El cabo EP Mayer Ríos Pipa, que se encontraba en el puesto de vigilancia de la Base Contraterrorista Nº 42 de Canayre, en el distrito de Llochegua, en la provincia ayacuchana de Huanta, fue asesinado por un francotirador narcoterrorista. El proyectil le impactó en el cráneo.
La acción se produjo como represalia por recientes incursiones de patrullas del Ejército en campamentos senderistas en la zona de Canayre que tuvieron como resultado la detención de varios sospechosos con armamento y municiones.
Mayer Ríos, de 25 años, era natural de Yurimaguas, provincia de Alto Amazonas, en Loreto, y vivía en San Juan Bautista, Iquitos. Nació el dos de agosto de 1986.
En respuesta al crimen del cabo Mayer Ríos, el general EP César Díaz Peche dispuso que patrullas especializadas salieran en busca de los narcoterroristas que perpetraron el ataque.
Los disparos se originaron en la zona conocida como Savia, una zona de espesa vegetación cerca a la base militar.
Las patrullas detuvieron a tres agricultores que trabajaban en sus parcelas: Antonio Cisneros Gamboa, Lucio Fernández Cerrón y Edwin Vitor Crespo.
Los tres fueron conducidos a la base contraterrorista de Canayre y liberados cuatro horas después al comprobarse que estaban registrados en los padrones de la comunidad.
El cuerpo sin vida del efectivo fue trasladado de Canayre hasta la Base Contraterrorista 116º de Pichari, lugar donde se encuentra la sede del Comando Especial del valle de los ríos Apurimac, Ene y Mantaro (VRAEM).
El asesinato del cabo Mayer Ríos se produjo casi tres meses después del secuestro de 36 trabajadores de Transportadora de Gas del Perú (TGP), en Kepashiato, distrito de Echarate, Cusco.
Con la intervención del Ejército en la zona, y la instalación de nuevas bases contraterroristas, los senderistas han iniciado desplazamientos en la zona sur del VRAEM, incursionando en las comunidades para advertir que no colaboren con los militares.
Abandonando el discurso de que los civiles no serán victimados, como ocurrió durante el período 1980-2000, los terroristas ahora amenazan a los pobladores con represalias si es que se suman a los Comités de Autodefensa que, bajo el aliento del Ejército, han comenzado a formarse con la finalidad de emprender acciones contra el narcoterrorismo.
En la última semana, el cabecilla Martín Quispe Palomino, “camarada Gabriel”, al mando de una columna armada, ha sido visto en comunidades del distrito de Vilcabamba, provincia de La Convención, Cusco.
“Gabriel” advirtió que aplicará sanciones a los pobladores que ofrezcan alguna forma de ayuda a los militares en la zona denominada Palmapampa, a las alturas de la carretera de Capiro. Continuaba con su campaña proselitista en las comunidades, con el propósito de amenazar a quienes contribuyan de alguna forma con las Fuerzas Armadas.
Huachocolpa
Pobladores del anexo La Soledad, distrito de Huachocolpa (Huancavelica) hallaron muerto en un descampado de la zona al campesino Antonio Espinal Camargo (42) con tres impactos de bala en la cabeza y uno en el cuerpo.
Según testigos de excepción, un grupo de sediciosos que operan en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) y que están al servicio de los narcotraficantes habrían sacado de su vivienda a Antonio Espinal para conducirlo a un descampado donde lo victimaron a balazos.
Cálculos políticos y renales
El director de la Policía Nacional, Raúl Salazar, explicó los pormenores de la detención del líder del movimiento Tierra y Libertad, Marco Arana. El general PNP detalló que la intervención se produjo luego de tres advertencias realizadas por los agentes para que Arana se retirara de la plaza de armas, donde protestaba contra el proyecto Conga.
Salazar reiteró que el estado de emergencia decretado por el Ejecutivo en tres provincias de la región prohíbe las manifestaciones públicas.
En diálogo con Radio Nacional, el director de la PNP señaló que además de Arana habían 30 personas más en la plaza de armas de Cajamarca que pretendían seguir la actitud del antiminero, por lo que decidieron detenerlo.
El congresista y exministro del Interior, Octavio Salazar, aseguró que el dirigente cajamarquino Marco Arana no respetó el estado de emergencia: “Si una detención es producto de haber violado la ley y es en flagrancia, entonces es delito y está muy bien detenido”, señaló a Perú21, al comentar la participación del sacerdote suspendido en la manifestación realizada en la Plaza de Armas de Cajamarca.
“Estos tres sujetos, Gregorio Santos, Wilfredo Saavedra y Marco Arana, están haciendo subversión contra el Estado. Yo demando que el Gobierno tome el toro por las astas y que denuncie a estos individuos de oficio, que no tenga miedo”, agregó.
También señaló que con sus actitudes, estos dirigentes buscan provocar a las fuerzas del orden para luego victimizarse y poner al Estado como violador de derechos humanos. “Son grandes provocadores, se reúnen con quienes están detrás de estas movilizaciones violentas”, indicó.
