Asesinan a religiosa comboniana italiana en el asalto a la misión de Chipene en Mozambique
Varias religiosas, entre ellas la española Ángeles López Hernández, y dos sacerdotes lograron huir: Loris Vignandel y Lorenzo Barro
La hermana María de Coppi, religiosa comboniana, ha sido asesinada en el asalto de un grupo de terroristas islámicos a la misión de Chipene, en la diócesis de Nacala, norte de Mozambique. El ataque ha tenido lugar la noche del 6 al 7 de septiembre. La religiosa era italiana, de 84 años, y llevaba en el país desde 1963.
Según la Agencia Fides, los asaltantes han destruido las instalaciones de la misión, incluyendo la iglesia, el hospital y la escuela primaria y secundaria. La hermana María fue alcanzada por una bala en la cabeza mientras intentaba llegar al dormitorio donde estaban los pocos estudiantes que quedaban. Dos sacerdotes misioneros italianos y otras dos religiosas combonianas, entre ellas la española Ángeles López Hernández, han conseguido escapar.
“Las combonianas se han puesto en marcha para llegar a Chipene y llevarse su cuerpo para enterrarlo en otra misión”, ha declarado Monseñor Inacio Saure, arzobispo de Nampula, capital de la región. Sobre la identidad de los autores del atentado, Monseñor Suare dice que “es muy probable que sean ellos los que hayan atacado la misión”.
La provincia de Nampula, junto con Cabo Delgado, es víctima de la inestabilidad provocada por la presencia de grupos terroristas vinculados al Estado Islámico. Mientras que Cabo Delgado ha sido el centro de operaciones de soldados de Ruanda y otras naciones que han venido a apoyar a los soldados mozambiqueños, la provincia de Nampula ha visto un resurgimiento de los ataques yihadistas en los últimos meses. “En realidad –dice Monseñor Saure– los grupos yihadistas siguen operando en Cabo Delgado, pero en nuestra provincia los atentados han obligado a la población a huir. No sabemos cuántas personas han buscado refugio en el bosque. Es un drama terrible y todavía difícil de cuantificar”.
La provincia de Nampula, junto con Cabo Delgado, es víctima de la inestabilidad provocada por la presencia de grupos terroristas vinculados al Estado Islámico. Mientras que Cabo Delgado ha sido el centro de operaciones de soldados de Ruanda y otras naciones que han venido a apoyar a los soldados mozambiqueños, la provincia de Nampula ha visto un resurgimiento de los ataques yihadistas en los últimos meses. “En realidad -dice Monseñor Saure- los grupos yihadistas siguen operando en Cabo Delgado, pero en nuestra provincia los atentados han obligado a la población a huir. No sabemos cuántas personas han buscado refugio en el bosque. Es un drama terrible y todavía difícil de cuantificar”.
Fuente: Agencia Fides.org y www.AyudaalaIglesiaNecesitada.org