuerza, mientras que los profesionales de la lucha en este ámbito tan específico la consideraban improbable.
El sitio Reporter.lu aportó nuevos elementos inquietantes en este asunto de malversación de alrededor de 61 millones de euros que arruinó la fundación en pocos meses. Por el momento, en este caso sólo ha sido imputada la directora financiera y ella se presenta como víctima. Parece que otros empleados de Caritas han actuado de forma curiosa en los últimos meses.
Según el sitio de noticias en línea, el auditor de la empresa Grant Thornton ya tenía serias dudas en mayo. Un empleado de la firma auditora que certifica las cuentas de la ONG intentó averiguar el 3 de mayo qué se esconde detrás de las transferencias realizadas en España, a falta de los justificantes necesarios para este tipo de operaciones. Las transferencias en cuestión se realizaron en enero y febrero, lo que habría podido poner fin a las actuaciones fraudulentas y reducir el importe malversado.
Dos nuevos testigos
Los fondos en cuestión salieron de la cuenta del Banco y Caja de Ahorros del Estado (BCEE) en beneficio de la ONG turca ASAM a través de varias cuentas improbables en el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en España. “Esto es una anomalía, la organización colaboradora de Caritas para ayudar a las víctimas del terremoto trabaja con bancos en su país de origen“, escribe Reporter.lu
En lugar de interesarse de cerca por estas operaciones tras la alerta de la firma de auditoría, el departamento financiero entró en pánico. Aunque en pocas semanas se cargaron alrededor de cinco millones de euros, repartidos en once pagos, no ocurre nada.
El auditor envía su correo electrónico al departamento financiero, pero también a otro empleado de la Fundación. Hay pánico a bordo. Porque desde el principio, la directora financiera ha explicado a los investigadores que recibió órdenes de Marc Crochet para una operación que debe permanecer en secreto. Se trata de una adquisición de la que no se conocen detalles por el momento. La jefa de departamento debe guardar silencio y obedecer las órdenes que el director le envía por correo electrónico desde una cuenta privada. Un falso Marc Crochet dicta las medidas a tomar y el director financiero obedece, sin estar autorizado a hablar de ello en persona, con nadie. Información que ya se conocía y que sustentaba la tesis de fraude al presidente.
Pero evidentemente el director financiero no era el único que confiaba en ello. El hecho de que se alertara a otro empleado provocó el pánico en el departamento financiero. Este empleado no sabe nada de las transacciones que ascendieron a cinco millones de euros a favor de la ONG turca, mientras que la participación financiera de Cáritas en el presupuesto de la real ASAM apenas supera los dos millones al año.
De hecho, es un asistente del director financiero el responsable de tranquilizar al empleado copiado en el correo electrónico de Grant Thornton. La operación ya no es tan secreta. “El empleado está abrumado por el trabajo. No tuvo tiempo de comprobar el contenido explosivo del expediente que documenta transferencias anormales en España”, según Reporter.lu.
Un fraude de 61 millones de euros
El director financiero informa al falso Marc Crochet que tenía que entregarle a Grant Thornton el balance de comprobación hasta finales de febrero y le cuenta su preocupación por las exigencias de la firma auditora. Luego sugiere no responder a las peticiones de los oyentes y querer explicarlas por teléfono en su móvil, discutiendo las transferencias que se supone deben permanecer en secreto. El falso director está encantado y promete bonificaciones a los empleados que lo merezcan y que hayan contribuido al éxito de la transacción, según informan nuestros compañeros de Reporter.
Sólo dos meses después, cuando el verdadero Marc Crochet regresó de su permiso, se descubrió el alcance del fraude. Se trata de 61 millones de euros. Fue en su ausencia que los traspasos se aceleraron.
La policía judicial escuchará a otros dos testigos. Empleados del departamento financiero, que ejecutaron las órdenes de transferencia en disputa sin encontrar ningún problema en ellas. Uno de ellos ya ha sido citado por la policía judicial, otro pronto será oído. Reporter.lu también indica que la directora financiera entregó, a petición de los investigadores, su teléfono móvil profesional y su ordenador portátil.
Según un artículo del Tageblatt, no es imposible recuperar al menos una parte de los 61 millones de euros malversados ​​en forma de un centenar de transferencias individuales. Nuestros colegas indicaron además que las cuentas españolas a las que se transfirieron los fondos de Caritas estaban sujetas a “restricciones” incluso antes de que el banco fuera informado de las acusaciones.

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