Monseñor Robert Francis Prevost, 67 años, nació en Chicago, Illinois, Estados Unidos, el 14 de septiembre de 1955. Ingresó en el noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) en 1977, en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo de San Luis, e hizo sus votos solemnes el 29 de agosto de 1981. Estudió en la Catholic Theological Union de Chicago, donde se licenció en Teología.
En 1988 fue enviado a la misión de Trujillo como director del proyecto de formación común para aspirantes agustinos de los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí desempeñó los cargos de prior de comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y profesor de profesos (1992-1998). En la archidiócesis de Trujillo fue vicario judicial (1989-1998) y profesor de Derecho Canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo. En 1999 fue elegido prior provincial de la Provincia “Madre del Buen Consejo”.
Tras dos años y medio, el Capítulo General Ordinario le eligió prior general, ministerio que la Orden le encomendó de nuevo en el Capítulo General Ordinario de 2007. El 3 de noviembre de 2014, el Papa Francisco lo nombró Administrador Apostólico de la Diócesis de Chiclayo y el 7 de noviembre se instaló en la diócesis. Fue ordenado Obispo de Chiclayo el 12 de diciembre de 2014. El 15 de abril de 2020, el Papa Francisco lo nombró Administrador Apostólico de la Diócesis del Callao. Y en el 2023 Francisco lo nombró Prefecto del Dicasterio para los Obispos.
Monseñor Claudio Gugerotti nació en Verona, Italia, en 1955, ingresó en la Sociedad Pía de Don Nicola Mazza y fue ordenado sacerdote en 1982. En la Universidad Ca’ Foscari de Venecia obtuvo la licenciatura en Lenguas y Literaturas Orientales, así como la licencia en Liturgia en el Pontificio Ateneo Sant’Anselmo y el doctorado en Ciencias Eclesiásticas Orientales en el Pontificio Instituto Oriental.
Monseñor Gugerotti trabajó en la Congregación para las Iglesias Orientales, a partir de 1985. En 1997, san Juan Pablo II le nombró subsecretario de la Congregación. En 2002 fue nombrado arzobispo y Nuncio Apostólico de varios países donde se encuentran diversas Iglesias Orientales: 2002 en Georgia, Armenia y Azerbaiyán; 2011 en Bielorrusia; 2020 en Ucrania en 2015 y en 2020 en Gran Bretaña. Desde enero de 2023 es Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.
Monseñor Víctor Manuel Fernández nació el 18 de julio de 1962 en Alcira Gigena, provincia de Córdoba, Argentina. Fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1986 para la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, Argentina. Obtuvo la licenciatura en Teología con especialización bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y, posteriormente, el doctorado en Teología en la Facultad de Teología de Buenos Aires. De 1993 a 2000 fue párroco de Santa Teresita en Río Cuarto, Córdoba.
Fue fundador y director del Instituto de Formación Laical y del Centro de Formación Docente Jesús Buen Pastor de la misma ciudad. En su diócesis fue también formador de seminarios, director de ecumenismo y director de catequesis. En 2007 participó en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano (Aparecida) como sacerdote representante de Argentina y posteriormente como miembro del grupo redactor del documento final. De 2008 a 2009 fue decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina y presidente de la Sociedad Teológica Argentina. De 2009 a 2018 fue rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina. El 13 de mayo de 2013 fue nombrado arzobispo por el Papa Francisco. Participó, como vocal, en los Sínodos de los Obispos de 2014 y 2015 sobre la familia, en los que también formó parte de los grupos de redacción. En la Asamblea de la Conferencia Episcopal Argentina de 2017 fue elegido presidente de la Comisión Episcopal de Fe y Cultura (Comisión Doctrinal). En junio de 2018 asumió como arzobispo de La Plata. Ha sido miembro del Pontificio Consejo para la Cultura y Consultor de la Congregación para la Educación Católica. Actualmente es miembro del Dicasterio para la Cultura y la Educación.
Ha publicado más de 300 libros y artículos científicos, muchos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas. Estas obras demuestran una importante base bíblica y un compromiso constante en el diálogo entre teología y cultura, misión evangelizadora, espiritualidad y cuestiones sociales. El 1º de julio de 2023, Francisco lo nombró Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Monseñor Emil Paul Tscherrig nació en Unterems (Suiza) el 3 de febrero de 1947 y fue ordenado sacerdote el 11 de abril de 1974. Se doctoró en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana y se incardinó en la diócesis de Sión (Suiza). El Papa Juan Pablo II le nombró miembro del servicio diplomático de la Santa Sede en 1978, como secretario de la nunciatura apostólica, prestando servicio en Uganda, Corea del Sur, Mongolia y Bangladesh. Como nuncio apostólico, ha prestado servicio en Burundi (1996-2000), en Trinidad y Tobago, República Dominicana, Jamaica, Granada, Guyana, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Bahamas (2000-2004) y, desde 2001, también en Barbados, Antigua y Barbuda, Surinam y San Cristóbal y Nieves; Corea del Sur y Mongolia (2004-2008); a los países nórdicos (Suecia, Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega, 2008-2012); a Argentina (2012-2017); a Italia y San Marino, el primer no italiano en ocupar el cargo (2017-).