El dirigente antiminero del Movimiento Tierra y Libertad, Marco Arana, fue liberado a la 1:30 de la madrugada, según confirmó la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH).
La secretaria general de la organización, Rocío Silva Santisteban, señaló que la libertad no se dio por el hábeas corpus interpuesto por su defensa sino por una orden de comparecencia de la fiscal de Chiclayo.
“La fiscal de Chiclayo decidió que no había motivo para que sea detenido y fue una orden de comparecencia que lo liberó”, declaró. Otros ocho estudiantes detenidos también fueron liberados.
Monseñor José Carmelo Martínez OAR
El obispo de la diócesis de Cajamarca, José Carmelo Martínez, reveló que desde “hace mes y medio” espera la respuesta del presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, a su ofrecimiento para facilitar el diálogo con el Ejecutivo para buscar un acuerdo sobre el proyecto Conga.
El religioso refirió que hace más de 45 días buscó hablar con Santos en su oficina, pero no pudo conversar con él, por lo que concertó una cita para el día siguiente a las 8 de la mañana.
Señaló que Santos no acudió a esa cita y a las 8:30 a.m. se presentó el vicepresidente regional de Cajamarca, ante quien expresó su propuesta para convertirse en “facilitador del diálogo” con el Ejecutivo.
“Muy amablemente me dijo que le iba a comunicar lo que yo le proponía al presidente Santos y que me daría una respuesta; estoy esperando hace un mes y medio, pero no me ha contestado*”, indicó en Radio Programas.
Por otro lado, estimó que de hacerse una encuesta individual en Cajamarca y no en masa o en asambleas, solo un poco más del 15 por ciento está en contra de la minería.
Asimismo, advirtió que en las protestas contra el proyecto Conga, no solo hay intereses políticos y sociales, sino también ideología extremista que “muy probablemente” provenga del grupo terrorista Sendero Luminoso y el MOVADEF.
Señaló que hace 11 meses, el ahora líder del movimiento Tierra y Libertad, Marco Arana, le dijo que pediría su cambio al estado laical por propia iniciativa.
No obstante, dijo que no ha cumplido con ese trámite, razón por la cual esa situación se regularizará en breve.
“Ha sido suspendido por fundar un partido político que es incompatible con el ejercicio del ministerio sacerdotal, me imagino que pronto será confirmada esa sentencia por la Santa Sede”, dijo.
Asimismo, indicó que para lograr la paz en Cajamarca, se necesita que quienes ejercen la violencia “cambien de actitud” y se comprometan por la paz para poder dialogar.
Fuente: Diario El Comercio y Agencia Andina de Noticias.
Conferencia Episcopal Peruana
LA VIOLENCIA NO PUEDE SER UN MEDIO PARA ALCANZAR EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS
“Bienaventurados los constructores de paz porque ellos serán llamados Hijos de Dios” (Mt 5,9)
Con dolor y pesar todos los peruanos vemos, una vez más, el desenlace de un conflicto que enfrenta a hermanos contra hermanos y que deja como saldo no solamente varias personas heridas sino también la irreparable pérdida de tres vidas humanas en la Provincia de Celendín, en Cajamarca.
Ante tan penosos incidentes ocurridos ayer, la Conferencia Episcopal Peruana, hace una nueva invocación a todos los actores del conflicto, para dejar los discursos que incitan a la violencia, para medir la fuerza con que se aplica el control de los enfrentamientos, para reflexionar juntos sobre las soluciones concertadas y de modo especial para desistir de la violencia como una manera de lograr los objetivos de una comunidad o de un pueblo.
Los Obispos del Perú vuelven a recordar que “La vida es un valor supremo que en cualquier circunstancia debe ser protegida y privilegiada, tanto la de nuestras comunidades campesinas, como las que quienes, en cumplimiento de su deber constitucional, procuran el restablecimiento del orden”.
Acompañamos el dolor de las familias que sufren por la pérdida de sus seres queridos y rezamos por ellos. Exhortamos al pueblo de Celendín y a las comunidades de Cajamarca a la serenidad y demandamos cese este enfrentamiento entre compatriotas. Del mismo modo invocamos tanto a las autoridades políticas, así como a las comunidades de Cajamarca a reiniciar en el más breve plazo el canal del diálogo, y que debe ser utilizado como la única vía para resolver racional y pacíficamente los conflictos.
En su misión evangelizadora la Iglesia anuncia el valor de la vida y el respeto de los derechos fundamentales de las personas, promueve actitudes de respeto por la naturaleza y promueve una cultura de paz y de diálogo, por eso nos mantenemos a disposición del país para colaborar en lo que nos sea requerido, a fin de devolver la tranquilidad a las poblaciones afectadas de todo el Perú, especialmente del querido pueblo de Cajamarca.
Invocamos la intercesión de la Virgen del Carmen, Patrona de Celendín, e invitamos a todos a elevar este día una oración por la paz, para que Dios conceda a nuestro pueblo el inapreciable don de la paz y la concordia.
+ Salvador Piñeiro García-Calderón
Arzobispo Metropolitano de Ayacucho
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana