Por PHD Julio Villafuerte Osambela Meteorólogo OMM. Revista Justo Medio.
El historiador pisqueño, Raúl Porras Barrenechea en su obra “La historia de los límites del Perú”, interpretando la narración del inca Garcilaso de la Vega en los “Comentarios Reales”, dice: “Los términos del Tahuantinsuyo: Al Norte, llegaba el rio Ancasmayu que corre entre los confines de Quitu a Pastu. Al medio tenía por término al rio llamado Maulli, que corre Leste Hueste, pasado el reino de Chili, antes de llegar a los Araucos; al Levante tenía por término aquella tierra nunca jamás pisada de hombres, ni de animales, ni de aves, inaccesible cordillera de nieves que corre desde Santa María al estrecho de Magallanes, que los indios llamaban Riti Suyo, que es banda de nieve; al Poniente confina con el mar del sur que corre por toda su costa de largo a largo” .
Sin duda alguna, la Antártida constituye el lugar más inhóspito de la Tierra. Sus temperaturas son las más bajas de todo el planeta y, por tanto, su contenido de vapor de agua se mantiene en valores ínfimos. La presión en los polos donde la atmósfera es mas corta en comparacion con el ecuador hace que la masa fría sea expulsada desde el centro de la antartida hacia el sur de los continentes americano, africano y de oceania en forma de un pulpo con tentaculos que giran de forma anti horaria, convirtiendose en el centro de un gran conjunto de espirales de mal tiempo, impenetrables durante el invierno austral, que en esas fechas en nuestro continente por su intensidad viajan por la patagonia las pampas argentinas como una carretera debilitandose por el rozamiento con la superficie y en algunos casos llegan pequeños rezagos a nuestro país , por el altiplano o por la amazonia llamandolos heladas o friajes dependiendo por donde ingrese, cambiando y dañando la vida de nuestros compatriotas.
La corriente Peruana o corriente Humboldt (que nos está afectando este verano frío) también es alimentada de su potencia y ayuda a trasladar, la gran masa fría del océano hacia nuestras costas, teniendo en cuenta que la dinámica oceánica es mucho más lenta que la dinámica atmosférica, podríamos advertirla con mayor exactitud si tuviéramos más conocimiento desde el continente blanco todo el año, si tiramos pluma, estoy seguro que ahorramos un montón y sobre todo salvamos vidas.
Hace unos años atrás (1959) se firmó el tratado Antártico, este ha regulado la actividad humana en la Antártida, limitando la misma a la actividad científica. El libro Blanco de la Defensa Nacional es un documento que sintetiza la visión estratégica del estado peruano y describe al Perú en su perfil geoestratégico como: País marítimo, andino, amazónico, bioceánico y con presencia en la Antártida.
Por nuestro esfuerzo inicial como estado, el Perú es miembro consultivo (país adherente consultivo) del Tratado Antártico, con voz y voto en la toma de todas las decisiones vinculadas al espacio austral. En 63 años 28 expediciones peruanas se realizaron solo en verano.
Lo más preocupante es que el tratado va a ser revisado en el año 2048, dentro de solo 26 años. Científicamente no hemos aportado mucho esto pasa a segundo plano si es que, dentro de 26 años, nos pongamos a negociar nuestra presencia con una simple participación veraniega.
En el mundo han pasado 63 años de tecnología y por ende variaciones rápidas de la sociedad, el orden mundial no es el mismo. Nuevos actores con poder cuasiestatal han aparecido, como ONGs y empresas dedicadas a la explotación de recursos renovables y no renovables. Pero nosotros seguimos en lo mismo y eso es lo grave.
Las ONGs tienen control indirecto de la amazonia (por lo menos la peruana), no permitamos que dentro de 26 años también perdamos o disminuyamos nuestra posición estratégica y por ende nuestra soberanía. Una base permanente demora en su instalación y funcionamiento de 4 a 5 años (fecha políticamente propicia para este gobierno si toma la decisión).
Actores como China, USA, Corea del Sur y la Unión Europea (inexistente en 1959), hoy tienen un peso específico muy diferente en el sistema internacional e invierten mucho en nuestro país y da la casualidad que son los países que tienen más presencia en la Antártida.
Los estados cuando hacen inversiones en nuestro país directamente o con sus empresas las cuales los estados avalan, traen consigo una cartera de aportes o criollamente llamadas “yapas” que el Perú escoge, y creo que con el interés despertado podríamos solicitar que incluyan en esta cartera la construcción de una base permanente escalable para 40 personas inicialmente con transferencia tecnológica con la que cuentan para ellos sería viable, considerándolo como recurso suplementario, llamado también off set.
Estamos a tiempo, solo faltan 26 años para renegociar nuestra presencia, no es solo nuestro deber, es nuestra responsabilidad y solo en conjunto podremos hacerlo.
Peligro en nuestra Antártida
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