Acuchillando la historia
Por Martha Meier Miró Quesada– Diario EXPRESO.
Ayer Vizcarra acuchilló la historia en el Día de la Bandera al rendir homenaje al militar argentino Roque Sáenz Peña, quien según él “inmoló su vida” en la batalla de Arica. No fue el único error –más bien horror– histórico de su discurso, pero sí el peor. Sáenz Peña no murió luchando contra el ejército chileno el 7 de junio de 1880, sino en 1914 siendo presidente de su país. ¿Ni eso sabe su asesorcito argentino Maxi Aguiar? o ¿cambiar la historia es parte de su estrategia para “mantener la legitimidad del Gobierno del Perú”? Porque ese es su trabajo, según declaró el sanjuanino a un diario provinciano de su país.
No es la primera vez que el supuesto gobierno de lujo “jala” en historia básica, en datos conocidos por cualquier chico de primaria. Cuando el actual premier Salvador del Solar fungió como ministro de Cultura de Kuczynski, infirió que el Tumi era inca. ¿No sabía que representa a la deidad mitológica Naylamp, propia de la norteña cultura Lambayeque?
Del Tumi inca pasan a matar a Sáenz Peña en Arica, ante el monumento a Bolognesi inaugurado por el supuesto difunto. El acuchillamiento histórico de Vizcarra no pasó desapercibido y los comentarios no tardaron. El analista Fernando Rospigliosi en tono sarcástico tuiteó: “¡Ya pues! Tampoco pidan que un presidente tan ocupado conozca la historia. ¿Ups, pero su asesor argentino tampoco? Eso sí está mal”. El periodista Carlos Orellana, por años consejero del presidente Alberto Fujimori, dijo mediante Twitter: “Quien escribe los discursos presidenciales debe ser, además de una persona culta, responsable. Se estudia, se chequea. No se puede exponer a un jefe de Estado a un papelón”. El congresista Víctor Andrés “Vitocho” García Belaunde tuiteó: “Hoy recordamos la batalla de Arica y heroísmo de Bolognesi y sus hombres. ¡Lástima que el Presidente, jefe supremo de las Fuerzas Armadas, improvise en historia! De haber muerto Sáenz Peña en Arica, no habría inaugurado el monumento a Bolognesi en 1905, ni hubiese sido presidente de Argentina en 1910. ¿Quién lo asesora?”. Y la periodista Karla Calle se lanzó con “Vacancia: Por ineptitud; por corrupción; por vago y ahora por Bestia”. Fuerte pero cierto.
Solo alguien sin luces ignora que Sáenz Peña fue presidente de Argentina tras Arica; solo un perezoso no revisa lo que leerá y hay que ser profundamente torpe para rodearse de nulos.
Y se llama Vizcarra con V de… ¡vergüenza ajena!
Martín Vizcarra: el notorio error del presidente en su repaso de la Batalla de Arica
Este viernes, el presidente Martín Vizcarra pronunció un discurso por el aniversario 139 de la Batalla de Arica, uno de los eventos más conocidos de la Guerra del Pacífico, en el que perdieron la vida héroes nacionales como Francisco Bolognesi y Alfonso Ugarte.
En una parte de su alocución, sin embargo, el mandatario erró al repasar la lista de algunos mártires de dicha jornada. “En Arica se gestó una de las páginas más gloriosas de nuestra historia. Allí ofrendaron su vida los valientes oficiales More, Inclán, Ugarte, Bustamante, Varela [y] Sáenz Peña”, afirmó Vizcarra, ignorando que tanto Marcelino Varela como Roque Sáenz Peñasobrevivieron a aquella batalla, y que, incluso, este último terminaría siendo presidente de su país, Argentina, varias décadas después.
El sobreviviente que se convirtió en jefe de Estado
“Comete un error terrible”, comenta el historiador Héctor López Martínez respecto a lo dicho por Vizcarra. “Sáenz Peña no muere; resulta con una herida bastante grave en un brazo […] y en 1905 viene a Lima para la inauguración del monumento a Bolognesi”, agrega en referencia a la escultura que se construyó en Lima en dedicatoria al héroe de Arica y bajo el que, precisamente, Vizcarra pronunció su discurso.
Efectivamente, Roque Sáenz Peña, que había nacido en Argentina, fue uno de los soldados extranjeros que peleó por el Perú en la Guerra del Pacífico. Luego de la derrota peruana en Arica, cuenta la historiadora Carmen McEvoy, es capturado por el ejército de Chile a donde es trasladado y liberado posteriormente por petición de su país de origen. “Luego será presidente de Argentina [en 1910] y dará la ley electoral que lleva su nombre”.
Además del renombre que alcanzaría en su país, Sáenz Peña tuvo un papel medular en la difusión de la historia de Bolognesi. “Él fue el primero en contar la gloria de Bolognesi. Si nosotros sabemos datos sobre los últimos momentos de Bolognesi es gracias a Roque Sáenz Peña”, comenta López Martínez.
Sáenz Peña, asimismo, desempeñaría un rol clave al aclarar una de las dudas que surgió en torno a Bolognesi.
