Una multitud de fieles agitando pañuelos blancos dieron la bienvenida al Papa Francisco en Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, última parada del pontífice en este viaje a México donde ha recorrido el país de frontera a frontera.
Francisco ofició una misa en la feria de la ciudad, ubicada frente al Río Bravo que separa a México y Estados Unidos, acompañado de unos viejos zapatos y sandalias que simbolizan el drama de la emigración.
A esta misa han sido invitados emigrantes, padres de hijos desaparecidos, víctimas de la violencia y grupos vulnerables de Estados Unidos.
PREVIAMENTE
El avión de Aeroméxico, bautizado como “Misionero de paz”, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Abraham González de Ciudad Juárez a las 9.57 hora local (16.57 GMT) y unos quince más tarde el pontífice descendió por la escaleras del avión, elevando el júbilo de las personas congregadas en el aeropuerto.
También el coro de monaguillos de Chihuahua entonaron “Cielito lindo”, el “Himno a la alegría” y otras canciones típicas incluso antes de que el papa tocara tierra, prueba de la emoción que despertó entre los feligreses congregados el arribo del sumo pontífice.
Junto a la escalerilla, el papa Francisco fue recibido por autoridades locales y eclesiásticas, entre ellas el gobernador del estado, César Duarte; el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, y el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
En la alfombra roja dispuesta en la pista de aterrizaje, un grupo de niños le regaló una misiva y un ramo de flores, y el pontífice los saludó, les dio la bendición y los abrazó.
VISITA CÁRCEL
El papa Francisco visitó hoy temprano la cárcel de Ciudad Juárez, el Cereso 3, y desde allí criticó la falta de un sistema de reinserción y animó a los presos a colaborar.
“Estoy concluyendo mi visita a México y no quería irme sin venir a saludarlos“, les dijo el papa Francisco, quien quiso celebrar con los presos “el Jubileo de la Misericordia”, el Año Santo que comenzó el pasado 8 de diciembre.
Francisco criticó en su discurso el ineficaz sistema carcelario y de rehabilitación. “Son un síntoma de cómo estamos como sociedad”.
“Ya tenemos varias décadas perdidas pensando y creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando, sacándonos los problemas de encima, creyendo que estas medidas solucionan verdaderamente los problemas”, lamentó Francisco en su discurso.
Ciudad Juárez fue por años la ciudad más violenta de México y ha luchado en años recientes por dejar atrás una historia de sangre y muerte para recuperar su estatus de localidad fronteriza y pujante.
También es uno de los destinos más deseados por miles de emigrantes en su ruta hacia Estados Unidos, junto con Tijuana al oeste y Matamoros y Nuevo Laredo al este.
CREAR OPORTUNIDADES
El papa Francisco aseguró que “la pobreza es el caldo de cultivo para el narcotráfico” por lo que instó a colaborar para encontrar soluciones, en un encuentro con empresarios y trabajadores en Ciudad Juárez, en la última jornada de su viaje a México.
En el colegio de bachilleres del Estado de Chihuahua, Francisco abogó por el diálogo entre todas las organizaciones del trabajo, porque: “no podemos darnos el lujo de cortar toda instancia de encuentro, de debate, de confrontación, de búsqueda”.
“Hoy están aquí diversas organizaciones de trabajadores y representantes de cámaras y gremios empresariales. A primera vista podrían considerarse como antagonistas, pero los une una misma responsabilidad: buscar generar espacios de trabajo digno (…) especialmente para los jóvenes de esta tierra”, dijo el pontífice argentino.
Y es que Francisco señaló que “uno de los flagelos más grandes” a los que se ven expuestos los jóvenes es la falta de oportunidades de estudio y de trabajo, “lo que genera en muchos casos situaciones de pobreza”.
Esta pobreza, señalo, “es el mejor caldo de cultivo para que caigan en el círculo del narcotráfico y de la violencia”.
Fuente: Diario Correo.
Ciudad Juárez
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