DE HAYA A ALAN

A 120 años del nacimiento de Víctor Raúl

 Por Daniel Parodi Revoredo

Este 22 de febrero se cumplen 120 años del nacimiento del destacado político trujillano Víctor Raúl Haya de la Torre quien en 1924 fundara el APRA, partido político fundamental en el siglo XX peruano, que gobernara en dos oportunidades (1985-1990 y 2006-2011) y que podría alcanzar el gobierno una vez más en 2016, con su líder Alan García Pérez.

En fechas como esta solemos priorizar la biografía del personaje sobre otros aspectos su vida. Sin embargo, en estas líneas nos ocuparemos de los ejes centrales del pensamiento de Víctor Raúl para luego relacionarlo con el de Alan. Así buscaremos establecer un hilo de continuidad entre la ideología aprista de ayer y la contemporánea.

Claves del pensamiento de Haya de la Torre

Quizá la primera clave para comprender el pensamiento de Haya es saber que fue dialéctico y relativista. Él creía que las fuerzas de la historia modifican constantemente la realidad y que lo acertado hoy no tendrá ningún sentido cincuenta años después. Por esta razón, el pensamiento aprista no es un dogma para mantenerse ad infinitum sino que debe adecuarse a los cambios mundiales.

Imperialismo, Unión Latinoamericana y Democracia

En “El Antimperialismo y el APRA” (1935 1era ed.), Haya fustiga el imperialismo norteamericano por su manera de apropiarse de los recursos de América Latina, sobornando a sus elites, imponiendo su ley a través de enclaves económicos y dejando poco o nada al desarrollo de los países poseedores de la materia prima.  Sin embargo, Haya no cree que el socialismo y el rompimiento con las potencias capitalistas sean la solución. Al contrario, él vislumbra que para alcanzar el desarrollo económico y la justicia social, los países latinoamericanos requieren la inversión de las potencias, tanto como su tecnología.  

De allí que Haya plantease la unión política latinoamericana para negociar con el imperialismo en igualdad de condiciones. Creía el viejo patricio que sólo unidos podrían los países de la región plantarle cara al “gigante del norte” y promover una relación horizontal de la que ambos resultasen beneficiados.

A lo largo del tiempo Haya irá puliendo esta idea. Diferenciará el imperialismo malo, que ya hemos descrito, del bueno que permite el desarrollo del país dueño del recurso. Posteriormente, en la década de 1950, al observar el nacimiento de la Unión Europea, con la Comunidad del Acero y el Carbón, perfeccionará su planteamiento y dirá que la unión de los países debe sostenerse sobre cimientos económicos y no políticos.  

Finalmente, para Haya la concurrencia al capitalismo  requiere de las libertades y de la estabilidad políticas que solo puede brindar la democracia. Víctor Raúl hizo de la democracia la razón de su vida y de su lucha política. Por propugnarla fue perseguido  sin pausa entre 1923 y 1956, porque entonces Haya representaba la participación de las masas en la política y una alternativa reformista que no era aceptada por los sectores conservadores de entonces: la oligarquía y el ejército. 

Alan y La Alianza del Pacífico

Una primera solución de continuidad entre Haya y Alan es que, al igual que el primero, el segundo reflexiona constantemente sobre la realidad y nos deja por escrito dichas reflexiones. Todo un lujo en estos tiempos pues, sencillamente, ningún otro político peruano se digna hacerlo.

Es así que apenas el año pasado García publicó “La Creación de La Alianza del Pacífico y otros ensayos” que resulta de lectura fundamental para sus seguidores, detractores y analistas políticas en general, si realmente están interesados en saber cómo piensa el dos veces presidente y fuerte candidato al 2016.

“La creación de La Alianza del Pacífico” establece una fina solución de continuidad entre el pensamiento del autor y el de su mentor. Alan García comienza contándonos como nace la referida Alianza a través de una iniciativa suya y nos revela las cartas que escribió a los mandatarios de los países que hoy la integran. Luego resume los logros de este foro que ya constituye la sexta economía mundial.  

Democracia, inversión y educación

En el referido ensayo, el dos veces presidente esboza un panorama del mundo actual y sostiene que “la competencia internacional de largo aliento ya no se da entre países sino entre regiones”. Señala que hoy ninguna nación puede crecer en solitario y que, más bien “necesita fusionar sus industrias o articular sus cadenas productivas con otros países (…) para negociar con el mundo”.

Tras esta introducción, García reseña los criterios convergentes entre los países miembros de la Alianza del Pacífico y señala que el primero de esos criterios es la democracia porque representa la vigencia de las libertades y el estado de derecho. Sostiene que los países democráticos son previsibles y sostenibles por lo que resultan atractivos para el capital extranjero.

La apertura al mundo y la atracción de la inversión “para crecer con ella” son otras  convergencias de la Alianza del Pacífico. Para Alan García las fórmulas estatistas resultan demagógicas y afirma que lo que hay que hacer es “llamar a la inversión (…) en tecnología y ciencia que permitirá (…) elaborar nuestra materia prima con más valor agregado”. 

Luego de resaltar la inversión en infraestructura y el vínculo comercial con Asia, García enfatiza el tema de la educación y subraya la importancia de equiparar nuestro nivel educativo con el mundo competitivo para alcanzar una “cultura del mérito y del esfuerzo”. A este respecto, recordemos que la educación de las masas fue fundamental para Haya tanto que en 1922 fundó las Universidades Populares Gonzáles Prada y que quiso hacer del suyo un “partido escuela”.   

Palabras finales

No voy a continuar con el ejercicio de relacionar el pensamiento de Haya y de Alan, esa tarea se la dejo al lector. Sin embargo, nos parece claro que en los planteamientos   políticos de García reposa la influencia de Haya, la que aquel adapta con brillantez a los tiempos actuales  y de la que la Alianza del Pacífico es la mayor realización. Quizá por eso el dos veces presidente desea ser recordado por fundarla.

Al cumplirse 120 años del natalicio de Víctor Raúl Haya de la Torre cabe ya ubicarlo en el lugar que un sector de nuestra intelectualidad insistentemente le mezquina: el del pensador y filósofo político más preclaro e importante del siglo XX latinoamericano cuyo pensamiento, dialéctico y relativista, se sigue transformando en la obra y acción política  del actual líder del APRA Alan García Pérez. 

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