Archivo por meses: septiembre 2016

PPK en la ONU

 

PPK EN LA ONU

PPK ONU

La primera foto que recordaremos de la reciente intervención de PPK en la Asamblea General de las Naciones Unidades es aquella en la que se dirige al pleno; la segunda es en la que aparece sentado en el escaño de la representación peruana junto al canciller Ricardo Luna, nuestro embajador en Washington Carlos Pareja y nuestro representante permanente en el referido foro mundial, el embajador Gustavo Meza Cuadra. La imagen grafica el inicio de un periodo de fecunda coordinación entre los Palacios de Pizarro y Torre Tagle, sin la cual es muy difícil acertar en el camino hacia el desarrollo, con la OCDE como la luz al final del túnel.

Por eso la alocución presidencial comenzó manifestando la sintonía del Perú con los 17 objetivos de desarrollo sostenible al 2030 de la ONU. PPK apuntó hacia objetivos sensibles como el clima y la vida submarina, y subrayó que el “Perú promueve el crecimiento verde articulando el uso de ecosistemas terrestres y marinos”

Desde este punto saltó al análisis de la realidad local e introdujo a la conferencia el proyecto Sierra Azul, cuya funcionalidad pasa por la recolección de las aguas provenientes de las lluvias amazónicas. Seguidamente, siempre a través del agua, relacionó su plan de gobierno con otros objetivos de la ONU como la salud y el saneamiento. Así también, PPK conectó con la principal meta de las Naciones Unidad: el fin de la pobreza, porque no se entiende un Perú libre de aquella si uno de cada tres peruanos no tiene agua y desagüe.

En otra parte de su intervención, PPK refirió el posicionamiento del Perú en un mundo global en el que difícilmente se puede competir sin constituir bloques regionales sumando las economías de varios estados. Por eso el Presidente subrayó la necesidad de “profundizar coincidencias con países con desafíos similares”, lo que implica también fortalecer “nuestro compromiso con la consolidación de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho, en tanto que pilares de la gobernabilidad”.

La mención de PPK a Venezuela no por sutil dejó de ser importante. La precariedad institucional del país llanero es el principal obstáculo para profundizar coincidencias entre estados vecinos pues los restos del chavismo continental son el lastre que nos impide, hasta hoy, fortalecernos como bloque regional  y apuntar hacia la globalización mundial.

En New York, PPK vuelve a dejarnos la impresión de tener las cosas claras; ojalá y los vientos locales apunten en la misma dirección que su emprendimiento.

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Aparecen embajador Gustavo Meza Cuadra, Canciller Ricardo Luna, Pdte PPK, y detrás, embajador Carlos Pareja, en la asamblea de las NNUU

Publicado hoy 23 de septiembre en Diario Expreso

 

 

Las cartas de Cáceres

 

Las cartas de Cáceres

“Solo podemos lamentar el flagrante robo de las epístolas de Cáceres de la Biblioteca Nacional”
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Por Daniel Parodi

Podemos discutir mucho sobre An­drés Avelino Cáceres. Yo lo ad­miro; no solo me parece el mili­tar más cerebral que tuvimos en la Guerra del Salitre (1879-1883) sino también un personaje culturalmente mestizo; el hijo de hacendados ayacu­chanos que habla quechua y español, y cuya exitosa resistencia al invasor ra­dicó precisamente en su capacidad de discurrir por ambos espacios cultura­les y geográficos, como Arguedas y Ciro Alegría en el campo literario.

Luego podremos discutir si fue o no de­masiado autoritario cuando ejerció la pre­sidencia del Perú. Seguro que sí, Cáceres es un caudillo militar característico del si­glo XIX. De hecho, es el último de su es­tirpe, antes de él están Gamarra, Casti­lla, Echenique, etc.

Pero lo que no está en discusión es el valor patrimonial del epistolario del ven­cedor de Tarapacá, consistente en 3000 cartas de su puño y letra que nos acercan a los avatares de nuestra historia política y militar del último tercio del siglo XIX y que se introduce en el XX. Recordemos que Cáceres muere en 1923 y que su par­tido, el Constitucional, fue protagonista de la República Aristocrática hasta 1919.

Por eso solo podemos lamentar el fla­grante robo de sus epístolas de la Biblio­teca Nacional, que se efectuó a través de la obscena modalidad de colocarlas en los tachos de basura para, de esa manera, sa­carlas de aquella y comercializarlas en el mercado negro.

