Por Monica Bernabé- Diario El Mundo
Una de las obras, Avarizia, del periodista italiano Emiliano Fittipaldi, es una descripción pormenorizada del gran imperio financiero del Vaticano. La otra, Via Crucis, del también reportero Gianlugi Nuzzi, pone en evidencia las grandes dificultades del Papa Francisco para conseguir cambios en la Iglesia con el fin de que deje de ser una institución de opulencia. Ambas obras se publicarán el jueves en Italia, y también se editarán en una decena de países más, entre ellos España.
Fittipaldi rebatió en una entrevista al diario italiano ‘La Repubblica’ las críticas de la Santa Sede, que calificaron su obra de generar “confusión e interpretaciones parciales y tendenciosas”. “A través de documentos inéditos y una investigación minuciosa, detallo la riqueza del Vaticano, una serie de escándalos financieros de la Santa Sede que nunca han sido explicados, y el uso poco ético del dinero por parte de algunos monseñores”, declaró el autor de Avarizia.
El libro también expone cuáles son las propiedades inmobiliarias de la Iglesia, con cifras precisas, así como las fundaciones del Vaticano y el dinero que gestionan. “También demuestro que el Banco de la Santa Sede no ha sido reformado, a diferencia de lo que dice la propaganda vaticana”, asegura el reportero. Todo una bomba de relojería.
Para la redacción del libro, Fittipaldi se ha basado en documentos internos del Vaticano, como balances económicos, estados financieros, informes… Y para demostrar que su información no es pura invención, dedica 20 páginas de su obra a reproducir algunos de los documentos originales que ha utilizado para la redacción del libro. Avarizia cuenta en total con 224 páginas y en Italia lo publica la editorial Feltrinelli.
El otro libro de la polémica, Via Crucis, es obra de Gianlugi Nuzzi, autor de Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI, que destapó el denominado escándalo del Vatileaks en 2012 y llevó a Joseph Ratzinger a renunciar a su pontificado, superado por los acontecimientos.
En esta nueva obra -de 336 páginas y publicada en italiano por Chiarelettere-, Nuzzi se basa en grabaciones de reuniones privadas realizadas por el Papapara fomentar cambios en las finanzas de la Iglesia. Asimismo recurre adocumentos reservados.
El libro incluye algunas frases antológicas de Francisco, que demuestran su malestar ante una Iglesia de la opulencia. “Los gastos están fuera de control. Hay fraude”, dice el pontífice en una de esas grabaciones a las que el reportero italiano ha tenido acceso. O ésta otra: “Si no podemos custodiar el dinero, que se ve, ¿cómo podremos custodiar el alma de los fieles, que no se ve?”.
La Santa Sede considera que el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda se encuentra detrás en la filtración de toda esta información confidencial de la Santa Sede, y podría condenarlo a ocho años de cárcel por la divulgación de documentos reservados, según el código penal del Vaticano. El prelado, del Opus Dei, se encuentra en la actualidad detenido en la misma celda que ocupó el ex mayordomo del papa Benedicto XVI, Paolo Gabriele, también acusado en 2012 de desvelar secretos del Vaticano.
El código penal del Vaticano dice así: “Quien proporcione ilegalmente información o documentos cuya divulgación esté prohibida, será castigado con una condena de prisión de seis meses a dos años, y una multa de mil a cinco mil euros”. Y añade: “Si la información desvelada hace referencia a intereses fundamentales o relaciones diplomáticas de la Santa Sede, la pena de cárcel será de cuatro a ocho años”. Sin duda, el sacerdote Vallejo Balda se enfrentaría a las penas más elevadas, si se demuestra que él fue la fuente de información de los periodistas Fittipaldi y Nuzzi.
Avarizia
El libro “Avarizia” del periodista Emiliano Fittipaldi revela dispendios excesivos y poca claridad en las finanzas vaticanas en base a documentos reservados que han conducido a dos recientes detenciones en el Vaticano. Fittipaldi explica en su libro, adelantado a la prensa este 3 de noviembre, antes de su publicación, cómo desde la Fundación Bambin Gesú (Fundación Niño Jesús), creada para ayudar al hospital pediátrico que gestiona el Vaticano, salieron fondos para reformar el ático del ex secretario de Estado Tarcisio Bertone tras su jubilación.
“La fundación, definida como un vehículo para la recaudación de fondos para asistencia, investigación y actividad humanitaria del Bambin Gesú ha saldado la factura de los trabajos para un total de 200,000 euros”, dice el periodista sobre el polémico asunto del apartamento de Bertone. De esta fundación también han salido fondos para alquilar, por ejemplo, “un helicóptero por la bonita suma de 23,800 euros”, dice el autor en el libro.
Además se mencionan gastos en los que incurrieron miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica, como el cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría Económica vaticana, quien habría desembolsado “para él y sus amigos medio millón de euros en seis meses”.
Gastos e inmuebles de magnates
El periodista italiano cuenta, en otro apartado de este libro que se publicará el 5 de noviembre, que el Vaticano “posee en Roma casas por un valor de 4,000 millones de euros”. Añade que ha tenido acceso a un documento escrito “en inglés y en italiano y destinado al cardenal Pell” que resume “por primera vez el verdadero valor de todos los bienes inmuebles propiedad de las instituciones del Vaticano”.
Según estos documentos, la Santa Sede “posee inmuebles por un valor de 160 millones de euros”. Pero un documento reservado de la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA) con fecha 7 de enero de 2014 “especifica que casi siempre los inmuebles son registrados al costo de adquisición o al costo de donación, y muchos edificios institucionales están valorados en un euro. Por lo que es de esperar que el valor real sea mayor”.
El autor calcula que el valor real de esas propiedades asciende a “cuatro mil millones de euros”. Fittipaldi revela además que el IOR, el banco del Vaticano, no ha entregado al Banco de Italia la lista de las personas que han protagonizado casos de fuga de capitales, “a pesar de haberlo prometido”.
“En las fiscalías italianas, Roma en primer lugar, y en el Banco de Italia se preguntan desde hace tiempo si las cuentas sospechosas han sido finalmente cerradas, o solamente bloqueadas o (están) durmientes a buen recaudo en las cajas fuertes del Vaticano”, escribe el autor.
Fittipaldi publica su libro al tiempo que otro periodista italiano, Gianluigi Nuzzi, lanza “Via Crucis”; ambos volúmenes se basan en los documentos presuntamente filtrados por los dos detenidos, el sacerdote español Lucio Vallejo Balda -que permanece preso en el Vaticano- y la italiana Francesca Chaouqui.
Fuente: Deutsche Welle y América Economía.