Monseñor Christophe Pierre nació el 30 de enero de 1946 en Rennes (Francia). Realizó sus estudios primarios en Antisirabé (Madagascar) y los secundarios en Saint-Malo (Francia) y Marrakech (Marruecos). Asistió al Seminario Mayor de la Archidiócesis de Rennes (1963-1969) y al Instituto Católico de París (1969-1971).
Tras cumplir el Servicio Militar, fue ordenado sacerdote el 5 de abril de 1970 en Saint-Malo (Francia) e incardinado en la archidiócesis de Rennes. Fue Vicario Parroquial de la Parroquia de San Pedro y San Pablo en Colombes, Diócesis de Nanterre, Francia (1970-1973). Es Master en Sagrada Teología (París, 1971) y Doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma (1973-1977). Completó sus estudios en la Pontificia Academia Eclesiástica, en Roma (1973-1977), e inició su servicio en el Cuerpo Diplomático de la Santa Sede el 5 de marzo de 1977. Fue nombrado primero para la Representación Pontificia en Nueva Zelanda y las Islas del Océano Pacífico (1977-1981). Posteriormente sirvió en Mozambique (1981); en Zimbabue (1982-1986); en Cuba (1986-1989); en Brasil (1989-1991); en la Misión Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza (1991-1995). Fue elegido Arzobispo Titular de Gunela el 12 de julio de 1995, y recibió la Consagración Episcopal el 24 de septiembre de 1995, en Saint-Malo, Francia.
El Arzobispo Christophe Pierre fue nombrado Nuncio Apostólico en Haití el 12 de julio de 1995, cargo que desempeñó hasta 1999. Ha sido Nuncio Apostólico en Uganda (1999-2007) y, posteriormente, Nuncio Apostólico en México (2007-2016). Fue nombrado Nuncio Apostólico de los Estados Unidos de América por el Papa Francisco el 12 de abril de 2016.
Monseñor Pierbattista Pizzaballa nació en Cologno al Serio (Bérgamo) el 21 de abril de 1965, hijo de Pietro y Maria Maddalena Tadini. Cursó el bachillerato en el Seminario Menor “Le Grazie” de Rímini y obtuvo el diploma de estudios clásicos en el Seminario Arzobispal de Ferrara en junio de 1984. Recibió el hábito religioso franciscano el 5 de septiembre de 1984 en Ferrara (Santo Spirito) y pasó el año de noviciado en el Santuario franciscano de La Verna (Arezzo, Italia). Pronunció la profesión temporal en el Alverna, el 7 de septiembre de 1985, y la profesión solemne el 10 de octubre de 1989, en la iglesia de San Antonio de Bolonia.
El 15 de septiembre de 1990 fue ordenado sacerdote en la iglesia catedral de Bolonia, con la imposición de manos del cardenal Giacomo Biffi. Tras pasar un año en Roma, fue trasladado a Tierra Santa, en Jerusalén, en octubre de 1990. Desde el 2 de julio de 1999, entró formalmente al servicio de la Custodia de Tierra Santa. Tras sus estudios filosófico-teológicos, obtuvo la Licenciatura en Teología Bíblica en el Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén. Su Beatitud Pizzaballa es el Patriarca latino de Jerusalén.
Monseñor Stephen Brislin nació en Welkom, Sudáfrica, el 24 de septiembre de 1956. Cursó sus estudios primarios en el convento de Santa Inés, Welkom, y en el CBC, Welkom. Posteriormente, realizó estudios de filosofía en San Juan Vianney, Pretoria, y de teología en el Instituto Misionero de Londres. Fue ordenado sacerdote el 19 de noviembre de 1983. El Papa Benedicto XVI le nombró obispo de Kroonstad (Sudáfrica), de la que fue ordenado obispo el 28 de enero de 2007. Fue investido arzobispo de Ciudad del Cabo el 7 de febrero de 2010, en la solemnidad de Nuestra Señora de la Huida a Egipto, fiesta patronal de la archidiócesis de Ciudad del Cabo. De 2013 a 2019 fue Presidente de la Conferencia Episcopal Católica de África Austral.
