Contradicciones en fiscalía

En medio de idas y vueltas en el caso que apunta por todos los frentes contra la fiscal Patricia Benavides, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) se encuentra nuevamente bajo el escrutinio público. Las recientes revelaciones en torno a la investigación liderada por el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop) arrojan luz sobre supuestas interferencias políticas y tráfico de influencias en la elección de magistrados. Este caso, que ha demostrado estar altamente cargado por temas políticos, a pesar de la negación de los implicados, ascendió un escalón más desde las últimas revelaciones que implican esta vez a la JNJ.
Conveniencia
La pieza central de este rompecabezas judicial es Marita Barreto, cuyo operativo, según las acusaciones, revela un “doble rasero” al exponer la politización en la Fiscalía. El caso gira en torno a la investigación y allanamiento a la vivienda del exministro aprista Hernán Garrido Lecca, acusado de tráfico de influencias en favor de Patricia Benavides, pero curiosamente, la atención se desvía de los miembros de la JNJ mencionados en la trama. La incógnita persiste: ¿por qué la Fiscalía no busca aclarar el papel de estos magistrados señalados?
En una danza de acusaciones, Garrido Lecca niega las imputaciones y desafía a la Fiscalía a investigar a los miembros de la JNJ. Sin embargo, la falta de acciones concretas por parte de Barreto y su equipo para esclarecer las responsabilidades de estos magistrados deja un sabor agridulce.
La justicia no cae sobre todos los implicados.
Defensa
La trama se complica aún más cuando se vincula el caso Lava Jato a la conspiración, señalando que Garrido Lecca y otros coordinaron con miembros de la JNJ para favorecer a la fiscal de la nación suspendida Patricia Benavides. Sin embargo, las acciones legales no parecen dirigirse hacia estos miembros, planteando cuestionamientos sobre la selectividad de las investigaciones.
Garrido Lecca, quien arribó esta mañana al aeropuerto Jorge Chávez, declaró al noticiero “Buenos días Perú” y reiteró su desconocimiento respecto a Jaime Villanueva. “Nunca lo he conocido, nunca lo he visto ni a él ni a ninguno de los otros que fueron allanados y ninguno de los que trabaja con él”, dijo.
Garrido Lecca admitió conocer a Patricia Benavides y subrayó que fue el fiscal Rafael Vela Barba quien se la presentó, contradiciendo la versión de este último, quien ha negado cualquier cercanía con el exministro aprista. “Yo creo recordar que fue por Rafael Vela”, explicó.
Garrido Lecca se pronunció saliendo del aeropuerto.
Incertidumbre
El colaborador eficaz, identificado como CE-31-2023, presenta información que, según la Resolución 1 del 18 de diciembre, ofrece “elementos de corroboración” de calidad. No obstante, una lectura detenida revela que la mayoría de estos elementos confirman hechos ya públicos, sin pruebas contundentes de actos delictivos. ¿Estamos frente a una estrategia mediática más que a una investigación objetiva?
El caso toma tintes aún más cuestionables cuando se difunden organigramas de presuntas organizaciones criminales sin indicios sólidos. Más dibujitos. Abogados como Carlos Caro Coria y César Azabache expresan su escepticismo al diario Expreso, destacando la falta de seriedad y coherencia en la presentación de estas estructuras sin pruebas concluyentes.
En el rincón político, la congresista Norma Yarrow de Avanza País, señala que los allanamientos a los presuntos asesores de Benavides son una cortina de humo para desviar la atención de las ineficiencias del Ejecutivo y los actos ilegales de algunos funcionarios.
“Yo sí creo que hubo una infracción, independientemente de los problemas que tenga la fiscal. Ojo, no la estoy defendiendo y que se someta a los procesos que le corresponde, como puede someterse cualquier congresista que esté investigado. Lo que me parece terrible es que se esté haciendo de esto una cortina de humo, sabe Dios de qué”, le declaró al diario Expreso.
Ante estas acusaciones, la JNJ emitió un comunicado rechazando las versiones del Eficcop y asegurando la transparencia en sus procesos de selección. No obstante, la pregunta persiste: ¿puede una entidad ser juez y parte en su propia defensa?
En este escenario de sombras y claroscuros, se ha revelado información contradictoria que poco a poco va exponiendo a quienes han buscado copar las instituciones luego de haberse debilitado. La batalla entre la verdad y la manipulación se está librando en este momento; la cual ganarán no solo aquellos que tengan los mejores argumentos, sino quienes tengan al poder mediático de su lado.
Fuente: ElReporte.pe