SUNEDU fortalecida

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Congreso: pleno aprueba por insistencia ley que modifica consejo directivo de Sunedu

Presidente de la Comisión de Educación, Esdrás Medina, sustentó la iniciativa legislativa

El pleno del Congreso de la República aprobó por insistencia la ley que propone restablecer la autonomía y la institucionalidad de las universidades peruanas, mediante la modificación del consejo directivo de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
Fueron 72 votos a favor de la iniciativa legislativa, 39 en contra 4 abstenciones. Por tratarse de una insistencia, la norma no requiere segunda votación.
El presidente de la República, Pedro Castillo, había observado la autógrafa de dicha ley al considerar que es inconstitucional y afecta la imparcialidad y autonomía de la Sunedu.
Con la decisión de la representación nacional, el consejo directivo de la Sunedu ahora pasará de tener cinco a siete integrantes, compuesta por un representante del Ministerio de Educación, otro del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec).
Asimismo, un representante del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), del Consejo Nacional de Colegios Profesionales, dos de las universidades públicas, y uno de las casas de estudios privadas.
El presidente de la Comisión de Educación, Esdras Medina Minaya (Renovación Popular), quien sustentó la propuesta, dijo que la observación del Poder Ejecutivo resulta totalmente infundada.
Asimismo, aseguró que se escuchó la posición de jóvenes de diferentes universidades y se ha llevado mesas de trabajo para la elaboración de la propuesta legislativa.
Fuente: Agencia Andina de Noticias.

Congreso rechaza retorno de la bicameralidad: no se alcanzaron los 87 votos necesarios

Por 71 votos a favor, 45 en contra y 6 abstenciones, el Pleno desestimó último texto sustitutorio expuesto por la presidenta de la Comisión de Constitución, Patricia Juárez.

El Congreso de la República rechazó el proyecto de reforma constitucional que proponía el restablecimiento del sistema bicameral en ese poder del Estado al no alcanzar los 87 votos necesarios.
Por 71 votos a favor, 45 en contra y 6 abstenciones, la representación nacional desestimó el último texto sustitutorio expuesto por la presidenta de la Comisión de Constitución, Patricia Juárez (Fuerza Popular). De este modo, la iniciativa irá a referéndum.
El documento establecía modificaciones a los artículos 2 (inciso 5), 39, 56, 57, 78, 79, 80, 81, 82, 86, 87, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 102, 104, 105, 106, 107, 108, 117, 118, 129, 130, 131, 132, 133, 134, 135, 136, 137, 139, 142, 150, 157, 161, 162, 182, 183, 191, 194, 201, 203 y 206 de la Constitución.
Dicho cuerpo constitucional hace mención a los derechos fundamentales de la persona. También se incorporan los artículos 102-A y 102-B, referidas a las atribuciones del Senado.
Entre ellas figuran: la elección del defensor del Pueblo, del contralor general de la República, de tres directores del Banco Central de Reserva (BCR) y ratificar el nombramiento de embajadores que no pertenecen al Servicio Diplomático como representantes ante organismos internacionales.
Había ingresado otro texto sustitutorio para ser puesto a consideración de los parlamentarios para el debate que se retomó en la sesión plenaria.
Entre las modificaciones, se excluyó al presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), al jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), al jefe del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), al superintendente de Banca y Seguros, y al presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) del listado de altos funcionarios con prerrogativa constitucional.
Además, se proponía modificar el artículo 90 para asegurar en la propia Constitución Política que por lo menos se elija a un senador por cada circunscripción electoral.
El último martes 12 el dictamen que propone el retorno a la bicameralidad había pasado a cuarto intermedio, a pedido de la titular de la Comisión de Constitución), tras el pedido de varios legisladores para realizar modificaciones al texto.
La propia Patricia Juárez planteó la posibilidad que se convoque a un referéndum para que se vote sobre la bicameralidad, en caso no llegue a los 87 votos en el Pleno del Congreso el dictamen que plantea el retorno a este sistema.
Fuente: Diario Correo.

¿Bicameralidad tóxica?

Por Miguel Lagos- Diario EXPRESO.
La existencia de dos cámaras legislativas puede ser muy bueno para que un sistema político se retroalimente con prudencia y eficacia. La teoría y la experiencia -ahí en países con respetables niveles de desarrollo político- han coincidido. Sin embargo, muchos se preguntan en la coyuntura si el Perú está listo para reinsertar un esquema congresal de este tipo.
La bicameralidad ha sido muy impopular en los últimos años. En 2018 vía referéndum ésta fue aprobada solo por el 14.9% y rechazada por el 85.1% de la población. No obstante, algunas encuestas posteriores han comenzado a detectar una aprobación mayor que ha dado intensidad al debate en el actual Parlamento.
Los proponentes, los defensores de la figura han resaltado diversas ventajas -y no sin razón-, pero sobre todo que un Legislativo con dos cámaras refleja y asume una mejor representación ciudadana. La pregunta que reta es si a la vez mejora la calidad de esa representación.
El historial de los congresistas, con sus excepciones por supuesto, de los últimos ya casi treinta años de unicameralidad lleva a pensar entre los peruanos que los males podrían en todo caso duplicarse. A ello se suma el enorme recelo de un aumento del gasto, el «despilfarro» que supone expandir la capacidad legislativa.
Estas incomodidades son reflejo de las rápidas fracturas y decepciones que la población asume con las organizaciones y movimientos políticos -incluyendo a los «independientes»- luego de ser electos. Increíblemente se suele olvidar que son esos mismos electores los que empoderan el decepcionante «resultado» con su voto.
Incluso entre los entendidos se ha visto el contraste en pro y en contra del sistema bicameral. Existe literatura académica -citada por Carlos Ganoza- que señala no encontrar «evidencia de que la bicameralidad mejore la calidad de las políticas públicas, ni la estabilidad política, ni el contrapeso al Ejecutivo» (A. Vatter). Y que hasta «puede ser un elemento que contribuya a la indecisión en el Estado, la dilatación de reformas, y la balcanización de la política» (Gary Cox y Mathew McCubbins). El debate sigue abierto.
Hay condicionantes en el país: los partidos y movimientos tienden a ser una coladera de actores inescrupulosos y delictivos. ¿Cómo apostar que la toxicidad no alcance a ambas cámaras? El lector puede imaginar el destino aún más oscuro que esperaría si un partido como «Perú Libre» tuviese mayoría de diputados y senadores, acompañando además a un Ejecutivo con afanes autoritarios y delictuosos como el que se está viendo. La sola existencia de un Congreso bicameral no garantiza evadir resultados nefastos.
La apuesta por la regeneración de las instituciones de nuestro sistema político es importante, sin ninguna duda; pero quizás antes de ello debe neutralizarse uno de los factores que está envenenando su funcionamiento: la impunidad política (y judicial) selectiva.
Los políticos realmente preocupados por concretar cambios importantes y duraderos se obligan a una cruzada que reclame y condicione filtros minuciosos para impedir la introducción de actores criminales y extremistas -ataviados de «demócratas»- en los partidos y movimientos tanto en las regiones como en la capital. Ese es un primer paso clave en el camino hacia una sana y operante bicameralidad.

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