Monseñor Ángel Sixto Rossi SJ, nació el 11 de agosto de 1958 en Córdoba. En 1976 ingresó en el noviciado de la entonces provincia argentina de la Compañía de Jesús. Tras cursar estudios de filosofía y teología en Ecuador, el 12 de diciembre de 1986 recibió la ordenación sacerdotal y el 9 de mayo de 1994 profesó los votos solemnes. Se licenció en teología espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Ha desempeñado los siguientes cargos: rector de la iglesia de El Salvador (1990-92), fundador del centro de acogida Hogar San José y de la Fundación Manos Abiertas (1992). De 1992 a 1995, fue maestro de novicios y superior de la comunidad de Córdoba. Ha publicado numerosos textos y ensayos de carácter espiritual y pastoral y ha ofrecido durante muchos años los 30 días de Ejercicios Espirituales Ignacianos. Dentro de la provincia jesuítica argentino-uruguaya se ha desempeñado como consejero provincial, coordinador del equipo misionero itinerante y asistente espiritual de la Fundación Manos Abiertas. El 6 de noviembre de 2021, el papa Francisco lo nombró arzobispo de Córdoba.
Monseñor Luis José Rueda Aparicio nació en San Gil, Santander, diócesis de Socorro y San Gil, en Colombia, el 3 de marzo de 1962. Realizó sus estudios de filosofía en el seminario mayor de San Carlos de San Gil y de teología en el seminario mayor de Bucaramanga. Fue ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1989. Obtuvo la licenciatura en teología moral en la Academia Alphonsianum de Roma. Fue párroco en varias parroquias, profesor del seminario mayor, subdirector del secretariado diocesano de pastoral de la caridad, rector del instituto diocesano de desarrollo rural y vicario diocesano de pastoral.
El 2 de febrero de 2012 fue nombrado obispo de Montelíbano y recibió la ordenación episcopal el 14 de abril siguiente. El 19 de mayo de 2018 fue nombrado arzobispo metropolitano de Popayán, siendo investido el 7 de julio. El 25 de abril de 2020, el papa Francisco lo nombró arzobispo metropolitano de Bogotá y el 11 de junio del mismo año fue instalado. Del 13 de mayo de 2021 al 25 de junio de 2022, fue Administrador Apostólico de la Diócesis de Soacha (Cundinamarca). El 6 de julio de 2021 fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia por un periodo de tres años.
Monseñor Grzegorz Ryś nació el 9 de febrero de 1964 en Cracovia, Polonia. Entre 1982 y 1988, estudió en la Facultad de Teología y en la Facultad de Historia de la Iglesia de la Academia Pontificia de Teología de Cracovia, así como en el Seminario Mayor de la archidiócesis de Cracovia. Fue ordenado sacerdote el 22 de mayo de 1988 en la catedral de Wawel. De 1988 a 1989, Ryś trabajó como vicario en la parroquia de las Santas Margarita y Catalina de Kęty. De 2004 a 2007, fue director de los Archivos del Capítulo Metropolitano de Cracovia. De 2007 a 2011, fue rector del Seminario Mayor de la Archidiócesis de Cracovia.
En los años 2010 y 2011, también fue presidente de la Conferencia de Rectores del Seminario Teológico de Polonia. El 16 de julio de 2011 fue nombrado por el Papa Benedicto XVI obispo auxiliar de la archidiócesis de Cracovia y fue ordenado el 28 de septiembre. El 14 de septiembre de 2017, el papa Francisco lo nombró arzobispo de Łódź. Tomó posesión de su cargo el 4 de noviembre de 2017.
Monseñor Stephen Ameyu Martin Mulla nació en Ido (Ecuatoria Oriental, Sudán) el 10 de enero de 1964. Recibió la ordenación sacerdotal el 21 de abril de 1991 para la diócesis de Torit. Tras ejercer su labor pastoral en Jartum, se doctoró en teología dogmática en la Pontificia Universidad Urbana de 1993 a 1997. El título de su tesis fue Hacia el diálogo religioso y la reconciliación en Sudán.
A continuación, enseñó en el seminario de Juba (Sudán del Sur), del que llegó a ser rector. El Papa Francisco lo nombró obispo de Torit el 3 de enero de 2019, diócesis que había permanecido vacante durante 5 años tras la muerte del obispo Mutek en 2013. El 12 de diciembre de 2019, el Papa Francisco lo nombró arzobispo de Juba y tomó posesión el 22 de marzo de 2020. Seguía siendo Administrador Apostólico para la diócesis de Torit. Fue Administrador Apostólico para la Diócesis de Wau del 21 de septiembre de 2020 al 24 de enero de 2021.
