LA RESPUESTA DE LEYTON

Estimados Lectores, he recibido la réplica del analista chileno Cristian Leyton a mi artículo Ménage à trois, que publiqué en Diario 16 el martes pasado. Comparto con ustedes su respuesta:

Daniel Parodi Revoredo

Chile en la conciencia nacional peruana

Está anclada en la psiquis socio-política peruana, y en la retórica de algunos académicos, como Daniel Parodi, la idea según la cual Chile debe, junto con pedir perdón por la Guerra del Pacífico, “involucrarse en un proceso de reconciliación internacional con Perú”, tal y como lo avanza en su articulo Ménage á trois. Chile, aparece como la entidad agresora, cuyo accionar político y militar se realizó fuera la legitimidad internacional de finales del siglo XIX. Chile aparece apuntado como la fuente primigenia del trauma psicopolítico peruano.


Leyton justifica realización chilena de la G. del Pacífico

Cuando el profesor Parodi califica mi visión como una “amalgama entre fundamentos geopolíticos decimonónicos, la historia oficial chilena y una opinión pública sensibilizada por el litigio en La Haya”, no hace sino que generar perplejidad por cuanto la percepción social y política chilena es que la conducta peruana hacia Chile, en todos sus frentes, está inspirada en una visión propia del siglo XIX. La existencia de este “Trauma psicopolítico” peruano, asociado a una tendencia de transmisión transgeneracional del mismo, cristaliza esta percepción chilena: la sociedad peruana no deja de rememorar, con la ayuda instrumentalizada de una parte de su clase política, y ahora desde sectores académicos, la perdida territorial de Arica, la Ocupación chilena de Lima y la pérdida de una guerra que no hizo más que abrir heridas internas en la sociedad peruana. Heridas que dejaron entrever que las causas de la conflagración están en el interior mismo de sus fronteras y no en Chile.

En Santiago, la idea de la necesidad de inaugurar un proceso de “reconciliación internacional” con Perú y Bolivia no existe. Y no existe por la sencilla razón que se considera la guerra de 1879 como “justa”. Se considera que todas las acciones y decisiones llevadas a cabo en dicha conflagración se inscriben en la legitimidad del siglo XIX, cuando la guerra interestatal era considerada como un medio legitimo para resolver disputas territoriales y alcanzar el control político sobre determinados espacios. Chile, al ocupar Lima, absorber soberanamente Arica e invadir el Perú, no hizo más que imitar la conducta natural y normal de todas las potencias de la época. Resulta contraproducente, idealista y utópico pensar que Chile asumirá la carga del “agresor”, cuando solo defendió y promovió intereses nacionales vitales. También lo es juzgar hechos del pasado con los ojos del presente. Lo anterior no hace más que alimentar artificialmente traumas psicopolíticos y ser incapaces de mirar hacia el futuro. Cristian Leyton

Publicado hoy en Diario 16

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