Tiwinza

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Guerra de 1941
El 11 de enero de 1941, alegando que los ecuatorianos habían realizado incursiones e incluso ocupado territorio peruano en la provincia de Zarumilla, el presidente del Perú, Manuel Prado Ugarteche, ordenó la formación del Agrupamiento Norte, que era una Gran Unidad de Combate que tendría a cargo el Teatro de operaciones del Norte.
La posición peruana afirmó que Ecuador, en 1941, desconoció esa línea provisional por lo que movilizó su ejército, ingresando a territorio ecuatoriano por Tumbes (localidad de Aguas Verdes limítrofe con Huaquillas). El Perú empleó sus recursos militares reivindicando el territorio ocupado por Ecuador, país que inició el adelanto de sus guarniciones luego del fracaso de las Conferencias de Washington en 1937, en los días 5, 23 y 24 de julio.
El Cuerpo Aeronáutico del Perú (CAP) bombardeó la población ecuatoriana de Santa Rosa, en la provincia fronteriza ecuatoriana de El Oro, y amenazó con hacer lo mismo con la ciudad de Guayaquil. Tropas peruanas invadieron regiones del sur del Ecuador, y presionaron hasta la firma del protocolo de Río de Janeiro el 29 de enero de 1942, cuya legitimidad fue garantizada por Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos de América. La firma del protocolo de Río de Janeiro confirmó la línea del statu quo de 1936, firmada en Washington por Perú y Ecuador, menos la pérdida por parte de Ecuador de 5392 millas cuadradas.
Problema demarcatorio en la Cordillera del Cóndor
La demarcación de la línea fronteriza establecida en el protocolo, mediante el levantamiento de hitos, se inició en 1947. Sin embargo, esta no fue culminada en la zona de la Cordillera del Cóndor, debido a que, mediante un levantamiento aerofotogramétrico, supuestamente se “descubrió” la presencia del río Cenepa, entre el río Zamora y el río Santiago. Eso implicaba que lo establecido en el protocolo no correspondía con la geografía real de la zona. El río Cenepa es un accidente geográfico conocido desde muchos años antes, tal como lo reconoce en un ensayo el expresidente peruano Fernando Belaúnde Terry. La suspensión se debió a que la posición ecuatoriana argüía la supuesta inexistencia de un divortium aquarum (divisoria de aguas) entre el río Zamora y el río Santiago, tal como señala el Protocolo de Río de Janeiro. En efecto, el árbitro brasileño Braz Dias de Aguiar solamente menciona los ríos necesarios para efectos de demarcación siendo estos el Zamora y el Santiago. Según el punto de vista ecuatoriano, este tema, añadido a otras “inconsistencias” en el texto del protocolo, fueron la causa de que la demarcación se suspendiera unilateralmente. Como conclusión, Ecuador mantuvo durante años la tesis de que el protocolo era inejecutable.
En el plano diplomático los representantes peruanos y ecuatorianos no llegaron a ponerse de acuerdo. La colocación de hitos fronterizos, convenida en el protocolo de 1942 -imprescindible en una zona tan agreste- no se concluyó, pues se detuvo en 1951, quedando sin demarcar un espacio de 78 kilómetros lineales.
El presidente ecuatoriano José María Velasco Ibarra, en 1960, pretendió declarar la nulidad del Protocolo de Río de Janeiro, arguyendo que “fue firmado bajo la fuerza y con amenazas”, cuando las fuerzas peruanas “ocupaban” territorio ecuatoriano. Estas declaraciones del mandatario ecuatoriano mostraron las intenciones de Ecuador de buscar una salida a la cuenca del río Amazonas prescindiendo de lo señalado por el Protocolo de Río de Janeiro.
Conflicto del Falso Paquisha
El 22 de enero de 1981, el gobierno peruano denunció un ataque a una de sus aeronaves cuando realizaba una misión de abastecimiento a puestos de vigilancia en el río Comaina (territorio peruano). El entonces presidente del Perú, Fernando Belaúnde Terry, ordenó la inspección del río Comaina hasta sus nacientes en el lado oriental de la Cordillera del Cóndor, comprobándose la existencia, dentro de territorio peruano, de tres destacamentos militares ecuatorianos con sus respectivas instalaciones. Este hallazgo causó acciones de fuerza, logrando las fuerzas peruanas desalojar dichos destacamentos ecuatorianos.
La posición ecuatoriana señalaba que esos destacamentos correspondían a la base de “Paquisha”, establecida en territorio ecuatoriano. Pero, tras la medición de las coordenadas, se comprobó que no correspondían a la mencionada Paquisha sino, como lo calificó el presidente Belaúnde, a un “falso Paquisha”. Tras las escaramuzas, que motivaron la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), el acta Sorrosa-Du Bois fijó las coordenadas de ubicación permitidas para las tropas fronterizas, ratificando la condición de la mencionada cordillera como límite natural entre ambos países.
El 24 de agosto de 1991, el canciller peruano Carlos Torres y Torres Lara llegó a un acuerdo oral de carácter provisional con el ecuatoriano Diego Cordovez, llamado Pacto de Caballeros por el canciller peruano y Acuerdo de Distensión por el canciller ecuatoriano, en el cual se comprometían a buscar soluciones pacíficas a las diferencias. Sin embargo, en diciembre de 1994 empezaron a notarse movilizaciones del ejército del Ecuador, que desde 1981 había estado preparándose para afrontar un conflicto generalizado, desplegando sus sistemas de defensa en el área de la Cordillera del Cóndor.
La diplomacia condujo al acuerdo de Brasilia, el 24 de octubre de 1998, firmado por el presidente peruano Alberto Fujimori y su colega ecuatoriano Jamil Mahuad.
Los países garantes (Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos de América) resolvieron que las altas cumbres de la cordillera del Cóndor y la región de Tiwinza, de 20 km², pertenece al Perú, se concede al Ecuador 1 km² de Tiwinza como propiedad privada bajo la legislación privada del Perú, con la excepción de que esta propiedad nunca podrá ser expropiada del Ecuador, se la usará para realizar actos conmemorativos y no militares. A todo aquel que nazca en Tiwinza se le considerará peruano.
El Perú deberá garantizar el derecho perpetuo de libre navegación por el río Amazonas y sus afluentes septentrionales, establecido en el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro del 29 de enero de 1942, habiendo recibido, además, un permiso por 50 años para establecer dos embarcaderos comerciales, cada uno de 150 hectáreas, y libres de impuestos. Estos embarcaderos serán administrados por las empresas que designe el Ecuador, pero tendrán que ser registradas bajo la legislación peruana.
Un parque binacional ecológico, aún por implementar, sería la representación de la paz entre ambos países hermanos. También se establecieron los nuevos hitos en el sector de Lagartococha–Güeppi y en Cusumasa-Bumbuiza y Yaupi-Santiago en la cordillera de los andes, quedando la base Teniente Ortiz en el Ecuador y el Puesto Pachacútec en el Perú.
En mayo de 1999, de forma conjunta, finalmente se colocó el último hito, de 30 en total, 23 de ellos en el tramo de 78 km de frontera no demarcada en la Cordillera del Cóndor.
Fuente: Wikipedia.

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