Monseñor José Cobo Cano nació en Sabiote, diócesis de Jaén, España, el 20 de septiembre de 1965. Tras obtener la licenciatura en Derecho Civil, se licenció en Teología por la Universidad Eclesiástica San Dámaso (1992). Fue ordenado sacerdote el 23 de abril de 1994 para la archidiócesis de Madrid. Tras su ordenación, fue capellán de las Hermandades del Trabajo (1994-2000) y vicario parroquial de San Leopoldo (1995-2000). Cursó estudios de moral social en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid (1996), y posteriormente fue párroco de San Alfonso María de Ligorio (2000-2015), miembro del Consejo Presbiteral (2000-2012) y vicario episcopal de la Vicaría II (2015-2018).
Fue nombrado obispo auxiliar de Madrid el 29 de diciembre de 2017, y consagrado el 17 de febrero de 2018. Dentro de la Conferencia Episcopal Española, fue miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (2018-2020) y, desde 2020, es miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción Humana. El 12 de junio de 2023, el Papa Francisco le nombró Arzobispo de Madrid, y tomó posesión el 8 de julio.
Monseñor Protase Rugambwa nació el 31 de mayo de 1960 en Bunena, Tanzania, y fue ordenado sacerdote por San Juan Pablo II el 2 de septiembre de 1990 para la diócesis de Rulenge-Ngara.
En 1998 obtuvo el doctorado en teología pastoral por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Fue Vicario General de la diócesis de Rulenge-Ngara de 2000 a 2002.
De 2002 a 2008 fue funcionario de la antigua Congregación para la Evangelización de los Pueblos. El 18 de enero de 2008 fue nombrado obispo de la diócesis de Kigoma (Tanzania). Posteriormente, el 26 de junio de 2012, fue nombrado secretario adjunto del mismo Dicasterio y presidente de las Obras Misionales Pontificias, con el título personal de arzobispo. El 9 de noviembre de 2017 fue nombrado secretario de la misma Congregación. El 13 de abril de 2023, el papa Francisco le nombró arzobispo coadjutor de Tabora (Tanzania).
Monseñor Sebastian Francis nació el 11 de noviembre de 1951 en Johor Bahru, Malasia. Tras completar sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Penang, fue ordenado sacerdote para la diócesis de Malacca-Johor el 28 de julio de 1977. Tras varios destinos, estudió en Roma, donde se licenció en Teología Dogmática en el Angelicum. Tras otros destinos pastorales, se licenció en Derecho en 1991 y posteriormente ingresó en la Escuela de Teología Maryknoll de Nueva York.
El 7 de julio de 2012, el Papa Benedicto XVI le nombró obispo de Penang, y fue ordenado el 20 de agosto con la asistencia de 10.000 católicos. Desde el 1 de enero de 2017, es presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Malasia, Singapur y Brunéi.
Monseñor Stephen Chow Sau-Yan SJ, nació el 7 de agosto de 1959 en Hong Kong. Tras el período de estudios preuniversitarios, obtuvo una licenciatura y un máster en psicología por la Universidad de Minnesota, en los Estados Unidos de América. A continuación, ingresó en la Compañía de Jesús el 27 de septiembre de 1984. De 1984 a 1986 completó el noviciado y posteriormente obtuvo la licenciatura en filosofía en Irlanda, antes de continuar sus estudios de teología de 1988 a 1993 en Hong Kong, donde el 16 de julio de 1994 fue ordenado sacerdote. Obtuvo un máster en desarrollo organizativo en la Universidad Loyola de Chicago (1993-1995) y un doctorado en Desarrollo humano y psicología en la Universidad de Harvard en Boston (2000-2006). Profesó sus votos religiosos perpetuos el 17 de abril de 2007. A partir de entonces desempeñó diversos servicios en el ámbito educativo y como formador dentro de la comunidad jesuita.
De 2012 a 2014 fue miembro del Consejo Presbiteral de la diócesis de Hong Kong, de 2013 a 2017 consultor provincial y, desde 2017, miembro del Consejo Diocesano de Educación. Del 1 de enero de 2018 a 2021, ejerció como provincial de la Provincia China de la Compañía de Jesús, y desde 2020, vicesecretario de la Asociación de Superiores Religiosos de Institutos Masculinos de Hong Kong. El 17 de mayo de 2021, el papa Francisco lo nombró obispo de la diócesis de Hong Kong, después de que la sede permaneciera vacante desde el 3 de enero de 2019, cuando falleció monseñor Michael Yeung tras menos de dos años como su obispo. Fue consagrado obispo el 4 de diciembre de 2021.
