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El nacionalismo se queda sin la vicepresidenta Marisol Espinoza
Por Giovanna Castañeda y Felipe Barbero Mariátegui- Diario El Comercio
Desde el último 8 de setiembre, Marisol Espinoza, la única vicepresidenta de la República del presidente Ollanta Humala, no pertenece al partido de gobierno. Una carta que la congresista envió ese día a Nadine Heredia, presidenta del Partido Nacionalista, expone las razones de su “renuncia irrevocable” a la militancia en la agrupación oficialista.
“Es una decisión dolorosa para mi persona. Ha sido reflexionada considerando los años de trabajo para construir el Partido Nacionalista”, escribió.
En el documento, publicado por el semanario “Hildebrandt en sus trece”, Marisol Espinoza dice que tomó la decisión considerando los principios ideológicos con los que se fundó la organización que preside Nadine Heredia.
Los parlamentarios más cercanos a la pareja presidencial no conocían de esta renuncia, que aún no aparece registrada en el sistema del Jurado Nacional de Elecciones.
El congresista Daniel Abugattás señaló que el partido no les comunicó el retiro de Marisol Espinoza, quien no es una militante cualquiera, sino quien reemplaza al presidente Ollanta Humala en su ausencia. Abugattás no dudó en denominar esta salida como “crónica de una muerte anunciada”.
“La no identificación de Marisol con lo que representa el nacionalismo era más que evidente. Lo lógico es que si uno no está cómodo en una casa, das un paso al costado, [pero] creo que hay formas. Ella prometió que se iba a quedar hasta el 28 de julio [del 2016] en el partido”.
En tanto, Omar Chehade, ex segundo vicepresidente y congresista invitado que fue retirado de la bancada oficialista a inicios de mes, dijo que Espinoza ya había sido “injustamente vetada” en Palacio de Gobierno. “La figura de la primera dama ha sido un elemento perturbador en el ascenso en la carrera legítima y justa de Marisol Espinoza”, señaló.
La soledad a pleno
En declaraciones a la prensa, el presidente del Congreso, Luis Iberico, comentó que el distanciamiento de Espinoza era conocido, pero su renuncia “hace más extrema la situación”. “[Desde setiembre] vivíamos con un gobierno en donde el presidente es de un partido al que la vicepresidenta ya no pertenece”, explicó, y confirmó que la parlamentaria no ha renunciado a la bancada.
Para el analista político Santiago Pedraglio, esto expresa un “alto grado” de crisis política en el partido que comanda la pareja presidencial. “Hay una imagen total y evidente de desgranamiento”, dijo a este Diario.
Pedraglio agregó que no es gratuito que Marisol Espinoza mencione en su carta que reivindica una expresión nacionalista. “Lo que está diciendo es que el partido ya no expresa esa tradición. Ella no deja de ser nacionalista”.
El analista político Alfonso Baella consideró que esto refleja que el presidente se está quedando cada vez más solo y su partido está más dividido. “Existe una suerte de diáspora que continúa languideciendo lo último que queda del partido”. Añadió que los cuestionamientos a la pareja presidencial han sido determinantes. “Nadie que quiere continuar en política está dispuesto a avalar secretismos”.
Desde el último 8 de setiembre, Marisol Espinoza, la única vicepresidenta de la República del presidente Ollanta Humala, no pertenece al partido de gobierno. Una carta que la congresista envió ese día a Nadine Heredia, presidenta del Partido Nacionalista, expone las razones de su “renuncia irrevocable” a la militancia en la agrupación oficialista.
“Es una decisión dolorosa para mi persona. Ha sido reflexionada considerando los años de trabajo para construir el Partido Nacionalista”, escribió.
En el documento, publicado por el semanario “Hildebrandt en sus trece”, Marisol Espinoza dice que tomó la decisión considerando los principios ideológicos con los que se fundó la organización que preside Nadine Heredia.
Los parlamentarios más cercanos a la pareja presidencial no conocían de esta renuncia, que aún no aparece registrada en el sistema del Jurado Nacional de Elecciones.
El congresista Daniel Abugattás señaló que el partido no les comunicó el retiro de Marisol Espinoza, quien no es una militante cualquiera, sino quien reemplaza al presidente Ollanta Humala en su ausencia. Abugattás no dudó en denominar esta salida como “crónica de una muerte anunciada”.
“La no identificación de Marisol con lo que representa el nacionalismo era más que evidente. Lo lógico es que si uno no está cómodo en una casa, das un paso al costado, [pero] creo que hay formas. Ella prometió que se iba a quedar hasta el 28 de julio [del 2016] en el partido”.
En tanto, Omar Chehade, ex segundo vicepresidente y congresista invitado que fue retirado de la bancada oficialista a inicios de mes, dijo que Espinoza ya había sido “injustamente vetada” en Palacio de Gobierno. “La figura de la primera dama ha sido un elemento perturbador en el ascenso en la carrera legítima y justa de Marisol Espinoza”, señaló.
La soledad a pleno
En declaraciones a la prensa, el presidente del Congreso, Luis Iberico, comentó que el distanciamiento de Espinoza era conocido, pero su renuncia “hace más extrema la situación”. “[Desde setiembre] vivíamos con un gobierno en donde el presidente es de un partido al que la vicepresidenta ya no pertenece”, explicó, y confirmó que la parlamentaria no ha renunciado a la bancada.
Para el analista político Santiago Pedraglio, esto expresa un “alto grado” de crisis política en el partido que comanda la pareja presidencial. “Hay una imagen total y evidente de desgranamiento”, dijo a este Diario.
Pedraglio agregó que no es gratuito que Marisol Espinoza mencione en su carta que reivindica una expresión nacionalista. “Lo que está diciendo es que el partido ya no expresa esa tradición. Ella no deja de ser nacionalista”.
El analista político Alfonso Baella consideró que esto refleja que el presidente se está quedando cada vez más solo y su partido está más dividido. “Existe una suerte de diáspora que continúa languideciendo lo último que queda del partido”. Añadió que los cuestionamientos a la pareja presidencial han sido determinantes. “Nadie que quiere continuar en política está dispuesto a avalar secretismos”.