Ramón Mújica, el director de la referi­da biblioteca, acaba de denunciar que es­tamos a punto de perder todos los juicios en el Poder Judicial contra los emplea­dos responsables de estos robos bajo el increíble argumento de que las cartas se encontraban “a la intemperie” y que cual­quiera pudo sustraerlas.

Hace algunos años revisé el epistola­rio de Lizardo Montero, quien fuera pre­sidente del Perú (en Arequipa) durante la Guerra del Salitre. Fue en la BNP, en el se­gundo piso, y puedo dar fe de que dichos documentos no estaban “a la intemperie”. Tras consultar el catálogo había que es­perar que un funcionario acudiese a una zona reservada a traer los documentos solicitados. Tal era el celo entonces, que tuve que microfilmar las cartas que re­quería, pues fotocopiar estaba prohibi­do precisamente para preservar la inte­gridad de las epístolas.

Nuestro país tiene historia, vaya que la tiene, por lo que queda esperar que el Poder Judicial siente un claro preceden­te de que a él también le interesa preser­var el patrimonio de todos los peruanos.

Yo sí quiero seguir enseñando

 

YO SÍ QUIERO SEGUIR ENSEÑANDO

(A propósito de “La carta del profesor uruguayo que conmueve al mundo de la educación” http://www.infobae.com/sociedad/2016/09/13/la-carta-del-profesor-uruguayo-que-conmueve-al-mundo-de-la-educacion/)

Estudiantes 3

Alguna vez participé en un evento académico en el que un alumno de facultad un tanto pedante nos preguntó al otro ponente y a mí ¿qué hacer con los “alumnos salvajes” que cada vez poblaban más las universidades?

El otro ponente asumió como cierta la premisa y respondió con toda naturalidad que había que hacer esto y aquello. A mi turno dije que jamás había tenido un alumno salvaje  y que si por salvaje se hacía referencia a un eventual bajo nivel eso solo aumentaba mi compromiso docente: si saben menos puedo enseñar más y tengo mucho más que hacer. Pasa igual con algunos profesores jóvenes, o jefes de práctica que se reúnen y se burlan de las respuestas de sus alumnos. ¿Tan pronto se puede olvidar la vaca que alguna vez fue ternera?

Digo esto con ánimo de respuesta a la carta del profesor uruguayo Leonardo Haberkorn que llegó a la conclusión de que perdió la capacidad de motivar a las nuevas generaciones. Yo no, felizmente. A mí me anima saberlas diferentes, comprender que vienen de otro tiempo, de otras dimensiones, me estimula aceptar el desafío de sacarlos del ciberespacio un rato y que para ello, y para ellos,  debo ser, en primer lugar, empático. Esto quiere decir que debo lograr que comprendan que no provengo de su tiempo pero, al mismo tiempo, que sí soy capaz de conectarme con su tiempo.

Entiendo, asimismo, que las herramientas tecnológicas pueden jugar a mi favor, es decir, puedo pactar con los estudiantes que me escuchen un rato, que charlemos un poco para después dejarlos ir a sus ipads a resolver un ejercicio para descubrir juntos que el ciberespacio también contiene al conocimiento y que aquel no es un enemigo de la enseñanza sino un ámbito infinito para el aprendizaje.

Quizá algún día me rinda, no lo sé, pero no será porque mis alumnos no hayan leído Vargas Llosa, ni por no tener la autoridad, porque la tengo, de decirles cuando usar la tecnología y cuando no durante la sesión de clase. El desafío del maestro hoy es enorme, es el más grande de la historia, se trata de enseñar la sinergia entre conocimiento y tecnología para evitar el automatismo cruel que bien quisieran imponer algunas fuerzas globales a las nuevas generaciones del planeta.

Y en las bambalinas de dicha sinergia, se trata de formar ciudadanos responsables, respetuosos y tolerantes con el otro; no importa si ciudadanos de la ciudad, del país, del mundo, o los tres al mismo tiempo, lo que se acerca más a la realidad contemporánea, pero ciudadanos al fin y al  cabo, con  todo lo que de virtud cívica conlleva el concepto y la labor que se requiere para convertir a aquella en nuestra realidad cotidiana.

La Tercera República (2000 – ¿?)

La Tercera República (2000 – ¿?)

El gobierno transitorio de Valentín Paniagua inició La Tercera RepúblicaResultado de imagen para paniagua valentin

La presentación de gabinete Zavala en el Congreso Nacional me pilló leyendo la República Autocrática, libro que Pedro Planas –brillante intelectual desaparecido tempranamente- publicase en 1994. La implacable crítica de Planas al Oncenio de Leguía (1919-1930), en tanto que desestabilizador de la institucionalidad democrática establecida durante la República Aristocratica; y las sugerentes analogías que establece entre aquel y el entonces recién instaurado autoritarismo fujimorista, me llamaron a pensar en cómo podríamos periodificar nuestro tan maniatado orden constitucional.

Pero dejémonos llevar por Planas, cuyo texto analiza el discurso de José Santos Chocano en favor del leguiísmo, al que dotó de una doctrina legitimadora que instaló en nuestro imaginario político la muy difundida idea de que a veces son necesarias “dictaduras organizadoras” para “poner orden” en el Estado y sus instituciones. Planas refuta a Chocano con una serie de sugerentes preguntas. Es así que cuando este  sostiene que las libertades públicas sólo pueden regir si existe “una perfecta organización democrática”; aquel se pregunta si no sería mejor  “perfeccionar esa organización democrática para canalizar el efectivo ejercicio de las libertades públicas y no, por cierto, cancelarlas, con lo cual volveríamos a fojas cero”

En otra parte de su texto, Planas replica el argumento que sugiere la supuesta inmadurez institucional de los países de América Latina comparada con la solidez de las democracias europeas. Para ello, pasa revista por pensadores de la talla de Víctor Andrés Belaúnde quien en 1912 sostuvo que “la anarquía no era privilegio del Nuevo Mundo” o Haya de la Torre quien en 1943 señaló que “nosotros odiamos el despotismo, aunque a veces seamos impotentes para luchar contra él”.

En suma, lo que Pedro Planas propone es que las dictaduras no son responsabilidad ni de los pueblos, ni de ninguna urgencia por suprimir las libertades civiles con la paradójica finalidad de defenderlas, sino de los mismos dictadores y de los regímenes que las encarnan. Respecto de la democracia, sostiene que esta necesita tiempo para establecerse plenamente, por lo que su eventual debilidad no es sino consecuencia de su constante y perniciosa interrupción.

El texto nos deja una idea fuerza con la que trabajar. La república aristocracia, con todas sus limitaciones al sufragio, que por lo demás eran propias de su época, constituyó un primer periodo fecundo en la vigencia del orden constitucional y malogrado por la irrupción dictatorial de Augusto B. Leguía en 1919. El segundo es aquel en el que rigió la Constitución de 1979 abruptamente interrumpido por el autogolpe del 5 de abril de 1992.

El viernes 19 del presente mes, tras una maratónica sesión que se destacó por un serio esfuerzo de responsabilidad cívica de todas las partes, el Congreso Nacional, en el que la mayoría absoluta la tiene el fujimorismo, le dio un voto de investidura casi unánime a un gabinete que de otro modo no hubiese podido iniciar funciones. Pensaba que no es poco considerando que apenas en septiembre de 2000 recuperamos el orden constitucional. Pensaba también en que han pasado 16 años desde entonces y que, siguiendo la periodificación de Pedro Planas, la historia registrará los tiempos que estamos viviendo como el tercer constitucionalismo (o la tercera república) de la historia del Perú Independiente. Esperemos que no haya ya cuarto militarismo más adelante y que esta democracia haya venido para quedarse.

Publicado en Diario La República, hoy domingo 4 de septiembre de 2016

http://larepublica.pe/impresa/opinion/799860-la-tercera-republica

 

 

 

 

 

 

 

Wagner: la voz del estadista

 

Wagner: la voz del estadista

 Daniel Parodi

“Muchas veces es necesario contar con líderes creíbles o personalidades indiscutidas para dar pasos fundamentales”.
trome.pe

Tratando sobre la posibilidad de mejorar las relaciones perua­no-chilenas, un funcionario de KAS en Lima me preguntó si po­díamos encontrar en Perú y Chile, res­pectivamente, dos estadistas de la ta­lla de Konrad Adenauer y Charles de Gaulle para liderar dicho acercamien­to. La pregunta era pertinente, las repú­blicas funcionan a base de sus institu­ciones pero muchas veces es necesario contar con líderes creíbles o personali­dades indiscutidas para dar pasos fun­damentales hacia adelante.

Por eso es importante que el em­bajador Allan Wagner haya asumido la responsabilidad de presidir la Aso­ciación Civil Transparencia, la que ha presentado al Congreso 32 propues­tas de reforma institucional para el fortalecimiento democrático. Bien el JNE también –y su presidente, Fran­cisco Távara– pues se muestra como una institución que no solo adminis­tra justicia electoral sino que reflexio­na y propone acerca del sistema de elecciones; de hecho, sus proyectos de reforma datan de 2013.