Monseñor François-Xavier Bustillo nació el 23 de noviembre de 1968 en Pamplona (España).
Ingresó en el Seminario Menor de Baztán (Navarra) e inició su postulantado en la Orden de los Franciscanos Conventuales en Padua (Italia), donde completó sus estudios filosóficos y teológicos en el Instituto Teológico Doctor San Antonio, licenciándose en Teología en el Instituto Católico de Toulouse en 1997.
Hizo su profesión solemne el 20 de septiembre de 1992 y fue ordenado sacerdote el 10 de septiembre de 1994. Ese mismo año fundó el convento de San Buenaventura en Narbona (Francia) con algunos hermanos.
Ha desempeñado los siguientes cargos Guardián de la Comunidad Franciscana de Narbona (1994-2018); Párroco de San Buenaventura en Narbona (1994-2007); Custodio Provincial de Francia y Bélgica (2006-2018); Párroco in solidum de Sainte-Croix en Narbonnais y Miembro del Consejo Episcopal de la Diócesis de Carcassonne et Narbonne (2007-2018); Vicario Episcopal para Narbonnais-Corbières, delegado para los nuevos movimientos de espiritualidad y para el diálogo interreligioso (2012-2018). Desde 2018 hasta su nombramiento como obispo, fue custodio del convento Saint-Maximilien Kolbe de Lourdes, delegado episcopal para el santuario de Lourdes y para la protección de menores, y desde 2020 miembro del consejo episcopal de la diócesis de Tarbes et Lourdes.
El 11 de mayo de 2021, el papa Francisco lo nombró obispo de Ajaccio. Fue consagrado el 13 de junio de 2021 en la catedral de Ajaccio.
Monseñor Americo Manuel Alves Aguiar nació el 12 de diciembre de 1973 en Leça do Balio, Matosinhos, Portugal.
En 1995 ingresó en el Seminario Mayor de Oporto; completó sus estudios académicos en la Universidad Católica en Teología (Oporto) y luego un Máster en Ciencias de la Comunicación (Lisboa). En 2001 fue ordenado sacerdote por Monseñor Armindo Lopes Coelho.
Ha desempeñado los siguientes cargos: 2001/2002- Párroco en San Pedro de Azevedo, Campanhã; 2001/2004- Notario en la Curia Diocesana; 2002/2015- Jefe de la Oficina de Información/Comunicación; 2002/2008- Asistente Regional del Cuerpo Nacional de Scouts; 2004/2015- Vicario General, Jefe del Episcopado de Oporto y Capellán de la Curia Diocesana. y Capellán Mayor de la Misericordia de Oporto; 2007/2015- Vicerrector del Santuario Diocesano de Santa Rita (Ermesinde); 2014/2015- Párroco in solidum de la Catedral; Fue miembro del Cabido Portucalense de 2017 a febrero de 2019.
Fue Director de la Secretaría Nacional de Comunicación Social del 7 de abril de 2016 al 1 de mayo de 2019.
Nombrado por el Papa Francisco Obispo Auxiliar de Lisboa el 1 de marzo de 2019, fue ordenado el 31 de marzo de 2019.
Es Presidente de la Fundación JMJ Lisboa 2023 y Director del Departamento de Comunicación del Patriarcado de Lisboa.
El Padre Ángel Fernández Artime nació el 21 de agosto de 1960 en Gozón-Luanco (Asturias), España. Hizo su primera profesión el 3 de septiembre de 1978, profesó sus votos perpetuos el 17 de junio de 1984, en Santiago de Compostela, y fue ordenado sacerdote el 4 de julio de 1987, en León.
Procedente de la provincia de León, es Licenciado en Teología Pastoral y Licenciado en Filosofía y Pedagogía.
Fue Delegado Provincial de Pastoral Juvenil, Director del colegio de Ourense, Consejero y Vicario Provincial y, de 2000 a 2006, Provincial.
Tras formar parte de la comisión técnica que preparó el 26º Capítulo General, en 2009 fue nombrado Superior de la Provincia Argentina Sur, con sede en Buenos Aires. El 23 de diciembre de 2013 fue nombrado Superior de la nueva Inspectoría de España Mediterránea, dedicada a “María Auxiliadora”, pero antes de poder asumir este nuevo servicio, el 25 de marzo de 2014, fue elegido por el 27º Capítulo General como nuevo Rector Mayor de la Congregación Salesiana y 10º Sucesor de Don Bosco.
El 11 de marzo de 2020 fue confirmado como Rector Mayor de los Salesianos, para un segundo sexenio 2020-2026.
