Sobornos y sobrevaluaciones

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Lobbies y mentiras

En una entrevista publicada el viernes 7 en El Comercio, Zaida Sisson afirmó que con el único ministerio con el que no trabajó durante el segundo gobierno aprista fue el de Agricultura. ¿Por qué? Por su esposo, el ex ministro aprista Rodolfo Beltrán.
-Entre el 2007 y el 2011, ¿con qué otros funcionarios del gobierno aprista se reunió?
Tuve varias reuniones de trabajo, con el Ministerio de Vivienda, de Energía y Minas, de Transporte, ANA [Autoridad Nacional del Agua], Sunass y alguno más que no recuerdo. El único con el que no trabajé fue con el Ministerio de Agricultura, porque mi esposo trabajaba ahí.
Ud. dice que sus actividades y las de su esposo estaban separadas.
Siempre separadas
Eso es falso. Sisson realizó numerosas gestiones con el ministerio de Agricultura, donde su esposo era director de Pronamachcs, además, de vicepresidente del Banco Agrario.
Como gestora y consultora de Galvao Engenharia, Sisson organizó reuniones periódicas de los representantes de la compañía con algunos de los ministros de Agricultura de turno (por ese portafolio pasaron 6 ministros durante el gobierno de García). Entre ellos estuvieron los entonces ministros Adolfo de Córdova y Jorge Villasante. Entre enero y febrero de 2010, por ejemplo, gestionó y realizó reuniones con el ministro De Córdova, como ella misma lo informó a Galvao.
También gestionó y logró reuniones con los presidente regionales de Tumbes que estuvieron en el periodo en que fue consultora, para obtener información sobre la ejecución de los proyectos, con la perspectiva “de un escenario de concurso público o licitación”.
Galvao se interesó sobre todo en dos grandes proyectos: el Proyecto Especial Binacional Puyango-Tumbes, que tenía por objeto la irrigación de más de 40 mil hectáreas de cultivos en Perú y Ecuador; y el Proyecto Especial de Irrigación del Margen Derecho del Río Tumbes.
En sus reportes, Sisson informó continuamente a la oficina de Galvao en Lima sobre ambos proyectos.
A la vez, dado que la compañía brasileña también tuvo interés en participar en la construcción de carreteras y en obras de saneamiento, Sisson organizó por lo menos una reunión con el entonces ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo.
Las conexiones de Sisson con el partido aprista fueron una de las razones principales por las que el entonces encargado de la oficina de Galvao en Perú la tuvo como consultora durante tres años, entre julio de 2009 y junio de 2012.
En el entramado de historias que componen el caso Lava Jato en el Perú, el jefe de la oficina de Galvao en el Perú resulta tanto o más interesante que Zaida Sisson.
Se trata de Marcos de Moura Wanderley, un personaje que, pese a todo, ha logrado mantener un perfil bajo. Su trayectoria cubre a buena parte de las empresas brasileñas en el Perú, donde radica desde 1998.
De Moura Wanderley trabajó primero con Andrade Gutierrez. Pero su nombre recién adquirió relevancia retroactiva en junio pasado, con las revelaciones del caso ‘Castillo de Arena’, una investigación desarrollada por el Ministerio Público y la Policía Federal de Brasil, en 2009, que descubrió entre otras cosas presuntos pagos de sobornos de la constructora Camargo Corrêa a altos funcionarios públicos durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García.
De Moura Wanderley fue representante de Camargo Corrêa en el Perú desde 2002 y jugó un rol decisivo para la adjudicación de obras a su compañía tanto en el gobierno de Toledo como en el de García.
Alan García y Marcos de Moura. (Foto: Perú21 / Sepres)

En el régimen aprista, la empresa se adjudicó (en consorcio con una compañía francesa) la construcción de la planta de tratamiento de agua en Huachipa, en 2008.
Poco después arrancó en Brasil la investigación de la Fiscalía y la Policía Federal a Camargo Corrêa por una serie de delitos de corrupción [el caso ‘Castillo de Arena’]. En la documentación que fue incautada a uno de los directivos de la compañía en Brasil, se encontró manuscritos que hacían referencia a supuestos pagos de ‘propinas’ (coimas) al ex ministro de Salud, Hernán Garrido Lecca (US$1 millón); al ex viceministro de Construcción y Saneamiento en la gestión de Garrido Lecca, Juan Sarmiento (US$300 mil); al ex titular de Sedapal, Guillermo León (US$1 millón); y un ex funcionario de Sedapal, Umberto Olcese (US$450 mil).
En medio del escándalo suscitado en Brasil por la investigación en curso, en 2009, Marcos de Moura salió de Camargo Corrêa pero casi de inmediato se ubicó al mando de otra corporación brasileña, Galvao Engenharia, que abrió su sucursal en Perú en abril de ese año.
En julio de 2009, De Moura contrató a Zaida Sisson como consultora de la filial peruana. Casada con Rodolfo Beltrán, un veterano aprista que, aparte de los cargos que ocupaba entonces, había sido ministro de la Presidencia.
Sisson empezó a trabajar para Galvao Engenharia solo un mes después del contrato que firmara José Dirceu como lobista de la compañía para América Latina. Esta acordó pagarle inicialmente 5 mil 681 dólares mensuales, pero después le disminuyó la remuneración a 5 mil dólares al mes. Su contrato se prolongó hasta mediados de 2012. En total, Sisson cobró alrededor de 180 mil dólares.
Entre 2011 y 2012, con el cambio de gobierno y con su contrato de consultoría aún vigente, Sisson tuvo que entablar nuevas relaciones.
Ya es conocida la reunión, en abril de 2013, de Sisson con Rocío Calderón, funcionaria de Palacio, amiga de Nadine Heredia y entonces pareja de su exjefe Marcos de Moura. Sisson ha señalado que el motivo de la reunión fue para hablar de un purificador de agua, que su compañía, Ecoarki, ofrecía. Esa versión fue confirmada por Rocío Calderón a IDL-R.
En la misma entrevista con El Comercio, Sisson afirmó que “solo tuvo contacto” con Rocío Calderón durante el gobierno de Humala. Eso es también falso.
Entre mayo y junio de 2012, cuando Sisson todavía trabajaba para Galvao, organizó reuniones con el entonces titular del ministerio de Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes, y el director de Provias Nacional, Raúl Torres, para evaluar “informaciones de posibles proyectos en carreteras mediante concursos públicos”.
René Cornejo. (Foto: Andina)
Precisamente ese mes, Marcos de Moura decidió rescindir, unilateralmente el contrato de Sisson. Todo indica que tener un esposo aprista ya no era una buena carta de presentación.
En marzo de este año, el caso Lava Jato le estalló a los altos directivos de Galvao Engenharia. El director de la compañía, Erton Medeiros Fonseca, fue arrestado. Marcos de Moura, a su turno, con su notable talento para encadenar empleos y relaciones oportunos –y también para dejarlos en el momento apropiado– salió en marzo de este año de la empresa y también, aparentemente del país.

OAS-Petrobras

La Justicia Federal de Paraná, Brasil, condenó el jueves 5 de agosto, a ejecutivos de OAS a penas de entre 4 y 16 años de prisión por los delitos de corrupción, lavado de dinero y crimen organizado.
Entre los sentenciados se encuentran José Adelmário Pinheiro Filho, ex presidente de OAS, y Agenor Franklin Magalhães Medeiros, ex director del área internacional de OAS. Cada uno recibió una pena de 16 años y 4 meses de prisión, impuesta por el juez federal Sergio Moro.
El ex director financiero Mateus Coutinho de Sá Oliveira fue condenado a 11 años de prisión, mientras que los ejecutivos José Ricardo Nogueira Breghirolli y Fernando Augusto Stremel Andrade recibieron 11 y 4 años, respectivamente.
Mateus Coutinho, ex director financiero de OAS. (Foto: Agencia Brasil)
Además, se condenó a 16 años y 11 meses de prisión al operador financiero Alberto Youssef; y a 6 años con 6 meses a Paulo Roberto Costa, ex director de abastecimiento de Petrobras. Sin embargo, ambas penas serán ajustadas posteriormente, de acuerdo a los términos de la delación premiada que tienen con el Ministerio Público Federal.
Según indica la sentencia, se comprobó que OAS pagó cerca de 30 millones de reales (8,6 millones de dólares) en coimas para beneficiarse con contratos para obras de Petrobras.
OAS mantiene una presencia importante en el Perú. Según el portal de proveedores del Estado del MEF, entre el 2012 y lo que va de este año, la sucursal de OAS en el Perú se adjudicó contratos por más de 548 millones de soles. Los principales fueron con el ministerio de Transportes y Comunicaciones y con el gobierno regional de Cusco.
Leonardo Meirelles, abogado y testigo clave del caso Lava Jato, señaló que OAS pagó “propinas” (sobornos) en el Perú, tal como reveló IDL-R en el reportaje ‘Testigo de Cargo’.
Fuente: IDL Reporteros.

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