‘Rondas bolivarianas’ a la vista

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El gobierno arma la norma

Por MIGUEL RAMÍREZ- Diario Trome.
La norma para que las rondas campesinas sean incluidas en acciones de seguridad ciudadana, junto con la Policía Nacional, está siendo elaborada por un grupo de abogados y ronderos del entorno íntimo del presidente Pedro Castillo, dijeron a este columnista fuentes vinculadas al Gobierno, que no comparten esa decisión.
La versión contradice lo declarado por el ministro del Interior, Juan Carrasco, quien negó tal participación, anunciada por el propio mandatario en su discurso del 28 de julio.
“En rigor, no son rondas sino ‘comités de seguridad’. Carrasco no participa en la redacción de la norma, tampoco la Confederación de Rondas Campesinas, Urbanas y Nativas del Perú. Se prevé la creación de una gran dirección adjunta al Ministerio del Interior, pero con independencia y autonomía”, dijeron los informantes.
Al frente de la misma, siempre según esta versión, estaría el profesor Grover Mamami, íntimo de Pedro Castillo, cuyo probable nombramiento en la Dirección General de Gobierno Interno ha generado una crisis en el Ministerio del Interior.
En efecto, el presidente de la confederación de ronderos, Víctor Vallejos, no sabe nada sobre la puesta en marcha de la propuesta presidencial.
“Aún no tenemos ninguna conversación. Estamos esperando la voluntad de nuestro presidente Pedro Castillo”, declaró Vallejos el jueves, pero anunció que 40 mil ronderos serían preparados para actividades de seguridad urbana.
Pedro Castillo y Vladimir Cerrón apuntan a que las rondas campesinas sean similares a las milicias bolivarianas de Nicolás Maduro.

LAS ACADEMIAS DE RONDEROS

Apenas se conoció el plan de insertar a las rondas campesinas en la lucha contra la delincuencia, empezaron a proliferar en el Callao, y también en zonas periféricas de Lima, academias de adiestramiento ‘político-militar’ para quienes quisieran integrarlas.
Diversos analistas han criticado el anuncio presidencial, puesto que esa labor es exclusivamente de la Policía Nacional y no de organismos civiles.
En la práctica, la dupla de Pedro Castillo y su mentor Vladimir Cerrón pretendería instaurar una fuerza de choque política similar a la ‘Milicia Bolivariana’ de Venezuela, creada por Hugo Chávez y complementada por Nicolás Maduro.
Ese grupo está conformado, exclusivamente, por militantes civiles del chavismo, que utiliza Maduro, especialmente, para labores de inteligencia, hostigamiento y sometimiento contra todo aquel que se oponga a su régimen.
Lo que empezó como un pequeño grupo de fanáticos chavistas se ha convertido hoy en un verdadero ejército. La ‘Milicia Bolivariana’ cuenta con ¡3′295,335! milicianos de ambos sexos que reciben formación militar y forman parte de la estructura misma de la Fuerza Armada.
Se organizan en toda la población en las llamadas Unidades Populares de Defensa Integral (UPDI). Tienen en su poder 321,433 fusiles.
“Las UPDI están conformadas por el campesino, el obrero, el trabajador”, dijo orgulloso hace unos meses a la agencia EFE el jefe de esa fuerza, Manuel Bernal, íntimo de Maduro. ¿Les suena parecido ese discurso con el de Pedro Castillo?
Todo esto viene ocurriendo mientras en el Congreso las bancadas de oposición están dormidas y divididas. Ojalá que cuando despierten no sea demasiado tarde.

Ministro de Trabajo fue uno de los fundadores del Conare-Movadef

Pese a que hace algunos días Iber Maraví negó que haya pertenecido a la facción magisterial de Sendero Luminoso, los documentos de Inteligencia y del Ministerio de Educación lo desmienten. Desde el 2003 estuvo vinculado.