Monseñor Agostino Marchetto nació en Vicenza, Italia, el 28 de agosto de 1940, fue escolarizado en el Patronato León XIII de Vicenza, ingresó en el seminario y fue ordenado sacerdote en la catedral de Vicenza el 28 de junio de 1964 por el obispo de Vicenza, Carlo Zinato.
El 31 de agosto de 1985 fue nombrado Arzobispo titular de Astigi con el cargo de Nuncio Apostólico en Madagascar y Mauricio. Recibió la consagración episcopal el 1 de noviembre de 1985 de manos del cardenal Sebastiano Baggio.
El 7 de diciembre de 1990 fue trasladado como Nuncio Apostólico en Tanzania, y el 18 de mayo de 1994 como Nuncio Apostólico en Bielorrusia.
El 8 de julio de 1999 regresó a la Curia Romana como funcionario de la Secretaría de Estado.
El 6 de noviembre de 2001, el Papa Juan Pablo II le nombró Secretario del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.
El 25 de agosto de 2010, al cumplir 70 años, se retiró de su cargo para dedicarse al estudio, en particular de la hermenéutica del Concilio Vaticano II.
El Papa Francisco le considera el mayor hermeneuta del Concilio Vaticano II.
Monseñor Marchetto habla francés, inglés y español, además de italiano.
Monseñor Diego Rafael Padrón Sánchez nació en Montalbán, Venezuela, el 17 de mayo de 1939. Realizó sus estudios secundarios en el Seminario Menor de Valencia y sus estudios sacerdotales en Caracas, en el Seminario Interdiocesano Santa Rosa de Lima, obteniendo el título de Bachiller en Filosofía y Letras.
Estudió Dinámica de Grupos y Pastoral Juvenil en la Central de Juventudes de Bogotá-Colombia. Es licenciado en Teología Bíblica por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y diplomado en Ciencias Bíblicas Orientales por el Franciscanum Institute de Jerusalén (Israel).
Es profesor de español, literatura y latín, graduado del Instituto Profesional de la Enseñanza del Instituto Pedagógico de Caracas.
Fue profesor de Latín y Griego Bíblico en el Seminario Nuestra Señora del Socorro de Valencia; de Teología Bíblica en el Instituto Universitario Seminario de Caracas (IUSI) de 1983 a 1994 y de Filosofía del Lenguaje y Filosofía de la Historia en el Seminario Mayor San Pablo Apóstol de Maturín.
Fue ordenado sacerdote el 4 de agosto de 1963. Fue párroco en varias parroquias de Valencia.
El Papa Juan Pablo II le nombró Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Caracas y Obispo Titular de Gisipa, siendo consagrado el 27 de mayo de 1990 en la Catedral de Caracas.
El 7 de mayo de 1994, Juan Pablo II le nombró Obispo de la Diócesis de Maturín.
El 27 de mayo de 2002, el Santo Padre Juan Pablo II le nombró Arzobispo Metropolitano de la Archidiócesis de Cumaná.
Fue Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana durante dos periodos consecutivos.
Actualmente es Párroco de La Inmaculada de Camoruco en la Archidiócesis de Valencia, Venezuela.
El Padre Luis Pascual Dri nació en Federación, provincia de Entre Ríos (Argentina), el 17 de abril de 1927, en el seno de una familia en la que todos los hijos, menos uno, se consagraron a Dios en la vida religiosa. Desde muy joven trabajó en el campo, cuidando animales y sembrando maíz y alfalfa. Asistió a la escuela rural local.
Ingresó en el Seminario Capuchino en enero de 1938, cuando sólo tenía 11 años, y allí completó sus estudios primarios y secundarios. En el barrio Nuevo París, en la ciudad de Montevideo, Uruguay, ingresa en el noviciado. Tomó el hábito capuchino el 21 de febrero de 1945. En 1949 hizo la profesión perpetua. El 29 de marzo de 1952 fue ordenado sacerdote en la catedral de Montevideo.
En 1953 fue Director del Seminario Menor San Francisco de Carrasco. En 1955 fue Director del Seminario Seráfico de Villa Gdor, Gálvez, Argentina. En 1959 fue Maestro de Novicios en San Francisco de Carrasco.
En 1961 se especializó en Europa como formador de novicios. En 1962 comenzó su misión como educador en el Colegio y Liceo Secco Illa de Uruguay, hasta 1974. Posteriormente fue párroco en Empalme y Colonia Nicolich. En 1976 fue maestro de novicios en la ciudad de Minas, Uruguay. A comienzos de 1983 fue destinado a la parroquia de San Enrique de Villa Gdor, en Gálvez. En 1987, fue nombrado párroco de Santa María de la Ayuda, en El Cerro de Montevideo. A principios del año 2000, fue trasladado como párroco al Santuario Nuestra Señora de Pompeya en Buenos Aires, donde permaneció tres años. Luego fue nombrado párroco en Mar del Plata. En 2007, regresó al Santuario de Nuestra Señora de Pompeya.
