El otro rostro de CHILE
La semana pasada tuve la ocasión de escuchar la conferencia magistral que dictó el canciller chileno Alfredo Moreno en la sede de la escuela diplomática del Perú, en Magdalena del mar. Moreno estuvo amable y jovial, y se dio maña para romper el protocolo en más de una oportunidad, como cuando se dirigió a un mando castrense de la comitiva de su país, señalándole que debía reducir el gasto militar e invertirlo en mejores causas.
Dejó un mnesaje positivo
Por lo que relató, el Jefe de la diplomacia chilena es uno de decenas de empresarios sureños que habitualmente viajan al Perú por negocios. De hecho, hace algunos años tuvo la misión de reflotar la Teletón en nuestro país, por lo que vino varias veces pudiendo advertir el esplendor de las plazas públicas, los autos de estreno, las cada vez mayores y mejor cuidadas áreas verdes, en suma, los síntomas del crecimiento; advirtiendo, sin embargo, que subsiste la pobreza y que son grandes las ansias de superarla.
Señaló el político chileno, que a la admiración de su país por nuestra cultural se le suma ahora la fascinación por nuestro vertiginoso despegue económico y por la madurez de mantener en el tiempo un modelo exitoso, más allá de los gobiernos y de sus matices ideológicos. Sobre la situación presente entre el Perú y Chile, Moreno sostuvo que el Perú, con 11.000 millones de dólares, es el mayor destino de la inversión chilena en el mundo y que, con 7,000 millones invertidos de nuestra parte, ya no podía hablarse de la invasión económica de un país sobre el otro.
El canciller chileno dedicó varios minutos, además, a analizar a Tacna y Arica como una unidad geográfica que pronto contará con un solo paso fronterizo integrado y cuyos aeropuertos se convertirán en alternativos uno del otro en caso de emergencia. Moreno aterrizó hasta lo más cotidiano como el uso de los teléfonos celulares cuyas llamadas, desde Tacna a Arica, y viceversa, pronto tendrán el costo de una llamada local.
Respecto del futuro, el canciller chileno señaló que tras el acatamiento del fallo de la Haya -al que se comprometió una vez más- no existirán más razones para la desconfianza y el recelo, ni justificación alguna para no potenciar la integración en beneficio de ambos pueblos. Moreno cerró su intervención rectificando su posición inicial sobre la historia –dijo al principio que era inmodificable- para resaltar luego episodios positivos del pasado binacional como El Combinado del Pacífico, selección de fútbol binacional que en 1933 se fue de gira por Europa y al que pronto dedicaré una columna.
Más allá del resultado, la verdadera victoria del Perú en la CIJ es haber ganado el respeto de Chile y del mundo; y estar convirtiendo en socio comercial a un país que hasta ayer nos miraba con cierta soberbia. Más allá de su desenlace, al concluir el juicio, el Perú y Chile no se encontrarán, nunca más, en la misma posición en la que lo iniciaron, ni se mirarán como se miraban antes de litigar.
Estoy seguro de que el discurso cercano, conciliador e integracionista que nos trajo la semana pasada el canciller chileno no es obra de la casualidad; sino el resultado de una política de estado aplicada por el Perú incluso desde la década de 1990. Es cierto que nuestra política interna ni por asomo se acerca a una madurez que nos permita convivir sin sobresaltos; pero también es verdad que hay rubros en los que nos hemos destacado nítidamente con políticas que han trascendido los gobiernos y cuyos logros se explican en la suma de los esfuerzos de cada uno. Una de ellas es nuestra política internacional, que así se coloca al lado del modelo económico entre los aciertos peruanos de las últimas dos décadas.
Relativo a la muerte de Hugo Chávez, leí a varios analistas jóvenes cuyas lecturas del proceso me hicieron sentir viejo, pero felizmente viejo. En ellas señalan que mi generación proviene de un tiempo en el que aún se confundían las utopías con la realidad y que esta opacidad explica que algunos se volcasen por Chávez como en una catarsis revolucionaria, tanto tiempo postergada.
Es por ello mismo que el discurso del canciller chileno sólo se puede de-construir con una mirada contemporánea y con ojos que ven la integración como la ocasión de potenciar el desarrollo económico y a los nacionalismos a ultranza como a una rémora decimonónica que nos hizo perder muchas vidas, muchas energías y muchas oportunidades en el pasado. Tengámoslo presente para lo que se viene.
Publicado el 12 de marzo en Diario16
Daniel Parodi Revoredo
Sígueme en twitter @daupare
27 marzo, 2013 at 6:43 pm
Me parece excelente la conferencia del Canciller Moreno, distiende las relaciones Chile-Peru, que es de lo que se trata. Para mejorar a fondo estas relaciones se necesitan algunas cosas mas, que entiendo que el no haya tratado por la indole de su conferencia.Se trata de la repatriacion de TODOS los papeles de la Historia del Peru que Benjamin Vicuña Mackenna se llevo a Chile durante la ocupacion chilena de Lima. Y luego, la formacionn por empresarios chilenos,de una persona juridica sin fines de lucro, en Chile, dotada por ellos de un capital y de personal esperto y serio, que ofreca en compra a particulares los libros de la Biblioteca <nacional de Lima que tengan en su poder, y devolver esos libros gratuitamente a la BNP.