PUEDEN COMPETIR EN EL 2016
LOS FRENTES DEL 2016
¿quiénes competirán en las próximas presidenciales?
Si estuviésemos en España, Estados Unidos o Chile ya sabríamos quienes serían los candidatos para las presidenciales de 2016. En la península, uno del PSOE y otro del PP; en Estados Unidos, uno demócrata y otro republicano, y en Chile uno de la Concertación de centro izquierda y otro de la Coalición de derecha.
Sin embargo, estamos en el Perú y aunque algunas cosas parecen claras otras no lo son tanto, al punto de que varios analistas están a la espera del outsider no sé si por convicción académica o para que los libre de su peor pesadilla: la segunda vuelta entre Alan García y Keiko Fujimori. Pero hagamos el ejercicio de deshojar margaritas y propongamos un escenario electoral de cuatro frentes para el 2016. Analicemos, además, las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos.
1. El fujimorismo con Keiko Fujimori a la cabeza:
El fujimorismo es hoy el movimiento político nacional que cuenta con más adeptos o seguidores incondicionales. Esta lealtad, de naturaleza clientelar, se la ganó Alberto Fujimori a pulso durante su largo y autoritario gobierno (1990-2000). Lo hizo no sólo con el trabajo que realizó con los sectores urbano-marginales sino por el sello paternalista que le imprimió a sus políticas, de manera que quedó, ante millones de ciudadanos carentes de servicios básicos, como el gran dador de estos.
En esa línea de razonamiento, Keiko Fujimori es candidata de fuerza para alcanzar la segunda vuelta pero al mismo tiempo es también muy posible que la pierda por el altísimo anti-voto de su movimiento. Además, su casi nulo protagonismo estos años mantiene la incertidumbre sobre su verdadero liderazgo y sobre cuál será su desempeño durante la lid electoral.
2. El APRA, con Alan García a la cabeza:
Actualmente Alan García no lidera las encuestas y el Partido Aprista ya no le asegura un importante núcleo duro de electores como en el pasado. Sin embargo, Alan García tiene a su favor, ya no sólo su gran oratoria y su capacidad para leer acertadamente las coyunturas electorales, sino el activo de su buena segunda gestión gubernalmental.
Esta relucirá tanto o más al ser comparada con la presente que, en resumidas cuentas, ha frenado el crecimiento y dejado la sensación de desgobierno e improvisación en el manejo del Estado. De esta manera, para un importante sector del electorado, Alan García representará la experiencia y la seguridad de una buena gestión, ambas fortalezas que lo colocan en una posición muy interesante en el partidor electoral.
Para el APRA y García, el desafío está en competir en todos los sectores. Así pues, la propuesta del shock social de inversiones parece adecuada para obtener el apoyo de sufragantes más asociados con el Perú informal o de electorados mayormente pragmáticos y resultadistas. Por eso mismo, Alan García debe apuntar también al votante institucionalista, ese que está más interesado por la consolidación del orden democrático y sus instituciones.
García debe apurar el paso en ganar a este sector porque parece el escenario natural de desenvolvimiento de otros actores políticos, como los que están nucleándose alrededor de la candidatura de Gastón Acurio. A su favor, García puede explotar el hecho de no haber quebrado, ni intentado quebrar jamás el orden constitucional y apostar por el fortalecimiento de su partido, vía Congreso Nacional y elecciones internas que sus bases le reclaman.
Estas estrategias de campaña potenciarían la candidatura del líder del APRA con un perfil más institucional y fortalecerían la organización y moral del Partido de la Estrella. Estos dos elementos serán muy importantes en campaña, dada la demostrada capacidad de movilización que mantienen hasta hoy las bases de la nonagenaria Alianza Popular.
3. Frente de Centro-Izquierda con Gastón Acurio a la cabeza:
A diferencia de las otras dos, esta candidatura es aún especulativa, aunque es verdad que viene siendo alentada tanto por Acción Popular como por los sectores de la izquierda nucleados alrededor de la aún alcaldesa Susana Villarán. Estos últimos están deseosos de encontrar un candidato que les permita mantener sus espacios en el Estado bajo el viejo y cómodo esquema de no presentar lista propia y de abdicar del desafío de articular una propuesta política seria para el país.
Una cuestión importante es saber a quién más podrá aglutinar el susodicho Frente pues de lanzarse PPK, con o sin el PPC, ambos postulantes competirían por el mismo universo de votantes a pesar de situarse el último unos pasos más a la derecha. No olvidemos que Gastón es empresario y que su perfil puede resultarle también grato a la derecha del espectro electoral institucionalista. Ello no le niega al chef la posibilidad de sintonizar con una parte del electorado pragmático que verá en él a un emprendedor.
La debilidad de Gastón Acurio es su nula trayectoria política que hará que los votantes se pregunten sobre su real capacidad de conducir los rumbos de un país en extremo complicado como el nuestro.
4. Alianza Partido Nacionalista-Perú Posible con un candidato por definir a la cabeza:
Esta alianza sería la cuarta en discordias y la que presenta menores posibilidades de triunfo pues de algún modo el nacionalismo, al menos el de Ollanta Humala, ha perdido la mayor parte de su caudal electoral debido a su viraje a ninguna parte. Humala abandonó absolutamente sus posiciones etno-caceristas y hoy presenta la imagen de un gobernante sin norte claro, más allá de mal administrar el piloto automático y la senda de crecimiento que le legaron las gestiones que lo antecedieron. Se le suma la incertidumbre respecto de los recientes destapes de corrupción asociados a personajes tales como Martín Belaúnde u Óscar López Meneses.
Los candidatos de esta alianza podrían ser 3: Alejandro Toledo, que algo mantiene de su carisma popular; Daniel Urresti cuyo discurso simple de la seguridad y su estilo directo podrían ser más efectivos de lo que parecen y la actual presidenta del Consejo de Ministros Ana Jara, de perfil más político que Urresti, pero visiblemente menos popular.
No he incluido ni al nacionalismo, ni a Perú Posible en la tercera opción, porque no creo que Gastón Acurio y el núcleo que lo rodea tengan mayor interés en ampliar su alianza a sectores políticos que, por cuestionados, tenderían más a restarle votos que a sumárselos.
En fin, en las líneas anteriores he intentado presentar un esquema inicial de los posibles frentes que competirán en las próximas presidenciales. He utilizado también los conceptos de electorado pragmático e institucionalista para definir dos tendencias muy generales que aceptan mil y un matices y combinaciones en el plano de los votantes a nivel nacional, tanto como al interior de cada alianza propuesta. En todo caso, se trata de identificar la ubicación de las piezas al inicio de la partida y de dejar algunas pautas para el análisis de sus posteriores movimientos.
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