Hoy, a sus 96 años, sigue sirviendo al Señor desde el confesionario, donde pasa horas cada día administrando el sacramento de la reconciliación.
Fuente: Vatican News.
Crítica teológica a las directrices del Sínodo sobre la sinodalidad
Por Sandro Magister- Settimo Cielo.
Joaquín da Fiore había vaticinado el advenimiento de una era del Espíritu, con la estructura y la doctrina de la Iglesia terrenal felizmente disueltas. Y es fácil imaginar, visto cómo se está desarrollando el Sínodo sobre la sinodalidad, que el gran teólogo jesuita Henri De Lubac (1896-1991) habría asociado también al papa Jorge Mario Bergoglio con la variopinta y perdurable “posterioridad espiritual” del visionario monje medieval, que él reseño en un libro de casi mil páginas que hizo mucho ruido cuando salió a la luz en 1979.
El “Instrumentum laboris” -que es el esquema de trabajo de la próxima sesión del Sínodo, con la consigna la “conversación en el Espíritu”- es la prueba de este temerario proceso de “reconfiguración pneumatológica de la Iglesia” promovido por el papa Francisco. Un proceso en el que se asigna al Espíritu Santo un rol tan desmesurado como vago y brumoso, desprovisto de criterios que den fe de la autenticidad y la validez de lo que se quiera decir y hacer en su nombre.
Sobre todo es muy débil, en el “Instrumentum laboris”, la referencia a Cristo, al misterio pascual, a la cruz, que son “para el cristiano la medida y el criterio para el discernimiento de los espíritus”, como escribió Yves Congar (1904-1995), es el teólogo dominico que fue uno de los protagonistas de la era conciliar y dedicó impresionantes estudios precisamente al vínculo esencial entre la pneumatología y la cristología.
La siguiente nota es una lectura crítica del “Instrumentum laboris” precisamente a partir de este vacío cristológico del mismo, siguiendo los pasos de Congar.
La escribió para Settimo Cielo el padre Robert P. Imbelli, sacerdote de la arquidiócesis de New York y durante treinta años profesor de Teología en el Boston College.
LECCIONES PARA EL SINODO, DEL PADRE CONGAR
Por Robert P. Imbelli
Yves Congar OP, fue uno de los grandes protagonistas del ressourcement y del aggiornamento en el Concilio Vaticano II. Es digno de mención que, después del Concilio, a pesar de sus graves dolencias físicas, Congar escribió tres volúmenes magistrales sobre el Espíritu Santo. Aún más meritorio, escribió después un pequeño volumen, “La Palabra y el Espíritu”, que resume sus reflexiones sobre la pneumatología. Y esta es su conclusión: “Si tuviera que extraer una conclusión de toda mi obra sobre el Espíritu Santo, la expresaría con estas palabras: no hay cristología sin pneumatología ni pneumatología sin cristología”.
Congar se inspiró en la imagen de San Ireneo de Lyon, en la que Dios siempre actúa, creando y salvando, utilizando sus dos manos: la Palabra y el Espíritu. Por supuesto, el desafío permanente, tanto en la vida cristiana como en la teología, es mantener la cristología y la pneumatología en tensión creativa. Si en el pasado se ha hecho demasiado hincapié en la cristología, la tendencia actual parece exagerar la acción del Espíritu.
Congar alcanza el equilibrio necesario cuando escribe: “El Espíritu muestra algo que es nuevo, en la novedad de la historia y en la variedad de las culturas, pero es algo nuevo que proviene de la plenitud que ha sido dada de una vez por todas por Dios en Cristo”.
Sin embargo, cuando se lee el extenso y difuso “Instrumentum laboris”, que guiará las labores del Sínodo, llama la atención la visión cristológica más bien pálida que se expone en el documento.
No hay duda de que se pueden extraer elementos importantes de sus páginas. Así, se nos dice que “Cristo nos envía en misión y nos reúne en torno a sí para dar gracias y gloria al Padre en el Espíritu Santo” (n. 34). Se recuerda a los participantes que la comunión que compartimos no es meramente “un encuentro sociológico”, sino que “por encima de todo es un don de Dios Uno y Trino” que impone “una tarea, nunca agotada, de construir el ‘nosotros’ del pueblo de Dios”. Y el párrafo 46 termina con una cita convincente, pero no desarrollada, de Efesios 4,13: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a la madurez, a la medida de la plena estatura de Cristo”. Finalmente, se nos promete que “en una asamblea sinodal Cristo se hace presente y actúa, transforma la historia y los acontecimientos cotidianos, y da el Espíritu para guiar a la Iglesia a encontrar un consenso sobre cómo caminar juntos hacia el Reino y ayudar a toda la humanidad a avanzar hacia una mayor unidad” (n. 48).
