La asamblea universitaria de la ex Pontificia Universidad Católica del Perú reeligió a su rector, Marcial Rubio, no obstante las turbulencias de los últimos años.
Por Andrés Beltramo Álvarez- Vatican Insider
La “universidad rebelde” de Perú eligió la continuidad. Pese a las dificultades vividas en los últimos años, que llevaron a la institución a perder sus títulos de “Pontificia” y “Católica”, la Asamblea Universitaria decidió refrendar en el cargo al rector Marcial Rubio Correa hasta el año 2019. Aunque en los últimos años la cúpula de la casa de estudios sostuvo públicamente estar abierta al diálogo con la Santa Sede, una serie de audios inéditos demuestran una compleja estrategia para lograr que Roma se someta a su voluntad.
“La lista ganadora está conformada por los doctores Marcial Rubio Correa (rector), Efraín Gonzales de Olarte (vicerrector académico), Pepi Patrón Costa (vicerrectora de Investigación) y Carlos Fosca Pastor (vicerrector administrativo)”. Así de breve fue el comunicado de la universidad, el 4 de julio. Unas líneas sin referencia alguna a la aprobación oficial que requiere todo rector de institución católica.
Según la praxis vigente, para que un rector de una casa de estudios de la Iglesia sea considerado legítimo debe contar con el aval del gran canciller que, en casi todos los casos, coincide con el obispo local. Es más, la autorización no está completa si no es aprobada por la Congregación para la Educación Católica del Vaticano.
Rubio, que mantiene ese cargo en la ex PUCP desde 2009, carece de ambas autorizaciones. Una de varias situaciones irregulares en un contencioso que se arrastra desde hace décadas. Por más de 20 años las autoridades de la universidad se han negado a adecuar sus estatutos a la constitución apostólica “Ex corde ecclesiae”, aprobada en 1990 por Juan Pablo II y que rige a las universidades de la Iglesia en todo el mundo.
Su postura de rebeldía a las peticiones de Roma se mantuvo incluso después de un ultimátum en 2012, lo cual precipitó en un decreto con el cual la Santa Sede le retiró la facultad para usar sus títulos de “Pontificia” y “Católica”. Una situación que se mantienen empantanada, pero que el Papa Francisco intenta solucionar de manera definitiva y consensuada. Por eso designó una comisión pontificia compuesta por tres cardenales de diversas nacionalidades.
Se trata de los arzobispos de Esztergom-Budapest (Hungría), Peter Erdo; de Québec (Canadá), Gérald Cyprien Lacroix; y de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati Andrello. Aunque el establecimiento del grupo fue comunicado el 21 de abril, los purpurados aún no informaron cuándo viajarán a Lima. “Me imagino que deberán venir cuando se acaben las vacaciones de Europa, que ocurren en julio y agosto”, indicó Rubio en declaraciones a la prensa peruana.
En esa misma entrevista (al diario La República del 6 de julio), el rector indicó que su puesto estaba condicionado al éxito de las negociaciones con los enviados del Vaticano y apuntó: “Si tenemos un buen diálogo (con ellos) se puede solucionar de forma definitiva”.
Una actitud conciliadora, pero sólo con los cardenales mandados por el Papa y no con el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne, que es el gran canciller de la universidad y con el cual, según sostuvo Marcial Rubio, no se puede dialogar.
“Nosotros queremos la paz”, insistió el rector. Pero su discurso parece opuesto al que él mismo sostenía algunos meses atrás, lejos de las cámaras y los micrófonos. Una posición que quedó plasmada gracias a una serie de audios inéditos (https://soundcloud.com/samurai-de-la-fe). Se trata de seis grabaciones que dejan al descubierto una compleja estrategia basada no en la negociación, sino en la “ruta de colisión”.
En una de ellas el rector reveló gestiones “de carácter político, administrativo y episcopal” para ganar aliados y así resistir a las peticiones de la Santa Sede. “Nosotros tenemos como apoyo que estamos sujetos a la Constitución, a la ley, a nuestro estatuto y no al Derecho Canónico, en eso es fundamental que nosotros estemos apoyados en el poder político peruano, porque puede haber una reclamación diplomática, por ejemplo”, indicó.
En otro pasaje precisó cómo se debería marginar a la Iglesia de la vida de la universidad: “Creo que nosotros en este escenario tenemos que apoyarnos en que somos una universidad peruana que ellos no tienen nada que hacer, que tenemos que tener todos los apoyos, internos, políticos, más la aceptación de la opinión pública para consolidar”.
“El Vaticano no quiere que esta universidad deje de ser católica, al final puede no quedarle más remedio, pero en principio, a mi me parece más bien que el asunto es si la universidad quiere seguir siendo católica y pontificia porque eso no está claro”, ponderó más adelante.
El Vatican Insider se comunicó directamente con Marcial Rubio y le solicitó su versión sobre los audios, sin obtener respuesta.
PUCP elige la continuidad
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