En una de sus Tradiciones Peruanas (“La respuesta de Bolognesi”) Ricardo Palma relata que, ante el pedido del bando rival para que se rindiera, el coronel Bolognesi respondió con las siguientes palabras: “Repita usted a su general que quemaré hasta el último cartucho”. El texto de Palma, sin embargo, motivó una respuesta del coronel del ejército chileno, Cruz Salvo (uno de los que había estado presente en aquella jornada) que en un artículo publicado en “El Mercurio” de Chile negó que Bolognesi hubiera pronunciado tal frase.
“El mayor Salvo publica una nota en un periódico chileno desmintiendo a Palma. […] Y como Salvo había sido un testigo presencial, su testimonio era muy fuerte, aunque era de parte. Es en ese momento que Sáenz Peña, que estaba vivo todavía y que también había sido testigo presencial, terció en la polémica diciendo que, si esas no fueron las palabras textuales, se acercaron mucho a lo que dijo Bolognesi. De manera que le daba la razón a Palma. Y por eso quedó esa frase”, repasa el historiador Carlos Contreras Carranza.
Dicho sea de paso, la propia pluma de Palma recoge que en la Batalla de Arica murieron “casi todos los jefes peruanos que asistieron a la junta de guerra, con excepción de los comandantes Roque Sáenz Peña, Marcelino Varela y Manuel C. de la Torre”.
Sáenz Peña y El Comercio
Como menciona López Martínez, Sáenz Peña regresaría al Perú en 1905 con motivo de la inauguración del monumento a Bolognesi. La edición que El Comercio publicó el 8 de noviembre de ese año da cuenta de la noticia y recoge parte de las declaraciones que dio ante las autoridades peruanas. Este es un extracto de lo que dijo Sáenz Peña aquella jornada:
“He visitado el Perú en sus horas de infortunio, cuando las agitaciones eran grandes y el problema pavoroso de la guerra embargaba los espíritus y amenazaba con sombras los destinos de la nación. Percibo, señor presidente, todos los horizontes despejados y Lima me recibe con una sonrisa y vuestro Gobierno como un antiguo amigo con quien debéis contar siempre en las horas nubladas como en los días de sol”.
Finalmente, Roque Sáenz Peña moriría en 1914 en Argentina.
Fuente: Diario El Comercio.
La fiscalía, una broma de mal gusto
Por Mariella Balbi– Diario EXPRESO.
La Fiscalía terminó convirtiéndose en el principal brazo político de este gobierno. Donde se corta el jamón, en la Junta de Fiscales Supremos las cosas son peliagudas. Los fiscales Zoraida Ávalos, amiga personal del Presidente, y Pablo Sánchez están absolutamente entregados a la causa gubernamental. Aunque los supremos, Gonzalo Chávarry, Tomás Gálvez y Víctor Rodríguez no siempre votan unidos, son un freno a las pretensiones totalitarias de Palacio de Gobierno.
Chávarry ha desquiciado a Vizcarra y fue la verdadera razón de la abusiva e irregular cuestión de confianza. Hasta un ciego concluiría que la inhabilitación por el Congreso de Chávarry y de Gálvez permitiría un control total de la Junta de Fiscales y de sus decisiones, bloqueando las innumerables investigaciones al Presidente Vizcarra; desde su accidentado paso por la región Moquegua hasta el caso Chinchero en el gobierno de PPK.
Cuando el Congreso rechazó la inhabilitación de Chávarry arrancó una arremetida de varios fiscales contra este y el Parlamento. La fiscal Rocío Sánchez (Cuellos Blancos) opinó muy oronda: “ellos (los congresistas de oposición) tienen interés de mantener a su fiscal”, asegurando indubitablemente que cazarán a Chávarry porque presentarían otra acusación constitucional.
Como no pegó, inmediatamente otra fiscal del Callao también cuestionó al Congreso por el archivo de la acusación a Chávarry, declarando: “los congresistas han tenido el atrevimiento de decir que faltan pruebas” y afirmó sentir “indignación”. Aseveró además que Chávarry integra los “Cuellos Blancos”, garantizando tener ya “la estructura de poder de la organización que implica a parlamentarios”. Al diablo con el respeto a los otros poderes, con la presunción de inocencia y todo lo demás.
El toque estridente siempre lo da el fiscal Pérez, también amigo de Vizcarra, y de quien se dice despacha directamente con él. También juzgó a Chavarry, dijo sentirse “indignado” de tenerlo en la Junta de Fiscales porque “ha cometido delitos lamentables”. Respecto a la decisión del Congreso afirmó, alterado como siempre, “me uno a los miles de ciudadanos que creen que este Congreso ya no nos representa”.
Es inquietante que esta gente forme parte del sistema judicial. Adelantan opinión con gran desfachatez, lanzan diatribas contra los congresistas, acusan sin mostrar pruebas. Todo turbio y manipulador. Nadie los denuncia y transgreden su propio reglamento. Son un poder supremo, encima de los otros poderes del Estado.
Imagine a un fiscal español, norteamericano o inglés en este plan. Pero lo más desopilante es que el vocal supremo César San Martín tiene un audio con el cuello más blanco del Callao, Walter Ríos. Le pide un favorcito y como sabemos, favor con favor se paga. Pero no tiene ninguna investigación. Y el fiscal Pablo Sánchez llega a la Academia de la Magistratura con dos jueces que poseen audios con César Hinostroza. Nuestra justicia es un sainete.