Pero estos elementos nunca se reúnen en un todo coherente y desafiante. Al igual que la necesidad, a menudo expresada en textos magisteriales recientes, de una “antropología integral”, aquí se pierde la presencia de una “cristología integral”. En realidad, como enseña la “Gaudium et spes”, una antropología integral debe basarse en una cristología integral. Lamentablemente, en el Instrumentum faltan dimensiones cruciales de la cristología. Hay escasa referencia al “misterio pascual” de Cristo, un concepto tan importante en el Vaticano II. De hecho, no hay ni siquiera una mención a la Cruz, por lo que uno comienza a temer que ella está entre los “marginados” que deplora el Instrumentum.
Además, se advierte una omisión notoria, significativa y quizás sintomática. Dos veces el “Instrumentum” cita (ver nn. 46 y 52) una afirmación central de la “Lumen gentium”: “La Iglesia está en Cristo como sacramento o signo instrumental de la íntima unión con Dios y de la unidad de toda la humanidad” (LG, n. 1). Pero cada vez que se cita, se omite “en Cristo”. Ya sea que esto sea intencional o involuntario, la omisión es reveladora y reductora. Porque sólo en Cristo se puede realizar la unidad verdadera y duradera.
Sostengo que una visión cristológica robusta es una necesidad absoluta, para que los tres temas sinodales de “comunión, misión y participación” no pierdan su contenido y forma distintivos. Todos transpiran en Cristo y deben manifestar su singular profundidad cristológica. Para repetir con Congar: “El Espíritu manifiesta algo que es nuevo, en la novedad de la historia y en la variedad de las culturas, pero es una cosa nueva que proviene de la plenitud que ha sido dada una vez por todas por Dios en Cristo”.
Sólo una amplia convicción cristológica puede proporcionar una orientación y una guía fiables para las “conversaciones en el Espíritu”. De hecho, tales “conversaciones en el Espíritu” requieren criterios de autenticidad, pruebas para la validez de su discernimiento. Congar sólo se hace eco del Nuevo Testamento y de los Padres de la Iglesia cuando escribe: “Jesucristo es para el cristiano la medida y el criterio para el discernimiento de los espíritus”.
En consecuencia, la condición de cualquier “reconfiguración pneumatológica” para la Iglesia es que ésta se “configure” con su cabeza y se “transfigure” cada vez más en él. Como insiste Congar: “No hay autonomía de la experiencia pneumática con respecto al Verbo y, por tanto, con respecto a Cristo. Proclamar que ‘Jesús es el Señor’ es un criterio que el Espíritu actúa”. E insiste en decir que “Hay un solo cuerpo que el Espíritu edifica y vivifica y ese es el cuerpo de Cristo”. En síntesis, no hay Espíritu desatado, no hay Cuerpo decapitado. El Espíritu es el Espíritu de Cristo; y Cristo es la única Cabeza del Cuerpo que es la Iglesia.
El papa Francisco, con la concreción que le caracteriza, exhortó a los cardenales electores en la Misa celebrada en la Capilla Sixtina después de su elección: “Podemos caminar todo lo que queramos, podemos construir muchas cosas, pero si no profesamos a Jesucristo, las cosas van mal. Podemos convertirnos en una ONG caritativa, pero no en la Iglesia, la Esposa del Señor… Cuando no profesamos a Jesucristo, me viene a la mente el dicho de Léon Bloy: ‘Quien no reza al Señor, reza al diablo’. Cuando no profesamos a Jesucristo, profesamos la mundanidad del diablo, una mundanidad demoníaca”.
Y el Santo Padre concluyó su homilía con palabras que seguramente se aplican también a los participantes en el próximo Sínodo: “Mi deseo es que todos nosotros, después de estos días de gracia, tengamos la valentía, sí, la valentía, de caminar en la presencia del Señor, con la Cruz del Señor; edificar la Iglesia sobre la sangre del Señor que fue derramada en la Cruz; y profesar la única gloria: Cristo crucificado. Y así la Iglesia avanzará”.
Quizás, entonces, la verdadera necesidad del proceso y del camino sinodal sea menos de “facilitadores” que de “mistagogos”.