Las propuestas de Transparencia abar­can 4 ejes a saber: el funcionamiento del Congreso, el sistema de justicia, la trans­parencia de la administración pública, y los procesos electorales. Centrémonos en el último punto, en el que se plantea el financiamiento obligatorio de los par­tidos políticos (50% para la formación de cuadros); el fortalecimiento de sus democracias internas (un militante un voto, elecciones directas de sus candi­datos a todos los cargos públicos); la eli­minación del voto preferencial que ha generado gran inequidad toda vez que unos candidatos invierten en sus cam­pañas personales muchísimo más que otros; e, infaltable, la fiscalización y el acompañamiento del JNE y la ONPE en todas estas etapas.

Un lugar común en nuestro imaginario político es creer que ‘otorongo no come otorongo’; es decir, que nuestros parla­mentarios se defienden entre ellos mis­mos y anteponen sus intereses a los de la nación. No creo que esta idea sea nece­sariamente cierta. Al menos, en la última investidura del gabinete nos mostraron un nivel de civismo que hacía tiempo extrañábamos y, en todo caso, los pro­yectos que acaban de llegar a su mesa de partes son una excelente oportuni­dad de demostrar lo contrario.

A estas alturas de nuestra democracia, es valorable que una personalidad indis­cutida como el embajador Allan Wagner encarne la voz de parte de la sociedad civil que, de esta manera, le hace saber al Congreso Nacional sus proyectos de reformas tan urgentes como inaplaza­bles en un país que, tras cuatro Gobier­nos democráticos, quiere seguir cimen­tando su republicanismo.

Publicado hoy domingo 4 de septiembre en Diario Exitosa (hacer clic en link debajo)

Wagner: la voz del estadista, la palabra de Daniel Parodi

El fin de la democracia en Venezuela

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Almagro se juega por aplicación de Carta Democrática de OEA en Venezuela

El fin de la democracia en Venezuela

El pasado 22 de agosto el secretario general de la OEA, Luis Almagro, publicó una carta dirigida a Leopoldo López, preso de conciencia venezolano, cuya condena a 13 años y nueve meses de internamiento acaba de ser ratificada por la Corte de Apelaciones de Caracas.

A pesar de que la misiva es un mensaje de aliento al líder opositor venezolano, a quien Almagro le ha dicho “tu suerte está atada a la de tu pueblo que seguramente será libre cuando tú lo seas”, lo que advierten sus entrelíneas es un definitivo punto de quiebre: OEA tomará resueltamente cartas en el asunto a base de lo establecido por el título IV de la Carta Democrática Interamericana (CDI).

Cómo preámbulo, ha señalado Almagro que ya Mercosur le ha negado a Venezuela la presidencia pro témpore que le correspondía; asimismo ha recordado que el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha denunciado que el país llanero vive una crisis humanitaria y que el Alto Comisionado para los DD.HH. de esta institución ya ha exhortado a aquel a cumplir sus obligaciones. Al mismo tiempo, advierte que inclusive el Parlamento Europeo ha instado a Venezuela a liberar a sus presos políticos.

La sentencia de Almagro es categórica: “no quedan razones jurídicas, políticas, morales o éticas para no pronunciarse y condenar un gobierno… que se ha deslegitimado a sí mismo… se ha traspasado un umbral, que significa que es el fin mismo de la democracia”.

Lo que se viene ahora es la aplicación de la CDI. Esta señala que en caso de alteración del orden constitucional en un país miembro, OEA mediará sus buenos oficios para lograr su pleno restablecimiento. Señala también que de tornarse crítica la situación OEA suspenderá de sus fueros la membresía del país transgresor de la CDI, lo que no obsta que aquel foro internacional continúe sus gestiones de alto nivel hasta lograr la superación de la crisis y la democratización del país sancionado.

Esas son las entrelíneas de la carta que Almagro le ha enviado al preso político que hoy encarna la lucha de un pueblo por su libertad. Pronto veremos a OEA actuando resueltamente sobre Venezuela de acuerdo a la CDI y, más temprano que tarde, veremos nuevamente una Venezuela libre. Pensar que por aquí hay quien dice que el régimen de Maduro es una “democracia densa”, quedará, el neologismo, en el anecdotario de la inconsecuencia.

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Venezuela quiere democracia

Publicado en Expreso el viernes 26 de agosto de 2016

http://www.expreso.com.pe/opinion/daniel-parodi/el-fin-de-la-democracia-en-venezuela/

@parodirevoredo