Por OSCAR M. QUISPE– Diario Perú21.
El ministro de Trabajo, Íber Maraví, creyó que escribiendo un tuit diciendo “nunca pertenecí al Movadef. En el 2012 tenía 51 años, por lo tanto, no fui su secretario de Juventudes en Ayacucho” se iban a aclarar todas las dudas que, desde que fue elegido por Pedro Castillo para dicha cartera, lo vinculan con el grupo terrorista Sendero Luminoso.
Desde entonces, Maraví ha pasado desapercibido, pero en los archivos policiales no. El nuevo ministro falta a la verdad en su respuesta, pero, como dice la frase, el diablo está en los detalles.
Maraví fue uno de los fundadores del Frente por la reconstitución del Sutep (Fresut) en el año 2003 junto a Walter Esquivel Caicho, Juan Carlos Ríos Fernández y Juan Garro Palacios. Todos estos personajes, incluido el nuevo ministro, según documentos de Inteligencia que obran en el Ministerio del Interior, son parte del grupo que persigue la estrategia de amnistía general y reconciliación nacional. Que, en otras palabras, busca la liberación del genocida Abimael Guzmán Reynoso y se agrupó en la fachada llamada Movadef.
Documento de Inteligencia que obra en el Mininter describe cómo se creó el Conare en 2003. Íber Maraví, a los 42 años, fue uno de los fundadores junto al radical Robert Huaynalaya. Catorce años después, Pedro Castillo asumió la presidencia de esta facción del Movadef.
Aquella vez y con 42 años, Maraví y compañía se juntaron con Robert Huaynalaya Camposano, quien en 2002 había desconocido a la dirigencia del Sutep, a cargo del Partido Comunista del Perú-Patria Roja (PCP-PR).
Para ese año, el Sutep agrupaba alrededor de 300 mil maestros a nivel nacional. Pero no todos estaban contentos. La facción más extrema –liderados por Huaynalaya– tomó la decisión de separarse y agrupó el sentimiento anti Patria Roja.
Huaynalaya fue un dirigente radical identificado por la Policía como militante de Proseguir, la facción de Sendero Luminoso que reivindica el llamado pensamiento Gonzalo y aún cree en la lucha armada.
Es así que en el 2003, el Fresut de Maraví se juntó con Huaynalaya y fundaron el Comité Nacional de Reordenamiento y Reconstitución (Conare) del Sutep.
La primera junta directiva del Conare se eligió en marzo de 2003, en la ciudad de Huancayo, en su primer congreso nacional. Los elegidos para presidir el nuevo ‘sindicato’ fueron Huaynalaya, como presidente, seguido del ministro Maraví y Juan Garro.
Los tres fueron los representantes de la facción magisterial de Sendero Luminoso hasta el 2009, año de la ruptura y cuando Huaynalaya decide seguir un camino aún más radical que el Conare-Movadef.
LA PRIMERA INCURSIÓN EN EL MINISTERIO
El 5 de julio de 2007, el Sutep-Patria Roja inició una gran huelga nacional a la que se plegó el Conare-Movadef que había sido fundado cuatro años antes.
El Sutep estaba representado principalmente por los profesores de Lima y regiones cercanas a la capital. El Conare ofrecía la fuerza de Tacna, Moquegua, Puno, Cusco y Arequipa. Sin embargo, la alianza duró poco.
El 12 de julio, después de iniciadas las conversaciones con el Ministerio de Educación, liderado entonces por José Antonio Chang, el Sutep de Patria Roja decidió terminar la huelga. Esta decisión no fue del agrado del Conare. Patria Roja les pidió a los maestros que regresaran a las aulas, pero solo un 20% de los profesores en huelga acataron el pedido. Ese mismo día, la Policía detuvo a Huaynalaya y otros dirigentes por una serie de disturbios protagonizados en el cruce de las avenidas Arequipa y Aramburú, en Lima.
Huaynalaya durmió en la sede policial, pero fue liberado al día siguiente. El gobierno de Alan García, que solo venía negociando con Patria Roja, se dio cuenta del poder de convocatoria que el presidente del Conare tenía en ese momento.
En 2007, el entonces ministro Chang quiso darle espacio al Conare en la mesa de diálogo del Sutep, luego retrocedió.
El 19 de julio, el Minedu decidió integrar a la mesa de diálogo a los tres dirigentes de la facción magisterial de Sendero Luminoso y eso quedó registrado en la Resolución ministerial 0355-2007. Huaynalaya, Maraví y Garro fueron invitados, pero solo en el papel.
El 21 de julio, cuando Huaynalaya y los dirigentes del Conare quisieron ingresar a la sede del Minedu, fueron impedidos de hacerlo.
Huaynalaya creyó que solo fue una descoordinación y decidió retirarse, refieren los medios de la época. El 24 de julio volvió, pero otra vez no logró ingresar. El 26 de julio se firmó el acta final de acuerdo entre el Sutep y el Ministerio de Educación. Esta fue firmada solo por los profesores de Patria Roja. Ninguno de los tres dirigentes del Conare firmó el documento.
El 2009 el Conare se dividió en dos facciones. Una liderada por Huaynalaya (Proseguir) y la otra liderada por Juan Garro (Movadef). El grupo que logró más protagonismo en las regiones fue el del Movadef. Se hizo conocido en Puno, Ayacucho, Apurímac, Áncash, Cusco, Tacna, Pasco y Huancavelica. Huaynalaya solo logró influencia en Junín.
En 2012 el Conare-Movadef eligió nuevo presidente: Alberto Alvizuri. Meses después eligió a un abierto defensor del pensamiento Gonzalo: Efraín Condori. En 2013, encabezó la facción César Tito Rojas. Mientras tanto, en Cajamarca, un profesor comenzaba a hacerse notar: Pedro Castillo Terrones, quien para entonces logró el cargo de presidente del Comité de Lucha de Cajamarca.
En junio de 2017, se realizó una convención nacional del Conare en donde, después de nueve años, las facciones Proseguir y Movadef decidieron volver a juntarse como en los tiempos de Huaynalaya. El 17 de junio de 2017 ambos grupos eligieron a Pedro Castillo como el nuevo presidente del Comité de Lucha de la huelga que iniciaría un mes después. Años después, Castillo, en la Presidencia de la República, haría que Maraví pasara de ser el fundador del Conare a ser el ministro de Trabajo.

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